Capitulo 13. [Maratón 4/5]
— ¿Ah, si? ¿Que quieres apostar? —Josh lo miró desafiante.
— ¿El almuerzo? —sugirió Chad.
—Genial —dijo Josh sonriendo—. Al parecer hoy día mi almuerzo será gratis.
—Eso quisieras —dijo Chad—. YO tendré mi almuerzo gratis.
El sonido de un móvil se hizo presente, acallándonos.
Josh contestó y se escuchó un grito al otro lado de una mujer diciendo:
— ¡Joshua Alexander Foster! ¡Por el amor de Dios, hijo! ¡no puedes irte así como así de la cena familiar! ¿Donde carajos estás?
—Salí con unos amigos, má. Vuelvo mas tarde.
— ¿Cómo que "vuelvo mas tarde"? ¡Vuelve ahora mismo!
—Lo siento, má. No puedo.
— ¿Como que no pue...? —Josh colgó antes de que su mamá terminara de hablar.
—Conque tu nombre completo es Joshua Alexander ¿eh? —dije aguantando la risa.
—Basta.
—Lo siento, Joshua.
Chad manejó unos minutos mas con How deep is your love de Calvin Harris sonando en la radio.
—Llegamos —anunció.
Nos bajamos del auto y Chad y Abby fueron a checar la reservación, mientras Joshua y yo nos quedábamos en un banco en un silencio sepulcral.
En unos minutos los tortolitos estaban de vuelta.
—En realidad no se como jugar esto —solté mientras nos poníamos los trajes.
—Tranquila, es mas fácil de lo que parece. Yo he venido con Chad antes. Tal vez el te enseñe; o Josh.
Terminé de abrocharme el overol gris y esperé a que Abby terminara de colocarse el traje.
Josh me dio unas lecciones rápidas y al terminar Chad dijo:
— ¿Hacemos un "todos contra todos" o lo hacemos en parejas?
—Todos contra todos —dijo Abby decidida.
Maldita. Así tenía menos posibilidades de ganar.
Entramos al campo y corrí hasta llegar a un barril, donde me escondí. Últimamente no había tenido problemas al correr, lo que seguramente era bueno. Al parecer mi enfermedad estaba desapareciendo, o al menos hizo una tregua conmigo.
Me senté con la espalda en el barril y esperé. Se escuchaban algunas pisadas rápidas y silenciosas, y otras mas nerviosas y torpes.
Si salgo, es más probable que me pillen. Pero tampoco me iba a quedar aquí por siempre.
Me levanté con cuidado y asomé un ojo.
Vi las zapatillas de Abby escondidas detrás de un fardo de paja.
La vi correr hacia un barril a unos metros y aproveché de apretar el gatillo. La pintura azul le impactó en la rodilla y soltó un suspiro, quejándose.
— ¡Estás fuera, rubia! —grité sin contenerme.
Bufó.
Sonreí. Una menos.
Ahora quedan Chad y Josh, y los dos unos malditos ninjas.
Tendría que dejar que se dispararan entre ellos y probar suerte para ver si alcanzo a alguno.
Estuve unos veinte minutos más en mi mismo escondite, sin atreverme a salir. Tampoco se escuchaban pisadas, por lo que supuse que todos estaban en mi misma situación.
Me cambié de escondite y esperé ahí, con el arma siempre en alto, lista para cualquier movimiento.
Se escuchó un disparo, seguido de un "¡Mierda!" por parte de Chad.
— ¡Te dije que hoy mi almuerzo sería gratis, idiota! —gritó Josh soltando un grito de victoria desde alguna parte del campo.
Genial, ahora quedaba Josh. Digo, Joshua. Ups.
Había pasado mas de media hora cambiándome de escondite y aun no había señal de Josh.
Tenía que atacar rápido e irme a casa. O a Walters, ni idea de qué haríamos después.
Recorrí con la mirada en busca de Josh. Nada.
Maldito ninja escurridizo.
Todo pasó muy rápido. Me levanté para cambiarme de escondite y... ¡PUM! Una bolita de pintura roja me impactó en el hombro.
Solté un quejido que era mezcla de dolor y rabia por no haber ganado.
Estúpido Joshua y sus superpoderes de puntería.
— ¡Ja! ¡Les gané! ¿Vieron eso? ¡Les gané a todos en Paintball! ¡Soy mejor que todos ustedes! ¡Yo...! —sin poder evitarlo levanté mi arma y apunté directo a Josh. Apreté el gatillo y le llego en la cara.
Se quitó la careta y me miró con una expresión de odio.
— ¡Ja! —grité.
Después de quitarnos los trajes y devolver nuestras armas nos dirigimos a Walters.
Pedimos nuestro almuerzo y en unos minutos ya estaba en la mesa.
— ¿Y, Jess? ¿Te gustó? —preguntó Abby.
—Fue genial —dije metiéndome una papa a la boca—. En especial cuando te descalifiqué —añadí con una sonrisa.
Puso los ojos en blanco.
—Lo hice de adrede —aseguró cruzándose de brazos—. Dejé que me descalificaras.
—Si, claro —solté una carcajada—. Admítelo. Yo. Te. Descalifiqué.
Rodó los ojos y masticó su sándwich.
Comenzamos a platicar sobre cualquier cosa hasta que nos terminamos nuestros almuerzos.
Abby insistió en que fuéramos a su casa, así que después de muchos pucheros y súplicas, nos dirigimos ahí.
Entramos a su casa y Abby nos hizo una seña para que la siguiéramos hasta el patio trasero.
Había olvidado lo grande que era su jardín. Claro, son millonarios. Su casa es tan grande que falta poco para que sea una mansión. Y tendrían una de no ser que su papá quería que fueran mas "humildes".
Volviendo al tema, había una línea blanca trazada de un lado a otro dividiendo el jardín en dos.
A cada lado habían dos barriles gigantes llenos de algo que no pude distinguir.
La seguimos en silencio y se dio media vuelta repentinamente.
—Josh y Chad, por ese lado —señaló el lado izquierdo del jardín—. Jess, conmigo —la seguí hasta el lado derecho del jardín. Puso las manos alrededor de su boca y gritó—: ¡Guerra de pintura! ¡Chicas contra chicos! —se acercó a uno de los barriles, sacó dos globos llenos de pintura y los arrojó, dejando morado y verde a Chad.
Y así empezó la guerra de pintura.
Me fui al otro barril corriendo —donde me llegó en el camino un globo lleno de pintura azul en el pie, llenandomr de pintura desde mi rodilla hacia abajo—, saque un globo y lo arrojé con todas mis fuerzas.
Genial. Gracias a mi jodida puntería, quedó mas de tres metros lejos de Josh, quien era mi blanco.
Enojada, agarré otro mas y lo arrojé, llenando de pintura a Josh, ya que llegó en su torso.
Sonreí y me puse a lanzar globos rápidamente y en todas direcciones, sin siquiera molestarme en ver a donde llegaba.
Así estuve un buen rato hasta que caí en la cuenta de que me había quedado sin globos.
Corrí hacia el barril de Abby —donde me llegaron dos globos mas— y saqué cinco sin que ella lo notara.
Los agarré con un brazo y con el otro los fui lanzándolas.
Cuando se me terminaron de nuevo, volví al barril de Abby y vi que se encogía de hombros y señalaba el barril... Vacío.
— ¡Hey! ¿A ustedes les quedan globos? —grité.
— ¿Qué?
— ¡Que si les quedan globos!
— ¡No! —gritó Josh.
Traspasamos la linea que dividía el jardín y nos acercamos a los chicos. Me acerqué a Josh, y antes de que pudiese abrir la boca, me reventó un globo por sobre la cabeza, chorreándome entera.
— ¡Imbécil! ¡Dijiste que no les quedaban!
—Pues... Mentí.
Miré a Abby y vi que Chad le había hecho lo mismo. Miré de reojo los barriles y vi que quedaban aproximadamente diez en cada uno.
Mierda. Vi que Abby también notó los barriles con globos y las dos salimos corriendo, mientras los chicos nos perseguían con los brazos llenos de globos.
Sentí como me llegaba uno, dos..., no, tres globos en la espalda mientras corría. Me di vuelta para alegarle y me llegaron dos mas.
Me di media vuelta nuevamente y seguí corriendo.
Luego de algunos mas que me llegaron en la espalda escuché a Chad gritar:
— ¡No nos quedan mas!
— ¡No te creo! —gritó Abby en respuesta, sin dejar de correr. Yo tampoco lo había hecho.
— ¡Lo juro! —gritó Josh.
— ¡Aún no te creo! —grité yo.
— ¡Por la garrita! —chilló Josh con una voz increíblemente aguda.
— ¿Por la garrita? —pregunté empezando a ir mas lento.
— ¡Si, por la garrita!
Frené y me di vuelta, encontrándome con Josh y Chad con las manos vacías.
— ¡Abby, ven! ¡No tienen nada!
Abby se dio media vuelta y suspiró aliviada al notar que los chicos estaban con las manos vacías.
Y recién ahí me di cuenta de lo llenos de pintura que estábamos. Por suerte, ese día había elegido una camisa vieja, e igual Abby, porque ella ya sabía que haríamos esto.
—Esto ha sido genial —dije—. Y además ahora mi camisa se ve mejor.
—Cierto —dijo Abby—. Y no boten las camisas, guárdenlas.
Todos asentimos.
—Estupendo.
------------------------------------------
PERDÓN, DE NUEVO.
EL CAPÍTULO ESTÁ DEMASIADO CORRO.
PERDON PERDON PERDON PERDON
Weno, cambiando de tema, queda un capítulo del maratón. YEY
Estoy sin internet asi que me voy a demorar en subir los demas capitulos, asi que sorry.
Bueno, eso.
Bye
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro