Yoongi

No deje que mi padre visitara pronto a mi hijo, simplemente no deseaba tener ninguna clase de conversación con él al respecto de mi primogenito, preferí dejarlo de lado, además mi esposa necesitaba recuperar energías, los primeros días de vida de mi hijo se la paso en cama, le contrate una enfermera que la ayudaría en lo básico cuando yo estuviera fuera, pues los problemas en la Bratva estaban a la orden del dia.

—Yoon —la escuche removerse —¿Qué haces fuera de la cama?

—Vuelve a dormir, debo volar a Dublin en unas horas.

Se le notaban pequeñas bolsitas debajo de los ojos, pero seguía viéndose igual de sexy que siempre.

—Ya casi es hora de la comida de Akim —se acomoda los tirantes de la pequeña camisa de seda —me comienzan a doler los pechos.

Sus senos estaban hinchados y más grandes de lo normal, sentí un gran tirón en mi entrepierna. Rodee rápidamente la cama y levante el dobladillo de la blusa para sacarla por sus brazos.

—¿Yoon?

—Tengo unos minutos.

Tome su enorme seno entre mis manos y succione con fuerza, el sabor dulce de su leche me lleno por completo, pero su pezon duro y el intenso gemido fue lo que más me enloqueció, abrió sus piernas para que me acomodara entre ellas, el fino short de seda se subía por completo dejando ver sus blancos y tiernos muslos, pase al otro pecho volviendo a succionar.

—Yoon, se supone que eso es de tu hijo.

—La leche de formula también lo alimentará, ahora déjame disfrutar de mi linda esposa.

Saque mi miembro mientras mi lengua envolvía el delicado pezón, solo basto mover un poco el short para meterme en su coño caliente.

—Mmmh.

Se aferro a mi espalda para acomodarse  más sobre la cama y mis embestidas fueran más rápidas y duras.

Le gusta que sea salvaje.

Le gusta saber que es mía.

Mi teléfono sonó en mis pantalones, Freya metió la mano a mis bolsillos y contestó.

—El jefe está ocupado —gimió de manera fuerte mientras la embestia soltando el teléfono sin colgar.

—Eres una sucia pervertida.

La gire y puse en cuatro para volverla a penetrar, sus caderas chocaban haciendo sonidos obscenos, mire el teléfono y seguía en llamada.

—Será mejor que cuelgues, si me entero que fantaseas con los gemidos de mi mujer, te dejare sordo antes de arrancarte la cabeza.

La llamada terminó y Freya apretó mi polla con su orgasmo hasta lograr exprimirme.

—Sera mejor que no me dejes sola tanto tiempo Yoon, o me asegurare de mandarte audios mientras me masturbo todos los dias.

La jale del cabello y agarre por el cuello para morderle el labio.

—Hazlo y me aseguraré de que chupes mi polla pero no te corras querida.

Solo río mientras se giraba para besarme.