42
Con la contestación de Elian, Naomi se quedó sin palabras. Estaba segura de que no se equivocaba con la decisión que había tomado. De alguna manera Gianluca pedía ayuda y no iba a dejarlo a la deriva. Intentaría llegar a él una vez más, a pesar de su oposición.
—Lamento defraudarte —dijo luego de una pausa—. Solo espero que un día me perdones.
Naomi se retiró con un dolor grande en el alma. Se imaginaba que Elian ya no la amaría como dijo hacerlo. Pero no se lo iba reprochar, ella había logrado que ese sentimiento se desvaneciera.
En su habitación se quedó encerrada gran parte del día. Había intentado comunicarse con Gianluca sin tener suerte, pero antes de rendirse le envió un mensaje que pudiera animarlo y hacerle olvidar los malos pensamientos:
"Gianluca, sigo confiando en ti. Por favor no te rindas. Voy a apoyarte en tus sueños. No importa lo que creas sobre mí, nunca voy a rendirme para verte feliz".
Mientras esperaba una respuesta, se preguntaba si estaba equivocada con lo que pensaba. No quería herir a nadie, pero sabía que no importaba que decisión tomara, porque, entre Elian y Gianluca, uno de los dos iba a salir perjudicado, y tal vez no habría vuelta atrás para solucionarlo.
Hundió su rostro entre sus piernas para descargar la tristeza que la culpa le causaba. Pensaba en Elian. Él había sido tan bueno que no merecía lo que estaba pasando. Se había sacrificado al dejar su trabajo para acompañarla hasta Italia para ayudarla con su sueño, y ella solo se encargaba de ser desagradecida tratándolo distante con sus sentimientos. Deseaba con todo su corazón que todo volviera a ser como el inicio del viaje, donde el entusiasmo de vivir una nueva vida los llenaba de alegría y ansiedad.
Las horas pasaban y la solución no aparecía, hasta que decidió volver a confiar en la magia de la música para llegar a Gianluca. Si las palabras en una conversación no servían de nada, era mejor tener su atención a través de una canción. Y para lograrlo iba a necesitar mucha ayuda, especialmente de Gioia. Sin decirle a Elian, salió de la casa para ir a encontrarse con el anciano y plantearle su idea. Esperaba que la entendiera y de esa forma la ayudara a cumplir con su plan.
Cuando llegó, Gioia estaba acostado, leyendo un libro. Naomi se acercó apurada hasta él y lo abrazó para descargar su angustia.
—¿Qué pasó? —preguntó consternado.
—¡Algo horrible!
A medida que Gioia escuchaba la historia de Naomi, negaba con la cabeza.
—Tendré que hablar con él. —Gioia tomó la palabra. Lo que estaba ocurriendo era algo muy grave y tenía que solucionarlo urgente—. Naomi, es mejor que te alejes de Gianluca. No quiero involucrarte más en este trabajo. Ya vienes sufriendo bastante, y no solo por Antonello. Ahora es momento de que yo me encargue de la situación.
—¿Habrá alguna posibilidad de que Gianluca lo quiera escuchar? —cuestionó preocupada.
—Lo tendrá que hacer, por más que no quiera. —Se encogió de hombros.
—Gioia —Naomi lo interrumpió—, quisiera intentar algo más antes de que me alejen de él, pero necesito de su ayuda.
—Dime que es, tal vez pueda ayudarte, pero dependerá de lo que me pidas. Si no me gusta la idea, no te dejaré hacerlo —le advirtió. De verdad no quería causarle más problemas.
—Estoy segura de que puedo llegar a Gianluca a través de una canción. Será la única oportunidad que tendré para hacerlo recapacitar. Es hora de usar mi habilidad. —Sonrió un poco, tratando de mantener la esperanza de que funcionaría.
—No es mala idea, pero ¿cuándo lo harás?
—Si fuera posible, me gustaría presentarla este lunes en el programa. Por eso necesito que hable con el productor del canal y, por supuesto, con alguien que me ayude a darle vida a una de mis canciones.
—Lo intentaremos. Es poco el tiempo que tenemos para lograrlo, pero no imposible.
Enseguida le dejó encargado a su secretario que hiciera todos los arreglos posibles para lograr el objetivo de Naomi. La idea no le había parecido mala, ya que era el primero en creer que las canciones eran mágicas y llegaban al corazón de las personas. Por eso no importaba qué tan perdido estaba Gianluca, si le regalaban una canción, seguramente lograría una conexión especial y lo salvaría de la perdición.
Con los preparativos hechos, Naomi prefirió quedarse a pasar la noche en la casa de Gioia. Ya estaba en la cama cuando miraba su celular. Dudaba si escribirle a Elian o no. Quería saber de él, pero tampoco quería molestarlo más de lo que ya estaría. Sin pensarlo mucho más, optó por dejar todo como estaba. Tal vez el pasar de las horas calmaría un poco los ánimos de los dos.
Al día siguiente Naomi regresó temprano a la casa para ir a buscar la letra de la canción que interpretaría. Tomó coraje y subió hasta el cuarto, donde estaban sus cuadernos, todavía desparramados por el piso. Pero eso no le importaba. Ni bien entró a buscar lo que necesitaba, se quedó quieta. Elian estaba sentado en su cama con un semblante de no haber dormido en toda la noche.
—Hola —saludó cohibida, por miedo a que la echara del lugar—. ¿Cómo estás? —Se acercó para verlo mejor.
—Bien, ahora que te veo —respondió mostrando que ya no estaba enojado, solo preocupado porque no había aparecido en toda la noche.
—Puedes seguir enojado conmigo ya que tienes toda la razón en hacerlo. Soy una tonta. —Con cuidado, se sentó a su lado.
—No, no lo eres. En realidad, yo lo soy. —La tomó de la mano para demostrarle que quería estar bien con ella—. Estás en lo correcto con lo que estás haciendo.
—Eso no es cierto —Naomi intentó contradecirlo.
—Lo es. Tú conoces muy bien lo que es la amistad porque intentas apoyar a Gianluca en las buenas y en las malas. Sin importar lo que esté haciendo, quieres ayudarlo, y yo no lo vi, tal vez por miedo a perderte. —Hizo una pausa—. Por eso dije algo horrible ayer.
—Elian..., de verdad lo siento. —Lo abrazó emocionada por lo bueno que era con ella a pesar de los errores que cometía.
—No tienes que pedir disculpas. Mejor, acepta las mías. —Le devolvió el abrazo para contenerla. No quería verla triste—. Si puedo hacer algo para ayudarte, dímelo.
—Acepto tus disculpas. —Naomi se separó para responder—. Pero no voy a pedirte ningún favor. El problema voy a solucionarlo yo misma, ya que fui quien lo arrastró a convertirse en lo que es ahora —agregó y luego pasó a explicarle la idea que se le había ocurrido.
Gracias a los arreglos de Gioia, al día siguiente por la tarde, Naomi fue al estudio de grabación de Pietro para ponerse en marcha con el plan. El equipo la apoyó y comenzaron a trabajar juntos en las notas y en los acordes para lograr un buen resultado. El tiempo que tenía no era mucho, por lo que le dedicó los momentos libres que le quedaban entre los ensayos de la obra, la grabación de su CD y los preparativos del programa.
Era una tarde nublada cuando Gioia la acompañó al estudio para escuchar el resultado final de la canción. Estaba muy conforme con la letra que Naomi había escogido para regalarle a Gianluca. Y antes de salir hacia el canal, le deseó mucha suerte para lograr su cometido.
Un poco mejor de ánimo, Naomi comenzó a darse cuenta de que iba a lograr un buen resultado. La canción no solo serviría para que Gianluca abriera los ojos, sino que también iba a estar dedicada para Elian y, por supuesto, para ella misma, que en los últimos días se sentía perdida con tantas emociones fuertes al no saber cómo equilibrar su vida.
Con el horario justo, Naomi llegó al canal de televisión acompañada de Elian y, antes de entrar al camerino, le dejó encargado que estuviera atento a la llegada de Gianluca. Todavía no había recibido una respuesta al mensaje que le había mandado, pero no perdía las esperanzas.La intranquilidad no solo dominaba a Naomi esa noche, sino a todo el staff, que se encontraba preocupado por la ausencia repentina de Gianluca, pero aun así comenzaron con el show, ya que no podían retrasarse
Al inicio se mostró la tabla de puntaje. A pesar de los contratiempos que Gianluca estaba viviendo, se encontraba en el primer puesto junto con Dante. En el segundo estaba Amadeo y, con muy pocos puntos, Luca ocupaba el cuarto lugar.
Los tres chicos hicieron su presentación e Isabella estiraba el tiempo con muchas preguntas para hacer todo lo posible hasta que Gianluca se dignara a llegar al estudio de televisión y nadie más notara su retraso. En las tandas publicitarias, Davide intentaba comunicarse con él, pero saltaba el contestador. Gianluca no quería o no podía atender las llamadas. Marco y Lisa estaban nerviosos y no encontraban la manera de ayudar. Tenían miedo de que Gianluca perdiera el puesto número uno luego del esfuerzo que había hecho por obtenerlo.
Después de que fueran a la última tanda comercial, y las esperanzas se perdieran, Gianluca apareció sin mostrar ninguna señal de preocupación por su atraso, y mucho menos por tener tantas llamadas perdidas. Todos lo miraron extrañados, pero ninguno se animó a preguntar qué le había sucedido. Era mejor que subiera al escenario cuanto antes e hiciera lo suyo.
—Bienvenido, Gian —Marco lo saludó—. ¿Cómo ha sido tu semana? ¿Fue complicado preparar este tema? —Quería sacarle información para entender mejor qué pasaba por su mente.
—No tanto —respondió con poca energía. No quería estar parado ahí.
—Entonces, ¿estás listo para mostrarnos lo que preparaste? —Lisa tomó la palabra.
—Supongo. —Se encogió de hombros.
—Te escuchamos, Gianluca —Naomi habló, dándose cuenta de que no quería mirarla, pero no le hizo caso. Se imaginaba lo que estaría pensando, por lo que prefirió prepararse a escucharlo para descubrir qué tipo de música traía con él.
Las luces se atenuaron, y solo una más fuerte iluminó a Gianluca, que se concentró en el compás de la melodía para comenzar a cantar, con una voz monótona, apagada, y que se mantuvo en un mismo registro en el primer minuto, para luego cambiarlo bruscamente y marcar la desesperación que tenía el estilo de la canción que había escogido para esa noche.
Las líneas que entonaba eran muy oscuras y asfixiantes. El jurado se miraba confundido con lo que escuchaba. Parecía que Gianluca, con la velocidad que tomaba y las fuertes palabras que aparecían en las siguientes estrofas, tenía la intención de desahogar la desesperación que invadía su alma.
(canción para animar la escena)
Me estoy hundiendo en el oscuro mar.
Y por más que lo intente no puedo nadar
hacia la salida.
No me quedan fuerzas para luchar,
Me falta el aire, y estoy a punto de perder la razón.
¿Estoy vivo o muerto?
Veo un ángel. Eres tú...
eres la única que puede salvarme.
Sujeta mi mano y envuélveme en un abrazo.
Quiero sentirte, y no dejarte de amar.
Gianluca se animó a mirarla y le dedicó las palabras que había escrito para liberar lo que llevaba guardado desde la primera noche que habían discutido. Naomi le sonrió para darle la certeza de que nunca iba a dejar que se ahogara. Sostendría su mano siempre para salvarlo, no importaba si no se lo pedía. Ella velaría por su bienestar. Era su amigo y nunca iba a abandonar.
Los aplausos se escucharon con gran fuerza. A pesar de haber sido una canción muy agobiante, al público le había gustado el estilo.
Cuando Gianluca vio que había dejado conforme a las personas que lo habían ido a ver, sintió que dentro de su ser algo se movía con ganas de hacerlo llorar. Se encontraba muy sensible por lo que estaba viviendo en los últimos días. Sin embargo, hizo el esfuerzo para no demostrar debilidad delante de nadie y se preparó para escuchar la devolución del jurado.
—Gian, qué decirte. —Lisa fue la primera—. La verdad, me sorprendiste con la canción, y llegué a verte sumergido en el agua y perdiendo el conocimiento.
—Concuerdo con Lisa. Fue impresionante. —Marco no quería esperar a dar su respuesta—. A pesar de que tu rostro se mantuvo inerte, llegaste a convencerme con lo que cantabas. Ya quería saltar a salvarte —bromeó y robó un par de sonrisas al público.
—¿Naomi? —Isabella le pidió la palabra al ver que no hablaba.
—Lo siento, sigo aturdida —se disculpó—. También me gustó tu presentación, dejaste a la vista el mensaje de la canción. La desesperación y el ahogo se pudieron percibir. Ojalá en el futuro nos traigas canciones con un poco más de alegría, para no preocuparnos. —Dejó su mensaje entre líneas solo para Gianluca—. Mi nota de esta noche será un ocho, no porque no lo hayas hecho bien, sino porque sé que puedes hacer algo mucho mejor. ¡Tú puedes, Gianluca! —agregó levantando su puntaje para cerrar la devolución.
Isabella despidió a Gianluca con un abrazo; luego pasó a explicar la tabla de puntaje, en la que se dejó ver cómo había bajado un puesto. No era grave, pero tenía que hacer algo mucho mejor si quería recuperar su primer lugar. Naomi sabía de ese detalle cuando le colocó la nota, pero no quería ser injusta al darle un puntaje que estaba segura que podía mejorar si cambiaba su punto de vista sobre la vida y, para eso, esperaba que su canción surtiera efecto.
Antes de hacer el cierre, Isabella invitó a Naomi a que se acercara al centro del escenario para que realizara la presentación especial que había preparado para esa noche. Con pasos firmes Naomi lo hizo. Estaba lista para llevar a cabo su plan. Esperaba que Gianluca estuviera todavía en el edificio, sino todo quedaría en la nada.
—Hoy quiero dedicarles una canción a las personas que sienten que no pueden seguir adelante, porque los problemas vienen una y otra vez, sin darle un respiro. Sin embargo, tienen que saber que no se encuentran solos para poder afrontarlos. Siempre habrá alguien que les dará una mano sin importar en qué circunstancia se encuentren.
—¿Es una canción que te representa? —quiso saber Lisa.
—Se puede decir que sí. A pesar de lo difícil que fue mi infancia, pude encontrar una salida gracias a muchas personas que me ayudaron en todos los sentidos.
—Entonces, es hora de escucharte. —Marco le dedicó una sonrisa, ansioso por escucharla.
Naomi asintió y la melodía comenzó a sonar, y, cuando se escuchó su voz, la música se transformó en una energía mágica que avanzó hacia los rincones del estudio de televisión hasta alcanzar los pasillos que conectaban hacia los camerinos.
Amedida que cantaba, en su mente repasaba lo que había vivido. Desde la triste convivenciacon sus verdaderos padres hasta el día en que Elisa y Gioia le dieron la posibilidadde tener una vida tranquila, donde se sentía acompañada en todo momento, apesar de lo difícil que a veces era no saber de dónde venía y por qué le habíatocado pasar por situaciones tan complicadas. Pero el tiempo se había encargadode contestarle sus dudas y ahora creía en sus propios ideales y en que laspersonas no eran tan malas como parecían. Más bien estaban para enseñarle cómoera la vida. El mismo mensaje quería que llegara hasta Gianluca. Con amor yapoyo lograría darle el valor que necesitaba para enfrentar sus inseguridades
(canción para animar la escena)
Por más que en la vida haya dolor, siempre
habrá un regalo para ti.
El amor.
Hay personas que serán tus amigos,
y rezarán por tu bienestar.
No caigas, regresa y vive con toda tu fuerza.
Que la duda no te arrastre a la oscuridad.
Encuentra la luz que te guiará hacia las manos amigas
que tanto desean ayudar.
Las palabras continuaron su camino hasta que dieron con Gianluca. Cuando había escuchado que Naomi realizaría una presentación, quiso irse cuanto antes. Tenía miedo de que al oírla terminara por darse cuenta de lo mal que se había comportado. Sin embargo, no pudo escapar.
Ni bien la voz lo alcanzó, se quedó inmóvil. Prestaba mucha atención a lo que la letra decía y, sin aguantar más, la angustia que había en su corazón se desbordó en un mar de lágrimas, que lo ayudó a liberar la presión a la cual había sido sometido por parte de Antonello, también la frustración de no haber cumplido sus expectativas y la tristeza junto con el enojo de haber tomado la decisión de apartar a Naomi de su vida.
Secubrió el rostro con las manos para opacar el llanto desconsolado. Quienesestaban cerca quisieron ayudarlo al verlo tan mal, pero Gianluca se alejó.Necesitaba de la soledad para acomodar sus ideas y volver a empezar por enésimavez con su carrera. Había llegado la hora de no defraudar a nadie más, incluidoél mismo.
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