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Capítulo 2


Jimin había llegado a casa y, debido a la molestia en su tobillo y a la falta de ingredientes, no había podido preparar una cena real. Así que hizo un par de sándwiches y los terminó justo cuando su esposo estacionó el auto fuera de la casa.

Youngjae entró a la mansión con su exclusivo y elegante traje. Su mirada se posó en su esposo. —Buenas noches— saludó, dejando su portafolios y chaqueta en el sofá.

—Buenas noches, Youngjae— respondió Jimin por inercia y recogió las cosas de su esposo para ponerlas en su lugar.

—Iré a darme una ducha antes de cenar— dijo Youngjae alejándose.

—Está bien, te espero— le contestó Jimin, volviendo a la cocina.

Youngjae era un buen hombre, por supuesto que sí. Eso se decía a sí mismo todos los días. Llevaban 10 años de casados, y él había estado con Jimin en los momentos difíciles. Pero, últimamente, Jimin sentía que eran como un par de desconocidos que convivían juntos.

Su relación, desde el principio, había sido cálida y tranquila, sin nada fuera de lo común, llena de cariño, pero no del tipo de ¡Oh Dios, me muero por verte!, ni mucho menos de estar uno pegado al otro todo el tiempo. A Youngjae no le solía agradar el exceso de contacto físico, y Jimin respetaba su espacio personal.

Se conocieron cuando Jimin empezaba la universidad. Cuando su abuelo murió y Youngjae se graduó, decidieron casarse.

Sí, Jimin no había terminado su carrera; él estudiaba Bellas Artes, pero se dejó influenciar por ciertas críticas de la familia de su esposo que lo llevaron a dejar su carrera y convertirse en un amo de casa a tiempo completo.

Hoy era uno de esos días en los que se preguntaba si había tomado la decisión correcta. Lo dudaba, pero acababa de cumplir 30 años; era demasiado tarde para regresar a la universidad. Además, sus suegros gritarían y ocasionarían discordia entre Youngjae y sus padres, algo que no deseaba.

—¿Esto es la cena?— la voz de su esposo lo sacó de sus pensamientos.

—Sí— contestó Jimin, tragando grueso.

—¿Acaso no te dije que quería mariscos?— preguntó Youngjae de mal humor, mirando entre los sándwiches y el rostro de Jimin.

—Lo siento, pero...— Jimin tomó los dos platos para llevarlos a la mesa del comedor y no pudo evitar cojear al caminar.

—¿Te pasa algo en el pie?—

Jimin se mordió el labio inferior. —Es que cuando iba a comprar los ingredientes para el platillo, me torcí el pie en los escalones y me duele un poco. No fue nada grave, pero no pude ir al supermercado—.

Youngjae solo le dio una mirada fría. —¿Y no podías pedir los ingredientes a domicilio?—

—Yo... me gusta escogerlos yo mismo...

Su esposo chasqueó la lengua y negó con la cabeza. —Llama al médico para que te revise—

—No, está bien. Me puse un vendaje y tomé unos analgésicos— le dijo Jimin, un poco nervioso.

No le gustaba mentirle a Youngjae, pero tampoco quería empezar una discusión.

—Bien, pediré algo de comida a domicilio. No comeré eso— dijo Youngjae, tomando su plato y tirando el contenido a la basura. —¿Quieres algo para ti?—

—No, está bien. Yo comeré mi sándwich— dijo Jimin suspirando.

—Como quieras— Youngjae empezó a hablar por teléfono al restaurante chino al que le gustaba ir.

—Eh… ¿Cómo te fue hoy?— preguntó una vez que ambos estuvieron sentados en la mesa.

—No estuvo mal, pero tampoco bien. Hay un nuevo proyecto por desarrollar y me tiene estresado. No lo entenderías— murmuró, llevándose un bocado de comida a la boca.

“Lo entendería si al menos intentaras explicarme”, pensó Jimin mirando su plato.

—¿Y tú qué hiciste hoy?—

—Yo…

El teléfono de Youngjae empezó a sonar. Se levantó para contestar y, después de un rato, regresó a la mesa. —Debo viajar el fin de semana a Daegu. Prepara mi maleta—

Jimin asintió. —Claro—

—¿Arreglaste el botón de la camisa que te dije esta mañana?— preguntó Youngjae después de un momento.

—Lo olvidé, lo haré antes de acostarme— afirmó Jimin.

—Bien, adelantaré un poco de trabajo en el estudio. No me molestes— dijo Youngjae, poniéndose de pie y saliendo de la habitación.

Jimin asintió y se levantó con cuidado para dejar los platos en el fregadero. Le dolía un poco, así que los lavaría al día siguiente con cuidado. Subió las escaleras hasta la habitación, tomó la camisa de Youngjae para arreglarla y recogió la que se había quitado para ponerla en la ropa sucia.

Mientras trabajaba en la camisa de Youngjae, notó algo inusual: una mancha de maquillaje en el cuello y un olor a perfume suave y dulce. Youngjae no usaba ese perfume y el maquillaje, Jimin lo detestaba. Probablemente, alguna socia o cliente se acercó demasiado al saludarlo. Su esposo hasta ahora no le había dado ningún motivo para desconfiar de él.

Dejó la camisa sucia en la canasta y tomó la que debía arreglar, tratando de hacer el menor ruido posible. A Youngjae le molestaba escuchar ruidos cuando estaba trabajando, y terminaría de trabajar después de medianoche, de eso no había duda.

Mientras arreglaba la camisa, su celular vibró en la mesita de noche. Con extrañeza, lo tomó en sus manos. No había muchas personas que tuvieran su número. Abrió los mensajes y era un número desconocido.

Hola
Espero que tu pie esté mucho mejor y Sakura está muy arrepentida de lo que hizo.

Jimin sonrió al ver la foto de la Samoyed con ojitos tristes.

Hola, estoy mucho mejor. No tienes de qué preocuparte y dile a Sakura que no estoy molesto con ella.

No tardó nada en llegar el siguiente mensaje.

No me pidas que no me preocupe, soy responsable del accidente y Sakura está feliz de que no estés enojado con ella.

Con llevarme al hospital has cumplido, y no podría enojarme con ella si es una preciosura.

Dicen que las cosas se parecen a sus dueños ;)

Jimin no pudo evitar reírse ante esa afirmación.

Ella es más preciosa que su dueño.

Auch, ¿puedes escuchar eso? Es mi corazón rompiéndose.

Jimin no pudo evitar reírse de nuevo y le envió una carcajada.

Jajajajajaja

Auch x2, eres cruel. No pensé que alguien tan lindo podría ser tan cruel y reírse de mi dolor.

Jimin se sonrojó ante el mensaje. ¿Jungkook le había dicho que él era lindo? El pelinegro se sonrojó sin saber qué contestar y, entonces, llegó otro mensaje.

¿Quieres que te diga lo más increíble que hice hoy?

Jimin leyó el mensaje con curiosidad.

Por supuesto.

Hoy, cuando estaba revisando las fotos que tomé con mi cámara, me di cuenta de que ¡fotografié a un ángel de verdad!

¿Un ángel real?

Jimin se imaginaba que el castaño le estaba tomando el pelo, pero la respuesta que llegó de inmediato lo hizo tener más curiosidad.

Juro que estoy diciendo la verdad, es un ángel real.

Jimin sonrió antes de enviar su respuesta.

Ver para creer.

Pero se supone que es creer para ver, pero está bien. Si quieres ver el ángel que descubrí, Sakura y yo te invitamos a tomar un café.

Jimin mordisqueó su labio inferior. Él no podía hacer eso, ¡estaba casado! Y debía aclararlo de inmediato.

Lo siento, no creo poder...

¿Por qué? Sakura se sentirá muy triste si le rechazas la invitación.

Jimin no pudo evitar reírse de ese argumento.

Dile a Sakura que lo lamento, pero estoy casado y mi esposo no tomaría de la mejor manera que saliera a tomar un café con un desconocido.

La respuesta tardó en llegar un par de minutos, pero finalmente lo hizo.

Oh, entiendo, pero saldríamos los tres como amigos. Sakura en serio quiere disculparse contigo por lo de tu tobillo.

Dile a Sakura que lo pensaré.

¡Ok! Eso es mejor que un no rotundo. Ten una buena noche, Jimin. Dulces sueños.

Descansa, Jungkook.

—¿Con quién hablas?—

La voz de Youngjae lo hizo exaltarse y dejar caer su teléfono en su rostro.

—Yo... Con Seokjin, ¿por qué?— preguntó nervioso.

—Solo te escuché reír— dijo encogiéndose de hombros.

Jimin lo miró. —¿Ya terminaste con tu trabajo?—

—Olvidé unos papeles en la oficina, así que no puedo hacer nada— murmuró con molestia, metiéndose bajo las sábanas.

—Entiendo, lo lamento—

—No tienes por qué lamentarlo; tú no los olvidaste— dijo apagando la lámpara de la mesita de noche. —Duerme ya, hay que despertar temprano—

Jimin dejó su celular en la mesita y apagó la lámpara de su lado. Se quedó mirando al techo y luego la espalda de su esposo.

Mentirle estaba mal, pero, considerando que no aceptaría la invitación de Jungkook y tampoco volvería a ver al chico, no afectaría nada.

Hola, mis amores, corazones hermosos. Sé que esta temática es diferente a lo que acostumbro a escribir, pero deseo que les guste. Está siendo escrita con todo mi amor para ustedes.



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