OO6 | perdón
Capítulo VI. Sus ojos.
Jueves 7 marzo, 2019.
❛ kiara's pov ❜
Caminé sin apuros mirando la acera mientras me dirigía a la escuela.
Segundo día de clases y ya quería tirarme por la ventana.
Miré a lo lejos una plaza, podría ir allá, donde hay paz, y disfrutar de un rico helado de cookies and cream mientras ignoro por completo mis responsabilidades.
¿Está mal si no voy?
Claro que sí, mis padres me matarían.
Bufé molesta y continué mi camino al no tener otra opción.
Una voz grave y reconocible se hizo presente cuando estaba por llegar.
—Tomaste otro camino hoy —habló Ivan a mis espaldas.
—¿Algún problema con eso? —indagué sin molestarme en mirarlo.
—Sí, mirá si te secuestran o algo —habló acercándose a mi—. Aunque ahora que lo pienso, si llegaran a secuestrarte lo más probable es que te liberaran de inmediato.
—¿Por qué?
—Por varias razones —suspiró—. La primera es que nunca cerras el orto.
—Entonces ¿vos decís que no me soportarían porque no paro de hablar?
—Sí, básicamente —asintió—. Haces muchas preguntas —fruncí el ceño—. Y sos un toque molesta.
Solté el aire retenido en mis pulmones y me giré a verlo.
—¿Viniste a buscarme solo para insultarme? —pregunté.
—No te estoy insultando —se defendió—. Solo estoy aburrido.
—¿Y yo que soy? ¿Tu juguete personal o algo así? —lo miré molesta—. ¿No podés romperle las pelotas a alguien más?
—No quiero —se negó.
—Me parece entonces que aquí el molesto e insoportable es otro —volví a mirar al frente.
—¿Estás enojada? —indagó.
—No, como crees —hice notar el sarcásmo en mis palabras—. De hecho, me parece perfecto que luego de ignorarme y dejarme en claro que no querías ser mi amigo vengas y me hables como si nada.
—¿Estás dolida por eso? —fruncí el ceño al escuchar el tono divertido de su voz.
—Por supuesto que no.
O tal vez sí.
Pero no quería decirlo.
A pesar de ser alguien que intenta siempre ponerse en el lugar de los demás, no encuentro la justificación para ser indiferente con una persona y luego pretender que todo está bien.
Odio que me ignoren, y que luego me traten como si nada.
Lo único que quiero es tener un amigo por primera vez, alguien que de verdad quiera escucharme y le interese saber de mi.
¿Podré lograrlo? ¿Podré obtener una amistad en alguien a quien ni siquiera parezco importarle?
¿Por qué de la nada me preocupo tanto por eso?
Hay muchas otras personas en la escuela que seguro querrían ser mis amigos, no tengo porqué esperar a que Ivan quiera serlo.
Pero...
¿Y si en realidad él tiene razón y soy demasiado molesta como para que alguien quiera ser mi amigo?
Y lo más importante, ¿por qué él hace que me afecte tanto? Apenas y lo conozco.
Cerré los ojos durante unos segundos sintiéndome frustrada al no saber qué hacer.
—Ayer tuve un partido, casi me saco la rodilla de lugar —comentó después de un largo rato en silencio.
Mi enojo se incrementó.
—¿Me bancas un segundo? Así lo anoto en la libreta de las cosas que me importan una mierda —me limité a responder.
—¿Estás bien? —asentí y evité a toda costa poner los ojos en blanco—. No lo creo, la Kiara que conozco no anda por ahí puteando a la gente.
—No ando puteando a la gente, te estoy puteando a vos por ser tan insoportable —aclaré—. Además, ¿qué es eso de "la kiara que conozco"? Vos no me conoces.
—Eso crees... —susurró.
Apresuré el paso cuando llegamos dejándolo atrás.
Que chico más... extraño.
𓆝 𓆟 𓆞 𓆝
❛ ivan's pov ❜
Tomé su brazo con cuidado de no lastimarla y ella suspiró antes de girar su cabeza para observarme.
—¿No pensas hablarme en todo el día?
—¿Para qué querés que te hable? ¿No que te parezco molesta?
—No lo decía en serio —balbucee arrepentido.
—Ajá —se soltó de mi agarre bruscamente.
—Kiara —la llamé cuando comenzó a caminar de vuelta.
—Un segundo de paz te pido, ¿me podés dejar sola? No quiero hablar con vos, entendelo —levanté las cejas sorprendido.
—¿Querés que me vaya? —asintió sin mirarme—. Pensé que no te gustaba estar sola.
—Tenés razón, pero en este caso la soledad es mejor compañía para mí que vos.
—Oye no lo decía en serio, posta, te estaba jodiendo —me miró incrédula.
—¿Te parece gracioso lastimar a las personas?
Creo que toqué un punto delicado, pero no pensé que le tomaría importancia a algo así ¿Por qué parece que le importo tanto si recién nos conocemos?
Aunque bueno, en todo caso, tiene razón. Y tiene todo el derecho de estar enojada conmigo.
No puedo simplemente trararla como el orto, ella no merece eso. No puedo descargar mi odio en personas ajenas a mi situación.
Se sentó recostándo su espalda en el tronco del árbol y abrazando sus piernas sobre su pecho. Sus orbes oscuras mirando a un punto fijo en el aire y su entrecejo levemente fruncido.
Sonreí inconscientemente, se ve muy linda cuando está enojada.
Soy un hijo de puta.
Suspiré alejando esos pensamientos de mi mente y me senté a su lado copiando su acción.
Cada detalle de ella es malditamente hipnotizante para mi, simplemente no puedo dejar de verla.
Mi mano viajó hasta su cabello tomando con delicadeza el mechón blanco y estirándolo levemente.
Su mirada se posó sobre mí pero no hizo nada para apartarme.
Ella no tiene la culpa de lo que a mi me pasa, ella no tiene la culpa de mis problemas.
Pero también ella podría ser la solución, ahora mísmo existe algo que me atrapa como un imán que me impide alejarme. Ella causa algo diferente en mí, y eso me da miedo.
No quiero volver a depender de una persona que tal vez pueda marcharse de mi vida en cualquier momento.
Mi vista bajó hasta su rostro y observé los pequeños lunares que decoraban gran parte de sus mejillas.
—Perdón —me aparté y miré mis manos, ahora entrelazadas sobre mi regazo.
—¿Por qué?
Me quedé en silencio esperando a que entendiera a lo que me refería, pero su mirada expectante me obligó a hablar nuevamente.
—No voy a ignorarte más.
—¿No lo harás? —negué con la cabeza—. Prometelo.
Levante la vista de mis manos.
—Lo prometo —asentí perdiéndome en sus ojos.
Son los ojos más lindos que he visto.
Una sonrisa pequeña se dibujó en su rostro, cosa que de alguna forma me tranquilizó.
Si pudiera compararla con algo estaría seguro de que Kiara es como un rayo de sol, cuando la ves desde lejos, es imposible no notar cómo irradia positividad.
Es una de esas raras personas que, simplemente al estar cerca, te hace sentir bien.
—¿Por qué tu cabello es así? —decidí preguntar para romper el silencio que se había formado.
—Nací con poliosis —mi entrecejo se frunció—. Es una condición que en la mayoría de los casos hace que nazcas con un mechón blanco en el cabello.
—¿No te hicieron bullying por eso en la escuela? —indagué.
Cuando sos chico te pueden molestar con cualquier cosa, a mi me hacían bullying por ser flaco.
—Más de lo que te imaginas —soltó una leve risa—. Me trataban bastante mal, a decir verdad. Para ellos era como un fenómeno.
—Pero está re piola, y te queda muy bien —me sinceré—. ¿Y por qué naces con eso? ¿Es hereditario o algo así?
—Se supone que lo es, pero ni mi madre ni mi padre lo tiene —se encogió de hombros—. Los misterios de la genética.
—Mal... —me quedé en silencio, tenía muchas dudas acerca de ella pero creo que poco a poco las resolveré—. Nos quedan veinte minutos todavía, ¿no querés merendar? Yo invito.
—De una —sonrió y la ayudé a levantarse.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro