Cuando Ricitos tuvo su propia habitación en la casa de los tres hermanos, era extraño, pues cada hermano actuaba de manera diferente. Seokjin se encargaba de llevarle la ropa, siempre vestidos lindos algo tiernos y sencillos, la ayudaba a cepillarse los largos rizos además de tenerla siempre impecable. Namjoon le llevaba lencería que debía de usar siempre que la visitaba, debajo de sus vestidos siempre traía conjuntos sexys constatando con su exterior, además le daba clases de manera algo estricta, le encargaba leer y poner atención en cada lección. Jungkook se encargaba de la compañía, el comer con ella, hacer las platicas amenas, después de todo rosaban en la misma edad.

Le había tomado dos años acostumbrarse a la rutina con los tres hermanos, cuando este cambio, ahora no solo eran los roles sencillos de cada uno, si no también debía adaptarse a los gustos carnales de cada hermano.

Jungkook había sido el primero en probar la dulce miel de Rocío, al ser la primera vez de la joven trato de ser delicado, la dejo llorar, lamio sus lágrimas, pero cometido el acto con delicadeza, espero que se adaptara a él. La tomo toda una noche y después de eso la dejo descansar.

Pero no todos eran Jungkook, no todos eran perfectos y delicados.

—Levántate el vestido —Seokjin preparaba una inyección.

—¿Para qué es eso?

Seokjin se acerco a la Joven y la inyecto de manera rápida, después se fue a depositar la jeringa en un bote rojo.

—Tu sabes que eres nuestra pequeña bebe, así que no queremos que tu cuerpo cambie teniendo un embarazo.

Se acerco de nuevo, desnudándola, la sentó en la cama, tomo sus pies y los empezó a besar.

—Una lindura como tú, debe mantenerse en el mejor estado, necesitas todos los cuidados del mundo —Seokjin saco su erección —quédate quieta querida, deja que yo hago lo demás.

Tomo sus pies y los puso alrededor de su miembro, los froto por la punta para tomar un poco de su caliente liquido pre seminal, lo uso como lubricación para empezar a masturbarse con ellos. Gruñía por lo alto, Ricitos cerro los ojos intentando contener las lágrimas.

—Rocío, abre los ojos mírame, mira lo que tu lindo cuerpo provoca —seguía frotando su miembro entre los pies —eres tan hermosa, deseo tanto conservarte así, con ese aspecto tan pulcro, tan inocente, tan obediente.

—Soy buena, ya soy buena.

—Si mi dulce nena, eres buena.

Seokjin sintió que todo su cuerpo vibro y descargo su orgasmo en las piernas de la joven, se acerco y el beso de manera lenta, después se acostó por encima, abriendo sus piernas para meterse de manera lenta en su interior, la estrechez de su joven cuerpo lo apretó demasiado, jadeo ante esa sensación deliciosa. Sin dejar de besarla siguió embistiéndola de manera lenta, ella torpemente movía sus labios, esto causo ternura en Seokjin, moviéndose cada vez más rápido. Rocío gimió esa posición y la manera en que lo hacia frotaba su dulce botón, mojándola, aunque ella no quisiera, se permitió de borrar los pensamientos malos.

Era mejor disfrutarlo...Eso le había dicho Jungkook.

¿Que rol, representa cada uno?  ¿Alguna sabe?