Capítulo 1
【️y en ese momento me di cuenta, que mi única opción para encontrarte. Era haciendo daño a todos los demás.】️
Desperté con la irritante alarma. Su sonido irritante no podría dejarme dormir ni un minuto mas.
Me levante de mi cómoda cama así dejando que mis largos cabellos negros bajaran por mi espalda y cara. Así obstaculizando mi, de por sí, mala visión.
Recorrí suavemente los cabellos que habían caído de mi cara al levantarme.
Mire mi teléfono, buscando saber la hora que era. Como lo supuse son las 5:00 am. Tengo tiempo suficiente como para bañarme, cambiarme y desayunar algo. Y todo antes de que ellos despierten.
Tome mi uniforme, como tiene que ser, el masculino. Con el uniforme y vendas en mano, entre al baño. Me quite mi ropa y deje caer las vendas de mis brazos y abdomen.
Abrí el agua de la regadera y me metí bajo ella.
—¡carajo esta helada! —exclame por lo bajo, intentando que no despertarán. Al parecer función mi callada exclamación, ya que nadie vino a herirme.
Termine mi ducha de manera rápida y eficaz, no puedo perder tiempo si quiero irme a tiempo.
Una vez terminada mi baño, opte por secarme un poco y cambiarme. Primero mis vendas sobre mis pechos, después mi ropa interior. Vendas en mis brazos y unos guantes largos arriba de estas. Después me puse mi uniforme.
—el paso mas difícil llego... —pronuncie con tristeza. Mi largo cabello negro lo cortaré, no puedo usar pelucas. Con el ejercicio del deporte se notara que traigo una. Esta por desgracia es la única opción correcta, aunque no me guste.
Tome las tijeras y poco a poco mis cabellos fueron callendo. Me cabello es totalmente corto de atrás, pero conservo dos mechones largos al frente. Junto a un fleco desordenado.
Una vez terminado todo baje las escaleras y fui a la cocina.
Tome un plato, el cereal y la leche.
Antes de comer opte por revisar la hora. 5:40 am. No tengo tiempo para comer con calma.
Comí tan deprisa como pude. Después lave los platos, 6:00 am. Tengo que salir corriendo.
Corro por las calles semi-oscuras, sintiendo como los rayos del sol impactan en mi rostro.
—debo darme prisa. — Apresure el paso con conforme me ansiedad crecía.
[...]
Al fin. Después de minutos de carrera llegue, ahora debo esperar a que mi compañero aparezca.
—llegas tarde Hitoshi — me regaño una voz a mi espalda. Por lógica tiene que ser mi compañero, con quien hare la misión, de controlar o destruir el club de fútbol del Raimon.
—bueno, un gato negro se me atravesó por el camino —comente con una pequeña sonrisa. —Tsurugi Kyosuke ¿no? —pregunte, con la respuesta obvia.
—si no ¿quien mas?.
—no se, cualquier persona de este instituto o mi gato —dije burlona con una sonrisa de lado.
Mi compañero me dio un golpe tras la cabeza (un zape), que dolió, un poco, mucho...
—vamos, tenemos trabajo que hacer —ordenó.
Dicho y hecho, nos dirigimos al campo exterior del club. Donde el equipo de reserva esta practicando.
—¿lo haces tu o lo hago yo? —pregunte.
—lo hago yo. —dicho esto se acerco a loa chicos del club. Su técnica proyectil letal les dio de lleno, derrotando en un segundo. No tenían nada que hacer.
El equipo es débil. Pero con practica, paciencia y perseverancia es posible que mejoren.
Observe a los chicos, están heridos. Me da asco esto, no quería que nadie saliera lastimando... pudimos hablarlo y convencerlos, eso hubiera sido mejor a que estuvieran así de heridos.
Después de que Tsurugi lanzara su técnica, camine a las escaleras y me senté en el último escalón. Esperando a que algo interesante pasara.
El pelo-pincho se acerco, y como que me han dicho que muy buena cara no trae....
—¿que crees que haces?.
—mamarte el pene ¿no te jode? —solo vi como se sonrojaba y desvía la mirada, que bien, lo molestaré un poco mas —¡ho!, no sabia que tiras para ese bando, Tsu-ru-gi-kun —dije para molestarlo un poco mas.
En ese momento todo parecía ir a cámara lenta. Tsurugi alzo su mano tomando la camisa de mi uniforme, para seguidamente darme un golpe tras la cabeza.
—creo que sentí rebotar mi cerebro...
—no sabia que tenías uno... espera... ¿si tienes cerebro? —okey... eso hirió un poco mi orgullo...
—juro que cuando terminemos la misión.... te mataré —observe como tragaba saliva. Puede que de algo (mucho) miedo cuando me enojo... pero dudo que sea para algo.
—... —Tsurugi tomo una larga pausa antes de decir alguna palabra — o podríamos hacer otras cosas —puso una cara algo pervertida al tiempo que su voz se volvía algo ¿sensual? Y se acerco a mi oído, para que solo yo oyera —o podríamos hacer lo que dijiste —termino con una voz algo ¿seductora? Supongo.
Por el contrario de mi parte, yo solo me avergoncé.
—i-idiota —fue todo lo que pude decir, sin que el nerviosismo de mi voz se notara demasiado o mi sonrojo se hiciera mas grande y visible.
—mira ahora quien es el que tira para el otro bando —comento burlón y con una sonrisa de lado.
—un día pagaras por esto.
—y ese día lo espero con ansias.
Pero antes de que nosotros pudieramos seguir con nuestra discusión una mujer con cabello azul corto, lentes rojos sobre su cabeza. Camisa banca y encima de esta una chaqueta color crema, una falda larga grisáceo oscuro con unos tacones azul marino.
—¡¿que han hecho?! —pregunto alterada la mujer, la cual desconozco su nombre.
—nada importante, solo derrotar a unos fracasados —respondo con la intención de hacer daño. Aunque no me guste hacerlo.
Y como si de magia se tratase, el entrenador Kudou apareció.
¿porque todo me da vueltas?...
No.
No.
No otro ataque por favor.
Mi siento mareada.
Mi corazón late rápido.
Tengo miedo.
Mucho miedo.
No quiero morir... no... no quiero.
—hitoshi, ¿estas bien?.
Esta preocupado.
No puedo mostrar los síntomas.
Miedo a morir.
¿porque tengo tanto miedo ahora?
—tengo que ir al baño —respondo.
Él asiente y me voy con paso tranquilo.
No puedo respirar.
Tengo demasiado miedo.
No quiero morir, por favor. No quiero morir.
Estoy sudando.
Mis ojos están llorosos.
Quiero salir. Me quiero ir.
Debo salir.
Salir.
Salir.
Salir.
¡donde hay una maldita salida!
Un baño.
Quiero un baño.
Baño.
Baño.
¡hay uno!
Vacío.
Por favor.
Que este vacío.
¡lo esta!.
No tardo en entrar y encerrarme en el.
Apenas cierro con seguro la puerta me derrumbo.
—tengo mucho miedo.
Empiezo a llorar mientras empiezo a rogar por mi vida.
—no quiero morir.
Susurro, susurro una y mil oraciones para no morir.
Estoy temblando.
No paro de temblar.
Mi miedo no para.
No quiero volver. No quiero.
—por favor, no me olviden a volver.
Me derrumbo apenas mis lágrimas dejaban de caer.
—no me obliguen a volver.
Lloro.
Quiero gritar pero me falta el aire.
No soporto mi pecho. Duele.
Duele.
Me duele el pecho.
Mi cabeza no para de dar vueltas.
—¡no quiero morir!
Grito por lo bajo mientras mis lágrimas bajan.
Estoy totalmente polarizada.
No puedo moverme.
—ayuda...
Logro susurrar.
Mi cuerpo sigue temblando.
Mi miedo se incrementa con el paso de los minutos.
—¿porque?
Mi vista se oscurece.
Me voy de este mundo de un momento a otro.
[...]
Después de lo que parecen horas despierto.
Estoy cansada.
Quiero seguir acostada y llorar.
No quiero volver, no quiero otro ataque de pánico.
—debo volver ¿cierto? —pregunto a la nada.
Me levanto y reviso mi teléfono. 5 cinco minutos.
Tan poco tiempo. Pero que para mi parecieron horas.
[...]
Después de mojarme la cara vuelvo al campo.
Cuando vuelvo veo a un niño apunto de recibir un balonazo de Tsurugi, pero es evitado gracias a que otro balón sale volando en la misma dirección. Así desviando el primero.
—¡pero que es este teatro en el sagrado campo de fútbol! —grita el que parece ser el capitán del equipo.
¿dijo sagrado?...
Me detengo y veo que pasa. Tratando de retrasar lo inevitable. Debo volver, aunque no quiera.
—al parecer ya llego —dijo mi compañero.
—soy Shindou Takuto, el capitan del equipo del fútbol del Raimon... y los que vienen conmigo son... el equipo del Raimon —dijo con grandes aires de grandeza.
Que presumido.
Le tengo miedo.
No quiero que sean igual a ellos.
Inhaló y exhaló tratando de regular mi respiración, que se altero apenas oí su voz.
—parece que la acción ha comenzado —habla mi compañero.
El capitan voltea a ver a Tsurugi.
—¿y acaso te crees mucho por vencer al equipo de reserva? —que asco de persona, creyéndose mejor de los demás solo por ser titular.
Ya lo odio y eso que no lo conozco.
Y me da miedo... esa sonrisa y actitud es igual a la de ellos.
—¿vencido?, pero solo estaba jugando — no debo temerle a mi compañero... el nunca me haría daño... ¿verdad?...
El equipo de Shindou bajo elegantemente por la colina.
Se ven mas amables, eso me agrada y ayuda a tranquilizarme por completo.
—entrenado, quien es é —su oración se queda sin terminar gracias a que aparezco.
Se me queda mirando, mi maquillaje se debió correr. Apuesto que mis ojeras de mapache se ven a la perfección.
No he dormido bien en días o semanas... quizás meses... temo a que ellos entren.
—querrás decir ellos — dije mostrando falsa serenidad, aunque se que estoy palida y mi cuerpo de tambalea.
Me da miedo. Tengo mucho miedo.
No quiero otro ataque.
Trato de tranquilizarme y regular mi respiración que se vuelve irregular con el paso de los minutos.
Tsurugi giro levemente su cuerpo, lo vi sorprenderse un poco por mi estado.
Se acerco a mi.
Me recarga en el.
Me tenso, pero no me alejo.
Me siento calmada, ya no quiero salir huyendo.
Se que no me dañara. Espero que no me dañe.
El equipo nos ve, deben preguntarse mi estado.
No saben que hacer.
Pero dura poco, casi enseguida Shindou corrige su pregunta.
—bueno, ¿quienes son ellos? Entrenador.
Continuara...
Bien. Ese fue el capítulo 1 ¿intenso? Espero que si.
¿porque actuó de esa manera nuestra protagonista?.
Eso se ira respondiendo poco a poco.
Aunque bueno. Si están bien esto... mas que nada, significa que esta historia vio la luz después de un largo, muy largo tiempo 😂😂.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro