Señor X: ¿Puedo preguntarle algo?

Le hablaba a la persona detrás suyo mientras encadenaba al menor en una pared y lo recostaba sobre una colcha que previamente había tendido en el suelo.

Ela.exe: Claro, lo que quieras.

Una vez realizado su trabajo volteó a ver a la reina y caminó hacia ella.

Señor X: ¿Por qué me pidió secuestrarlo?

Ela.exe: Es algo ingenuo, el chico al que te enfrentaste abusó de él, es mi hijo y solo quiero lo mejor para él.

Señor X: ¿Mikellino? ¿De verdad hizo tal cosa? Debe de estar bromeando.

Ela.exe: Quisiera que fuera una broma, mi pobre cachorrito ahora carga con un hijo suyo en el vientre.

Señor X: Interesante...

Ela.exe: ¿Sucede algo?

Señor X: Las personas que juegan con los sentimientos de alguien generalmente es porque les parece fácil y divertido, miran a los demás como simples objetos desechables.

Ela.exe: Son una abominación.

Señor X: Esa es la cuestión, él no era así, prefirió ser acuchillado, golpeado y asesinado a dejarlo ir, no creo que lo esté juzgando bien.

Ela.exe: No sabes ni la mitad de lo que ha hecho.

Señor X: Usted tampoco, solo conoce el principio de la historia, creo que la próxima vez debería hablar con su hijo en vez de secuestrarlo.

Ela.exe: Lo puse a salvo.

Señor X: Él no piensa eso, y si sigue así llegará el momento en que no la querrá cerca.

Ela.exe: Soy su madre, podrá perdonarme.

Señor X: Él su hijo ¿Y no es capaz de aceptarlo?

Se fue sin decir más, no habían palabras capaces de hacerla entrar en razón, algunos aprendían las lecciones después de sufrir las consecuencias.

El exe se removió tratando de abrir los ojos, se dio cuenta casi de inmediato de que tenía un trapo en sus ojos y las manos atadas.

Mike.exe: ¿H-hola?

Tardó poco en recordar lo sucedido.

Mike.exe: ¡Mikellino! ¿Hay alguien? A-ayuda por favor...

Ela.exe: Tranquilo, pequeño, nadie te hará daño.

Le acarició la cabeza para después quitarle la venda, una vez que pudo ver puso una expresión molesta, miró a todos lados antes de volver a dirigir su mirada a su madre.

Mike.exe: ¿Qué le hiciste?

Ela.exe: Todo está bien, él aprendió la lección, no volverás a verlo.

Mike.exe: Él... ¿Él está...?

Ela.exe: ¿Muerto? Lamentablemente no, pero quizás lo esté en un rato si no recibe ayuda.

Mike.exe: ¿Dónde está?

Ela.exe: En una montaña, según me dijeron dio bastante pelea, aunque nadie puede recibir una apuñalada y seguir como si nada.

Mike.exe: No... Él no puede... Yo... ¡Te odio!

Una cachetada lo calló.

Ela.exe: ¿¡Todavía no lo entiendes!? ¡Hago todo esto por ti!

Mike.exe: ¡Yo no te pedí nada!

Ela.exe: ¡Suficiente! Me desharé de esa alimaña y de la rata que tienes en el estómago y todo volverá a ser como antes.

Mike.exe: Si te atreves a matar a Mikellino te odiaré el resto de mi vida, pero si le tocas un solo pelo a mi bebé te asesinaré.

Ela.exe: No hace falta tocarlo, solo será cuestión de tiempo para que te quedes sin energía.

Mike.exe: La estrella...

Ela.exe: ¿Sabes? Me pone feliz que estés de vuelta, así que te ofreceré un trato.

Sacó la estrella de su bolsa y se la colocó como collar.

Ela.exe: No le haré nada a tu hijo si rompes lazos con esa fusión, no lo quiero cerca.

Mike.exe: ¿Qué te hace creer que lo haré?

Ela.exe: Él no puede entrar al castillo sin permiso, no podrá rescatarte, además de que tú morirás en cuanto aleje este artefacto de ti.

Mike.exe: ¿Qué ganas con esto?

Ela.exe: Tenerte a mi lado, seremos una familia.

Mike.exe: ...

Lo pensó muchas veces, siempre llegaba a la misma conclusión, no tenía opción, si se negaba perdería lo que más amaba.

Se consoló diciéndose que su madre lo quería, no sería capaz de lastimarlo, todo estaría bien... Cuan equivocado estaba.

Mike.exe: No lastimarás a Mikellino ni le harás daño a mi bebé, esas son mis condiciones.

Ela.exe: Mientras estés a mi lado y lejos de ese mounstro cumpliré con eso.

Mike.exe: Bien...

Lo soltó, el pelinaranja aprovechó para tratar de quitarle la estrella, no contaba con que esta lo electrocutaria apenas tener contacto.

Ela.exe: Esa es la primer advertencia, Timbalosky la ajustó, va a hacer eso cada que la toques.

Mike.exe: P-perdón, solo... Creí que me la darías.

Ela.exe: No soy tonta, sé que buscas una oportunidad para escapar.

Mike.exe: ¿Y qué se supone que haré sin ella? Si me alejo mori... Tú... N-no serías capaz.

Ela.exe: Así es, Mikie, si te alejas de mí morirás ¡Estaremos juntos todo el tiempo! ¿¡No es maravilloso!?

Mike.exe: ... Sí, lo es.

Ela.exe: Bien, sígueme, mis guardias no podrán detener a ese demente mucho tiempo.

Mike.exe: ¿Demente?... ¡Mikellino!

Ela.exe: Ni te emociones, sabes lo que tienes que hacer.

Mike.exe: Si...

Llegaron al salón principal, dos guardias sujetaban al mayor y un tercero escoltaba a su amiga de manchas, el primero tenía vendado el estómago y su compañera la pierna.

Mikellino: ¡Mikie!

Corrió hacia él cuando lo soltaron a petición de la reina, no pudo contenerse y lo abrazó casi comenzando a llorar.

Mikellino: Creí... Creí que te perdía.

Mike.exe: Yo...

Debía pensar bien sus palabras, si no se lo decía ahora no podría después.

Mike.exe: Lo siento, Mikellino.

Mikellino: No importa, estás a salvo y volveremos a casa.

Mike.exe: No creo que funcione.

Mikellino: ¿Funcionar? ¿Qué cosa?

Mike.exe: Yo... Yo no te amo...

Mikellino: ... Me lo suponía, pero... Podemos intentarlo, no te presionaré hasta que estés listo.

Mike.exe: Mi madre aceptó al bebé.

Mikellino: ¿En serio? ¡Eso es perfecto! Sabía que se solucionaria, aunque no creí que te secuestraria solo para eso, bueno, cada quien tiene sus formas de llamar la atención.

Mike.exe: ¡No lo entiendes! ¡YA NO VOY A VOLVER CONTIGO! ¡¡¡QUIERO QUE TE ALEJES DE MÍ!!!

Sintió como se alejaba, su mirada expresaba miedo y dolor, como si sus heridas se hubieran vuelto a abrir, de hecho, eso le parecería poco.

Mikellino: T-tú... N-no... No me hagas esto, por favor, d-dijiste que me perdonabas...

Sollozaba sin intenciones de parar, no le interesaba que todos lo vieran.

Mike.exe: No tiene nada que ver con eso, yo te perdoné, pero esto no funcionará, no estamos hechos para estar juntos.

Mikellino: Pero... Yo...

Sacó una caja que tenía guardada entre su ropa, o lo que quedaba de ella, y se la entregó al menor.

Algo desconfiado la abrió, sus ojos se abrieron completamente tratando de evitar llorar.

Mikellino: Te amo ¿Aceptarías pasar toda tu vida conmigo?

Mike.exe: N-no puedo...

Mikellino: ¿Lo hubieras hecho antes? ¿Hubieras aceptado esta noche cuando te lo propusiera?

Mike.exe: ¿Ibas a proponerme matrimonio? ¿Por eso me pediste ir ahí?

Mikellino: Lamento que te enteres de esta manera, aunque creo que ya sé la respuesta.

El exe se abalanzó a sus brazos besándolo, se separaron antes que la mujer pudiera decir algo.

Mike.exe: Te amo, más de lo que crees, y si quiero casarme contigo.

Mikellino: ¿D-de verdad?

Mike.exe: Sí... Pero no puedo, no ahora, no aquí.

Mikellino: ¿Entonces?

Se acercó a su oído para susurrarle.

Mike.exe: Solo espérame, encontraré la manera en que estemos juntos~

Se separaron y el ojirubi volvió con la de cabello castaño.

Mike.exe: Vete, Mikellino, no podemos estar juntos.

Mikellino: ... Te esperaré y no dejaré de amarte, recuérdalo cada vez que me extrañes.

Se fue seguido de la de alas.

Faltaba poco para el final.

¿Podrían esperar lo suficiente?