A veces, cuando uno desea arreglar las cosas y proteger las promesas que mantuvo con alguien importante en su vida, termina haciendo daño a otros... las cosas empeoran sin mayor remedio, y el resultado es mucho más catastrófico de lo que podría esperarse que fuese...

Ink se había percatado de eso cuando, luego de tantas veces, aún no lograba captar esa idea.

Él le miraba, aún esperando que se diera cuenta de lo que hacía, y estaba ahí cada vez que ocurría pero no se veía afectado de ninguna manera a lo que las impulsivas acciones del pintor estaban ocasionando. Observaba los fragmentos de aquellos mundos destrozados por sus vanos intentos de alcanzar la felicidad, pisoteando la de otros. Y suspiraba, cansado de ese ciclo monótono donde estaban todos atrapados.

Había enviado a alguien a detenerlo, una pequeña fracción de él y el primer multiverso marchito; pero éste acabó enamorándose y luego cayendo al vacío tras no ser correspondido.

No pertenecía ahí, era evidente que fallaría en el romance, en los sentimientos que en un guardia de su índole no debían pertenecer.

Tuvo que borrarlo, no le servía. ¿Quién seguiría? ¿Quién caería en el abismo ahora?

Observaba a todos ahí atrapados, en esa burbuja. Lust... si tan sólo pudiera deshacerse de él, sin que Ink interviniera... Dream, ¿quizás? No, unido ahora al que alguna vez fue el destructor de los universos... qué irónico. De verdad, era tan gracioso ver cómo los papeles se habían invertido.

Notaba cada detalle, por más insignificante que pareciera, pero lo sabía. Los glitches, los tatuajes, inclusive la más pequeña marca de nacimiento en cualquier ser "vivo" de ese lugar.

Esbozó una sonrisa cuando notó aquella mancha formar su propia inteligencia y cuerpo, volverse lo que alguna vez fue el mayor terror de cada universo alterno... ¿era correcto usar ese término? ¿Era correcto...?

¿Era correcto... siendo que ninguno era eso ya?

Ink frunció el ceño al encontrar aquella escena. Su Lust... abrazando a un muchacho lleno de glitches... hijo de Lust, evidentemente por los rasgos que les asemejaban... un hijo... uno que no era suyo.

Dream y Error llegaron a él cuando aquella mancha oscura destruyera al de chaleco morado, y luego, al pintor lleno de odio...

¿Otra vez?

Estiró su brazo hasta alcanzar el botón de Overwrite, y comenzar todo de cero.

  — Ink... ¿quieres una segunda oportunidad? 

Universo: Underfell. Destruido.

Un nuevo multiverso nació de su destrucción.

  — Puedes comenzar de nuevo, hazlo enamorarse de ti, una vez más...