¡Upupu! Lo pidieron y Monokuma cumple~ 

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Desperté con un dolor de cabeza, estaba mareada, ¿qué había pasado?... Lo único que logro recordar es estornudar y-- No hay que decirlo, ya me enteraré de lo que pasó. 

    — ¡Komaru, ven! — Le llamé, estaba tirada en el piso del apartamento que compartimos, completamente sola, y manchada de lo que parecía ser tinta de varios colores, estaba hecha un desastre total — ¿Komaru? ¡Komaru, dime algo! 

No recibía respuesta alguna, Komaru no había salido, la puerta detrás mío estaba intacta, además ella nunca me dejaría sola; Me levanté del piso y comencé a buscarla, de arriba abajo, en los armarios y cajones, pero no había rastro de ella, lo que me preocupó mucho 

  — ¡Komaru deja de jugar, me estoy preocupando por ti! — Reclamé, ya al borde de enloquecer, lágrimas en mis ojos , mis piernas habían comenzado a temblar, y mis manos también

No tuve de otra más que salir del lugar, con la esperanza de encontrarla en la cercanía 

Me fui acercando a la puerta lentamente, un paso a la vez, como si fuese un niño pequeño apenas aprendiendo a dar sus primeros pasos, o que estuviese en mitad de un campo minado, tratando de no agarrar ninguna bomba. 

Llegué luego de una cuidadosa caminata, suspirando y tomando la perilla, lista para ir en busca de mi mejor amiga... Mi mejor amiga... 

Abrí la puerta lentamente, esperando un simple piso blanco y pulcro, pero que desagradable sorpresa fue encontrarme con un camino de sangre comenzando por el tapete de entrada con un ahora arruinado ''No son bienvenidos'' que Komaru y yo habíamos hecho. Examiné con la mirada el piso, el camino llegaba hasta la pared izquierda del piso, pero con la visibilidad limitada de la puerta no pude ver el final del recorrido, por lo que consideré mejor seguir el camino, sintiéndome como toda una Kirigiri, huh, ahora que lo pienso, sería agradable verle otra vez... 

Continué el camino hasta llegar a la pared izquierda, y subí mi mirada, para encontrarme con lo más horrible del universo... Era Komaru, pero estaba más que muerta, su garganta había emadnado sangre y ahora esta ya se había secado, al igual que sus muñecas, de las cuales la pobre Komaru estaba colgada a la pared, pero no por cualquier objeto... Eran tijeras, pero no cualquier ar de tijeras, eran las tijeras de Genocider Syo... Ella... Ella había matado a mi mejor amiga... 

Comencé a llorar, ella me traicionó y asesinó a Komaru, ¿qué le diría a Naegi? Byakuya-sama ni me mirará a los ojos, nadie lo hará, ¿cómo pude hacerlo?... Y yo que... Yo que la amaba... 

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¡Upupu, esto es arte! Ustedes se lo buscaron, nadie le pide ships a Monokuma~