El exe pensó en volver a dormir, pero en ese momento escuchó la puerta abrirse y la voz de Dálmata llamarlo, no lo pensó dos veces y fue a dónde ella estaba.

Al llegar a la sala la vio sosteniendo una cajita y leyendo las instrucciones, también pudo ver qué llevaba más de esas cajitas en su bolsa.

Mike.exe: ¿Qué son esas cosas?

Dálmata: Pruebas de embarazo.

Mike.exe: ¿¡Estás embarazada!?

Dálmata: ¿Qué? Claro que no.

Mike.exe: ¿Entonces?

La chica suspiró, su rostro reflejaba lástima y preocupación.

Dálmata: No quiero que te alarmes, pero si abusaron de ti es posible que estés embarazado.

Mike.exe: Tiene sentido, pero te olvidas de un pequeño detallito ¡Soy hombre!

Dálmata: Esa es la peor parte, hace poco se descubrió que algunas personas del género masculino podían llegar a tener hijos, a ellos se les llama donceles.

Mike.exe: ¿Crees que pueda ser uno?

Dálmata: Tienes casi todos los síntomas, náuseas, antojos, cansancio...

Mike.exe: No sigas, me haré la prueba.

Dálmata: No son muy efectivas, así que compré varias, si la mayoría tienen positivo es que estás embarazado.

Mike.exe: ¿Cuántas son?

Dálmata: Siete, aquí están las instrucciones.

El menor tomó las pruebas y fue al baño, luego de un rato salió, se veía algo ansioso.

Mike.exe: No funcionan.

Dálmata: Solo tienes que esperar unos minutos, mantente tranquilo.

Mike.exe: Está bien

Antes de seguir hablando escucharon voces provenientes de afuera, el menor hizo lo primero que se le vino a la mente y ocultó las pruebas para que no las viera Mikellino.

Volvió corriendo a la sala y se ocultó atrás del sillón, pues se dio cuenta muy tarde de que alguien acompañaba al de cabellos azabache.

Dálmata abrió la puerta y entró seguido de un chico de cabello café rojizo, sudadera roja, ojos bicolor y cola de reptil.

Dálmata: Hola Mikellino ¿Quién es él?

Mikellino: ¿Dónde está Mike.exe?

Dálmata: ¿Ya sabe de eso?

Mikellino: Si, ahora dime dónde está.

Mike.exe: Aquí estoy.

Dijo saliendo de su escondite algo asustado, no sabía quién era el chico a su lado y le daba mala espina.

Mikellino: Bueno, serán los primeros en enterarse.

Le sonrió dulcemente a su acompañante, el cual le devolvió la sonrisa, por alguna razón el exe deseaba ser ese joven.

Mikellino: Mike.exe, Dálmata, él es Spartor... Mi novio.

Eso le llegó como daga al corazón y sintió un nudo en la garganta, no entendía esas sensaciones, pero se sentía traicionado.

Mike.exe: Eso está muy bien, ambos hacen una linda pareja.

Al menos podría librarse de las violaciones.

Spartor: ¿Tú eres Mike.exe? Te vez más patético de lo que escuché.

Se molestó, bueno, ya estaba acostumbrado.

Mike.exe: Estoy tratando de ser amable, mínimo tenme un poco de respeto.

Mikellino: No le hables así.

Mike.exe: ... Lo lamento, fuí muy grosero, será mejor que los deje tranquilos.

Luego de eso se encerró en su cuarto, por alguna razón estaba triste, vio desde la cama la bolsa que estaba llena de pruebas de embarazo, pensó en esconderlas en otra parte, pero al agarrarlas una se calló.

La recogió viendo su resultado: Negativo.

Era de esperarse, así que lo más lógico sería tirar el resto, aún así los guardó en un cajón para mostrárselas a Dálmata, una vez hecho eso se acostó a dormir, se sentía exhausto.

La madera crujió, alguien había pisado una tabla floja de las escaleras, abrió los ojos un poco para ver, todo estaba oscuro, ya había anochecido, miró alrededor, estaba en la cama y la fusión lo veía con lujuria, eso le daba miedo.

Mikellino: Fuiste muy malo el día de hoy.

Esa voz le dio escalofríos.

Mike.exe: M-Mikellino...

Mikellino: Ya conoces tu castigo, así que no trates de oponerte.

Mike.exe: E-espera, n-no era m-mi intención...

Mikellino: Oh, Mikie, es muy tarde para eso~

Mike.exe: T-tú ya tienes pareja, no quisieras serle infiel ¿O si?

Mikellino: Él no tiene por qué enterarse, esto se quedará entre tú y yo.

Mike.exe: No quiero, por favor, debe haber algo que pueda hacer para que me dejes.

Mikellino: Quiero un hijo.

Mike.exe: ...

Mikellino: Pero eso es imposible, tú eres un hombre y no puedes hacer nada para cambiarlo.

Mike.exe: Si te diera un hijo... ¿Qué le harías?

Mikellino: Jsjsjs, obviamente lo mataría, es un exe y no quiero un asesino de hijo.

Sintió un cambio repentino de humor, en vez de entristecerse o preocuparse se enojó.

Mike.exe: Creí que el mounstro era yo, pero la verdad es que tú eres aún más cruel y desalmado de lo que podría ser.

Mikellino: Vuelve a hablarme así y no te tendré compasión esta noche.

Mike.exe: Nunca la tienes.

Guardó silencio después de sentir un ardor en su mejilla, lo había cacheteado.

Mikellino: ¡Tú te lo buscaste!

Ocurrió otra vez, gruñidos, gemidos, rasguños, azotes, embestidas y mordidas, todo era parte de aquella tortura, en la cual había todo menos amor o piedad.

Una vez más se corrió dentro del menor y se fue de la habitacion dejándolo destrozado, sus ganas de vivir se habían ido tiempo atrás.

Luego de un rato el de capa verde hizo algo que le sorprendió, entró al cuarto con algo de comida, pastillas para el dolor y toallas para limpiarlo.

Se dejó asear y recuperó energías, luego de eso el mayor se acostó a un lado suyo y se quedaron en silencio unos minutos, no tenían mucho sueño, pero tampoco un buen tema de conversación.

Mike.exe: Gracias.

Mikellino: ¿Por qué?

Mike.exe: Por ser un poco más amable...

Al decir eso sintió sus mejillas enrojecer.

Mikellino: Supongo que es lo mejor que puedo hacer, he estado pensando y me he comportado como un auténtico villano.

Volteó a verlo dándose cuenta del rubor del pelimoztaza.

Mikellino: Es la primera vez que te veo sonrojado, te ves lindo.

El contrario se puso más nervioso y colorado, mientras que a la fusión apenas se le notaba un color rojizo en el rostro.

Mike.exe: Cambiando de tema... ¿Cómo conociste a Spartor?

Mikellino: Bueno, lo conocí en una biblioteca, estaba investigando de los exes y él se ofreció a ayudarme, parece que siempre le llamó la atención el tema, nos llevamos bien desde un principio.

Mike.exe: ¿Siempre te gustó?

Mikellino: ... Él no me gusta.

Mike.exe: Cierto, lo amas.

Mikellino: Tampoco, solo lo veo como un amigo.

Mike.exe: ¿Entonces por qué le pediste ser su novio?

Mikellino: Se me confesó, solo fingí corresponder, hablamos un rato y le conté sobre ti, se me salieron las cosas de control.

Mike.exe: ... No puedo juzgarte, pero deberías decirle, si llegan a discutir... No volverán a ser los amigos de siempre.

Mikellino: Por ahora debemos dormir, trataré de ser más considerado contigo, pero si dices algo te arrepentirás el resto de tu vida.

Mike.exe: Me parece bien.

¿Esto cambiaría las cosas?