|Capítulo 12|
Los exámenes cada vez se volvían mas estresantes entre entregas de trabajo, estudiar y para Steven, los últimos entrenamientos para la final de la Cuppers. A pesar de que él se sentía feliz por que él equipo había llegado a la final, estaba demasiado estresado por todos los deberes que tenía.
Paso las manos por su rostro y soltó un largo suspiro, para luego seguir escribiendo en su laptop el informe que debía de entregar en dos días más. Siguió inmerso en el tema que estaba investigando, hasta que el sonido de su teléfono móvil hizo que sus ojos se fijaran en aquel aparato. Lo tomo y visualizo un mensaje de Samantha, que lo hizo sonreír.
Te quiero.
Aquello hizo que su noche fuera mucho mas amena que lo que había sido durante todo el transcurso que llevaba haciendo sus deberes, además de provocarle que su ego se levantara mas, pero aun así el cansancio le ganaba. Arrugo el ceño y abrió un cajón de aquel escritorio. En el cual se encontraban los medicamentos que Ivanov le vendía. Steven seguía consumiéndolos, aunque con baja frecuencia. Tomo dos de ellos y los hecho a su boca, para luego beber abundante agua. Aquellas anfetaminas eran buenas para la concentración y mantenerte despierto, pero cuando se abusaba podría tener otros síntomas...
Steven mantuvo el ritmo de estudio hasta altas horas de la madrugada, hasta que decidió que sería bueno dormir por algunas horas antes de comenzar sus clases de la tarde. Apagó su laptop y cerro los libros dejándolos ordenadamente sobre la mesa, para luego dirigirse a la cama no sin antes desnudarse por completo. Sentía calor y su pulso un poco acelerado, pero solo lo tomó como producto del cansancio.
(...)
A lo lejos oía como la alarma de su teléfono móvil comenzaba a sonar, pero no estaba de ánimos para moverse. Aun sentía su cuerpo cansado, necesitaba dormir un poco mas. Se removió en la cama, a la vez que la puerta de su cuarto se abría de forma sigilosa, lo cual Steven no sintió. Caminando despacio y sin hacer ruido, Samantha se dirigió a Steven y se sentó junto a él dándole un pequeño beso en el hombro desnudo. Mcfadden al sentirla, se incorporo de forma brusca, golpeando accidentalmente a Samantha en el rostro. Él al verla, no supo como reaccionar, su mirada se encontraba ida, sus pupilas estaban un poco dilatadas y su pulso se comenzó acelerar.
-Steven..-se acerco ella haciendo algunas muecas producto del dolor- ¿Estas bien?
-Yo...¿Cómo...-arrugo el ceño y con una de sus manos se toco la cabeza, a la vez que se sentaba en la cama, dejando ver su torso desnudo.-No se como...
-Tranquilo-dijo ella acunando su rostro entre sus manos y observando sus pupilas, para luego tomar su pulso.-¿Bebiste o consumiste algo?
Steven arrugo el ceño, pero solo recordaba que había estado estudiando. Su cabeza le daba vueltas. No podía ordenar sus pensamientos para expresarse. Observó a Samantha y todo comenzó a darle vueltas. De forma brusca se levanto de la cama y a grandes zancadas acompañadas de algunos tropiezos y tambaleos, se dirigió al baño, llegando en el preciso momento para vomitar.
Sintió como poco a poco su estomago quedaba completamente vacío, a tal punto de solo eliminar bilis, llegando a quemarle la garganta. Su pulso poco a poco comenzaba a normalizarse, pero aun sentía su cuerpo débil. Samantha entró al baño y se acerco a él, cubriéndolo con una manta sobre los hombros.
-Déjame solo, Smith-dijo él con voz cansada-vete.
-¿Qué te deje solo después de verte así?, ni lo pienses McFadden.-dijo ella pasando uno de los brazos del hombre sobre su cuello y ayudarlo a caminar.
Caminaron un par de metros hasta llegar a la cama. Steven se sentó cuidadosamente cerrando los ojos por un momento, la habitación comenzaba a darle vueltas. Smith le quitaba la manta que llevaba McFadden sobre los hombros, pero la detuvo.
-Estoy desnudo.
-Como si no me hubiera dado cuenta antes-ironizo ella observándolo fijamente.
-Solo date la vuelta.
Smith se cruzo de brazos y giró a la vez que movía uno de sus pies. Steven se quito rápidamente la manta que lo cubría y se tapo con las frazadas de su cama.
-Siempre creí que la primera vez que me verías desnudo, sería en otra circunstancia.
Smith giró y Steven vio una pequeña sonrisa en ella, pero su mirada aun demostraba preocupación por él. Aquello hizo que él sintiera una sensación agradable.
-Sigues estando pálido, ojeroso y aun así tienes fuerzas para decir cosas como esas...-dijo ella sentándose a los pies de la cama.
-Es cierto.-sonrió débilmente.
-¿Por qué lo hiciste?-espetó ella.
-¿Hacer qué?
-No te hagas el tonto conmigo. Soy novata, no estúpida-enarco ambas cejas.
-No he dicho que seas estúpida.-respondió con una pequeña sonrisa.
-No es necesario decirlo...
-Tampoco lo insinué, si es eso lo que piensas-dijo recostándose en la cama lentamente, a la vez que ella lo arropaba.
Él se mantuvo en silencio observando un punto fijo de la habitación. No quería hablar del ppr que lo hacía. Sentía que si lo expresa ella llegaría a pensar que es un débil, que no puede estudiar sin ayuda de estimulantes. Mcfadden fijó su mirada en ella y observo que Samantha buscaba con su mirada indicios de los fármacos, hasta que los visualizo. Ella fijo su mirada en Steven arrugando el entrecejo y levantándose rápidamente dirigiéndose hasta el escritorio. Steven no pudo detenerla y solo se mantuvo estático en su lugar pero atento a la reacción de ella.
-Anfetaminas...-dijo ella con voz tranquila, pero Steven sintió la ironía. Tomó la caja entre sus manos y volvió su mirada a él-¿Sabes lo que esto puede causar?
-Se lo que hago, Smith.
-Llamaré a la enfermería, aun sigues pálido.-dijo acercándose a él y tomándole el pulso-tu pulso sigue alterado.
-¡No!, no llames a enfermería.
-Steven... podría ser peor.-lo observó asombro, pero el negó con la cabeza-Tu salud es importante...
-No lo entiendes-su mandíbula comenzaba a tensarse-Si le dices a la enfermera, el entrenador lo sabrá y me enviare hacer exámenes de sangre, saldrían alterados y se me acusaría de doping...
-¡Lo que te preocupa es tu capitanía por sobre tu salud!
-Si-afirmo él-ahora no dirás nada y solo llamaras a Ivanov y Byrne..-dijo entregándole su teléfono móvil a Smith.
Samantha lo tomó pero siguió observándolo por varios segundos, hasta que bajo su mirada y comenzó a marcar. Steven la observó en todo momento sin perderla de vista, ya que debía cerciorarse de que hiciera lo qué le había pedido. Para él era importante que solo sus amigos y -ahora- su novia se mantuvieran en completo silencio.
Tan solo transcurrieron cinco minutos, cuando Adam y William irrumpieron en la habitación de su amigo. Los dos chicos lo observaban con semblante preocupado. Byrne rápidamente saco su estetoscopio y comenzó a escuchar su respiración. Por su parte William, hablaba con Samantha para tener la información suficiente por si llegaba a suceder algo peor.
-Trata de relajarte, Mcfadden-dijo Byrne quitándose su estetoscopio de sus oídos-Tu pulso y ritmo cardiaco no mejoraran si sigues así.
Ivanov solo observaba la caja que Samantha le había entregado, al abrirla y ver que faltaban dos de aquellos medicamentos, arrugo el cejo y fijó su mirada en Steven. Mcfadden al percatarse fe aquello, mantuvo su mirada en él sin inmutarse, ante cual Ivanov bufo.
-Tomaste dos, Mcfadden. ¿Acaso estas loco?
Steven solo rió de forma fría y agregó.
-¿En serio Ivanov? Eres tu el que me vende anfetaminas. Debería darte igual si me sucede algo...
-Eres mi amigo, y aunque te venda me preocupo. ¿Sabes que?, ya no lo haré mas.
-No eres el único vendedor-espetó.
Steven fijo su mirada en Samantha que le devolvía la mirada con incredulidad. Sabía que lo que había dicho, no seria del agrado de la pelinegra, pero ¿Qué mas daba? Era su vida y podía hacer lo que le plazca.
Smith bajo su mirada a la vez que Steven mantenía su semblante sin expresión. Byrne por su parte guardo sus cosas y colgó su mochila sobre uno de sus hombros, a la vez que Ivanov guardaba la caja de anfetaminas en el bolsillo de su pantalón.
-Iré a clases-dijo Samantha despidiéndose de Adam y William para luego observar a Steven y solo murmurar cuídate.
William al ver que Samantha salía de la habitación y cerraba la puerta, se acerco a su amigo y le dio un golpe en la nuca.
-Eres idiota.
-¡Ivanov!-exclamó Adam-Steven aun esta convaleciente.
-Un pequeño golpe no le hará nada.
-¿Qué es lo que te preocupa? ¿Qué me suceda algo o...mi novia?
-¡¿Qué?!, ¿Acaso estas demente?-A pesar de que Steven seguía pálido, su mirada seguía endurecida-espero que lo que dijiste sea parte de las anfetaminas....Si de seguro es eso-argumento mas para si mismo.
-Ten cuidado Ivanov. Mejor preocúpate de Michelle que de Samantha me preocupo yo.
Aquel día y como era de esperarse, Steven no asistió a clases, quedando completamente solo a momentos, ya que cada ciertas horas, Adam iba a visitarlo junto a Ivanov. William solo se inmutaba a quedarse en un extremo de la habitación, mientras que Adam se cercioraba de que Mcfadden siguiera con buen semblante y ritmo cardiaco.
Samantha por otro lado, desde que dejo la habitación de Mcfadden no había ido a visitarlo. A Steven aquello no le tomó demasiada importancia. Acostumbraba a que los conflictos con sus parejas fueran olvidados en el transcurso de las horas o días.
Ya era casi la hora de la cena y Steven que ya se sentía mejor, comenzó a vestirse lentamente, ya que aún tenía pequeños mareos. Tomó una musculosa negra y una camisa a cuadros azules oscuros, jeans negros y zapatillas del mismo tono. Ya listo, comenzó a caminar despacio, pero antes de poder salir, Samantha entró a la habitación. Él arrugo el ceño a la vez que ella lo observaba con las cejas alzadas.
-¿A dónde crees que vas?
-Supongo que...a cenar, Smith-espeto con ironía.
-No iras a ninguna parte, Mcfadden. Lo que te sucedió en la mañana fue peligroso...
-Solo fueron los típicos síntomas. Ahora si me disculpas, iré a cenar.
-¿Típicos síntomas?-inquirió aun bloqueándole el paso-¿Te ha sucedido otras veces?
Steven se acercó a ella con semblante serio, la acorralo con su cuerpo a la vez que posaba ambas manos sobre la puerta. Podía ver la mirada de enfado de ella, pero su cuerpo decía otra cosa. Estaba nerviosa, y McFadden aumento aun mas el nerviosismo de ella cuando se acerco al oído y le murmuro.
-Tal vez...
Smith no se movió de su lugar, pero su mirada se había suavizado. Steven al verla, sonrió con suficiencia, amaba ponerla nerviosa tan solo con palabras; pero lo mejor de todo es que solo él era el causante de aquello.
-No sé que tipo de hambre tienes tu, Smith. Pero yo por ahora prefiero la comida.-agregó al ver que su novia no se movía de su lugar.
-¡Steven!-chilló ella con sus mejillas rojas de vergüenza.
-Prometo darte de comer una vez que me recuperé bien-agregó para luego reír y salir de aquella habitación tomado de la mano junto a una Samantha completamente avergonzada.
Nota:
Anfetaminas: Como droga recreativa, es utilizada para pasar largas noches sin dormir. Los efectos van desde: euforia, aumento de la frecuencia cardíaca, aumentó de la presión arterial, aumento de la glucosa en la sangre, disminución del apetito y/o perdida de peso.
(Fuente: Wikipedia)
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