Las vacaciones de las fiestas de fin de año ya habían comenzado, tan solo era cosa de observar alrededor y percatarse del ambiente festivo que se estaba viviendo. En los pasillos del Balliol College, algunos chicos caminaban y tarareaban alguna melodía navideña mientras que otros improvisaban una pequeña guerra de bolas de nieve en los jardines del recinto. Pero había un pequeño grupo de alumnos que se encontraban en sus dormitorios alistando su equipaje para pasar las fiestas con sus familias.

—Sabes que puedes pasar navidad conmigo ¿No?—dijo Steven cerrando su maleta y observando a su amigo—Además, seria muy grato para mí que fueras.

—Lo sé—asintió Byrne—pero ¿no crees que deberías estar con Samantha?

—Adam ya hablamos sobre eso.—respondió dejando su maleta en el suelo a un costado de su cama—Samantha lo pasará en Manchester con su familia.

Hacía cuatro días que los exámenes finales habían terminado, días en que Steven estuvo haciéndole ver a Adam que su novia viajaría a Manchester con sus padres. Desde que McFadden era amigo de Adam, sabía que él vivía solo. Sus padres habían muerto en un accidente automovilístico y tiempo después, su hermano mayor, quedando completamente solo; salvo por unos tíos por parte de su padre , pero desde que cumplió la mayoría de edad, había perdido comunicación con ellos.

—¡No te hagas de rogar, Byrne! Vendrás conmigo y no se habla más.—dijo con voz autoritaria acercándose a su amigo quien solo le sonrió agradecido.

—¿A tu padre no le molestará?—inquirió a la vez que Steven se sentaba junto a él y soltaba un suspiró.

—No. Este año volveré a estar solo para las fiestas—arrugó el ceño observando al suelo—Así es que celebraremos a nuestro modo. —agregó observando un brillo muy peculiar en la mirada de su amigo, brillo que conocía muy bien Steven. —¡Ni lo pienses Byrne! —le advirtió apuntándolo con su dedo indicé, poniéndose de pie quedando frente a él.

—¿Por qué no, McFadden?, solo piénsalo por un momento —movió sus manos y le sonrió —Dos hombres solos en navidad, guapos, van a un lugar....Ya sabes —se encogió de hombros .

—Dilo con todas sus letras, no te hagas el "niño bueno" conmigo. —dijo con sus cejas alzadas, cruzándose de brazos.

—Ca-ba-ret —dijo remarcando cada palabra sin dejar de obsérvalo —¡vamos repite conmigo —dijo entusiasta —Ca-ba-ret. ¡Cabaret!

—Ir a un cabaret en...¿noche buena? —Adam asintió con una gran sonrisa y él bufó —¡estas demente!

—Yo creo que sería una idea genial —se recostó sobre la cama de Steven y observo al techo —Piénsalo de esta forma: Dos hombres guapos, solos en noche buena en un recinto como aquellos, pero rodeados de mujeres, alcohol y buen sexo.

—Ser los únicos en un lugar como ese...

—Ser los únicos ¿en donde?

La voz de Samantha hizo que Steven girara hacia ella de forma rápida, a la vez que Adam la observaba con una gran sonrisa  que trataba de reprimir una sonora carcajada.
Steven la observó a la vez que ella cerraba la puerta y dejaba sus dos maletas a un costado de la entrada. ¿Qué habría oído?

—¿De que...

—¿Y esas maletas? —la interrumpió McFadden para luego darle un pequeño beso en los labios .

—Oh...Venía a despedirme. En una hora mas sale mi tren a Manchester, ¿Y ustedes de que hablaban?

Steven observó a Samantha, pero luego giró hacia a Adam quién reía estrepitosamente. No podía controlarse, tanto así que le costaba respirar normalmente. Volvió su mirada a Samantha quién observó confundida y extrañada la situación.

—No te preocupes, le sucede cuando lleva varios meses sin sexo—respondió Steven con una pequeña sonrisa que quería ser inocente, pero demostraba todo lo contrario.

—¡Te oí McFadden!—exclamó Byrne incorporándose pero sin dirigirse hasta ellos.

—¡OH! Seguías aquí—ironizó con una sonrisa. Adam levantó su dedo anular en dirección de su amigo con una mueca—Lo mismo para ti, Byrne.

—Solo venía a despedirme. —posó sus manos alrededor del cuello de Steven a la vez que se acercaba a su oído—te extrañare.

—También yo—la abrazó de la cintura atrayéndola aun mas a él. Comenzó a besarla de forma lenta, pero poco a poco los besos fueron aumentando la intensidad.

—¡Hey, aun sigo aquí!—Adam observaba la escena con el ceño fruncido.—Podrían despedirse de una forma mas...Tranquila.

Steven siguió besando a Samantha, pero esta vez realizó la misma acción que Byrne. Le mostro su dedo anular, ante lo cual Adam bufo y salió del cuarto cerrando la puerta tras de si.

(...)

Bajaron del taxi, no sin antes cancelarle al chofer por su servicio. El primero en bajar fue Adam, quién ayudo a bajar las maletas y bolsos de Samantha y Steven. Ya cuando el taxi se fue, cada uno tomó sus pertenencias y caminó hacía la entrada.

La estación de trenes Parkway, se encontraba repleta de gente. La mayoría eran estudiantes de Oxford, mientras que los demás eran personas que eran recibidas por sus familiares con fuertes abrazos de bienvenida. Steven al ver la escena, arrugo el ceño y desvío su mirada hacia su maleta que llevaba a su lado. Si no fuera por Adam y Samantha, su vida sería de completa soledad.

—Bueno, aun quedan treinta minutos para que mi tren llegue.—dijo Samantha deteniéndose y observando su reloj—¿Les apetece chocolate caliente?—preguntó observándolos.

—Claro.

—Vamos—Steven tomó su maleta y acomodó su mochila en uno de sus hombros para comenzar a caminar junto a Samantha y Adam.

Entraron al pequeño local siendo atendidos por un chico de la edad de Steven, quién no dejaba de observar a Samantha mientras pedía los tres chocolates calientes para luego cada uno pagar por ellos. McFadden mantuvo su mirada fija en el chico, a la vez que su mandíbula comenzaba a tensarse, no dejaba de observar a su novia y eso le molestaba de sobremanera.

Al salir del local, se sentaron en unas bancas cercanas a los paneles de información de los trenes para ir cersoriandose del arribo o atraso de su tren.

—Esto esta delicioso—dijo Adam con una sonrisa en sus labios.

—He probado mejores—respondió Steven con el ceño fruncido.

—Había oído que el chocolate caliente de este local, es uno de los mejores—dijo Samantha observando a Steven con una pequeña sonrisa que el rubio no correspondió.—¿Que sucede?

—¿Acaso no lo notaste?—inquirió con voz seria, observando a la pelinegra quién lo miraba sin comprender—No lo notaste...

Steven bufó y desvío su mirada hacia el panel de informaciones. El tren de Samantha aun le faltaban veinte minutos para llegar y sin retraso y a su tren hacia Londres, le faltaban veinte y cinco minutos.

—¿De que hablas, Steven?—preguntó inquieta—si no me dices lo que sucede...

—¡Ese idiota!—dijo apuntando con su dedo hacia el local—no dejaba de observarte, Smith. De observarte y coquetearte—agregó con los dientes apretados.

—McFadden ¿Estas celoso?—preguntó con incredulidad Adam. Steven lo observó sin expresión en su rostro, solo su mirada expresaba enfado retenido—No, no lo estas.—respondió rápidamente para luego darle un largo sorbo a su chocolate caliente.

—En verdad.., no me di cuenta Steven.—respondió ella a la vez que acariciaba un mechón de pelo del rubio—Si me hubiera percatado, créeme que hubiera actuado mucho mas distante.

—¿De verdad no lo notaste?—preguntó de forma suspicaz—eres una chica muy inteligente como para no haberlo hecho.—agregó entrecerrando sus ojos.

—Te digo la verdad, Steven—suspiró y volvió su mirada al panel de informaciones. La llegada de su tren se había adelantado cinco minutos. Volvió a fijar su mirada al rubio quién no dejó de observarla.—Además, si me estuvo coqueteando me da igual por que solo una persona es la que me importa y la tengo frente mío observándome.

Steven siguió observándola por un momento hasta que se acerco al rostro de ella y besos sus labios de forma dulce a la vez que una de sus manos se posaban sobre su nuca. Poco a poco se separaron. Samantha le sonrió.

—Bueno tortolitos—tanto Steven como Samantha se sobresaltaron—es mejor que nos dirijamos a nuestros andenes correspondientes.

—Byrne tiene razón—dijo Steven bebiendo un pequeño sorbo de su chocolate para luego arrojarlo a la basura—Tu tren debe estar por arribar.

Samantha asintió tomo sus maletas, arrojando su chocolate a la basura y junto a Steven y Adam se dirigió hasta el anden número dos. Al llegar, ya habían demasiadas personas esperando. La pelinegra suspiró y se giró hacia Steven.

—¿En serio no quieres pasar navidad con mi familia?

Steven observó a Samantha con una pequeña sonrisa, acaricio su rostro para luego apartar un mechón que cubría uno de sus ojos.

—Te aseguro que el próximo año celebraremos juntos.

—Esta bien—Samantha sonrió y beso los labios de Steven con dulzura.

Con aquel beso, el rubio sintió como si todo lo malo se disipara en su vida, como si Samantha fuera la única persona capaz de hacer brillar su vida en los momentos oscuros, y ante aquellas sensaciones, debía de cerciorarse de que su relación y principalmente ella, nunca desaparecieran de su vida.

—Necesito que me prometas algo—ella lo observó sin comprender del todo, pero asintió de igual manera—prométeme que siempre estaremos juntos, Samantha.

—No necesito prometerlo por que sé que así será, Steven.

—Necesito que lo hagas. Pase lo que pase en el futuro, seguiremos juntos.

Steven la observó expectante ante su respuesta. La mirada de Samantha era de confusión, pero Steven no tenía tiempo para explicarlo y tampoco estaba preparado para hacerlo.

Ella le acarició el rostro y respondió:

—Te lo prometo—sonrió.

Steven le devolvió la sonrisa, el rubio después de lo sucedido con el chico de la cafetería además de los acontecimientos pasados en donde había comenzado a sentir celos y temor de quiénes se acercaban a la pelinegra de una forma -demasiado- cercana. Y es que Steven no quería perderla, no después de sentirse amado y querido por una mujer como ella. No quería que la historia se repitiera, aquello era su mayor pesadilla. Pero Samantha no lo sabía, y sin esa información ,hizo una promesa vaga pero que para el rubio era importante y verdadera. Samantha al decirlo, había firmado su sentencia.

Nota:

Parkway: Estacion de trenes de la ciudad de Oxford, en donde algunos de los destinos es Londres, Manchester.

Pd. Llegamos al final de este segundo acto. Aun nos quedan dos actos mas :)