Catorce
Yoon.
Se mantuvo callada toda la cena, no es como si le hubiéramos dado opciones de conversación. Pero incluso ahora en el dormitorio está especialmente callada.
—Yoon.
Salió del baño después de ducharse, traía un camisón de seda negro, sus pechos se apretaban tan bien contra la tela.
—Dime.
—¿Puedo preguntarte algunas cosas?
Le extendí mi mano para que viniera a la cama, aun cuidando sus pasos se acerco hasta tomar mi mano, la jale y la senté en mi regazo.
—Puedes.
—¿Cómo es que eres el hijo del pakhan? —balbuceo —no, no me malentiendas es solo que…
—¿Mi apariencia? —asintió algo apenada —mi madre era coreana —tome su mano para entrelazar mis dedos —era la amante del pakhan.
Sentí como se removió un poco, sus ojos enormes tenían muchas dudas.
—Según mi padre, él la amo demasiado, pero como en esto la mayoría de los matrimonios son por conveniencia, no se le permitía estar con alguien de su clase —casi escapo lo último— por lo mismo mi madre me tuvo sola, sin tener a nadie a su lado, cuando el pakhan supo de un hijo varon la busco de nuevo, mi madre cayó de nuevo ante las palabras de mi padre y de ahí esta Jimin, como los primeros hijos con su esposa oficial son mujeres, no tenía alguien que continuara del todo con “el trabajo” fue entonces que nos dio su apellido y pasamos a ser oficialmente los hijos del pakhan —se giro para quedar ahorcajadas sobre de mi —hubo un último hijo varón de parte de la esposa de mi padre —hice una pausa y ella tomó mi rostro entre sus manos —la perra mando matar a mi madre y sus dos hijos, no logré salvar a mi madre, pero pude evitar que nos mataran —sus manos buscaron el dobladillo de mi camisa —regrese con él por venganza, la cual obtuve al cortar la garganta de su esposa y volviéndome en el krysha oficial de la Bratva.
—¿Por qué me elegiste?
—Tienes oscuridad al igual que yo, tus ojos me lo dijeron ese día, eras perfecta desde que cruce la primer palabra contigo, eres bella, elocuente, además de perversa —saco mi camisa —estas aterrada de muchas cosas, pero no de mi, tu sabias de algún modo que no soy una buena persona y aun así te dejaste seducir.
—Tal vez fue el alcohol en mi sistema.
—Repítelo hasta que te lo creas.
Me beso primero esta vez, algo cambió y lo que sea que fuera, se siente maldita mente bien….
Uy ¿que pasara ahora?
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