Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Rescate de Bruno 2 parte.

« Nunca te enamores, de un corazón roto. Algunas piezas siguen perteneciendo a otro, y nunca podrás tenerlo por completo

– Mario Benedetti »

– ¡ Lucy! Despierta, joder.

Escuché a lo lejos una voz, que nunca había escuchado. Una voz aguda. Luego escuché el llanto de un bebé: Bruno.

– Lucy – una cachetada me devolvió al presente, un chico tenía mi hijo en sus brazos y el otro era un coreano que ya conocía, me estaba tendiendo la mano–, vamos, ya vienen por nosotros.

Tomé su mano y fui arrastrada hacia su cuerpo. Me cargó y corrimos hacia una parte oscura. Haber saltado me había desorientado tanto, que no podía distinguir mucho las imágenes. En cambio pude ver a Bruno, ya de 4 meses, hermoso,  riéndose ante todo el evento. Ya desde pequeño, amaba la adrenalina.
Varios disparos nos persiguieron y eso hizo que Lee jong me bajara.

– Mierda, mierda, ¡ Los hombres de mi padre!¿ Qué voy a hacer si me ven con ustedes? – preguntó a Novi.

Este lo vio anonadado.

–¿ Nos vas a traicionar? ¡ Yo arriesgué mi apellido también allá en costa rica! ¡ Matamos al maldito alcalde, quien te recuerdo, era aliado de mi abuelo! – sacó una pistola y lo apuntó – te echas para atrás y te juro que te mato Lee jong. Estás con nosotros hasta el final.

Lee jong levantó las manos y yo me interpuse.

– ¡ Basta! No me interesa lo que ustedes estén pensando, dame a mi hijo– exigí –, y quiero que me lleven con mi padre.

Ambos me vieron, un poco consternados por todo y por mi actitud. Novi miro a Bruno y luego lo envolvió.

– Te lo daré solo después de salir de aquí. Yo soy más rápido que tú.

Me acerqué a él para quitárselo.

– ¡ Dame a mi hijo! – empezamos a forcejear.

– Si, pero también es el hijo de Leo. Y si no se lo doy me partirá en dos. ¡ Vamos a refugiarnos antes de que nos maten!

Tomó mi mano y corrimos. Lee jong se quedó ahí, y luego de unos segundos miró atrás pensativo, si ir con su gente o con nosotros. Pero escogió el bando de su padre.

–Malnacido traidor. ¡ Mierda! Por eso no hay que confiar en los coreanos. Ellos no son de fiar.

Seguimos corriendo esquivando balas, pero una camioneta empezó a alumbrarnos. Vi a Rey y a Gio en la parte delantera de  la camioneta y atrás, estaba ....Joana Lombardi. GIO cargaba una escopeta en la mano y al verme su sonrisa malévola se iluminó.

– ¡ Corre Lucy! – gritó Novi.

Yo intenté correr lo más rápido que pude. Estábamos en una carretera, de noche, siendo perseguidos como un dejavu por los Lombardi, solo que está vez teníamos a Bruno en brazos.

Empecé a gritar cuando un auto llegó de la nada y los alcanzó. Vi la insignia del escudo Bonvertre así que eso me dió calma. Los miré para ver si seguían vivos, y si. Más que vivos, golpeados pero vivos. Joana se bajó del auto y me apuntó con una pistola.

– ¡ pagarás por todo lo que tú padre me ha hecho, bastarda! ¿Crees que puedes salirte con la tuya?, ese bebé es mío, ¡ Me pertenece!– gritó con fuerza. Sus ojos desorbitados me miraban con odio. Mi propia madre biológica. Atada por el odio de lo que yo significaba. Era mentira que toda madre amaba a sus hijos, ella solo quería vengarse por sus sueños rotos, por todo el sufrimiento que había tenido.

Gio y Rey estaban peleando se con los hombres de mi padre, y Novi estaba herido, sosteniendo a Bruno, así que yo traté de levantarlo para salir de ahí. Pero Joana se adelantó y cuando estuvo a pocos metros de nosotros, me apunto más de cerca.

–¿ Matarás a tu propia hija? – grité con lágrimas en los ojos.

Ella quitó el seguro del revolver.

– Entrégame a Bruno, y luego te dejare morir, tu eres solo mi error más grande. Pensé que te querría conmigo pero solo has Sido la causante de todo mi dolor, ¡ Te odio! Me quitaste a Leo, y en tu rostro solo veo la cara de tu padre, el hombre que me desgració la vida. ¿ sabes cuánto soñe con tenerte conmigo?, me quitaron eso, pero ahora que superé mi dolor, se convirtió en odio, porque ahora solo quiero que tú y Vito se mueran. Primero irás tú – disparó a la pierna de Novi, quie gritó de dolor, luego le disparó en la mano. – luego, tu Lucy, y luego Vito, ¡ Dame al bebé!

Me interpuse entre ellos. Y cuando estuve a punto de cerrar los ojos para recibir la bala de Joana, un cuchillo la atravesó por detrás. Haciendo que ella empezara a votar sangre por la boca y cayera.

–¡ Mamaaaaaaaaa! – gritó Gio.

