El programa inició con la presentación de Naomi como lo habían indicado. Después de pensar qué temas podría cantar en su regreso, terminó eligiendo tres canciones que pertenecían a la banda sonora del Circo Clown. Creía que era una buena manera de mantener presentes los recuerdos que tenía de su antiguo trabajo. La voz era clara y llena de energía, por lo que nadie creía que Naomi hubiera tenido problemas con sus cuerdas vocales. El talento se mantenía vivo en ella y las personas disfrutaron de un pequeño espectáculo. El Circo Clown poseía una banda musical muy hermosa, que mezclaba sonidos de diferentes estilos, pero siempre manteniendo la magia. Con los instrumentos utilizados, más la voz de Naomi, que variaba el tono según lo que tenía que interpretar, no había duda de que eran únicos con su trabajo.

Elian también lo disfrutó desde su lugar y recordó los buenos momentos vividos en el Circo. La voz de Naomi marcaba la pasión que le ponía al cantar, lo que le hizo sonreír pensando lo bueno que sería volver a trabajar juntos en una obra y sentir la emoción de volar entre los trapecios, acompañado por su querida musa.

Los aplausos vibrantes del público resonaron por todo el estudio, haciendo erizar la piel de Naomi, que con una reverencia agradeció el apoyo que le daban. Realmente estaba feliz de estar de vuelta y cumpliendo su mayor deseo.

Isabella se acercó para felicitarla y la motivó a que le dedicara unas palabras al público. Sin dudarlo, Naomi le expresó la alegría que sentía y prometió que pronto volvería a darles un concierto, pero con temas propios. La gente aplaudió con gritos de aliento, lo que provocó que Naomi se sonriera más que contenta mientras regresaba a su asiento junto a sus compañeros.

El primer participante estaba listo para presentar su tema e Isabella lo invitó a pasar. Después de la pequeña presentación de Dante, el jurado pasó a evaluarlo. A medida que los segundos pasaban, asentían por lo bien que se desenvolvía. Por eso, cuando terminó, se miraron con complicidad para ponerse de acuerdo con la nota que le colocarían. Con disimulo lograron concordar. Lisa le colocó un ocho, al igual que Naomi, mientras que Marco, un siete. Lo felicitaron por su trabajo y le marcaron los pequeños detalles para mejorar, pero siempre lo hacían incentivando a que fuera por más, ya que se notaba que su capacidad iba más allá de lo que había llegado a demostrar.

El turno de Amadeo fue el siguiente, pero no tuvo la suerte de su compañero. Los nervios lo traicionaron y terminó olvidándose de la letra, invadido por la vergüenza. Naomi se sintió mal por él, por lo que intentó llegar a un acuerdo con sus compañeros para darle la oportunidad de presentarse otra vez antes de que terminara el show. Sin embargo, no aceptaron. Si había fracasado, no quedaba otra que dejar su puntaje en cero.

Los comerciales llegaron y Lisa se levantó de su asiento. Después de la pequeña pausa, cantaría sus temas. Cuando lo hizo, sorprendió a sus seguidores, ya que había escogido tres canciones que fueron número uno en las listas musicales. Los fans la acompañaron cantando a la par con aplausos, y algunos se levantaron de sus asientos para bailar. Lisa, a diferencia de Naomi, había escogido temas más movidos que alegraron aún más la noche.

Mientras el público aplaudía, Lisa regresó a su asiento e Isabella se preparó para llamar a Gianluca. Había llegado su momento y, como era de esperarse, no ocultó su fanatismo, y el griterío de las chicas reinó en el lugar. No había duda de que era el más esperado de la noche.

—¡Cuánta emoción! —Isabella no dejaba de aplaudir a la par de las demás jóvenes—. ¡Estamos muy ansiosos por escucharte, Gian!

Con mucho carisma, caminó hasta el centro del escenario, siendo muy atento con la gente, y agradeció el apoyo que le daban con carteles, gritos y aplausos. Saludó cordialmente al jurado y dejó su mirada en Naomi. Esa noche tenía pensado dedicarle otro tema, pero no se lo diría hasta el final, para comprobar si realmente la letra era capaz de hacerla sentir identificada. Quería que entendiera por qué la había invitado a pasar una noche juntos luego del programa.

—Si estás preparado, adelante. —Lisa le dio el pase para que comenzara con su presentación.

Ni bien Gianluca asintió, la melodía se escuchó en el recinto. Era bastante animada y su sonrisa hizo que Naomi prestara mucha más atención. Algo le indicaba que sería bastante especial lo que escucharía.

Gianluca comenzó a cantar con una sonrisa pícara y le dedicó una mirada especial a Naomi. En el escenario se movía al son de la música, mostrando la alegría que le producía expresar su amor por su musa con cada una de las frases que había compuesto al pensar en ella. Se reconocía como un pecador, que no había sido muy bueno, y confesaba que había cometido ciertos errores, pero aun así admitía cuánto la amaba.

Naomi esquivaba la mirada. Hacía que veía a sus compañeros o la reacción del público, para no causar una imagen equivocada delante de las cámaras. Ella no tenía nada que ver con esa canción ni mucho menos quería escucharla. Se sentía bastante incómoda y angustiada por no poder corresponder a esa confesión.

Soy esclavo de tu corazón,

hoy quiero jurarte amor.

Me atas con cara mirada.

Por favor dime que me amas.

Te confieso que no soy un santo.

Cargo con muchos errores, pero

soy sincero cuando digo que te amo.

Por favor mírame a los ojos y dime

también que me amas.

(video para animar la escena) 

Gianluca estaba confiado que de esa manera lograría conquistarla, la cual no era una mala jugada. Ahora que podía andar con libertad y expresar sus sentimientos, sin importar lo que pensara Antonello, tenía pensado arriesgarse a tener el corazón de su musa fuera como fuera. Si los rumores se extendían, sería mucho mejor, ya que Naomi tendría que dar una respuesta y con ello se sabría la verdad que ocultaba.

Sin embargo, Naomi se quedó sin palabras cuando la canción terminó. A pesar de que Gianluca no había apartado en ningún momento su mirada de ella, no podía mirarlo a la cara. ¿Cómo se había atrevido a cantar ese tema? ¿Por qué había cambiado y ya no se cuidaba? ¿Acaso ya no le importaba verse envuelto en rumores? Naomi no podía entenderlo y no le gustaba esa actitud de casanova, menos al saber que pasaría tiempo a solas con él después del programa. Esperaba no verse atrapada en sus juegos seductores, porque no tendría escapatoria.

—¿Quién será el primero en evaluarlo? —Isabella puso su vista en Naomi. Claramente se había dado cuenta del mensaje de Gianluca.

—Yo lo haré. —Marco levantó la mano—. Para ser sincero, me gustó mucho lo que has hecho. No tengo correcciones para hacerte. Solo demostrarte que quedé satisfecho con la nueva propuesta que nos trajiste. Una canción más movida, que la hace divertida y le da un toque de picardía. Te aplaudo, Gianluca, y te dejo un nueve. —Mostró la calificación con una sonrisa.

Luego Lisa pasó a calificarlo. También compartía la misma respuesta de Marco, solo que le colocaba un ocho porque creía que faltaba un poco más de expresión al cantar un tema movido. Según ella, tenía que manejar mucho mejor sus movimientos y con eso seguro la próxima presentación sería un lujo.

—Naomi, ¿qué piensas? —Isabella la invitó a responder, ya que se mantenía callada.

—Estuviste muy bien a pesar de haber cambiado el género musical al cual nos tenías acostumbrado. —Bajó su mirada cuando sintió que Gianluca posaba sus ojos sobre ella, ansioso por saber cuál sería su respuesta—. Mezclar palabras de amor confesando los errores cometidos mientras pides perdón ha sido una buena combinación, y más al darle un tono tan animado a la canción. Casi siempre los reproches son cantados con dolor, más que con diversión. —Sus compañeros asentían a lo que decía—. Solo hay algo para destacar. —Hizo una pausa para buscar las palabras adecuadas para ubicarlo—. La próxima vez, cuando cantes, será mejor que mires a tu alrededor y no te mantengas fijo en una persona. La música se dedica a todos los que estamos presentes. No hay que tener favoritismo por alguien. El público entero tiene que disfrutar de la canción, ¿no te parece?

—¿Has visto a dónde iba su mirada? —Isabella dejaría que ella lo dijera.

—Claro, pero él también lo sabe, así que no hace falta señalar a nadie. —Se sonrió para dejar en claro que no diría nada más.

—Entonces ¿cuál es tu calificación para esta noche?

—Esta vez mi nota baja a un siete. Lo siento. —Pidió disculpas para no sonar tan cruel.

Cuando Naomi alzó el cartel, Gianluca se quedó helado, sintiendo como su corazón se rompía al descubrir la reacción que la canción tuvo en ella. No había pensado que se lo tomaría a mal. Había creído que era un buen regalo para demostrarle que su amor seguía firme y nada ni nadie lo iba hacer cambiar de opinión. Fue a reprocharle, pero su boca quedó abierta a medias. No era el momento de salir a defenderse, lo mejor era aparentar calma. Ya tendría tiempo para hablar.

—Gracias a todos por su devolución —dijo de manera simpática y se retiró del escenario junto a los aplausos, que no cesaban.

El público había quedado encantado con su trabajo, pero él no lo notó. Pensaba que, cuando estuviera a solas con Naomi, le pediría una buena explicación por el rechazo que había recibido.

En pocos minutos Naomi se cambió y, antes de irse con Gianluca, se cruzó con Elian para despedirse y aclararle que volvería temprano, por lo que no debía quedarse despierto esperándola como la vez anterior. Era mejor que descansara. Luego continuó su camino hasta donde Gianluca la estaba esperando, sentado dentro de su auto. Se encontraba sumido en sus pensamientos cuando sintió que Naomi abría la puerta. Le sonrió y trató de cambiar su semblante, sin embargo, no fue tan listo. Naomi se percató que la energía que lo rodeaba no era buena.

—¿Estás enojado? —preguntó para asegurarse que no estaba equivocada.

—No hablemos del programa. Mejor disfrutemos de la noche. —La miró aflojando su mirada tensa.

—Entonces es un sí. —Se puso a mirar por la ventanilla. Había comenzado a llover de manera torrencial, acompañado de relámpagos que iluminaban el oscuro cielo—. No creí que lloviera —comentó mientras veía cómo el agua caía igual que una cascada sobre el parabrisas del auto, lo que complicaba la visión.

—Así son las tormentas. Se arman en pocos minutos y descargan su furia —respondió manteniendo la vista hacia adelante—. Pero ¿no te parece que este clima hace el encuentro mucho más acogedor? —Intentó ser carismático.

—Podría ser... —respondió con un nudo en el estómago.

—Me parece que lo vamos a tener que comprobar para que suenes más segura la próxima vez —dijo sin mirarla y guardó silencio en todo el viaje al igual que Naomi.

Entre la lluvia y el mal humor de Gianluca, Naomi esperaba que la noche no fuera tan mala para poder arreglar la diferencia que todavía existía entre ellos. Pero, para que ocurriera, y soportarlo, por más dolorosa que fuera la verdad. Ella quería su bienestar, pero también deseaba ser feliz, sin tener que vivir con la preocupación de lo que pasaría.

Cuando bajaron del auto, corrieron hasta la entrada del edificio. Tomaron el ascensor y en pocos segundos llegaron al departamento.

—Ponte cómoda. En poco cenamos. —Gianluca habló mientras iba a la habitación a cambiarse por algo mucho más cómodo.

Naomi dejó su bolso sobre el sillón y se sentó a esperar, mientras prestaba atención a lo que había a su alrededor. Esta vez el departamento estaba invadido de hojas blancas y partituras, lo que indicaba que Gianluca se encontraba en una etapa de pura creación musical y utilizaba todo el espacio de su casa para crear. Seguramente aprovechaba cada momento libre que tenía.

Justo a su lado había una letra de una canción. La tomó para conocer un poco más sobre qué era lo que Gianluca estaba preparando. Pero un vacío se hizo sentir en su estómago cuando leyó lo que estaba escrito.

"Título: Música".

"Dedicado a Naomi, mi encantadora musa y ¿mi amor imposible?".