El sol se asomó anunciando un día nuevo, llevaba casi el mes siendo abusado y ese día no sería la excepción.

Tenía pocas ganas de levantarse, de hecho, si alguien le preguntaba contestaría mil veces que prefería pasar el día durmiendo, su sola existencia ya le dolía.

Fue a darse un baño, todo parecía ir exactamente como el resto de los días, su vida no tardó en volverse una rutina monótona y aburrida.

Ni siquiera sé esforzó en vestirse, después de todo, su ropa acabaría rasgada de igual manera, se envolvió entre las cobijas esperando el cruel castigo que la vida le había puesto, de por si su situación ya era degradante y ahora tenía que soportar viendo a aquel al que tanto ama torturarlo de aquella manera.

Simplemente patético.

La puerta se abrió dándole paso a un pelinaranja, traía una carpeta entre sus patas y una sonrisa maliciosa en su rostro.

Mike.exe: De haber sabido que así me recibirías hubiera pospuesto esta conversación hasta otro día~

Mikellino: ¿Puedes acabar esto de una vez? Estoy exhausto.

Mike.exe: Tampoco es como si tuvieras algo mejor que hacer, comes, duermes y me complaces, esa es la rutina.

Mikellino: ¡Te odio!

Mike.exe: Sabes tan bien como yo que eso es mentira.

El menor crujió los dientes ante tal declaración, claro que mentía, pero no estaba dispuesto a dejarse llevar por aquellos sentimientos, necesitaba salir de ahí cuanto antes.

Mikellino: ¿De qué conversación hablabas?

Mike.exe: Oh, cierto, tomé en cuenta tus palabras de hace unas semanas, esto es para ti.

Le lanzó los papeles, con algo de desconfianza los tomó para después ojearlos, abrió los ojos sorprendido y las lágrimas empezaron a caer de sus ojos hasta terminar en las sábanas.

Mikellino: Esto es...

Mike.exe: Es lo que querías ¿No? Tú fuiste quien mencionó el tema.

Mikellino: ¿Vas a... Liberarme?

Mike.exe: Ja, eres demasiado iluso, son los papeles del divorcio, no de la libertad, tú me seguirás perteneciendo después de esto.

Mikellino: Pero...

Mike.exe: Tú fuiste el de la idea, y como buen esposo que soy te cumplo este último deseo, solo tienes que firmar~

Tomó el papel y una pluma, acercó la punta, sus manos temblaban y el corazón le latía desenfrenado, no podía hacerlo.

Mikellino: No... No puedo...

Mike.exe: ¿Te estás arrepintiendo?

Mikellino: Mikie, yo te amo, puedes volver a la normalidad y seremos tan felices como antes.

Mike.exe: Tú y yo nunca fuimos felices, firma el papel.

Mikellino: ¡No! No me sirve de nada divorciarme de ti, me tratarás peor que ahora.

Mike.exe: Yo ya no te amo, Mikellino.

Mikellino: Volverás a hacerlo con el tiempo, solo déjame enamorarte, permíteme entrar a tu corazón.

Mike.exe: ¿Aún no lo entiendes? Ya no tengo corazón, se ha roto por tu culpa.

Mikellino: Entonces lo repararé, me haré responsable de mis acciones.

Mike.exe: ... Está bien.

Despedazó las hojas antes de lanzarse a besar al pequeño, este se dejó llevar por la sensación, apesar de no ser la misma de antes era similar y con eso le bastaba.

Mikellino: E-espera, no quiero hacerlo, no hoy.

Mike.exe: ¿Prefieres que me vaya con otra?

Mikellino: N-no, pero...

Mike.exe: Eres muy irritante, solo tienes que quedarte quieto.

Mikellino: M-me va a doler...

Mike.exe: De otra forma sería aburrido, deberías ver tus expresiones mientras lo hacemos~

Mikellino: ¡Me niego!

Mike.exe: Y aún así no te pusiste ropa ¿A qué estás jugando?

Mikellino: No te deseo de esa manera, ya no ¿Es solo por esto que vienes a verme?

Mike.exe: ¿Apenas te das cuenta? Que absurdo.

Mikellino: ...

Mike.exe: Es esto o nada~

Mikellino: Entonces no quiero nada, lárgate.

Mike.exe: ¿¡Cómo te atreves a hablarme así!?

Mikellino: ¡Ya estoy cansado! Te aprovechas del amor que te tengo día y noche ¡Si me merezco tanto mal porqué no me matas!

Mike.exe: ¡CÁLLATE!

Le lanzó una bofetada para después subirse a él y seguirlo golpeando, no estaba en sus cinco sentidos, aunque eso no quería decir que al recobrar la consciencia se arrepentiría, ya no quedaba ni rastro del tierno cachorro del pasado.

La fusión lloraba y rogaba por piedad, sus súplicas eran ignoradas, al cabo de unos minutos dejó de resistirse, si ese era su destino lo aceptaría gustoso, después de todo, él le hizo lo mismo a quien ama.

Casi pasada la hora se detuvo, la cara del menor tenía golpes graves, manchas moradas, rojas, algunas verdes, y comenzaba a quedarse dormido.

Mikellino: M-Mikie... Te... Te amo...

Cerró los ojos exhausto, le dolía todo.

Mike.exe: ¿¡Eres tonto!? ¡Acabo de golpearte y dices que me amas!

Mikellino: Te hice lo mismo y de todos modos me permitiste casarme contigo.

Mike.exe: Estás demente.

Mikellino: Lo siento, mereces a alguien mejor...

Mike.exe: Debo irme, cúbrete con la sábana, cuando regrese terminaré lo que empecé y no pienso tenerte piedad.

Mikellino: Nunca la tienes.

Murmuró mientras lo veía partir, su sola existencia le dolía, no dispuesto a soportar más fue al baño a lavarse, su cara estaba vendada casi completamente, suspiró cansado ¿Cuando acabaría esa pesadilla?

Abrió un cajón esperando encontrar una pastilla para el dolor o algo parecido, solo encontraba pruebas de embarazo.

Comenzó a divagar, si le daba un hijo a Mike.exe podía hallar la probabilidad de que lo liberara, pero estaría condenando a un ser inocente a una cida llena de miseria.

También había un inconveniente en cuanto al asunto, no sabía si era doncel, por lo que era posible que no tuviera la capacidad de tener vida en su vientre.

Suspiró agotado, estaba seguro que el exe lo mataría en cuanto se enterara de aquello.

Miró por la ventanilla del baño, ese mundo parecía marchito, podría jurar que se alcanzaban a escuchar los lamentos de las personas hasta ahí.

Vio la luna en todo su esplendor, aquel satélite natural que siempre parecía tranquilizarlo.

Aulló, porque no podía hacer nada más, pudo escuchar a más personas hacer lo mismo, se sintió acompañado, comprendido y reconfortado.

Se apartó de ahí con una mirada decidida, él no era el único sufriendo, si había logrado sacar a su hija lograría liberar a aquellos seres inocentes.

Por ahora debía esperar en la cama su tortura, después podría poner en marcha un nuevo plan.