Fase uno.
Normalmente se piensa que una pareja está acostumbrada a tener peleas sencillas y solucionarlas juntos, eso o dejarse llevar por la ira y separarse.
Las discusiones son algo que todos han enfrentado o enfrentarán en algún momento de su vida, algunas más fuertes que otras.
Para cierto rey del mundo oscuro, escuchar las quejas, reclamos u opiniones de su esposa era algo cotidiano, sin embargo, nunca impidieron que reinara bien o que pudiera tomar desiciones, o al menos hasta ese día.
Ela.exe: ¡Todo es tu culpa! ¡Eres un inútil! Ni siquiera mereces tu corona.
Trolli.exe: No puedo iniciar una guerra, no tenemos buenas razones, debe haber otra manera.
Ela.exe: ¿¡Otra manera!? Fuimos directamente a hablar con él, no nos escuchó y no lo hará mientras nos supere en fuerza.
Trolli.exe: ¡Intentaste matarlo! Él solo quería tu aprobación, siempre se la diste ¿En qué es diferente ahora?
Ela.exe: ¡En que es para abandonarme!
Un silencio se expandió por el lugar, habían regresado de la dimensión espejo y habían estado discutiendo el tema durante una hora, no les interesaba que sus invitados los vieran o que dieran un mal ejemplo a los demás.
La chica se arrodilló llevando sus manos a los ojos en un inútil intento de detener sus lágrimas e impedir que salgan, se sentía impotente, sin saber qué hacer para volver a ver a su cachorro correr feliz por los pasillos del palacio.
Y ahora solo podía imaginar a su niño atrapado entre las garras de un ser maligno, a la vez que su mente era manipulada por ese ente, haciéndole creer que había caído un falso amor.
"Si tan solo pudiera abrirle los ojos" se repetía una y otra vez.
Mike: Quizás deberíamos darle una oportunidad a Mikellino, puede que en verdad haya cambiado.
Trolli: La vida no es un cuento de hadas, Mike, no está hecha de arcoíris y pastelillos.
Mike: Hace un mes tú odiabas a Mike.exe y querías matarlo, no tienes derecho a opinar.
Trolli: Pues tú sigues siendo muy ingenuo para ver la realidad.
Mike: ¡Al menos yo si trato de apoyarlo!
Nightmare: ¡Suficiente! Están peleando por algo sin sentido, no vale la pena ponernos es desacuerdo, esto es ridículo.
Ela.exe: ¡Claro que vale la pena! Es Mikie de quien hablamos, no podemos simplemente olvidarlo y seguir con nuestras vidas.
Acenix.exe: Pues parece que era eso lo que él quería, no suena tan mal después de todo.
Mike: Van a terminar empeorando la situación, si él no quiere ser salvado deberíamos respetar su desición.
Trolli: Sigues siendo un iluso cachorro, los que decidimos que hacer somos los adultos.
Lo regañó su dueño, a lo que se limitó a bajar la cabeza y enrollar su cola en señal de vergüenza o tristeza.
Trolli: Bien ¿Cuál es el plan?
Trolli.exe: ¿Por qué de repente pareces tan interesado en rescatarlo?
Trolli: Preferiría no hablar de eso ahora y enfocarnos en formar una estrategia.
Ela.exe: Tendremos que secuestrarlo sin dejar rastros, si no logramos convencerlo de que está en lo incorrecto lo mataremos.
Trolli: ¿¡Qué!? ¿¡Por qué haríamos eso!?
Ela.exe: Es lo mejor para él, de ese modo no tendrá que sufrir toda su vida.
Trolli: No, me niego a matarlo.
Ela.exe: Entonces creo que es momento de que regreses a casa.
Trolli: ¿Pero qué pasará con él?
Ela.exe: Me temo que ese ya no será tu problema... ¡Guardias!
Luego de forcejeos de parte del de chaleco y su mascota lograron llevarlos de regreso a su dimensión y cerraron el portal con la intención de no interferir.
La sala quedó en silencio, la reina seguía aferrada a su idea y nadie se atrevía a contradecirla.
Ela.exe: Necesitamos un plan que nos permita secuestrar a Mikie sin que nadie se dé cuenta.
Timbalosky: Considero que sería más prudente buscar a alguien que se encargue de ese trabajo y pagarle como recompensa, de ese modo usted no levantará sospechas y las evidencias no serán encontradas.
Trolli.exe: No podemos confiarle semejante tarea un extraño, podría lastimar a Mike.exe en el proceso.
Ela.exe: Nightmare ¿No te dedicabas tú a eso?
Nightmare: No, mi señora, pero conozco a la persona indicada para esta misión.
Ela.exe: ¿Y qué nos va a asegurar que sea de confianza?
Nightmare: Ya lo verá, su nombre es Señor X y su trabajo es de los más recomendados.
Timbalosky: ¡No te atrevas a meter a mi hijo en esto!
Acenix.exe: Empiezo a creer que tiene más hijos que títulos.
Timbalosky: Será mejor que te calles, gata.
Acenix.exe: ¡Vuelve a llamarme así y juro que te mataré!
Ela.exe: ¡Suficiente! No quiero discusiones insignificantes en mi palacio.
Trolli.exe: Señor X... ¿Dónde he oído ese nombre?
Señor X: Soy más famoso de lo que piensa, majestad.
Escucharon su voz, tan melodiosa como escalofriante, voltearon al lugar de donde venía encontrándolo en el trono mientras admiraba su cuchillo.
Trolli.exe: Eres solo un niño...
Señor X: Soy más que eso, hasta ahora no he decepcionado a un cliente y no pienso que sea el primero.
Ela.exe: Bien, la idea es sencilla, secuestra a Mike.exe y tráelo aquí, no deben haber pruebas de que tuvimos algo que ver, tampoco tienes permitido lastimarlo.
Señor X: Es algo difícil, pero no imposible, espero que no les moleste que haga trabajo en equipo.
Ela.exe: Mientras tu equipo no arruine nada.
Señor X: Tranquila, es alguien de confianza~
Salió por la puerta sin antes lanzar un par de miradas a los demás presentes, algunas de superioridad y una más de lujuria.
Trolli.exe: ¿Ese es tu hijo? No se parece en nada a ti.
Habló el pelinegro dirigiéndose al científico.
Timbalosky: Ambos son adoptados, eran hermanos y los encontré en las calles, necesitaba un asistente y un conejillo de indias, así que les ofrecí un trato, con el tiempo me encariñé con ellos.
Ela.exe: ¿Qué pasó después?
Timbalosky: ... Crecieron... Hacker siempre antepuso la vida de su hermano sobre la de él, con el tiempo se distanciaron, luego él... Yo... cometí un error.
Trolli.exe: Aún puedes solucionarlo.
Timbalosky: Gracias.
Ela.exe: Será mejor enfocarnos en el nuevo plan.
Acenix.exe: Tengo una idea que nos ayudará a perfeccionarlo, de modo que una vez que acabemos, Mike.exe no podrá ver a esa fusión ni en fotografía.
Ela.exe: Entonces será mejor empezar la fase uno.
Unas risas salieron de sus labios helando la sangre de los habitantes, había perdido la poca cordura que le quedaba.
¿Ahora qué seguía?
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