Mike.exe: Agh, sueltame.

En esos momentos el mayor al no encontrar otra manera de escapar terminó atandolo a una silla, se sentó frente a él, estaba cansado y frustrado, antes le hubiera gustado ese comportamiento del exe, ahora era estresante.

Mike.exe: Vamos, sé que te gustará.

Mikellino: Pero a ti no y no quiero que desconfies de mí.

Mike.exe: Soy totalmente consciente de mis acciones.

Mikellino: Tú no eres así ¿Por qué estás haciendo esto?

Mike.exe: No lo sé, solo siento la necesidad de acercarme a ti.

Tenía una sonrisa que daría escalofríos a cualquiera y la fusión no era la excepción.

Mikellino: Acercarte y tener sexo es diferente.

Mike.exe: No estarás lo suficientemente cerca hasta estar dentro de mí.

Ante lo dicho se sonrojó, no le gustaba mucho hablar del tema.

Mike.exe: Tu cara solo me excita más.

Mikellino: ¿Estás en celo?

Mike.exe: Claro que no, si no mal recuerdas el celo se da antes del embarazo y yo ya estoy embarazado, además de que los exes no tienen celo, solo estamos hechos para matar.

Mikellino: ¿Entonces qué tienes? ¿Es algún síntoma del embarazo?

Mike.exe: ¿Por qué no me sueltas y lo comprobamos?

Mikellino: No está a discusión hasta que vuelvas a la normalidad.

Mike.exe: Esta era mi normalidad antes de que vinieras y me volvieras un cachorrito indefenso y sumiso.

Mikellino: ... Lo lamento, pero en tu normalidad de antes me querías matar, no violar.

Mike.exe: ¿Quieres que te mate? Me parece bien, solo déjame primero satisfacer mis necesidades.

Mikellino: No, y mejor deja de insistir, te até a esa silla y no podrás escapar.

Mike.exe: ¿Si me suelto lo hacemos?

Mikellino: No.

Mike.exe: Entonces tendré que forzarte.

Dicho eso quemó las cuerdas para soltarse, al pararse de su lugar miró con una sonrisa lasciva al de corona acercándose peligrosamente a él.

Mikellino: E-espera podemos hablarlo.

Trataba de hacerlo entrar en razón mientras retrocedía hasta toparse con la pared, al ver esto el exe aprovechó para lanzarse y volver a tirarlo.

Mike.exe: Fue demasiada plática para mi gusto.

Mikellino: ¡Bájate!

Mike.exe: ¿Y si no quiero? ¿Vas a violarme?

Mikellino: ...

Mike.exe: Eso pensé.

Se movió sobre él de manera provocativa para despertar sus instintos, continuó soltando ligeros gemidos hasta sentir un bulto en su parte trasera.

Mike.exe: Jsjsjs, parece que alguien despertó~

Mikellino: N-no, por favor, no quiero lastimarte.

Mike.exe: Solo disfrútalo~

Le bajó la ropa dejándolo expuesto, el de pelaje amarillo trataba de cubrirse, pero el menor lo sujetó de un modo que estaba inmóvil.

Sus pensamientos pararon cuando sintió algo húmedo en sus partes íntimas.

Mike.exe: ¿Ves? No es tan malo como parece.

Mikellino: Mgh- s-se siente... Mal, esto está mal, por favor, detente.

Mike.exe: Pronto estarás tan complacido que dejarás de pensar en eso.

Continuó lamiendo y succionando el miembro del más alto, recibiendo gemidos roncos y algunos ahogados, la fusión trataba inútilmente de no dejarse llevar por el placer, siendo cada vez más difícil.

Mike.exe: ¿Te gusta?

Mikellino: N-no...

Mike.exe: Puedo hacerlo mejor~

Tal como dijo movió su boca de manera que parecía un experto y masajeaba con sus manos las partes que no cubría, su lengua se enrredaba varias veces tratando de excitarlo aún más.

Todo se detuvo cuando un líquido blanco y caliente se escurrió por su boca, mientras trataba de tomarlo todo veía al de cabellos negros respirando agitadamente y soltando jadeos.

Mike.exe: Sabes bien~

El de ojos grises ya no ponía resistencia, ya había perdido la cordura ante las acciones del pequeño, sentía su corazón latir satisfecho y eso lo tranquilizaba.

Mike.exe: Ahora me toca a mí.

Lo vio acomodarse sobre él, iba a autopenetrarse si no fuera porque alguien tocó la puerta, haciendo que reaccionara apartandose rápidamente.

Mike.exe: ¿Qué...?

Se miraba las manos horrorizado, el más alto al ver su reacción supo de inmediato que ya había vuelto a la normalidad.

Mikellino: No... No es tan malo como parece.

Se levantó vistiéndose, debía admitir que lo había disfrutado.

Mike.exe: ¿Qué me hiciste?

Sus ojos lagrimeaban y agarraba su vientre con fuerza imaginándose todo lo que pudo pasar.

Mikellino: No te hice nada.

Miró al can que tenía enfrente, estaba por creerle cuando sintió un sabor extraño en la boca.

Mike.exe: ¿Q-qué es esto?

Mikellino: Semen.

Mike.exe: Pero...

Mikellino: Empezaste a portarte raro y tratabas de seducirme, luego dejaste de intentar y me forzaste, no llegaste a más del sexo oral.

Mike.exe: ...

Mikellino: Es la verdad, a mí no me molestaría decirte que tuvimos sexo, pero no pasó.

Mike.exe: Está bien.

Mikellino: Ahora ocultate, alguien tocó la puerta y saliste de tu trance.

Mike.exe: Hablaremos de esto después.

Se metió a una habitación cercana para escuchar todo, cuando el mayor abrió la puerta se encontró con alguien a quien le parecía extraño ver.

Mikellino: ¿Dálmata?

Dálmata: Hola, eh, quería hablar con Mike.exe, no sé si te moleste que...

Mike.exe: Ya lo sabe.

Habló, pues al escuchar la voz de su amiga quiso ir a recibirla.

Dálmata: ¿En serio? Eso está bien, creo, y... ¿Cómo se lo tomó?

Mikellino: Puedes pasar, aunque trata de no acercarte mucho, ha estado... Extraño.

Dálmata: No empieces con lo de que quiere asesinarme, míralo, se ve inofensivo.

Mikellino: No es por eso.

Dálmata: ¿Entonces? ¿Es por el embarazo? No tienes que ser sobreprotector.

Mikellino: No, es que...

Dálmata: Oh, seguro es por celos, digo, lo entiendo, es simplemente adorable.

Mikellino: Si me dejaras hablar podría...

Dálmata: No hace falta apenarte, estamos en confianza y apoyo su relación a pesar de ser...

Mikellino: ¡Trató de violarme!

Al reaccionar en lo que dijo se sonrojó y vio a su lado a su acompañante igual o más rojo que él, ya ni siquiera podían verse sin causar incomodidad.

Dálmata: Interesante... Se te rebeló el uke, debes enseñarle quién manda.

Mikellino: ¿Qué?

Dálmata: Yo te enseño, lo tomas de la cintura y lo besas recargandolo con la pared, luego le das duro contra el muro

Dijo levantando las manos y haciendo gestos infantiles, aún cuando sus palabras no cuadraban con su personalidad.

Mikellino: No voy a hacer eso.

Se quejó sonrojandose aún más al imaginar la situación.

Dálmata: ¿Prefieres ser el de abajo?

Mikellino: No, es solo que... No quiero lastimarlo, está embarazado y es mejor prevenir que lamentar.

Mike.exe: Además de que no se refería a ese tipo de violación.

Añadió con la cabeza agachada y jugando con sus dedos.

Dálmata: ¿Entonces?

Mike.exe: Ah, empecé a seducirlo y le hice... Em, lo... Lo masturbé contra su voluntad.

Mikellino: No llegó a más porque apareciste.

Dálmata: Un momento... ¿¡Acabo de arruinar un momento así!? ¡Me he convertido en lo que juré destruir!

Las expresiones de la chica confundían a los dos canes.

Dálmata: Mejor sigan con lo suyo, yo me iré y dejaré una cámara oculta.

Mike.exe: No, espera, quería platicar contigo.

Dálmata: ¿Y mi yaoi?

Mike.exe: ... ¿Qué cosa?

Dálmata: Tengo mucho que explicarles, tomen asiento, les enseñaré el arte del yaoi.

Los cachorros prestaron atención, les daba curiosidad, no saber que era los frustraba y se sentían ligeramente felices por la amabilidad de la chica al explicarles.

Lo único extraño era su sonrisa nada inocente.

¿Podrían seguir siendo inocentes después de lo que escucharían?