XXI: Bebés
Lys observo a su amiga que estaba acostada en la cama, tenía el rostro completamente pálido y estaba muy ojerosa, una expresión de desasosiego adornaba su cara y los ojos grises siempre brillosos estaban empañados en lágrimas.
—¿Ellos están bien? —la voz de Zib temblaba, no había rastro de la seguridad que siempre la caracterizaba
—Los bebés están bien, Anir —tranquilizo Draco —, detuve el sangrado...pero, ya no podremos retrasar más el nacimiento.
—¿Qué? — La preocupación invadió a Lys —...todavía falta más de un mes y medio.
—El cuerpo de Anirak ya no los tolera más, de una u otra forma los está rechazando.
—¿Son viables? — la Black parecía esperanzada por la respuesta —...si nacen en estos días estarán bien ¿verdad?
—Las probabilidades son altas, sus pulmones aún no están bien desarrollado, pero con asistencia respiratoria y otros cuidados lo lograrían — explico el rubio viendo a su amiga, no lo quería demostrar, pero él realmente no quería que el parto fuera tan pronto, aun no tenía una solución —...pero, aun no encuentro una solución para la maldición...Anir.
—No me importa, solo quiero que mis hijos estén a salvo—Zib vio a sus amigos, ambos eran pésimos escondiendo el dolor y tristeza en sus rostros, así que trato de sonreír para tranquilizarlos —...sabíamos que llegaría el momento de esta decisión ¿sí? Ya no lo podemos evitar —por cada palabra las lágrimas salían de sus ojos sin poder evitarlo —...ambos hicieron todo lo posible por encontrar alguna solución, pero si no la hay quiero que ellos vivan, sé que ellos estarán bien sin mí, al inicio probablemente Fred no la pase bien, pero será buen padre y tendrán muchas personas que los van a querer.
Draco solo asintió sintiendo el nudo en la garganta para agregar.
—: Saldré a decirle a tu esposo que estas mejor —hizo una pausa tratando de que la voz no se le rompiera — ¿Quieres que le diga que todo está bien o que le diga la verdad?
—Supongo que ya no se puede ocultar más ¿no? —la azabache soltó un suspiro —...Fred se tiene que enterar.
—De acuerdo, tratare de decirle que es por alguna cuestión médica.
El rubio las vio por última vez para salir de la habitación dejando a las dos mujeres solas.
Lys se acercó para sentarse en la orilla de la cama.
—Zib —la veela estaba al borde del llanto —... debe de haber otra forma, por favor.
—Sabes que no la hay, Lys, hemos intentado buscar una solución en todos los libros conocidos y por conocer y nada dice como romper ese maldito lazo con Katie —trataba de no ver a la rubia para evitar llorar más de lo que ya lo había hecho —...sabes que su maldición se basa en destruir mi cuerpo mientras los impostores crecen, al fin de cuentas es un karma por todo lo que ella hizo y no voy a elegir mi vida sobre la de ellos.
—Pero, podrías tener más...
—No...los amo ¿sabes?, quiero que ellos tengan una buena vida—la volteo a ver — ¿Me puedes prometer algo?
—¿Qué cosa? — Lys se mordió el labio inferior, no la quería perder a ella.
—Cuídalos...sé que Fred no lo va a tomar tan bien y lo conozco tanto que a lo mejor ni los quiera ver, así que tu cuídalos, no sé si Katie vaya a intentar hacerles algo y a confió tanto en ti, que te confió lo más importante que tengo que son mis hijos.
—Los voy a cuidar, lo juro, Zib — Lys apretó su mano —...pero aun voy a buscar alguna forma de salvarte, me niego a que tú mueras, tú no puedes morir —la rubia soltó un sollozo —...no es justo, Zibelth...no qui...ero perderte, eres mi mejor amiga, no sé qué hare sin ti...no quiero...por favor, Zib no hagas esto.
Suplico la rubia, la azabache sentía como el corazón se le estrujaba tras sus palabras.
—Hey, Lys, aún me quedan unos días más ¿de acuerdo? —trato de animarla —... ¿y que harás sin mí? Tienes que ser feliz con George, tendrás una bonita vida a su lado, cuidares de Louis y veras que le vaya bien en el colegio y que obtenga buenas calificaciones, también volverás a un trabajo que te apasione y te haga feliz, sacaras adelante a Femmes Survivantes...tienes una vida por delante, Lys.
—No será lo mismo... no estarás tú.
La Black con cuidado la atrajo a ella para abrazarla con fuerza, le dolía dejar a su mejor amiga, también a su familia...odiaba no poder conocer a sus hijos que con tantas ansias esperaba y lo peor, era saber el dolor que le causaría a Fred...su amado Fred.
Fred abrió la puerta de golpe para ver a su esposa acostada, y a Lys a su lado.
No sabía que era lo que sentía en esos momentos.
¿Ira, enojo?
¿Dolor?
Era una mezcla de sentimientos
George entro tras él para detener que hiciera alguna estupidez de la cual después se estaría arrepintiendo, Lyssandre y Draco habían decidido que lo mejor era que lo trataran entre ellos.
—Hola —musito Zib viendo a su esposo —...estamos bien, cielo.
El pelirrojo mayor se acercó a ella, tenía una expresión estoica.
—Deja de mentir —fue lo primero que soltó al estar al lado de ella — ¿Cuánto más esperas seguir con eso?
—Freddie...
—¡Freddie nada, Anirak! —alzo la voz, Lys y George solo observaban sabían que no podían evitar eso — ¡Estas a punto de morir y dices que están bien, esto es una mierda!
—Lo importante es que ellos estén bien.
Trato de razonar con él.
—¿Lo importante para quién? ¡Para mí eso no es importante! —paso la mano por su cabello de forma frustrada — ¡Ellos te están matando, maldita sea! ¡No quiero que los tengas!
—¡Fred, no le digas eso! —intervino Lys.
—¡Son nuestros hijos, los voy a tener! —respondió dolida la Black — ¡Ellos no tienen la culpa de nada!
—¡Ellos son los culpables de que estés muriendo! ¡No los quiero! — sus ojos reflejaban toda la ira y dolor que sentía en esos momentos —...le diremos a Draco que interrumpa el embarazo en estos momentos y si él no lo hace iré a buscar a otro sanador o un maldito doctor muggle que lo haga, no voy a permitir que tú mueras, Anirak, simplemente no, prefiero...prefiero —hizo una pausa viendo a su esposa que estaba llorando —...prefiero que ellos mueran.
—Fred —musito George —...mide tus palabras.
—¡¿Medir mis palabras?! ¡No hay nada que medir! —algunas lágrimas rebeldes escaparon de sus ojos — ¡Esos malditos bebés tienen la culpa de que mi esposa esté a punto de morir! ¡¿Cómo quieren que este?! ¿Feliz de la vida y haciendo como si nada pasara cuando estoy por perder al amor de mi vida?!
—¡También son tus hijos no puedes decir eso de ellos! —Zibelth estallo en llanto y enojo — ¡Ellos son inocentes, no tienen la culpa de lo que me esta pasando!
Fred soltó un suspiro al verla llorar, odiaba eso y que él fuera el culpable era peor.
Siempre sus decisiones terminan hiriéndola. Quizá si se hubiera cuidado más y tomado la poción como debía ella ahora no estaría embarazada y a punto de morir.
—Anir — Fred se encuclillo a su lado para verla, tratando de moderar su tono de voz —...muñeca, nuestro lazo es tan fuerte desde el día que te conocí —hizo una pausa para ver su rostro buscando sus ojos—, que no me importa que, Anirak, no voy a dejar que eso te mate, no me puedes dejar...no puedo perderte, no a ti.
La desesperación se escuchaba en su voz.
—Zib, escucha a Fred —pidió el gemelo menor —, entra en razón, estas arriesgando tu vida por ellos...habrá muchas más oportunidades de que tengan más hijos...deja que Draco interrumpa el embarazo.
—¡¿Están locos?! — no podía creer que ellos le dijeran eso, los gemelos siempre respetaban y apoyaban sus decisiones...no iba a permitir que ellos intentaran algo en contra de sus hijos —, ¡Ni crean que tomare esa opción!
—¡No me puedes dejar! ¡¿No entiendes que no puedo vivir sin ti, Anirak?!¡Solo interrumpe ese maldito embarazo, tendremos más hijos, todos los que quieras! —suplico Fred al borde del llanto—...te amo, Anirak...mi vida sin ti no tiene sentido.
Zibelth se sentía entre la espada y la pared al ver a Fred de esa forma, lo amaba, pero también lo hacía con sus hijos, no podía simplemente dejar que sus dos bebés murieran sin hacer nada por ellos.
—Ya basta —interrumpió Lys al ver la expresión en el rostro de Zibelth —...si tanto la quieren no la pueden obligar, ni hacerla sentir mal por su decisión — Fred se levantó mientras negaba con la cabeza y apretaba la mandíbula —...ya la alteraron lo suficiente, déjenla descansar.
Fred no dijo nada para salir de la habitación dando un portazo, George le lanzo una mirada a su novia para ir tras el gemelo mayor.
✹✹✹
Los dos días siguientes no fueron mejores, todo lo contrario, la tensión se palmaba en la casa Black-Weasley, el matrimonio seguía discutiendo cuando estaba juntos e incluso Zibelth se negaba a estar a solas con su esposo como si temiera que intentara hacer algo contra los bebés, quizá algunas personas que pensarían que estaba exagerando, pero conocía muy bien al pelirrojo y en esos momentos él odiaba demasiado a sus propios hijos.
Cecille entro a la habitación de la embarazada, les sonrió a sus dos hijos y a la azabache, Lyssandre solo desvió la mirada ignorándola.
—¿Cómo están? —la mujer se acercó a la cama — ¿Cómo te sientes hoy Zib?
—Estamos bien, y ¿tú, mamá?
Lys le respondió saludándola con un beso en la mejilla.
—Estoy mejor, gracias — Zib se acomodó en la cama con ayuda del rubio.
—Me alegro, cariño — Cecille estaba por acariciar su vientre cuando el mayor la detuvo sosteniéndole la muñeca —... ¿Qué? ¡Lyssandre!
—No la toques —mascullo viéndola de forma seria y amenazadora —, esta delicada, cualquier cosa los puede herir...
—Lyssandre no exageres, no es como si mamá le quiera hacer daño.
Defendió la rubia con el ceño fruncido.
—No me interesa —gruño soltando la muñeca de Cecille alejándola del vientre de Zib —...dijeron que teníamos que cuidar que no tuviera ningún movimiento brusco y que alguien la toque puede resultarlo, así que mientras este yo nadie la va a tocar.
No había ningún rastro de diversión en Lyssandre, todo lo contrario. Era como si tuviera a su peor enemigo enfrente y no a su madre.
—Bueno, Lys, lo mejor es dejar que Zib descanse ¿no crees? — Cecille sonrió tratando de ignorar lo que acababa de pasar con su hijo mayor —... ¿Por qué no vamos a tomar un poco té?
—Pero...
—Ve con ella, Lys —sonrió amablemente Zib — yo estaré bien con Lyssandre, no te preocupes.
—Vamos, cariño, le puedes traer algún postre a Zibelth.
La rubia menor asintió para ponerse de pie y sonreírle por última vez a la embarazada para seguir a su madre.
Las dos rubias fueron a la cocina, donde Cecille comenzó a preparar el té, Lys estaba sentada en una de la silla frente a la encimera cuando un extraño ave negra entro por la puerta que estaba abierta.
—¡¿Qué es eso?! —Cecille de agacho evitando que el animal golpeara su cabeza — ¡Hay que sacarlo!
—Trae una carta —el cuervo se detuvo frente a Lys, tenía un sobre atado en una de las patas, rápidamente la tomo y distinguió su nombre —... es para mí.
—¡Por Merlín, Lys! ¿Qué clases de amigos tienes? —veía con asco al ave —...que te mandan esa clase de animales salvajes.
—No importa, madre...
Lys ignoro las palabras de la mujer para abrir el sobre, el ave emprendió vuelo para salir de la cocina.
"Lyssane:
Recibí tu carta, desde la primera vez que me contaron sobre la maldición sobre Zizi he estado investigando y encontré a una bruja que conoce sobre magia muggle.
Tal vez nos podría ayudar, necesito que vengas a África lo más pronto posible.
-R.A.B"
Un jadeo escapo de sus labios y la esperanza de hizo presente, tal vez habría una oportunidad de salvar a Zibelth.
(N/t: ¡Hola! ¿Cómo están? Jeje
Bueno, no se, extrañaba actualizar del diario.
Y ando sufriendo por Zib y Fred
Bueno, nos leemos en unos días, jeje o tal vez mañana, quien sabe✨
Las amo❤️)
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