Miré a Joana caer, mientras ví el rostro del hombre que la ejecutó. Un hombre que tenía graves heridas por una pelea reciente con un lobo gigante. Sus manos aranadas, su pecho lleno de heridas profundas por garras, y en su mano, la cabeza del animal.

–¡ Leo! ¿ Co...como ....pu....dis...t....– Leo con su otra mano la sostuvo, mientras con la otra, sostenía la cabeza de Jacob.

–Tal como me enseñaste, la muerte vendrá por todos tarde o temprano– la miraba con lágrimas en los ojos , le había dolido hacer eso–, y creeme que esto me duele más a mi. Pero, mi hijo es sagrado Joana. No puedes romper ese vínculo.

La colocó en el suelo, junto a la cabeza de Jacob.

Rey llegó apuntando a Leo.

– ¿ qué hiciste? – rey tenía los ojos rojos y llorosos. Llenos de ira.

Leo me miró y luego a Bruno.

– Salvó a mi familia. – tomó la pistola de Rey y se la colocó en el pecho.– Mátame, ¡ Hazlo cabron!, sabes que ella en cualquier momento nos iba a matar cuando le diera la gana. Nos iba a dar de comer a su malnacido perro, ¡ Yo maté a Jacob con mis propias manos! Y la maté porque no tiene corazón, y lo sabes. ¡ Matameeeee! – gritó Leo.

Unos disparos se escucharon a lo lejos y eso hizo que Rey bajara el arma. Tomó a Joana que estaba débil aún, porque aquella estocada no la.habia matado. Y se fue con Gio que mató a tres hombres de mi padre.

– ¡ Vámonos cabron, luego nos las cobraremos! ¡ Ya no eres nuestro hermano Leo! Iremos por ti. – Gio aceleró lo más rápido que pudo.

Leo se volteó y fue por mi.

–¿ Estás bien? – su rostro estaba herido. Me pregunte si Maurizio estaba bien.

– Si ...novi y ....

– Toma a tu hijo, creo que yo vali mierda.

Leo tomó a Bruno entre sus brazos. Bruno lo miró y empezó a reírse. Al menos alguien la.estaba pasando bien. Y pude ver en Leo una mirada que jamás había visto en el, el amor corría por sus pupilas.

–Nuestro kapop se esfumó, nos traicionó.

–¿ Estás seguro? , no...– una bala cayó en el hombro de Leo, esto hizo que gritara de furia.

Llegaron varios hombres coreanos y nos rodearon apuntandonos con sus armas. Entre ellos, Leoncio Lombardi salió para ver nuestras caras.

– Vaya vaya, pero que regalo tan impresionante. – miró a un lado sorprendido de ver la cabeza de Jacob –, ¡ Si que eres un guerrero fuerte! Mataste con tus propias manos a esa bestia, junto al idiota de Maurizio Schenone, pero, debo admitir, querido Leo, que tienes una fuerza impresionante. Vi por las cámaras como detuviste su ataque y con tus manos, desgarraste su hocico. La verdad– se giró hacia los coreanos– me gustaría quedarmelo, y hacerle un lavado de cerebro, ¿ Se imaginan un soldado así entre los nuestros?, ganaríamos está guerra.

– De ninguna manera. Matalo. Es más, mi hijo, Lee jong –Lee jong fue empujado hacia el centro. Con la cara cabizbaja y las manos hacia adelante, no nos miró– , ten, matalos a todos. Incluyendo al bebé.

El jefe de los coreanos, que supuse era el padre de Lee jong, le entregó una pistola a la fuerza, Lee jong finalmente me miró. En sus ojos había algo extraño.

– ¡ Eres un chino de mierda, cobarde!– gritó Novi, escupiendo a sus pies. Uno de los coreanos le dió una bofetada y lo noqueó.

Leo cerró sus puños, tratando de proteger a Bruno y colocándome detrás de el. Lee jong subió la pistola y apuntó a Leo, quien tenía el cuerpo tenso, sus músculos contraídos totalmente. Su mano apretó mi cadera como señal de alerta.

– En primer lugar Novi, no soy chino. – quitó el seguro de la pistola, y en ese momento, unos hombres llegaron emboscando a los coreanos–¡ Soy un maldito coreanoooooo!

Lee jong se unió a los hombres que acababan de llegar, entre ellos mi padre, quien lideraba la emboscada. Llegaron con sus armas para matarlos. Herirlos. Vi como  el padre de Lee jong lo miraba decepcionado, y era escoltado con Leoncio hacia una camioneta. Mi padre me miró, sonriendo de que estuviera viva junto a Bruno. Leo me tomó por la cintura con una mano y cuando Lee jong llegó con nosotros, le hizo señas para que ayudará a Novi, que estaba mal herido. Salimos de ahí lo más rápido que pudimos, esquivando las balas. Leo recibió algunas en su espalda, protegiendo a Bruno. De pronto, una camioneta llegó por nosotros, y para mí sorpresa, manejaba Maurizio que estaba ensangrentado, con marcas y heridas profundas que supuse había Sido Jacob. Y atrás del auto....¡ Ana! Mierda.

–¡ Rápido suban! – gritó Maurizio.

Todos nos metimos, y mi esposo, aceleró.

YA CONTINUOOOOOO. SEGUIRE AQUI ES QUE FUI A TRABAJAR

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro