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Capítulo 23

Amor y un poco mas

De a poco que sus labios se fueron uniendo, muchas sensaciones recorrían su ser.

Sus alientos chocaban entre sí y sus manos viajaron a sus mejillas acariciándolas suavemente. Ella lo besaba con los ojos cerrados para sentir más el placer del contacto.

La sensación de poder sentirlo cerca suyo y poder tenerlo esa noche en su cuarto era indescriptible.

Recordó todas aquellas noches donde platicaba con su amiga Michelle de lo mucho que amaba a este chico.

Nunca pensó estar en ese momento siendo rodeada por sus manos y que sus besos recorran parte de su cuello y bajará a la parte superior de su pecho.

Ryan aunque estaba perdiéndose en sentir esa sensación, no quiso aprovecharse más de la cuenta. Aunque fuera la situación que se le ha presentado. No quería llegar más lejos aunque muy en el fondo de su ser se lo pedía a gritos.

Se separaron por falta de aire y sin decir una palabra, el acarició sus pómulos admirándola con ternura.
Ella no podía dejar de mirar los orbes color miel del castaño que conectaba su mirada con la suya.

-me gustas mucho Angy -susurro en voz baja-

Ella abrió los ojos impresionada y unas lágrimas salieron de sus ojos.

-no llores por favor -musito el castaño-

Ella asintió y con una sonrisa le dijo..

-no son lágrimas de tristeza, es todo lo contrario -limpio un poco de esas lágrimas con su brazo- Es todo lo contrario, me siento enormemente feliz de que sientas algo por mi -contesto entrecortadamente- eres tan lindo

Él se quedó quieto y luego ella se acodomo a su lado en la cama.
Ryan con su brazo la rodeó por su cintura y corrió el mechón de su pelo detrás de su oreja.

-seguro debes estar muy cansada, debes descansar -sugirió él-

Ella asintió y tomo su brazo que la rodeaba y se aferró a ella.
Ambos estaban bien pegados durmiendo uno al lado del otro.

Él le dió un ligero beso en su cien antes de que ella caiga rendida y duerma.

-no quiero dormirme más -escucho decirle en voz baja, se le notaba que ya estaba de última-

-no te preocupes, no iré a ningún lado

-musito en voz baja cerca de su oído- Quiero estar contigo -contesto suavemente el castaño acariciando su cuello-

Al sentir que ella no había contestado, supuso que se había quedado dormida profundamente.

Ryan respiro muy tranquilo, su corazón aún seguía latiendo con fuerza y su estómago no paraba de sentir aquellas mariposas revoloteando en su interior.

Cerro los ojos pensando en lo mágico que sintió al estar cerca de su lado y se prometió a si mismo poder conocerla mejor.

-sé que mi lugar es estar aquí contigo -rodeo su mano a su vientre- pero antes de eso, déjame arreglar las cosas para tener una vida perfecta a tu lado -le sonrió mientras admiraba como dormía plácidamente rodeada en sus brazos-

No sé dió cuenta en que momento se había dormido.

A la mañana siguiente sintió a su compañera removerse. Soltó su agarre y la dejo recomponerse en la cama. Ella giro a verlo mientras refregaba sus ojos, que aún lo sentían pesados por el sueño que aún tenía.

-Buenos días Ry -le sonrió- ¿Dormiste bien?

Este asintió con una sonrisa.

-Si, mejor que nunca -contesto un poco adormilado-

-lo siento, mi cama es chiquita... Seguro te ha costado reconciliar el sueño -hablo la chica mientras se levantaba- las camas de la mansión son más cómoda y espaciosa para cualquiera jeje -ella pegó la vuelta para buscar ropa en el ropero, lo cual vestiría en el día de hoy-

El negó varios veces.

-para nada, dormí bien... Gracias -le dijo el castaño, haciendo un evidente sonrojo en sus mejillas sin que ella lo notase-

-me alegro mucho -le contesto mientras caminaba hacia el cuarto del baño para cambiarse de ropa, hizo una pausa y luego agrego- espérame aquí, ahora vuelvo...

 Ángeles salió del cuarto dejando a Ryan en su cama... Aprovecho el momento a solas para levantarse y ponerse su ropa. Una ligera sonrisa podía notarse en su rostro. Hace mucho no se sentía así ni cuando estuve de novio con Keltie.

Al rato llega Ángeles con una bandeja con café y medialunas y cerró la puerta detrás suyo.

Ambos tomaron el desayuno y platicaron cosas cotidianas. Ella estaba muy entusiasmada y él muy tranquilo mientras escuchaba anécdotas.

-cuando fui a preparar el desayuno, mi hermano me ayudó a llevar a Migue a la escuela y luego tenía trámites que hacer antes de entrar al trabajo a la tarde -relataba la chica, en escasos momentos evitaba mirarle porque tener al castaño a su lado observándola y sonriéndose de vez en cuando, la hacia enamorarse aún más- y bueno, al mediodía debo llevar a Shami a la escuela también -rió un poco- si quieres, puedes acompañarme.

El castaño asintió mientras recordó que debía hacer algo. No podía molestar a la chica todo el día y menos, estar en su habitación a escondidas de su hermano.

-pero antes, necesito hacer una llamada ¿Tal vez pueda hacerlo? -cuestiono un poco preocupado Ross, él sabía que ella había estrellado su móvil en una pelea contra su hermano-

-si, claro -le dio un móvil que tenía en la cajonera de la mesa de luz-

Ryan observo que era un celular nuevo, el otro era más moderno en la cual ya había visto en otras ocasiones.
Ante el silencio de Ross, ella hablo un poco nerviosa.

-este es otro móvil, más viejito que el que tenía -musito- me lo presto mi hermano hasta que pueda comprarme uno mejor

-si, no te preocupes -le miro con una sonrisa- con este me alcanza, solo necesito llamar a una persona.

Ella se percató de que el castaño quería privacidad y aprovecho para ir a ver a su hija

-ahora vuelvo, voy a ver a Sham -le dijo antes de irse- debo ayudarla a encontrar sus cosas para el colegio...

Cerro la puerta dejando a Ross en la habitación.

Este hizo una llamada a su amigo Dan Keyes, por suerte aún se sabía el número de línea de su casa.
En lo poco que pudo llamarlo y hablar con el, a través del móvil, le comento que se había ido de la mansión Borns y necesitaba un lugar donde hospedarse por unos días...

Ryan no tenía dinero encima y no quería usar nada proveniente de Garrett. Si usaba la tarjeta de crédito que Garrett le dio para poder moverse, este le haría seguimiento y lo encontraría más rápido de lo que canta un gallo.

Así que, Dan lo convenció de ir al departamento de su amigo Pete Wentz para hospedarse el tiempo que necesite. El rubio arreglaría las cosas.

Sin más, lo dejo todo en sus manos. Luego corto la llamada y al mirar la puerta que conducía al pasillo, observo que lo estaban observando unos pequeños ojos.

Abrió la puerta y se encontró con una niña de apenas 11 años que lo miro de arriba abajo con una sonrisa traviesa.

-hola Sham -siseo el castaño agachándose a su altura apoyando su mano en la coronilla de su cabeza y revolviendo sus cabellos- ¿como has estado?

-Hola, bien bien -le contesto tímidamente mientras retrocedía unos pasos- ehm... -la niña hizo una pausa por si debía o no preguntar lo que pensaba- quería hacerle una pregunta si me deja...

Ryan se quedo pensativo y como la pregunta venía de una niña, ¿que podría incomodarle?

-pregúntame lo que quieras pequeña, te escucho -sonrió el castaño con una amplia sonrisa para darle confianza a la niña que tenía delante suyo-

-Ehm  ¿Usted es el novio de mi mamá? -pregunto sin rodeos, el castaño se quedo duro como una piedra pensando como le respondería, así que trago grueso-

Al levantar la mirada en lo que veía en su panorama, noto a Ángeles caminar hasta ellos.

-¡te escuché Sham! -la reto- ¿Cómo se te ocurre decir esas cosas?

La chica la miro sorprendida.

-¿Que tiene mamá? Para mí es genial que sean pareja jiji -rió la niña escapando de los adultos-

Ángeles estaba toda sonrojada, con ganas que la tierra ls tragarse viva

-estos niños -musito- me tienen sin cuidado... Disculpa Ry

-no te hagas problema, seguro desean tener un padre de verdad -comento sin darse cuenta que ella lo había escuchado-

Ella se quedó callada, recordar a su ex le traía malos recuerdos.

-si, lo sé... -dijo un poco seria, miro hacia otro lado e intento cambiar de tema- ven, vamos a almorzar Ry, mi hermano no está en casa.

En esa hora ambos compartieron el almuerzo junto a la niña que estaba muy contenta platicando con Ryan ...

Mientras que su madre estaba callada y no hablaba mucho. Su rostro estaba serio y preocupado que no fue desapercibido por Ross.

Obviamente no podía preguntarle porque estaba la niña entre medio de los dos.

Yendo de camino a la escuela Ryan llevaba de la mano a la niña mientras conversaba amistosamente con ella. Se sentía tan feliz, como si la Shamara fuera su hija, aunque en el fondo sabía que no lo era.

La dejaron en el colegio y ella abrazo a Ross con mucho esmero. De igual manera se despidió de su madre y luego de eso, caminaron hasta un parque que estaba cerca del instituto primario.

Se sentaron en una de las hamaca donde los chicos se columpian. Cada uno en una silla. El silencio aún reinaba entre los dos pero Ryan decidió hablar.

-Angy, lo siento -agacho la mirada el castaño, estar así con ella le dolía adentro suyo- si dije o hice algo indebido...

Ella negó y tomo su mano entrelazándolas entre sí.

-No Ry, tú no tienes la culpa de nada -lo miro fijo- es que se me hecho difícil desde el momento que me separé de mi ex, y los niños quedaron muy vulnerables -cerro sus ojos- ni te imaginas todo lo que he pasado.

Él la miró y se soltó de su agarre, se puso de pie y la llevo tomando su mano hasta una banca y se sentaron en una banca. Él le dio permiso de poder sentarse en su regazo y abrazarla.

-cuéntame, quieto escucharte y ser al menos tu oído en esta ocasión -espeto el castaño-

Ella se quedó pensativa si en verdad debía o no contarle.

Ella asintió, sabía que el castaño no se rendiría hasta saberlo.

-mi historia comienza en México -suspiro- Bueno, allá me crié y tuve a mis hijos con mi ex pareja Fabián... Hace alrededor de unos 6 años atrás nos vinimos junto a mi hermano a vivir acá a la famosa ciudad de Los Ángeles, por una oportunidad de trabajo que le surgieron a ambos , ellos trabajaban juntos... -entrecerró sus ojos y miro a su alrededor- todo era perfecto y maravilloso... hasta que al año él empezaba a comportarse extraño.

-¿Cómo que? ¿Le sucedió algo malo? -cuestiono el castaño fijando su mirada sería en ella, en cual escuchaba atentamente lo que tenía para decirle-

Ángeles largo otro suspiro y prosiguió el relato.

-mala junta -negó varias veces- se metió con mujeres prostitutas, con el alcohol y drogas, además, hace unos años me enteré que traficaba metanfetamina -agacho la mirada- yo por eso, me vine con mis niños a vivir con mi hermano... No soportaba sus maltratos, golpes -ella comenzó a lagrimear, y Ryan con el corazón quebrado sintiendo lo que ella tal cual lo describía, sintió su dolor en carne propia- por eso, trabaje en la mansión... Era la única manera en el cual él no podría acercarse a mi -si corazón subía y bajaba de la angustia que sentía.

Ryan la abrazó con más fuerza y luego la tomo de sus mejillas que aún podía ver sus lágrimas recorrer su rostro.

-¡maldito imbécil! -soltó el castaño un poco enojado y a la vez impotente de no poder hacer por ella- te juro que si lo veo no voy a dudar en romperle su cara -espeto Ross-

Ella asintió y limpio con su puño las lágrimas restantes.

-¿Ahora entiendes del porque debo volver a México? -cerro sus ojos- mi hermano no puede cuidarme y mantener a mí y mis hijos siempre -dijo un poco agitada- yo...

Ryan la sujetó de sus mejillas e hizo mirarla.

-tú no te vas a ir -le dijo serio- yo cuidare de ti y los niños... Y le daré su merecido a ese cretino.

Él la volvió a abrazar para reconfortarla y hacerle olvidar su pasado. Luego le cambio de tema y platicaron otras cosas.

Ambos siguieron en su mundo y faltaba media hora para que Shamara saliera de la escuela. 

Lo que resto de esa tarde Ryan y Ángeles caminaron en ese parque, hablaron, comieron, descansaron debajo de un árbol hasta que llegó el momento de irse, por lo menos, por parte del castaño.

Ambos estaban de pie, Ángeles estaba apoyada en un árbol con sombra y Ryan hablando enfrente suyo.

-me olvide de decirte que conseguí un lugar donde quedarme, no creo que sea en definitivo pero es lo que conseguí por medio de un amigo -comento el castaño evitando mirarle-

Ella se quedó sorprendida, aunque había disfrutado su noche rodeada en sus brazos. No podía exigir nada, tampoco podía tenerlo encerrado en su cuarto a escondidas de su hermano toda la vida.

-entiendo Ry, no te preocupes -le sonrió y agachó la mirada,en verdad le dolía que se vaya de su lado- ¿aún piensas volver a la mansión? -le volvió a cuestionar-

El nego.

-no estoy seguro, hacerlo será mi perdición. -miro hacia otro lado. En verdad no deseaba volver a la mansión, no después de conocer al frío Garrett , entendió que para este ultimo no le importaba y en verdad, a él le importaba su vida de soltería, nunca se preocupo porque sabía a que jugaba Børns. pero él ya no estaba para perder mas tiempo a su lado, Garrett nunca aceptaría una vida monogamica y convencerlo no era una opción. Volver con Garrett estaba mas que descartada esa opcion-

-ok -contesto con el semblante serio-

Él noto su reacción y sintió lastima por tener que decepcionarla. Pero ambos eran adultos y tenían responsabilidades que atender.

Ryan levantó su mirada y poso sus manos en ambas mejillas. Podía sentir los latidos de su corazón palpitar fuerte contra su pecho.

Corto con la poca distancia que los separaba y la besó.

Mientras su beso se intensificaba, corrió mechones de su cabellos hacia atrás y entrelazó sus manos con las suyas y las subió hasta su altura para apegarla al árbol que tenía detrás.

La brisa era fresca y ambos no querían separarse del dulce beso que se daban. No había falta decir lo que sentía el uno por el otro, ya lo sabían.

Se separaron lentamente y ambos se quedaron mirando sus ojos y ella se apoyo en su pecho, volteó a verlo llevando sus manos a su rostro y admirándola detenidamente.

-eres tan perfecto, tan lindo -le dijo y de lo avergonzada que estaba, se aferró a su cintura con un abrazo-

Ryan sonrió y se sonrojo un poco

-no digas esas cosas, que me hace dar pena -rió el castaño rascando su nuca-

-Te amo Ryng Ryng -escucho decirle en voz baja-

Él le levantó del mentón su rostro para verla. Estaba muy sonrojada y apenada.

-¿Ryng Ryng? -le cuestionó con una sonrisa de medio lado- sabes, nadie me ha llamado así jeje

Ella toco sus mejillas y podía sentir su propio rubor.

-es que a mí se me ocurrió nomás Ryng Ryng -siseo la muchacha-

-bueno, de ser tú, te lo permito -se acercó con su dedo y tocó su nariz- Puedes decirme cómo quieras -se acercó a su oído y le susurró- Seré tu Ryng Ryng y todo lo que tú desees ¿Ok?

Ella asintió y se quedó pasmada...

-deberías de pasarme tu nuevo número así te llamo más tarde ¿Que dices? -le sugirió el castaño guiñándole el ojo-

Ella recordó que, al estar en su casa lo había escrito, a su nuevo número telefónico y ahora se lo daba en un papelito.

-gracias -musito Ross tomando aquel papel y guardándolo en un bolsillo seguro-

Antes de despedirse la volvió a besar un ratito mas. Luego se marchó a la casa de su amigo Dan.

Ángeles aún no caía si todo lo vivido había sido producto de su sueño o era la realidad, se palmeo varias veces para confirmarlo y al ver que aún seguía debajo de aquel árbol su sospechas eran obvias.

Con una sonrisa en su rostro Ross caminaba a paso lento y sereno.

Nunca había sentido tanta felicidad de estar con alguien.
No le importó si anoche no hubo sexo o no hubieran hecho el amor, se sentía tranquilo de saber que ella lo amaba y él estaba dispuesto a correr el riesgo de estar a su lado.

Las sensaciones que había experimentado no se comparaba en nada con lo vivido con el perverso Brendon y Garrett. Esto era algo real y bello que había nacido de una amistad.

Por otro lado.


Ángeles se quedó en aquel parque esperando la hora de que saliera su hija de la escuela y a su hermano con su hijo.

Se distrajo un momento en tomar su móvil y contestar los mensajes que tenía en su casilla, y de paso ver la hora.

Aún la sensación de estar enamorada no se iba. Se sentía una adolescente cuando esta de novia con el chico que le gusta.

Aunque el enamoramiento en personas adultas era aún más increíble e indescriptible.

Hasta que de pronto todo eso bonito se había esfumado, sintió un tirón de su cabello y que alguien la arrastró de un empujón golpeándola contra aquel árbol. Unas manos sujetaba su cabello con fuerza lastimandola y haciéndola largar un grito de dolor...

-¡mira que te lo había advertido la vez anterior! -susurro con una voz ronca, proveniente del sujeto que la lastimaba- ¡¡¿Que te dije? ¿Que te dije maldita perra?!! -la apretó más y tomo su mano ejerciendo una llave-

Ella alzó la voz y con angustia ante el dolor, reconoció aquella voz . Abrió sus ojos al darse cuenta quien era.

Jamas podría olvidar su manera de hablar, su olor y su voz, era algo que tenía presente y a quién temía.

-¡AAAY! ¡Suéltame Fabián! -le alzó la voz, sus sollozos podían hacerse sentir pero al otro sujeto no le importaba- ¡Me dueleeee!

Él giro su cuerpo y la acorraló contra el árbol.

-¡te dije la vez anterior que no quería verte con ese imbécil! -frunció su ceño del enojo- ¿No te lo dije?

Ella largo unos sollozos pero no podía hacer nada para liberarse, él tenía más fuerza.

Negó varias veces, ni siquiera podía hablar de la angustia que sentía y del miedo que se apoderaba en su interior. Al ver que la muchacha no contestaba, la otra persona se fue enfureciendo aun más.

-no te hagas la lista conmigo o la va a pasar mal tu noviecito -sonrió ladino fijando su mirada en el cinturón que traía puesto, allí tenía un arma escondida en el cual le enseñó a la chica, y está quedó impresionada- mira que ya se donde vive, así que ya sabes que hacer ¿Entendiste bien?

Al ver que ella negaba con lágrimas en los ojos, la tomo de su cabello con mucho más fuerza, enredando su puño en sus cabellos, todo eso hacía lastimarle y sufrir más. Se acercó a su oído y le murmuró...

-tu eres mía ¿Ok? y de nadie más -le dijo muy seguro de si mismo-

Ella abrió los ojos y se enojó aún más, el dolor era soportable pero ese sujeto no.

-¿Porque? ¿Porque me haces esto? -le imploro- tu y yo no tenemos más nada que nos una, salvó mis niños -las lágrimas empezaron a salir con más fuerza- déjame en paz, déjame rehacer mi vida cómo tú lo haz hecho

El sujeto se enojó aún más y la tiró al suelo con todas sus fuerzas, lastimando sus rodillas y muñeca.

-eso jamás, yo voy a recuperar a mi familia quieras o no -le grito-

Fabián, su ex pareja y padre de los niños, estaba totalmente desquiciado y enfurecido con la muchacha. Había presenciado la escena de Ángeles con Ross de a lo lejos.

De repente se escuchó que alguien venia corriendo hacia donde estaban ellos.

-¡Oye! ¡¿Que mierda le haces a mi hermana estúpido!? -escucho la voz de su hermano que venía de a lo lejos, para ella era una salvación que apareciera-

El otro sujeto volteó de lado retándole importancia y con una sonrisa macabra se dirigió hacia ella.

-No te olvides... Te veo con ese idiota y lo hago boleta... No me desafíes si eres inteligente  -espeto el joven, escupió un salivaso a un costado y se fue-

Ella aún permanecía en el suelo mareada y con sollozos, no podía levantarse y decirle algo.

Vio como su ex camino hasta un auto que estaba cerca del lugar y se subió en él, donde habían 3 sujetos extraños en el interior del vehículo con anteojos negros y cara de pocos amigos.

-¡Angy! ¿Estás bien? ¿Que ocurrió? ¿Te pego ese idiota?  -ataco su hermano muy preocupado, su cara estaba pálida, tenía miedo que ese tipo la hubiera lastimado feo-

Ella asintió y su hermano la ayudo a recomponerse...

No podía contarle él porque o si lo hacia pero más tranquila en casa. Solo lo abrazo y recargo toda su angustia en su hombro. Él no sabía porque pero no podía ver a su hermana sufrir por ese idiota y ya se imaginaba el porqué...

Ángeles sintió un mareo y fue sostenida por Alejandro, su hermano, la recompuso y trato de animarla un poco para hacer que se sienta mejor...

-no sé porque me mareo, si he comido bien antes de salir ¿Que extraño no? -pregunto llevando su mano a su cabeza, estaba conmocionada y lastimada-

Su hermano solo asintió y recordó que aún no le diría de su pequeño embarazo que estaba gestando en su interior, por lo menos hasta que llegue a su hogar natal, México.

-vamos hermanita, te ayudaré ... No te preocupes -la tomo de su brazo y ambos caminaron hasta donde lo esperaban su hijo- yo te cuidare de ese idiota...

-Continuará-

Hola lectores! Si, nuevo capítulo. Esto es más extraño. Tantas actualizaciones en una semana, están de suerte 😂😂😂 y bueno, seguro que mi amiga me matará por hacerla subir a las nubes y luego bajarla de un escopetazo jaja lo siento, me especializo en drama 😆 sepan disculpar que no es mi intención hacerlos sufrir (tanto) espero que le este gustando la trama 😊

¡Gracias por leer! 😉

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