Había una vez una niña llamada Umekoncia, la cual era muy feliz con su adorado Danganronpa, y un día muy feliz, lunes en la mañana, su nueva maestra de Lengua Castellana preguntó a toda su molesta clase de qué podrían hacer algo para el día del idioma, una exposición de algo que le gustase a alguien y analizarlo desde un punto filosófico y demás temas de pensamiento y cosas. Entonces, siendo la pequeña y feliz Umeko que era, le preguntó a la maestra si podía hacerlo.

Al final no supo si sí o si no, pero igual, Umeko podría hacerlo

Fin c: