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|Capítulo 32-Final|



Esa mañana el clima estaba frio y las nubes en el cielo no daban paso a que los rayos del sol iluminaran las calles de Oxford. Era como si la ciudad supiera lo que estaban sintiendo algunos de sus alumnos de la Universidad. El clima se acompasaba al sentimiento de pena y perdida (sobre todo de perdida) de Steven McFadden.

Y es que el día de despedir a su amigo había llegado y si lo pensaba en ese momento, era muy poco probable que se volvieran a ver. Así como Ivanov había hecho amigos desde su llegada a Oxford, podía volver hacerlo en Rusia.

Eso era lo que más atormentaba a Steven, sentir que su amigo lo olvidaría por completo, como lo olvido quien creía que estaría toda su vida a su lado apoyándolo, su madre.

Steven no dejó de observar su taza de café que tenía entre sus manos, no quería levantar su mirada y pegarse de bruces contra la muralla de realidad, quería evitar lo más posible el momento de despedida.

—¿Steven? —La voz de Ivanov lo hizo volver a la realidad que odiaba. El rubio levantó su mirada y lo observó en silencio. —¿podrías alcanzarme aquella playera?

—Claro. —murmuró a la vez que se la entregaba. Ivanov le regaló una pequeña sonrisa.

Tanto Steven como Ivanov, no estaban de ánimos para desayunar en el comedor, por lo cual, Adam fue el encargado de llevarles el desayuno a la habitación de William y acompañarlo a empacar.

Steven se mantuvo sentado en el suelo, observando cada movimiento de su amigo, quien seguía empacando en completo silencio. Ni él, ni Adam sabían que decir, la situación era completamente nueva para todos ellos, además que Ivanov, odiaba las despedidas.

—¿Tienes todo listo? —preguntó Adam a la vez que se ponía de pie y se acercaba a Ivanov, quien solo asentía sin querer mirarlo.

—Will... —murmuró Adam apretando uno de sus hombros a la vez que Ivanov reía débilmente por aquel apodo.

—Nunca me habías llamado Will... —murmuró con su mirada cristalizada.

McFadden arrugó el ceño dándole un ultimo sorbo a su café, para luego ponerse de pie y dejar aquel vaso, sobre uno de los muebles más cercanos. Se mantuvo con su mirada fija en el suelo y a pesar de eso, sentía las miradas de sus amigos sobre él. Apretó los puños, a la vez que la rabia contra Ivanov comenzaba a crecer en él.

—Si tan solo me hubieras oído Ivanov... —comenzó a decir Steven. —tu te buscaste esto ¡maldito idiota! —espetó observándolo con rencor. —¿en que mierda pensabas? Si es que pensaste...

—Steven, no lo trates así. —dijo Adam acercándose a su amigo con mirada asombrada.

—Déjalo Byrne....Deja que McFadden se desahogue. —habló con tono apacible cruzándose de brazos, aunque las lagrimas seguían amenazando con salir. —¡Vamos McFadden, sigue desahogándote! —exclamó acercándose a él de forma amenazadora.

—¡Te dije que no siguieras las ventas, que desvíes la atención! —exclamó con mirada fría —¡era un plan perfecto!

—¡Lo sé McFadden, pero si tan solo pudieras comprenderlo! —exclamó acercándose a su amigo. —debía de generar dinero de alguna forma...

—Ivanov, tú no tienes necesidad de hacerlo, tus padres...

—¡Ese es el punto McFadden! —suspiró frustrado. —Si conocieran a mi familia... —arrugó el ceño. —¡Solo quería desligarme de ellos! —exclamó. —aun...Aun deseo desligarme de ellos.

—¡Aun así fuiste un maldito idiota que solo pensó en sí mismo! —exclamó apuntando con su dedo en el pecho de su amigo.

—¿En quién más querías que pensara? —preguntó apartando de forma brusca el dedo índice de su amigo

—Chicos por favor...—dijo Adam, quien a esas alturas analizaba a quién apartar primero del otro. —No es bueno que discutan en este momento...

—¡En tus amigos! —respondió con los dientes apretados, ignorando (al igual que Ivanov) a Adam. —¡En mi Ivanov! ¿No te das cuenta?! ESTOY QUEDANDO SOLO. ADAM TIENE SU VIDA, TU TE IRAS Y YO...—soltó un grito de frustración. Giró dándole la espalda a sus amigos, mientras su respiración comenzaba a ser irregular.

—Estarás con Samantha, Steven. No quedarás sólo—respondió Ivanov con tono algo calmado, dándose cuenta de lo que comenzaba a sentir su amigo. —De verdad lo siento, McFadden. Pero debes darte cuenta de que las cosas cambian, la vida misma cambia y...

Pero Steven ya no oía y solo reaccionó a girarse y golpear en pleno rostro a su amigo. Se abalanzó sobre él cayendo al suelo, olvidando por completo su pierna que aún estaba en tratamiento. Sólo pensaba en seguir golpeando a Ivanov y no dejarlo que se defendiera, aunque a esas alturas, Ivanov también lo golpeaba con todas sus fuerzas.

Steven sintió como lo apartaban de William, aunque de igual forma seguía dando puñetazos y patadas al aire. Quería que lo soltaran, deseaba seguir agrediendo a uno de sus amigos por haber dejado que todo eso sucediera, haciéndolo sentir vulnerable.

—¡Cálmate McFadden! —exclamó Adam aun reteniéndolo de la cintura. —No dejes que el pasado te afecte de esta manera —murmuró en su oído, provocando que Steven comenzara a bajar la intensidad de sus movimientos. —Has demostrado que tienes un presente mucho mejor que el de nosotros, y un futuro brillante. Solo sigue esa pequeña luz en la oscuridad...

Ivanov permaneció en el suelo, sentado tocándose el labio inferior que seguía sangrando, pero manteniendo su mirada en Steven, quien también lo observaba. El joven de ascendencia rusa se puso de pie haciendo algunas muecas producto del dolor que sentía en los lugares en donde el rubio lo había golpeado.

—Hazle caso a Byrne. —comenzó a decir Ivanov. —concéntrate en lo que quieres lograr, McFadden. —se acercó un poco a Steven, a la vez que Adam soltaba al rubio de forma lenta, temiendo que volviera a lanzarse cuan lobo hambriento sobre su presa. —Sigue con tu investigación, pero por sobre todo, conviértete en el mejor cardiólogo que la Universidad de Oxford haya graduado en toda su historia.

—¿Por qué dices eso? —preguntó Steven alzando una ceja, mientras lo observaba de forma suspicaz.

—¡¿Bromeas?! —exclamó con una sonrisa, apoyando ambas manos sobre los hombros de Steven. —Quiero pavonearme diciendo: "estudió conmigo, es mi amigo" "Lo conozco, es el mejor cardiólogo de todo Londres". Eso atrae a las chicas. —aclaró.

—Están locos los dos, ¿lo sabían? —Dijo Adam soltando un suspiro y dejándose caer en la cama de su amigo. —¡completamente locos!

—Aun así, sigues siendo nuestro amigo. —respondió Ivanov sonriendo con suficiencia.

—Tus mejores amigos. —aclaró Steven.

(...)

El trayecto lo conocían demasiado bien, cinco años caminando por aquellos corredores mientras charlaban, reían y hasta lloraron algunas veces. Steven nunca antes había sentido la necesidad de aprovechar cada segundo de su vida, hasta ese momento en particular. El silencio entre ellos hubiera sido mayor, de no ser por el ruido de las ruedas de la maleta de Ivanov, lo que hacían que el momento fuera algo tortuoso.

A pesar de que el clima estuviera frio, y nublado, Steven McFadden no se quitó los lentes de sol oscuro. No deseaba que lo observaran directamente a los ojos, sentía que, si lo hacían, en cualquier momento se quebraría, y eso, no se lo permitía así mismo, aunque el momento fuera valido para hacerlo, no lo haría; él no era débil.

Poco antes de llegar a la salida del college, Ivanov se detuvo. Dejó sus bolsos y maletas a su lado y giró para observarlos.

—Saben que no me gustan las despedidas así que, lo mejor es hacerlo a mi manera. —dijo con una pequeña sonrisa. — ¡Nos vemos, idiotas! —exclamo levantando los dedos anulares en dirección a Adam y Steven quienes rieron.

—Pero que forma de despedirse... —dijo Markus quien caminaba hacia ellos, siendo observando por los tres amigos. Phelps no llegaba solo, a su lado lo hacía Samantha y algo más alejada, Rose.

—No me gustan las despedidas, Phelps. —respondió arrugando el ceño.

—Lastima, Ivanov. —dijo para luego abrazarlo. —Lamento no haber podido ayudarte. —murmuró en su oído, a la vez que palmeaba la espalda del castaño. —Que tengas buen viaje.

—Gracias Phelps. — musitó deshaciendo el abrazo.

Samantha le dio un pequeño codazo a Steven quien la observó alzando una ceja. Ella le entrego una pequeña bolsa de regalo.

—Entrégaselo a Ivanov, Steven. Es una fotografía de ustedes tres.

—Pero ¿Cómo...

—Rosie me acompaño a un local en donde imprimen fotografías digitales. — respondió encogiéndose de hombros. — solo ve a dárselo. — agregó para luego besarle la mejilla.

Steven asintió y se dirigió a su amigo tendiéndole el obsequió. William lo observó con curiosidad para luego aceptarlo y abrirlo. En ese momento Steven pudo ver la fotografía, era una de las tantas tomadas por Samantha el día anterior.

—Gracias. —Dijo Ivanov con una sonrisa.

—Agradécelo a Samantha, ella fue la de la idea. —respondió Steven con una media sonrisa.

—Claro... —rió. Observó hacia la pelinegra quien le sonreía y le hizo señas con la mano para que se acercara. Samantha caminó hasta ellos, mientras que Steven lo observaba de una forma no muy buena. —Tranquilo McFadden, no tengo ningún tipo de interés en tu novia.

—¿Sucede algo? —preguntó Samantha al llegar hasta donde se encontraban.

—Quería agradecerte por la fotografía—comenzó a decir Ivanov. —es un gran detalle. Gracias.

—No tienes que agradecer, Ivanov. —respondió.

William observó a Steven quien se encontraba junto a ellos observando la situación atentamente. Ivanov quien se percató de su semblante, le murmuró: «permiso...». Abrazó a la pelinegra, a la vez que le volvía agradecer el regalo y ella solo asentía.

—Cuida a Steven, Samantha—comenzó a murmurarle en el oído, mientras seguía abrazándola—Se que su carácter es fuerte uff...demasiado fuerte, pero aquello es solo una coraza. Steven es muy vulnerable, es como un niño sin protección. Prométeme, Samantha, que estarás con él apoyándolo.

—Claro. —respondió deshaciendo el abrazo y observándolo. —te lo prometo.

—¿Prometer que? —inquirió Steven quien se encontraba observándolos de brazos cruzados.

—Que seguiré apoyándote—respondió ella observándolo con una sonrisa. —Y que seguiré junto a ti. —Steven sonrío ante aquellas palabras, se acercó a ella tomándola de la cintura y atrayéndola a él, para besarla.

—Ivanov, ya es hora. —dijo Adam al ver que un automóvil negro con ventanas del mismo tono se estacionaba en las afueras del college.

William suspiró y bajó su cabeza con resignación al ver el automóvil. Volvió su mirada a sus amigos quienes lo observaban con una pequeña sonrisa.

Steven quien tenía tomada de la mano a Samantha, la apartó de ella y la estiró en dirección de su amigo.

—Que tengas buen viaje, amigo. Y... —comenzó a balbucear e indicar el rostro de Ivanov. —hum...

—No te preocupes, Steven. — respondió sin dejar que terminara la frase. Sabía que Steven no le iba bien con las disculpas, más bien nunca lo hacía. —También tendrás un recuerdo en....algún lugar de tu cuerpo.

—¿Qué? —preguntó sorprendido Markus, a la vez que Adam reía junto a los demás, incluida Samantha.

—Eso no sonó muy bien... —arrugó el ceño Ivanov. —Lo siento no quise...

—¡Solo vete William Ivanov! —exclamó Steven. —Pero no olvides a tus amigos —agregó apuntándolo con su dedo índice en señal de advertencia.

—Para nada. —dijo sonriendo a la vez que las lágrimas comenzaban a salir. —Nos volveremos a ver, Steven McFadden. De eso estoy seguro.

William se despidió moviendo su mano y observando a cada uno por última vez, mientras los demás le devolvían la mirada con una sonrisa pequeña. Ivanov subió al automóvil mientras un hombre de traje negro subía su equipaje.

Steven sintió como una etapa de su vida se iba con Ivanov, la etapa en donde nada se tomaba completamente en serio, en donde creía que la vida seguiría de la misma forma que llevaba siendo desde que conoció a Adam y William, pero como le había dicho su amigo, la vida cambia.

Steven McFadden sintió la mano de Samantha acariciarle el brazo, a la vez que Adam le apretaba el hombro de forma cariñosa. William tenía razón, la vida cambia, pero en circunstancias, porque, puede seguir de igual forma con las personas más importantes que son parte de ella. Un amigo incondicional y una persona que amas como si fuera tu propia droga. Para él, el amor es una droga.









Nota de autora:

Hemos llegado al final de la historia...¿Qué les pareció? , ¿se esperaban este final? personalmente desde que nació el personaje de Ivanov, esto iba a suceder. Así que, esperemos que la palabras de Will se cumplan y puedan volverse a ver junto a Steven y Adam. Pero aun nos queda el epilogo...

Caro.

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