|Capítulo 18|
El día en que debían volver a Oxford había llegado. Steven observó por última vez su habitación cerciorándose de que nada se le quedara. Tomó su mochila y maleta y bajó por las escaleras. Su padre se encontraba en la sala principal, ya listo y con las llaves del automóvil en sus manos, esperándolo.
-¿Todo listo?-preguntó el señor McFadden a lo cual Steven asintió-bien, dame eso, te ayudaré-tomó la maleta de su hijo y salió de la casa dirigiéndose a su automóvil, seguido de Steven quién cerró la puerta tras de sí.
Desde que habían tenido la pequeña discusión el día anterior, la relación entre padre e hijo comenzó a tener cambios. Sobre todo, de parte de Louis McFadden, quién sabía y se daba cuenta de su falta de apoyo con su hijo, pero que aun así le era difícil de remediar.
Una vez que subieron al automóvil y comenzaron su marcha, Steven solo se limitó a estar en completo silencio. Mantuvo su mirada fija a la ventana, observando las calles de Londres que tan bien conocía pero que poco le atraían. Lo único en lo que pensaba en ese momento, era en llegar a la estación Victoria y estar con Samantha y Adam.
-¿Todo bien?-inquirió el señor McFadden observándolo por algunos segundos y volver su vista al frente.-Estas muy callado.
-Siempre he sido así.-respondió aun con su mirada fija en las calles-No tengo nada que acotar.
-Solo quiero saber cómo estas...
-El que me preguntes cada vez lo mismo, no quiere decir que yo te responda-fijo su mirada en su padre y frunció el ceño- No es mi problema que tengas remordimiento, papá. No me uses de excusa para remediarlo.
-Solo intento mejorar, Steven-respondió con su mirada fija en el volante-Solo....
-No digas más-dijo volviendo su mirada al frente.
El silencio volvió a llenar la pequeña atmosfera de padre e hijo. Los dos se sumieron en sus pensamientos y en sus propias reflexiones de la situación. Steven no entendía por qué su padre se empecinaba en «arreglar» la relación, si al fin y al cabo, para él ya era demasiado tarde. Hace bastante tiempo que era mayor de edad, un adulto por lo cual, ya no había ni habría una relación normal entre ellos.
Steven hurgo entre sus bolsillos y sacó su teléfono móvil. Observó la hora y sonrió para si mismo. Estaba bien en el tiempo, su tren a Oxford saldría en una hora mas y estaban a diez minutos de la estación Victoria, en donde partiría su tren hacia Oxford. Poco a poco, comenzaba a visualizar a variadas personas con equipaje, quienes caminaban en dirección a la estación y algunas, saliendo de ellas. El menor de los McFadden se acomodó en su asiento, guardando su teléfono en el bolsillo de su chaqueta y quitándose el cinturón de seguridad, mucho antes de que su padre pudiera encontrar lugar donde dejar el automóvil.
-No te preocupes, puedo bajar aquí.-Dijo Steven al ver que no había lugar donde estacionar-De seguro Adam ya esta en la estación.
-No, solo dame unos minutos...
-Bajaré aquí-interrumpió con una media sonrisa. Louis lo observó de forma seria, para luego soltar un prolongado suspiro y asentir con resignación.
-Nos estaremos viendo en las fiestas de fin de año, ¿No?
-Tal vez...-respondió para luego bajar del automóvil a la vez que su padre abria el pick up para que Steven pudiera sacar su equipaje.
El rubio se acercó a la puerta del conductor y se despidió de su padre, quien lo abrazó de forma inesperada, pero siendo correspondido por él de forma distante. Se alejó con paso rápido, bajo por las escaleras mecánicas y al llegar tomó un carrito en donde dejo su equipaje y mochila, para comenzar a dirigirse al andén número 5, según lo que salía en los paneles informativos de su tren.
Caminó observando a todos lados, buscando a Adam pero no lo encontraba. Arrugó el ceño momento en el cual se detuvo y sacó su teléfono celular para comenzar a escribir un mensaje de texto.
-Buscas a alguien, ¿McFadden?
Steven se giró y observó a Adam quién le devolvía la mirada con una sonrisa burlona. Steven abrazó a su amigo para luego enarcar una ceja.
-Creí que llegarías antes.
-Lo hice-asintió Byrne-es solo que fui a comprar galletas, ¿Quieres?-le ofreció a lo que Steven desistió y Adam se encogió de hombros-Mas para mí.
-¿Qué tal Andrea?, ayer no terminamos la conversación-dijo mientras comenzaban a caminar hasta su anden.
Adam al oír aquello sonrió y asintió algo avergonzado. El día anterior habían estado hablando de variados temas y entre ellos, sobre las relaciones de pareja. Nunca habían hablado acerca de ello de forma sería y Steven aquello le pareció extraño, mas aun cuando fue su amigo quién lo propuso. Adam llevaba casi dos años de relación con la chica de Cambridge, aquello por que al principio ella solo quería como amigo y a pesar de que Steven le había dicho que saliera rápidamente de la «zona de amigos», Byrne no lo hizo y solo respetó la decisión de Andrea dándole así el tiempo suficiente a ella y a él mismo para conocerse y conquistarla. Por que Adam, tenía sentimientos hacia ella, sentimientos que nunca antes había experimentado con nadie y que no dejo pasar. Al cabo de dos años siendo amigos y conociendo cada detalle positivo o negativo, comenzaron una relación que a Byrne lo tenía completamente feliz y pleno; provocando que Steven se sintiera feliz por él.
En esos momentos Steven sintió que Adam tenía algo que decirle y que, si no lo hacía, explotaría en cualquier momento. McFadden lo observó con las cejas alzadas esperando una respuesta, pero su amigo solo se tomaba la nuca de forma nerviosa, desviando por un momento su mirada de la de Steven, fijándola en sus pies a la vez que movía uno de ellos, soltando un largo suspiro.
-Andrea esta...-murmuró pero Steven no lo escucho, ya que en ese preciso momento arribaba un tren provocando que todo ruido de la estación, quedara opacada por el ferrocarril.
-¿Qué?-inquirió alzando una ceja sin comprender.
-¡Andrea esta embarazada!-exclamó provocando que las personas que se encontraban cerca de ellos los observaran de forma extraña.-Andrea esta embarazada.-repitió avergonzado.
Steven lo observó incrédulo, no se esperaba aquella confesión por parte de su amigo. Lo observó sin poder decir algo, porque ¿Qué se decía en aquella situación? ¿Lo siento?, ¿Te felicito?. Mcfadden arrugó el ceño sin saber que hacer o decir.
-¿No dirás nada?, Steven pensé que...
-En verdad...No se que decir.
-Solo.., no lo comentes con mas nadie, por favor.
(...)
El viaje desde Londres a Oxford permaneció en silencio los primeros treinta minutos. Adam no se atrevía a decir palabra alguna y Steven aun analizaba aquella noticia por parte de su amigo. Adam Byrne, será padre; aquello nunca se lo hubiera imaginado o por lo menos no en esos momentos de sus vidas. McFadden suspiro sin despegar su mirada de la ventana, al parecer a la vida comenzaría avanzar demasiado rápido para él. Apoyó su rostro sobre su puño derecho, aun con la noticia rondándole en su cabeza, hasta que sintió unas manos suaves y delicadas acariciando su mano izquierda. El rubio giró su rostro y observó a Samantha que le devolvía la mirada con una pequeña sonrisa.
-¿Todo bien? -dijo ella sin dejar de acariciarle la mano.
-Si, todo bien -asintió sin dejar de observarla. Ella acercó su rostro a Steven besándolo de forma dulce.
Steven respondió el beso tranquilo y es que Samantha lo hacía sentirse así. Después de años de haber estado con chicas solo para su disfrute sexual. De forma inesperada, llegó Smith e hizo que poco a poco abriera su corazón; pero ¿Lo habrá hecho de la forma correcta?
-No discutieron, ¿verdad? -inquirió alejando su rostro lo suficiente para observarlo. Steven no comprendió-Tu y Adam...
-No, para nada-respondió tajantemente-No te preocupes, esta todo bien Samantha.
Ella asintió y fijo su mirada en su reloj de pulsera.
-Nos queda cuarenta y cinco minutos de viaje aún.
-Y...¿A que va eso?-inquirió enarcando una ceja y sonriéndole de lado.
-A que aún hay tiempo-comenzó a decir para tomar el brazo de Steven y apoyar su cabeza sobre él-para permanecer abrazados y darnos cariño.
Steven sonrió para si, quitó su brazo de las manos de Samantha y con el la rodeo por los hombros, apoyando la cabeza de ella a un costado de su pecho. Le besó la nuca y apoyó su mentón en la cabeza de ella. A veces creía que todo lo que estaba viviendo era un sueño y que en cualquier momento despertaría y eso le causaba temor. No quería despertar de ese sueño, no quería que la historia se repitiera. Y por ello, prometió proteger su felicidad junto a Samantha.
-¿Puedo hacerte una pregunta...Louis?
-Sabes que no me gusta mi segundo nombre, así es que la respuesta es no.
-Steven Louis McFadden...-murmuró Samantha-Me gusta, es lindo.
-No le encuentro lo lindo-respondió él arrugando el ceño-¿Qué me dices del tuyo... Jane?
-Horrible-respondió con sinceridad a la vez que tomaba una de las manos de Steven y jugaba con ella-Me trae malos recuerdos.
-¿Por qué?-inquirió a la vez que jugaba con un mechón de Samantha.-Oh... ya veo.-agregó soltando una carcajada.
-No le veo lo gracioso-respondió incorporándose en su asiento y observando a Steven con el ceño fruncido-¡Louis deja de reír!
Steven al escuchar su segundo nombre se detuvo de forma inmediata. La observó con el ceño fruncido y mirada sería. Quitó su brazo que envolvía a Samantha por sobre los hombros y volvió su mirada a la ventana del vagón.
-No puede ser que tu te enfades, cuando debería ser yo.
-Si no quieres que me enfade, no me llames Louis-espetó volviendo su mirada a ella-No me gusta.
-Entonces no te burles de mi segundo nombre. Tampoco me gusta-se cruzó de brazos y suspiró.-Además, tu comenzaste.-le recordó.
-¿En verdad son estudiantes de medicina en Oxford? -inquirió Adam desde el asiento trasero.
Steven rodó los ojos y soltó un suspiro de exasperación. ¿Desde cuándo su amigo era tan "maduro"? Oh claro, iba a ser padre y debía de comportarse como un hombre adulto, aunque eso Steven no creía que fuera posible.
-¿De verdad eres Adam Byrne? -respondió Steven desde su asiento. Samantha lo observó sin comprender -Mi amigo no se comporta como un adulto...
-Eso era antes Steven, ahora soy un hombre de casi veinticuatro años.
-Tú lo has dicho, casi veinticuatro. -aclaró McFadden -Solo sé tú mismo, Adam. Es lo mejor.
-¿De que hablan? -preguntó sin comprender Samantha.
-Cosas de hombres, Smith -respondió Adam observándola para luego poner la capucha de su hoddie, y acomodarse con sus audífonos en sus oídos.
Steven observó a Samantha quién tenía el ceño fruncido y una pequeña mueca, se sento junto a él y lo observó con mirada inquieta. McFadden suspiró y besó sus labios. A pesar de que Steven confiaba en ella, no podría traicionar la confianza de su amigo. Sabía que Samantha había quedado con la intriga de saber que era lo que le sucedida a Adam y el porqué de su intercambio de palabras con Steven, pero por más que él quisiera, lo que le estaba sucediendo a su amigo, sería un secreto entre ellos dos.
Nota:
La estación Victoria, también conocida como London Victoria, es una de las estaciones de ferrocarril más importantes de Londres . Se encuentra junto a la calle Victoria, en el barrio de Belgravia del distrito londinense, ciudad de Westminster.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro