🔹Capítulo 1🔹
En una amplia habitación de un lujoso apartamento, la luz del sol ya asomaba por las inmensas ventanas de cristal. En el suelo, ropas desperdigadas por doquier hacían contacto con la luz y cambiaban de tonalidades una y otra vez. Un pequeño perro, peludo y tranquilo miraba con ojos brillantes la erótica escena que se realizaba sobre la gran cama del cuarto. El lindo perro conocía perfectamente a su dueño, su olor era inconfundible pero a la otra figura que estaba encima de él no la reconocía, por eso de cuando en cuando hacia un gruñido y un alarido, como señal de preocupación.
Claro. Para un perro era inimaginable que aquellas posturas que practicaban esa figura y su dueño no eran la representación de una pelea, sino posiciones muy bien ejecutadas del sabio Kama Sutra. La biblia del sexo.
Los alaridos del canino no se sintieron más, en cambio unos gemidos que parecían de perra en celo se pronunciaban constantemente, haciendo que la pequeña mascota abandonara la habitación de un tirón.
El sol entonces comenzó a iluminar diferentes trozos de carnes que se movían en un movimiento frenético. Como vampiros brillaban por la tenue luz solar, pero era más bien por el sudor que emanaba de sus cuerpos por el esfuerzo físico realizado durante toda la noche y parte de la mañana.
Se escuchaban más gemidos.
Aquel sonido no proviene de nuestra querida protagonista, pues ella vendría más adelante y con tal frecuencia que Barassi, el pequeño Pomerania, no haría ningún ruido ante su presencia. Por tanto, encontramos a una de tantas mujeres que el propietario del apartamento, el apuesto Junji, trae para satisfacer sus necesidades sexuales.
La chica era guapa, eso es lo primero que le atrajo al apuesto Junji. Lo supo desde que entro en el bar la noche anterior con ese vestido de gran escote que dejaba poco a la imaginación, y le dedico una sonrisita zalamera. Desde ese momento supo que con sus dotes físicas y su gran carisma podría llevársela sin muchas complicaciones.
Como pasa con los chicos apuestos y ricos, esa presa no fue ningún reto para él. La rubia se subió a su auto después de compartir con él la información estándar: nombre, edad y profesión nocturna. Esos datos, no es que le interesaran a Junji porque el nombre nunca lo retenía, la edad solo la verificaba para saber si era legal y pues la profesión nocturna como refería el, era simplemente para saber si la chica era prostituta o algo asi.
En todo caso, el objetivo se logró como podemos ver. La tenía exactamente donde quería: en su cama, desnuda y toda suya. La tal Sooha o Sunhye, o como se llamara, rubia y de cuerpo bien proporcionado, hacía todo lo que él le mandara y lo mejor de todo no quería más nada sexo. Para él eso era simplemente perfecto.
Después de una noche tremenda de diversión y liberación de su apetito sexual, Barassi pudo presenciar el último rapidito de ellos, y tras trascurrir unos minutos, como cuando dieron las 12 campanadas de Cenicienta y se terminó la magia, asi mismo paso con Junji y la tal Sooha o Sunhye.
Ya sus apetitos estaban saciados y sus instintos animales dominados.
Ahora si ya era imposible, e incluso inútil tratar de recordar el nombre de la chica por lo que con un simple nena, Junji se dirigió a ella.
- Esto fue delicioso –le susurró al oído a la rubia y automáticamente se incorporó en la cama y se quitó el condón de su miembro, de espaldas a la mujer. Después de darle unas cuantas vueltas para hacerle un pequeño nudo, lo depositó en el pequeño cesto de basura que tenía a su lado y se giró para contemplar por última vez el cuerpo desnudo de….nena.
- A mí también me encantó….nene –dijo dubitativa mientras buscaba con la mirada sus traviesas bragas en el suelo. Al parecer ella tampoco había retenido el nombre de su acompañante. No por ser rubia debía ser tonta, simplemente no le interesaban las formalidades. A ella solo le interesó el moderno coche del apuesto hombre pelilargo y su suntuosa billetera.
- Nena, cuando termines de vestirte me avisas ¿vale? Te dejaré dinero para el taxi porque tengo prisa –dijo Junji mirando el reloj de la mesita de noche. Debía prepararse para la universidad y aunque no le molara nada ir a clases si quería echar un vistazo por los alrededores a ver a que presa poder atrapar nuevamente. Con eso en mente, hasta el infierno parecía deliciosamente divertido.
***
Por fin dejo de lado la sangre y la matadera que tanto me caracteriza. Es un giro total en mi producción.
Que sexi señores. Aplausos :D✨
Esto sucede porque era mi deber dedicarle un fanfic a mi querido Junji. Es que lo amo! Dónde están las LyOns? ☺✌
Así que toda mi perversión saldrá en este fanfic, jejeje *sangrado nasal*
Bueno no se asusten...y sigan la historia.
Los Amo💜💜💜
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