Amanda Sullivan.

Luces neón por doquier impactando con la obscuridad del lugar y diminutos focos por doquier, son parte de la decoración del ruidoso sitio.

El The Academy está a reventar hoy, como de costumbre. Definitivamente el mejor de Los Ángeles.

Al menos Mia y yo, somos
V. I. P. Y pudimos evitarnos la enorme fila de allá afuera.

—¿Le avisaste a Chase que dijera su nombre en la entrada?

—Sí —responde ella.

Conseguir asiento en la barra fue algo sencillo, ya que la mayoría prefería las cómodas butacas y bailar hasta estar sudando o ponerse hasta arriba con el alcohol.

Mi vaso está lleno y hay buena música, Beautiful Now de Zedd, es un buen ambiente, hasta me dan ganas de bailar, pero luego veo lo llena que esta la pista de baile y se me pasa.

Mia me insistió que ocupara un vestido ostentoso hoy, pero simplemente la ignoré y me coloqué una minifalda con una camisa reveladora, pero hermosa.

—Oye, oye —Mia me habla picarona —¿Ya viste quién acaba de entrar?

Dirijo mi vista a la entrada, cerca de allí diviso a Chase, el cual parece estar buscándome con la mirada.

De inmediato una sonrisa perversa se plasma en mi rostro, ese outfit le queda egregio.
Lo mejor, sé que puedo tomarme el créditos por ello.

—¿A poco no se ve hermoso? —juguetea sonriendo ampliamente.

—Sé de que va esto —la aborrezco con la mirada —. Ya te dije que no me gusta, solo es divertido jugar con él.

—¿Entonces ya empezaron a salir? —suelta una risilla.

—Puedes decir que con este, son dos días —doy un trago a mi Vodka, y ella se queda boquiabierta.

—¿Tan fácil resultó ser? —yo sonrío.

¿Fácil? Si claro como si de verdad lo fuera.
Ese nene es escurridizo, nunca me sigue un beso a la primera, luego cambia de el tema de la nada y no pierde oportunidad para irse lejos de mí, pero eso me gusta, hace que quiera tenerlo por completo.

—Hola Chase —Mia saluda muy animosa, sacándome por completo de mis pensamientos.

—Hola —responde él tan tierno como siempre —. Mia, Amanda, él es Tenneesse mi mejor amigo.

—Mucho gusto —muestra sus blanquecinos dientes, mientras lr estrecha la mano a mi amiga.

—¿Es natural? —señalo su cabello.
Hoy en día solo el cinco porcierto de las personas nacen con ese tono de cabello y es algo inquietante para mi persona.

—No realmente —se soba la cabeza.

—Te queda bien —me limito a decir.
Aunque es verdad que le combina con esos ojos verde intenso que tiene y la piel blanca ayuda mucho, tal vez él también podría ser un modelo, pero no sería lo correcto decírselo frente a Chase, se sentirá menos especial y si eso pasa será más difícil jugar con él y quiero evitarme esos tediosos problemas.

—Gracias —el chico sonríe de forma afable.

—¿Tenneesse quieres ir a bailar? —pregunta Mia, con notable galanteo.

—hasta la pregunta ofende — y de esa forma, ambos se marchan a la pista de baile riendo y luciendo faustos.
Entonces percibo como Chase se tensa levemente, divirtiendome por completo, es tan adorable.

—¿Quieres tomar algo? —pregunto rompiendo el silencio.

—S-Sí —él se sienta en el lugar que Mia permanecía antes —. Quiero un Whisky, entre las rocas —pide al bartender, éste se lo entrega casi inmediatamente.

Toma un trago y hace una mueca, yo rio.

—¿Qué sucede? ¿Es tu primera vez bebiendo? —lo observo intrigada.

—No, solo que ha pasado mucho tiempo desde que probé el whisky por última vez.

—Ya veo, entonces, te reto a tomar un enorme trago sin hacer mueca.

—¿Crees que no puedo? —arquea una ceja.

—No creo, sé que no puedes hacerlo —me cruzo de brazos sonriendo, él toma el vaso y rápidamente le da un trago, desmedido.

—¡Ah! —exclama, empezando a toser —. Creo que no fue buena elección —yo rio incontrolablemente —. Ay que gracioso —me mira mal, lo cual me sorprende y hace pensar que el alcohol ya le está haciendo efecto.

—Lo lamento —respondo aun riendo —. Oye Tenneesse baila genial —lo señalo con disimulo.

—Sí, lo sé. Es impresionante. Fue líder de un grupo coreográfico muy fuerte.

—¿En serio?

—Sí, pero lo tuvo que abandonar para entrar a la universidad. 

—No lo sabía —doy otro trago a mi bebida, al igual que Chase —nunca me has hablado nada sobre ti.

—Es que nunca nos habíamos sentado a conversar, tú siempre... Bueno.

—Ya lo sé, pero hoy me dio curiosidad, hablame de ti —tomo pose para escuchar.

—¿Qué te puedo decir? —se sujeta el mentón.

—Bueno, dime ¿aún sigues estudiando?

—No, desde hace un año y medio que dejé la universidad.

—¿Por qué dejaste de estudiar y te convertiste en mesero? —él desvía la mirada un tanto dolido, y pide una pequeña copa al bartender, cuando se la entrega la bebe de un solo trago. Creo que acabo de mencionar algo que no debí haber mencionado.

Mia Becquer

No puedo creer apenas hayan pasado dos canciones ya esté sudando, este chico baila excelente y es guapísimo.

—¿En donde aprendiste a bailar? —pregunto mientras continuo bailando como morza loca y él como idol profesional.

—Estuve en un grupo coreográfico.

—Impresionante, yo alguna vez fui porrista, pero me echaron del equipo poco después —él ríe ante mi comentario.

—Creo que fue por tu baile, porqué la cara y el cuerpo lo tienes, al igual que el carisma —mis mejillas se sonrojan, yo le doy una dulce sonrisa, pese a que en otras palabras me dijo que bailaba horrible.

De la nada la musica cambia, empieza a sonar I'm Not The Only One de Sam Smith y no puedo evitar ponerme nerviosa cuando él se acerca y toma mi cintura, yo le rodeo el cuello con los brazos para pegarnos por completo.

—Soy pésima bailando, sobre todo en pareja —admito con vergüenza cerca de su oído.

—Yo te guío —susurra coqueto. Zafa una de mis manos, empieza a guiarme hacia los lados, luego atrás y adelante, me siento como la princesa de un cuento, bailando con su príncipe azul.

Nos separamos aún tomándonos de una mano, lentamente me hace regresar a él, terminando con una vuelta para tomarnos nuevamente por completo, nuestras miradas están fijas, una en la otra, leves sonrisas se forman en nuestros labios.

Y justo en la parte final de la canción nuestras bocas se unen, para dar paso a un tierno y largo beso, admito que eso no me lo esperaba pero si quería que pasara.
Justo a mitad del beso empieza la otra canción Shape for you de Ed Sheeran, aunque con algunos ajustes para hacerla sonar electrónica, lástima me gusta más la original.

Finalizamos el beso luego de unos segundos más y empezamos a bailar como lo  hacíamos anteriormente.

Amanda Sullivan.

—¿Viste eso? —me quedo boquiabierta cuando Mia y Tenneesse se besan —. Rso no me lo esperaba, ¿Chase tu amigo tiene novia? —lo volteo a ver, pero de todo lo que esperaba, esto era lo último.

Con sus manos Chase tapa su boca, evitando sollozar, mientras lágrimas caen por sus mejillas levemente sonrojadas.

—¿Chase te encuentras bien?

—Estoy solo, no tengo a nadie —¿Ya está ebrio? —. Mi familia murió hace dos años.

—Yo... Lo lamento —sin saber como. Puedo sentir algo punzante dentro de mi pecho y es raro.

—No pude pagar sus deudas, aún con cinco trabajos y colapsé,  terminé en el hospital, sin poder hacer nada —bebe nuevamente de su vaso. Debo admitir que realmente pareció un trago amargo y lleno de dolor —. Fue por eso que terminé como mesero, viviendo en un mugroso apartamento —más lágrimas caen por sus mejillas.

—Yo... —todo esto es mi culpa, yo le pregunté eso, no debí meterme en lo que no me incumbe —Chase, perdóname no debí haber preguntado ese tipo de cosas.

Él solloza.

—Amanda —me mira desconzolado.
Joder, no puede evitar ser tierno hasta llorando.

—Ven aquí —extiendo levemente mis brazos, él no duda un segundo y se lanza a mi.
Yo lo abrazo fuerte, sintiendo perfectamente como sus tibias lágrimas caen sobre mi hombro, durante varios segundos.
Hasta que finalmente, él se separa levemente.

Atraigo su rostro al mío besándolo y me sorprende, por primera vez me sigue el beso a la primera, por mi parte lo presiono más contra mi cuerpo, necesito tenerlo sujeto a mi para que no se escape como las veces anteriores.

El beso va haciéndose más intenso de a poco, puedo saborear perfectamente lo dulce de sus labios mezclado con el amargo del alcohol, es algo fantástico e indescriptible.

En ese momento, deseé que el tiempo se detuviera en ese instante, pero la falta de aire nos interrumpe, maldigo en mis adentros por eso, pero me otorgó una imagen encantadora, a Chase con los labios rosados por el beso, sus mejillas teñidas de rubor natural y unas leves lágrimas que nunca salieron de sus ojos.

Lo atraigo de nuevo a mi, él no se opone.

¿Será por lo ebrio que está?

De todas maneras no voy a desaprovechar la oportunidad de besarlo.

Disfruté de sus deliciosos labios dos veces más. Cuando nos separamos él me pregunta la hora, por mi parte veo mi celular.

¿Como rayos se hizo tan tarde?

Son pasadas las once, ya debo marcharme, de otro modo, mañana no voy a querer levantarme.

Dispuesta a irme, llamo a mi amiga.

—¿Mia donde demonios estás? —pregunto un tanto molesta ya que desde que se fue no volvió a aparecer ni una sola vez.

—Camino a casa con un apuesto chico —grita como colegiala.

—¿Mia estás ebria?

—No sé, ¿Se considera ebriedad si tomo siete vasos de alcohol?

—¡Mia! —ella ríe como loca y yo cuelgo.

No puedo creerlo, la desgraciada se fue con Tenneesse, maldición Chase está ebrio y no sé donde vive.

Instintivamente lo volteo a ver.

—¡Chase no bebas más! —le arranco el vaso prácticamente de la boca, él gruñe.

—Dámelo, no seas cruel lo necesito.

—No, no lo necesitas, vamos te llevaré a tu casa.

No tengo esperanzas de que me siga así que tomo su mano y con un poco de esfuerzo lo saco del club.

Voy al estacionamiento y lo subo en el auto.

—Chase ¿En que piso vives —pregunto una vez dentro recordando la dirección del edificio.

-No vivo en el piso, las persona no viven allí —ríe notablemente pasado de copas.

¡Ah! ¡¿Por qué me pasan estas cosas?! 

—¡Chase esto es en serio! —suspiro —. Ya, dime donde vives por favor.

—En una casa —murmura adormecido

—¡No de te ocurra dormirte aún, maldición! —lo sacudo, él gruñe y murmura algo que no entiendo.

Al final no me quedó de otra más que llevarlo a mi mansión, y en casi todo el camino estuvo hablando de cosas que apenas entendía como "vamos toad tu puedes, quiero ir al final del arcoiris con el dragón que presta plata, quiero el libro de Maze Runner y ¿por que no puedo ir a Corea?

Por desgracia cuando llegamos él no quería salir del auto.

—¡No, suéltame! —se aferra al asiento para que no lo saque del vehículo.

—¡Chase Denovan suéltate de inmediato! —ordeno.

—¿A donde me vas a llevar?

—A narnia —lo miro mal.

—¿Podré conocer al centauro y la bruja? —suelta una risilla.

—Sí, claro, al centauro, la bruja y también al león, solo bájate de allí —él obedece entre risas.

—Listo, aquí está tu narnia —hablo cuando llegamos a mi habitación —. Muy bien, ahora acuéstate.

—Amanda —me llama en voz baja, yo volteo —. Tengo náuseas.

—Oh joder, ven vamos al baño —lo tomo del brazo y lo llevo al lavabo.

Confieso que cuando dije que iría al club hoy no tenía en mente que terminaría con Chase en mi mansión vomitando en mi lavabo de lujo.

Me golpeo mentalmente la frente.

Cuando termina de sacar el alcohol y el resto que sinceramente no quiero saber, hago que se cepille los dientes y lo llevo a la cama.

—Que cómodo, algodón de azúcar —abraza la esponjosa almohada blanca —¿Puedo morderla?

—No tontito, no puedes morderla —me acerco a él para depositar un beso sobre su cabello.

—Bésame —dice casi inaudible tomando mi mano.

Yo hago lo que me pide inmediatamente, de todas formas por eso hice que se cepillara los dientes, ya que se está dejando besar tengo que aprovechar.

—Sabes a alcohol —me gruñe.

—Y tú a menta —lo vuelvo a besar, él lentamente me abraza, su cuerpo está calentito —. Ya duérmete nene, le digo cuando termino de besarlo.

—No te vayas —hace ojos de gatito, sé que está pasado de copas y que si estuviera sobrio nunca me lo pediría, pero no le puedo decir que no a esos ojos.

—No me iré —le coloco las mantas encima y lo abrazo, él se coloca cómodamente entre mis brazos, finalmente acaricio su cabeza hasta que se queda dormido y el sueño me vence a mi.

#habitación_de_Amanda_en galería. 7w7