Holaaaaaaa PERDON QUE ME PERDI. Estaba haciendo cositas. entre ellas:  con mi libro en la feria de libro. Leanlo, esta en mi perfil, Lujuria de angeles. 

LES REGALO UNA SUPER PLAYLIST:

1) Like a stone  (rip)

2) Living on a prayer

3) Losing my religion

( ¿Les gusta la buena musica?, dejenme aqui sus canciones que puedan quedar para enamorada del GYmboy :)

Leo

Aquella imagen de Lucy follando con dos hombres, era peor que el de Ana apuntando a Bruno. Debía ir por ella, sacarla de las garras de ese idiota que me había engañado. Sujeté imaginariamente su cuello entre mis manos y apreté lo más que pude. Teníamos un trato y el lo había roto. Solo pude llamarlo para decirle que freiría en aceite caliente su pene siciliano y se lo haría tragar de un solo bocado. Se burló de mi y ahora, estaba follandose a Lucy. Mi Lucy. Dejé a Ana en el auto, mirando a ver si había peligro. 

—Soy un imbecil, ¿como puedo protegerla todavía despues de todo? —me dije en voz baja y el chico de la entrada del Sinner me miró de arriba abajo. 

—Pues simple, eres un tonto que está enamorado. —contestó, aceptando los dos billetes de 100$ que habia sacado para él. No dio ninguna objecion. Yo no podría entrar ahí en condiciones normales. Solo entraban los marica, las mujeres hermosas ( me causaba risa que no a todas las dejaran entrar, supongo que era eso), los trans y un kpop con infulas de niña: Lee jong,

Texteé a ver donde se econtraba, y busqué otros coreanos con cabellos pintados como sus amigos, como aquellos raros con los que solía juntarse, pero para mi sorpresa, el estaba solo. Lo vi en la otra esquina apuntandome con su barbilla a una puerta, ahí debía estar Lucy. Miré a todos lados a ver si encontraba algun hombre de Irina, no sabía cual sería su movimiento, pero sabia que quería matar a Maurizio, y eso no me importaba, pero podría dañar a Lucy. Mi corazon se celeró cuando me acerqué a al puerta y abrí de un solo golpe. Maurizio estaba penetrando a Lucy, quien parecía disfrutar, ¡maladita sea!, no quería que otro hombre se la follara porque ella era...mía. 

Me llené de furía en ese momento, y luego de apuntar al otro sujeto y tener una acalorada discusion, Maurizio me golpeo, así que aproveché mi ira, y juro que iba a acabar con el. Su rostro donde posiblemente Lucy haya marcado de besos, era repugnante, me había arrebatado lo que más quería, o habia sido el imbecil de Vito que me habia hecho esto, pero mis puños se estrellaron una y otra vez, incluso, empecé a asfixiarlo, hasta que ella...me apaciguó. 

La tomé por la cintura para llevarla afuera de aquel lugar repugnante, lleno de lascivia  e impureza, pero sus palabras cortaron más que nunca.

—¿ Y donde has estado todo este tiempo? he tenido que aguantarlo, he tenido que aparentar ser alguien que no soy... y tu....

y en mi mente pasó la pelicula de todo lo que había pasado justo despues de nuestro ultimo encuentro. La besé. Me aferré a su sabor, sus labios, su boca, y...la imagen de Bruno, un bebé con heterocromía, con el mismo color de piel de Lucy, tan blanco como ella, pero con mis ojos, algo que es casi imposible, aquellas manos pequeñas que tocaron las mías, aquellos labios carnosos identicos a los que estaba besando, aquella marca... mi hijo. Le reclamé por no haberme dicho, porque si lo hubiera hecho a tiempo la historia sería diferente. Mataría por ella, por el, por ambos, porque eran mi razon para seguir luchando. Y fue entonces cuando escuché otra voz que tambien me hacía renacer a veces, y que odiaba eso, la voz de Ana. 

Lucy, al verla, se molestó tanto que se fue de mis brazos para regresar con aquel mastodonte prehistorico de Maurizio. Lee jong me miró desaprobando todo y yo, solo me quedé mirando como un tonto. Lucy lo era todo, Bruno era mi hijo, porque ya lo había confirmado, y yo... quería sacarme a Ana del corazón. 

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