Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

|Capítulo 20|



Las clases habían dado comienzo y como siempre el primer día comenzaron a ser bombardeados con fechas de exámenes y entregas de trabajos. Todos estaban ansiosos por las fechas estipuladas, sobre todo los de quinto año como Steven, ya que debían de elegir la especialidad. Steven junto a Adam e Ivanov ya lo tenían claro desde hace mucho; él seguiría cardiología, mientras que Adam neurología y luego cirugía; la decisión de Byrne de último momento había sorprendido a todos. E Ivanov estaba completamente decidido a seguir psiquiatría.

La primera clase de la mañana había sido una de las más extenuantes para McFadden y es que el señor Akinnon comenzaba a exigirles mucho más que años anteriores, dándoles muchas lecturas obligatorias y complementarias para la asignatura, además de que la clase había sido extensa y demasiado densa en el ámbito académico.

Luego tenían una clase de casos integradores, donde debían hablar de un paciente y analizar sus antecedentes médicos, una vez comenzando su residencia en el hospital John Radcliffe.

Y por último estaban las practicas de rugby que le quitaban la mayor parte de su tiempo de estudio y descanso. A pesar de que las clases recién daba comienzo, Steven ya presentía que ese año sería el más estresante de su vida.

Steven suspiró a la vez que ponía sus lentes de sol y se sentaba en la butaca cercana a un árbol dejando su mochila a un costado. Observó su teléfono móvil y arrugo el ceño.

—¿Sucede algo, McFadden?—preguntó Ivanov acercándose a Steven, tendiéndole el café que le había pedido.

—No—negó a la vez que aceptaba el café—Gracias.

—McFadden, ahora que tenemos un tiempo libre y...—visualizó a su alrededor cerciorándose de que no hubiera nadie cerca de ellos— estamos solos, quería comentarte algo.

El rubio lo observó expectante, desde el mensaje que le había enviado hasta ese momento sus actitudes no eran propias de Ivanov. Estaba un poco mas retraído y analítico con todo lo que oía y observaba.

—Supongo que es sobre el mensaje que me enviste—dijo para luego beber de su café.

—Si, así es— asintió sentándose junto a él y soltando un suspiro para luego observarlo—Saben que se está comercializando anfetaminas—soltó rápidamente.

—Te refieres a ¿Los administrativos?

—Mas bien al rector—arrugó el ceño y fijó su mirada al frente, observando el césped y la gran extensión del terreno que tenían frente a ellos—No tengo idea como lo supieron, pero por lo mismo debemos ser mucho más cuidadosos que antes.

Steven permaneció en silencio analizando lo que su amigo le estaba comentando. Los dos tenían claro que aquello en cualquier momento sucedería, aun así, tenían la vaga esperanza de que no siguieran con alguna investigación.

—He oído que Filan las vende también—arrugó el ceño a la vez que una idea comenzaba a surgir en su mente— espera un momento—dijo observando a su amigo—dijiste que supieron que se estaba comercializando anfetaminas—Ivanov asintió sin comprender—Solo debemos desviar la atención hacia Filan.

—¿Qué?—inquirió sorprendido—¿Culpar a Filan?

—Ahora si quieres ser expulsado, ve y diles que tu eres uno de los vendedores.—respondió con ironía.

—¡No haré eso!, solo que... ¿Cómo desviar la atención?

—Bueno...—bebió de su café e Ivanov lo imitó—Tendrías que bajar tus ventas, prácticamente a cero y digo prácticamente por que necesito de tus anfetaminas, Ivanov, solo en ti confío.

—Si no te preocupes. Las tendrás McFadden ¿ Y luego?

—Bueno, hacer tu vida estudiantil lo más normal posible, y solo dejar que Filan siga con sus ventas—sonrió.

—En verdad no se que haría sin ti McFadden. Eres un puto genio.

—Estarías muerto, Ivanov. —respondió con una sonrisa.

El silencio llegó a ellos provocando una atmosfera de plena tranquilidad especialmente para Ivanov que dejó que su espalda se recostara levemente en el respaldo de la banca, mientras que Steven, seguía con sus lentes de sol observado en algún punto del lugar, con una de sus piernas sobre la otra. A pesar de que su postura demostraba estar relajado, él se sentía ansioso.

Steven volvió a sacar su teléfono móvil y observó la hora. Al ver que ya habían transcurrido diez minutos y aun no llegaba, lo ponía ansioso y exaltado.

Hasta que sintió las risas de un pequeño grupo dirigiéndose a ellos. Steven al verlos, enderezo su postura a la vez que su mandíbula se tensaba y su semblante cambiaba a uno de total seriedad. Ivanov por su parte observó con preocupación a Steven y luego al grupo, en ese momento comprendió por que su amigo observaba cada vez su teléfono móvil.

El pequeño grupo que caminaba y reía hacia ellos, eran compañeros de Samantha que venían junto a ella riendo y hablando, pero lo que más molestaba a Steven era que alguien la abrazaba por los hombros. Nunca lo había visto, y por lo que podía analizar, era extranjero por el acento que tenía al hablar. Steven siguió observando a escena atentamente, como cual león preparándose para cazar su presa.

—¿En serio sucedió eso?—preguntó ella al extranjero que sonreía ampliamente, a la vez que asentía—vaya..

Samantha desvío su mirada y la fijó e Steven quién los observaba estático en su lugar. Se acercó a él para besarlo pero el rubio apartó su rostro de ella.

—¿Qué sucede?

—Esa pregunta debería hacerla yo, Smith. ¿Qué sucede?

—Steven...—musito ella, a la vez que él quitaba sus lentes de sol y dejaba ver su mirada que transmitía enfado.

—Tú debes ser Steven—el rubio observó al chico que hasta un momento atrás, tenía abrazada de los hombros a su novia—Samantha me ha hablado mucho de ti. Mi nombre es Andrés.—dijo extendiendo su mano para saludarlo, sin ser correspondido por Steven.

El rubio solo permaneció inmóvil en su lugar sin dejar de observarlo, provocando que la tensión en el ambiente aumentara cada vez más. Ivanov observaba con preocupación a Steven y lo mismo hacia Samantha, solo que la pelinegra comenzaba a inquietarse de sobremanera.

Steven se levantó de su lugar de forma imponente, provocando que el nuevo compañero de clases de su novia, diera un paso atrás. Steven era mas alto y corpulento que el chico.

—Steven McFadden—dijo apretando la mano del chico con mucha más fuerza de la acostumbrada—Novio de Samantha—sonrió con ironía.

—Lo sé—Respondió soltando la mano, a la vez que movía sus dedos.

—Me alegro oír eso.—Agregó tomando su mochila.

Steven se abrió paso entre los amigos de Samantha y se alejó de ellos seguido de Ivanov. Caminaron en completo silencio hacia la próxima clase, Steven sentía la mirada de preocupación de su amigo, pero no le daría rn el gusto de hablar.

—Steven—Exclamó Samantha quien venía tras ellos, solo Ivanov dejo de caminar, a excepción del rubio—¡Steven!—chillo ella provocando que él se detuviera y quedase de espaldas.

—¿Ahora recuerdas que tienes novio?—espetó bajo la atenta mirada de Ivanov

—Nunca lo he olvidado—respondió acercándose a él.—Por lo mismo, necesito saber el porqué de tus actitudes, McFadden.

—Mi actitud sigue siendo la misma desde que me conociste—respondió girándose a ella.

Los ojos azules de él seguían transmitiendo ese frío intenso que recordaban a los mas grandes iceberg. Steven comenzó apretar sus puños con mucha mas fuerza, se acercó a ella, provocando que lo observara con extrañeza.

—En la tarde hablaremos, Steven.

—Tengo práctica de rugby—respondió de forma fría.

—Te esperaré en las gradas—se encogió de hombros.

—Es una práctica privada—sonrió de lado, cruzándose de brazos.

Ivanov quién permanecía en ese lugar en completo silencio, observando la discusión de su amigo, se acercó a ellos y sin comprender lo que había dicho su amigo, agregó.

—Pero... Las prácticas nunca han sido privadas, McFadden.

Steven giró su rostro hacía él y lo observó de tal forma que Ivanov le devolvió una mirada que transmitía temor, tanto así que dio un paso atrás.

Samantha solo reprimió la risa y disimulo rápidamente en cuánto Steven volvió su mirada a ella.

—Esta práctica es privada—repitió con tono firme.

—Claro—asintió ella con tranquilidad—Después de la cena, hablaremos.

Steven se alejó de Samantha junto a Ivanov, caminaron en silencio de forma rápida, ya que la siguiente clase estaba pronto a comenzar. Cruzaron los jardines a la vez que saludaban a algunos conocidos en el camino. Al llegar al corredor y detenerse frente a la puerta de la de clases, Steven observó a su amigo.

—Ivanov, cuando te pida tu opinión, me la das—dijo seriamente antes de tomar el picaporte y abrir la puerta del aula.

—Lo siento—musitó él siguiendo a Steven.

Entraron al aula y observaron que la clase ya había comenzado, dirigiéndose en completo silencio a la fila del medio en donde ya se estaba sentando Adam, quién los observó expectante ante una explicación por el retraso.

—Luego te cuento—murmuró Steven sentándose a un lado de Byrne mientras Ivanov lo hacía al otro.

—Entonces...Según los resultados que vemos aquí—dijo el profesor observando a la clase—, ¿Podrían decirme cual es el diagnóstico mas probable?

Nadie de la clase habló, Steven pudo percatarse que todos estaban algo confundidos sin saber que responder. Observó a Adam quién movió los labios diciendo «Caso clínico», provocando que el rubio asintiera al haber comprendido.

—¿Nadie?—inquirió con tono de fingida sorpresa, a la vez que caminaba a paso lento a un lado de la sala—¿Qué me dice usted, señor McFadden? —preguntó fijando su mirada al rubio y agregó—Si llega tarde a la clase, quiere decir que ya maneja algo del tema.

Steven sostuvo su mirada en el profesor sin decir palabra alguna para luego desviar su mirada a los apuntes de Adam, mientras que el señor Holmes se dirigía a su escritorio resignándose a que nadie sabía la respuesta.

—El diagnóstico sería: Anemia hemolítica por anticuerpos fríos. —respondió con seguridad, para luego agregar—Basándome en las notas que tomó mi compañero acerca del caso clínico del paciente.

El profesor lo observó de forma seria para luego asentir.

—Respuesta correcta, señor McFadden. —dijo a la vez que Steven sonreía con suficiencia. —Y felicite a su compañero por tomar tan buenas notas — sonrió — Pero no por eso volveré a permitirle la entrada si vuelve a llegar tarde. —agregó observándolo para luego dirigirse a la clase —Como dice el señor McFadden...

—Solo tú puedes dejar callado a un profesor, Steven —murmuró Adam —Cuando grande quiero ser como tú —agregó con una sonrisa.

—Deja de hablar tonterías, Adam. Ahora presta atención para que la próxima vez, seas tú el que de la respuesta. —respondió mientras sacaba su cuaderno, lápiz y volvía su mirada en la de su amigo.

—Si está bien —asintió —luego me dirás el por qué llegaron tarde. —acotó observando a Steven y luego a William quien le devolvió una mirada seria.

—Solo diré que McFadden está celoso —soltó de forma inesperada Ivanov.

—Y yo...Que si no fuera por mí, Ivanov estaría muerto. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro