Reprimenda.
Podían apreciar todo tipo de expresiones en ellos, decepción, miedo, enojo, tristeza, confusión e incluso algunas miradas comprensivas.
Buscaban una explicación y solo ellos podían dárselas, de lo contrario no habría servido de nada discutir con los exes.
Riumba: Mikellino, más te vale darnos una buena explicación para todo esto.
Mikellino: Yo...
Mike.exe: Creo que él tiene todo el derecho de tomar sus propias decisiones ¿No crees?
Flexkato: ¡Está afectando nuestras vidas! Casi nos matan por confiar en él.
Mike.exe: Pero los salvó y deberían estar agradecidos.
Vicnix: No había necesidad de salvarnos si para empezar no nos hubiera puesto en peligro, no es digno de ser nuestro líder.
Trolliela: Deberíamos matarlos.
Mikellino: Si le tocan un solo pelo desatarán una guerra como nunca antes ha habido y yo no estaré de su lado.
Flexkato: ¡No te atrevas a amenazarnos!
Mike.exe: Podría decir lo mismo de ustedes.
Mikellino: Mikie, basta, no tiene caso pelear, ellos tienen razón, fuí un mal líder.
Dálmata: ¡En eso te equivocas!
Todos voltearon a ver a la chica que salía de la casa, aún estaba aturdida, pero quería y debía ayudar antes de que fuera tarde.
Mike.exe: ¡Dálmata! ¿Estás bien? ¿Te hicieron mucho daño?
Preguntó preocupado ayudándola a caminar para que no se callera.
Dálmata: Solo fue un golpe, estoy bien, solo sigo algo mareada.
Mike.exe: No debí descontrolarme, es mi culpa.
Mikellino: No lo es, debí llevarte conmigo o dejarte algo para defenderte, tampoco debí tardar tanto y confiar ciegamente en Trollino.
Mike.exe: Hiciste lo mejor para mí.
Jonix: ¿Y los demás qué? Son unos egoístas ¡Solo piensan en ustedes!
Mike.exe: ¡Y ustedes podrían ser un poco más comprensivos! Esto es difícil para nosotros también, cometimos errores y tratamos de solucionarlos, al menos reconocemos que hicimos mal y no somos perfectos.
Dálmata: Ellos tienen razón, Mikellino trató de protegerlos poniendo su seguridad antes que cualquier cosa, de haberles dicho estaríamos en peores problemas.
Mikellino: Denle una oportunidad a Mikie, no se arrepentirán.
Riumba: Tú mismo dijiste que no debíamos confiar en los exes... Pero si estás seguro... ¡Yo te apoyo!
Vicnix: ¿Por qué? Nos puso en peligro a todos.
Riumba: Pero se está disculpando, él nos ha dado muchas oportunidades, ha hecho mucho por nosotros, también merece ser feliz, tendrá una familia y no podemos evitarlo.
Dálmata: Cuando lo necesitamos, él siempre está para nosotros, es nuestro turno, no nos cuesta nada devolverle el favor.
Trolliela: ¿Y si nos vuelve a fallar?
Mikellino: Entonces lo volveré a arreglar, después de todo, los errores son los que nos permiten aprender y progresar, y si me lo permiten, quiero que nos equivoquemos juntos.
Mike.exe: Si no aceptan, nos marcharemos, pero no aceptaremos volver si se arrepienten.
Todos murmuraron entre ellos para llegar a un acuerdo, incluso Dálmata se había unido a la discusión sobre qué decidir.
Fueron los minutos más largos de sus vidas, rogaban en su corazón porque no los echaran, una incertidumbre por lo que vendría en el futuro los invadió haciéndolos dudar, el mayor abrazó al exe en un intento de consolarse mutuamente.
Las miradas de todos se dirigieron a ellos, no podían deducir nada, pues eran neutrales y nadie decía nada.
Aquello los puso más nerviosos.
Jonix: Pueden quedarse.
Aclararon, antes de saltar de felicidad y abrazarse fueron interrumpidos.
Vicnix: Pero... Tenemos condiciones.
Dálmata: La primera será que Mike.exe deberá acostumbrarse al lugar, tiene que convivir con todos, nada de encierros.
Riumba: La segunda es que Mikellino se hará más responsable con sus deberes, nos ha dejado abandonados últimamente y ahora conocemos la razón, esperemos que eso no afecte su desempeño.
Trollimba: Por último, pero no menos importante... Tienen prohibido verse por dos semanas.
Mikellino: ¿¡Qué!? ¿Por qué?
Mike.exe: Cálmate, no es para tanto.
Flexkato: Mikellino debe aprender a no obsesionarse con el exe, además de que lo dejó con traumas, heridas y otras cosas que llevará tiempo curar.
Mikellino: Yo puedo acompañarlo y llevarlo con doctores o cosas así.
Mayictor: El problema es que podría sentirse presionado, también pueden considerarlo como una leve reprimenda.
Mike.exe: Eso no parece un castigo, me vendrían bien unas vacaciones y relajarme.
Mikellino: ¿Bromeas? ¡Será una tortura! ¿Y si te pasa algo? ¿Qué tal si alguien te ataca? No podré aguantar tanto sin ti, me volveré loco.
Mike.exe: No te preocupes, ya lo estás.
Mikellino: ¡Oye!
Mike.exe: Nada me pasará, tengo la estrella y estaré acompañado por Dálmata.
Dálmata: A mí no me metan.
Mike.exe: El punto es... que nada me pasará.
Mikellino: ¿Estás seguro?
Bajó sus orejas asustado de todo lo que podría pasar, simplemente le aterraba perder al cachorro apenas habiéndose reconciliado.
Sintió las manos del pelinaranja acariciar sus mejillas y acercarlo para darle un beso, aquella pequeña acción lo tranquilizó dejándose llevar por el momento.
Mike.exe: Estoy seguro.
Le dijo después de separarse y juntando sus frentes.
Mikellino: ¿No podemos quedarnos juntos... Aunque sea un poco más? Ha sido un día muy difícil, estoy exhausto, pero no puedo dormir si no sé que estás a salvo.
Mike.exe: Tus palabras me conmueven, lamentablemente yo no impuse el castigo, es sencillo, solo no me extrañes mucho.
Le guiñó el ojo mientras le lanzaba un beso e iba con Dálmata para su recorrido.
Mikellino: ¿Cómo no hacerlo... ?
Murmuró acariciando sus labios y suspirando, estaba feliz, sentía que en el fondo el exe le quería y con esfuerzo podría formar una familia con él, solo debía tener esperanzas.
Riumba lo llevó a una mansión parecida a un palacio, ahí pasaría los siguientes días, en compañía de algunos sirvientes y extrañando cada segundo más al pelinaranja.
Las horas transcurrieron normalmente, aunque para el de corona eran lentas y tortuosas, el sol se ocultaba y su ansiedad crecía, añoraba tener al menor entre sus brazos y dormir acurrucados, salió de la oficina donde había estado trabajando para ir a su habitación.
Miraba el techo sin saber qué pensar, sus primeros meses de vida los pasó solo, siempre había sido así.
¿Entonces por qué ahora se sentía tan solo?
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