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XV: Coliseo

(N/T: Eviten hacer cosas ilegales, por favor, por más que sea demasiado erótico o demasiada la adrenalina, no siempre termina bien. Las tqm)


George procesaba cada palabra lentamente, Lys lo miraba con un brillo en los ojos y una dulce sonrisa.

—¿Qué? ¿Es enserio? —George se acercó a ella para verla fijamente a los ojos —... ¿Pero ¿cómo? Tú no recuerdas nada...

La rubia tomo sus manos para entrelazar los dedos.

—George, te amo —su voz era tan suave y dulce que George se sentía demasiado relajado —, lo hago desde hace tiempo...después de que nos volviéramos a ver en la fiesta de cumpleaños de Victoire comenzaste a gustarme poco a poco, y sin poder evitarlo todo se volvió más fuerte, no sé qué es lo que más amo de ti, si tu voz ronca y lo amoroso que eres conmigo, y que a pesar de todo nunca te rindes —el pelirrojo escuchaba atentamente cada una de sus palabras—...y ha costado mucho estar hasta el punto en donde estamos, después de todo lo que hizo Katie, Cormac y hasta mi padre, pero gracias a eso se cuánto te amo...

—¿Lo recuerdas todo? —Lys asintió y George rodeo su cintura para atraerla — ¿Desde cuándo? ¿Por qué no me habías dicho, Lyssane?

El pelirrojo estaba demasiado emocionado, por fin...por fin tenía a su Lys devuelta, a la Lys que lo quería con la misma intensidad que él.

—Hace unos días volvieron todos de golpe — le sonrió para acariciar sus mejillas, le gustaba como lucia, parecía un niño pequeño demasiado emocionado —, no encontraba el momento adecuado para decirte.

George la pego a su pecho para abrazarla con fuerza mientras le besaba el cabello.

—¡Por Merlín! No sabes cuánto espere por eso, Lyssie — murmuraba contra su oído, la rubia le rodeo el pecho disfrutando de su calidez y aroma a algodón—...te extrañe tanto. Lys, lo siento mucho por todo — se separó de forma lenta para verle la cara, la rubia enarco la ceja —...todo lo que paso fue mi culpa, fui un maldito imbécil, debí de hacer algo para evitar que Katie te lastimara, te dije cosas horribles y por si no fuera poco terminaste en esa maldita casa de locos donde te dañaron...enserio, Lyssane, nunca me va a alcanzar la vida para disculparme — el rostro y ojos de George reflejaban toda la culpa con la que cargaba durante todos esos meses —...y quizá no merezco eso, pero déjame estar a tu lado.

—Georgie — Lys se levantó en las puntas de sus pies —, no tengo nada que perdonarte, mi amor — musito contra sus labios —...te amo tanto.

Lys lo beso con todo el cariño y cuidado del mundo, como si George fuera lo más frágil del mundo y con cualquier cosa se podría romper.

George no podría describir lo que en esos momentos sentía, era una mezcla de emociones, recuperaba lo que creía perdido y estaba seguro que nunca volvería a dejarla escapar.

Poco a poco la vida de Lyssane Delacour y George Weasley comenzaba a volver a la normalidad, una normalidad donde estaban juntos.

El camino había sido muy difícil, pero de una u otra forma era como si estuvieran destinados.

—Te amo más, Lys —murmuro George rompiendo el beso y pegando su frente con la de la rubia —, perdón por tardar tanto tiempo en darme cuenta de lo que realmente siento por ti, si todo hubiera sido más rápido habríamos evitado muchas cosas.

—George, todo lo que ha pasado nos sirvió para que nuestros sentimientos sean más fuertes — ambas miradas se conectaron —... y aunque pasaron cosas malas yo no cambiaría nada si supiera que con eso siempre vamos a estar juntos.

—Eres la mujer que siempre espere, Lyssane, definitivamente todos esos años sufriendo por un amor no correspondido valen la pena al saber que tu llegaste a mi vida.

Se dieron un corto beso para unirse en un fuerte abrazo, ambos corazones latían con la misma intensidad.

✹✹✹


George manejaba con una sonrisa en el rostro, mientras la rubia buscaba en su bolsa, ya había sacado todo, pero no encontraba las llaves de la habitación de hotel.

—Lys —llamo el pelirrojo viéndola por el rabillo del ojo — ¿Perdiste algo o qué buscas?

—George... creo que perdí las llaves de la habitación —el pelirrojo aparco el auto a un lado de la carretera para ver a la rubia con curiosidad —... creo que las tire cuando saque la cámara en el Coliseo...

—¿Ya buscaste bien? —Lys asintió y George suspiro —, sin ellas no vamos a poder entrar.

—¿Y en el Coliseo no tendrán un lujar de objetos perdidos? Tal vez las hayan encontrado.

—Cielo — George miro el reloj que tenía en la muñeca izquierda —, son las nueve de la noche, a esta hora ya está cerrado.

—Podríamos entrar — respondió con simpleza la rubia —, solo usamos un poco de magia, entramos, buscamos la llave y nos vamos de ahí ¿te parece?

—Suena bien — encendió el auto —, solo espero no haya guardias o algo, no quiero terminar en la cárcel...

—No estuvo tan mal la última vez —respondió con burla —, recuerdo que un hombre quería salir contigo.

—Ese día no parecías tan divertida, estabas a punto de llorar —contrataco George—, de hecho, me pedía que te "gespetara"

—¡George! ¡Deja de burlarte, ya pronuncio mejor la R!

—Pero en ese entonces no—George sonreía burlándose de ella—, querías que "gespetara" tu nombre raro.

—No es tan raro — hizo un pequeño mohín—, y no es tan difícil de pronunciar.

—Lo sé, Rasalhague...

—Lo pronunciaste bien —Lys enarco la ceja —... ¿A caso estas tomando clases de francés?

—Louis y Zib me han estado ayudando con mi pronunciación —se encogió de hombros—, quería poder decir bien tu segundo nombre, es raro, pero me gusta como suena.

Lys se estiro para besar su mejilla.

—Te amo.

George detuvo el auto frente al coliseo.

—Je t'aime, Petit Soleil.

Le robo un pequeño beso para quitarse el cinturón y salir del auto, la rubia imito su acción, dejo la bolsa en la guantera y tomo solo su varita.

—Siento como si fuéramos a robar Gringotts —George cerro bien el vehículo para tomar la mano de la rubia —, nos fijaremos que no haya nadie, entraremos e iremos directo a la oficina que estaba pasando la segunda columna, me imagino que ahí han de llevar las cosas perdidas.

—Me parece bien.

Ambos caminaron al Coliseo y se figaron en que no hubiera ningún guardia alrededor, al ver que parecía todo despejado, George saco la varita para lanzar un alohomora y abrir la puerta principal, dejo que Delacour entrara primero y él cerrar la puerta.

A paso rápido y vigilando que no hubiera nadie fueron a la pequeña oficina y con ayuda de magia entraron, George se quedó vigilando la puerta mientras la rubia buscaba entre las distintas cajas hasta que encontró una más grande que decía "Objetos perdidos", saco todo lo que había ahí, desde suertes, gorras hasta un zapato, pero al final distinguió el juego de llaves y soltó un suspiro de alivio, las tomo para meter todo de nuevo y dejar todo tal y como estaba.

—¿Las tienes? — pregunto George al ver que salía la rubia, ella jugueteo con las llaves entre los dedos mostrándoselas —... que bueno —una sonrisa traviesa adorno el rostro del pelirrojo —, ya que estamos aquí ¿Qué te parece si recorremos el Coliseo de noche? Ahora no hay ningún otro turista y podemos tomar todo el tiempo que queramos.

—Me agrada la idea — George sostuvo las llaves para guardarlas en el bolsillo de su pantalón y tomo la mano de Lys —...quiero ir a la arena, hace rato no la pudimos ver bien porque fuimos directo al hipogeo.

—Vamos a donde tú quieras, preciosa.

Los dos comenzaron a caminar recorriendo lentamente el coliseo ya que hace rato todo el recorrido fue algo rápido porque el guía les iba explicando un poco de todo, aparte que los turistas solían estorbar para apreciar varias partes del lugar.

Veían algunas estatuas y las distintas decoraciones que usaban en la antigua Roma, George disfrutaba de ver a Lys, las esmeraldas verdes brillaban cada que hablaba sobre el coliseo Romano, al parecer le había apasionado mucho la historia muggle, tanto que incluso quería comprar un libro para saber más de ella.

Llegaron a la arena, caminaban entre las estatuas y estructuras que formaban una especie de laberinto para llegar hasta el centro.

—Ya me cansé, Georgie — murmuro Lys y sin importarle se sentó en el piso para quitarse las zapatillas y sobarse los pies.

—Caminamos demasiado, preciosa — George imito su acción sentándose a su lado, Lys estaba levemente inclinada por lo que el pelirrojo tenía una muy buena vista del escote del vestido que llevaba, trago en seco al distinguir que no llevaba brasier.

Lys prefería no usar brasier o algo que la apretara, disfrutaba mucho de la comodidad que le brindaba tener los pechos sin nada reteniéndolos, aunque había ocasiones en las que optaba por ponerse algún sostén, por ejemplo, cuando trabajaba.

—Para regresar haremos una aparición ¿te parece?

—Lo que quieras — George alzo la mirada para ver los labios de Lys, se acercó un poco más a ella para rozarlos —, me vuelves completamente loco, Lyssane.

—Y tú me vuelves loca.

Si esperarlo, Lys rodeo el cuello del pelirrojo con los brazos para comenzarlo a besar, los labios de ambos se movían con intensidad y de un momento a otro las lenguas se encontraron para dar inicio con una guerra tratando de demostrar quién era más dominante.

George la empujo con suavidad al suelo para terminar sobre ella sin romper el beso, llevo la mano hasta el muslo derecho de la rubia para acariciarlo subiendo el vestido.

Lys bajo las manos para serpentear por el tonificado pecho del pelirrojo y bajar lentamente a la hebilla del pantalón.

Los besos de George recorrían de forma húmeda el cuello de la chica, disfrutando de su aroma a mandarina, chupaba y lamia dejando marcas rojas que durarían varios días, Lys logro desabrochar la hebilla del cinturón para introducir la mano bajo el pantalón y el bóxer tomando el duro miembro del pelirrojo y acariciar toda la longitud, sentía como comenzaba a crecer la erección contra su palma.

Los jadeos de ambos se escuchaban por todo el coliseo haciendo eco, solo esperaban que no llegaba ningún oficial porque ninguno parecía con la intensión de detenerse.

George bajo el vestido para liberar uno de los senos de Lys, sonrió al ver que tenía el pezón erecto.

—Tus pechos son tan preciosos, Lyssie — musito para llevar los labios al pequeño pezón y chuparlo.

—George —jadeo la rubia sin dejar de acariciar la erección del pelirrojo —...estas tan duro, cielo.

Él llevo la mano hasta la entrepierna de Lys aun cubierta por la braga para pasar los dedos sobre ella sin dejar de estimular el pezón con los labios y lengua, Lys pasaba la mano libre entre su cabello y aumento la presión en los movimientos contra el pene empalmado del Weasley sobre ella.

Los fluidos humedecían los dedos del más alto, hizo a un lado la braga para tocar sus pliegues directamente, estaban demasiado húmedos parecían esperar por él.

Atrapo el clítoris con el dedo pulgar, mientras el dedo medio y anular se encargaban de buscar su entrada.

Lys jadeaba el nombre de George disfrutando de sus caricias, se sentía en las nubes, los largos dedos del pelirrojo entraban de forma lenta abarcando todo de ella, mientras el pulgar apretaba su clítoris para moverlo en círculos. La rubia arqueaba la espalda tras cada embestida.

George se sentía demasiado duro, sentía que no podría soportar mucho tiempo sin estar dentro de ella, la suave mano de Lys lo envolvía con facilidad y disfrutaba demasiado del toque, pero nada se comparaba a su apretada y pequeña vagina, con fuerza jalo la braga de la rubia para romperla y lograr quitársela.

—¡George, la rompiste! — riño lanzándole una mala mirada y el solo soltó una carcajada —, esa me gustaba y eran nuevas.

—Luego las arreglare — la guardo en su bolsillo para no perderlas —...quiero follarte, Lyssie.

—¿Y qué te detiene de hacerlo? — Lys saco la mano para desabotonar el pantalón de George, tenía la mirada completamente oscura cargada de deseo —... quiero sentirte dentro, Georgie...

Él le sonrió para hincarse en medio de sus piernas, viéndola fijamente a los ojos para bajarse el pantalón junto con el bóxer liberando su enorme polla con la punta roja y diversas gotas de líquido pre seminal por la sobre estimulación previa.

Tomo la pierna izquierda de Lys para ponerla sobre su hombro y el inclinarse para besarla castamente.

—¿Lista?

Lys serpenteo las manos sobre los anchos y varoniles hombros hasta llegar a la noca, pasando lentamente los dedos entre el centelleante cabello.

—Para ti, siempre.

George tomo su erección para guiarla hasta su entrada y en un solo movimiento de cadera la introdujo completamente. Lys gimió con fuerza atrayéndolo hacia ella para besarlo con pasión desenfrenada.

Las embestidas eran duras y profundas, la longitud de George a llenaba a Lys por completo, lo único que se escuchaba eran sus cuerpos chocando.

Estaban tan concentrados en el placer que se otorgaban mutuamente que ninguno se dio cuenta de las cámaras que seguían activadas.

George mordía el cuello de la rubia aumentando la fuerza en las estocadas, sentía como las paredes vaginales de Lys lo envolvían y apretaban con fuerza.

—¡George! — gritaba Lys llena de éxtasis—...más duro, hazlo más fuerte.

Él sonrió para dejar de medir su fuerza y entrar con más vehemencia en ella, Lys apretaba la camisa de George arqueando la espalda, era tanto el gozo que sin poder evitarlo ponía los ojos en blanco, el pelirrojo al ver eso se sintió más excitado, nunca encontraría una mujer más sensual que ella.

George disminuyo un poco la velocidad al escuchar un ruido de motor y como si algo estuviera volando arriba de ellos.

—¿Qué demonios es eso? — Lys trato de enfocar la vista cuando una luz los cubrió ofuscándola — ¡George!

El pelirrojo alzo el rostro para distinguir tres helicópteros volando y alumbrándolos, incluso tenían cámaras de video.

—¡Mierda! —George salió de ella con cuidado de no lastimarla para ponerse de pie y acomodarse el pantalón—. Acomódate la ropa, tenemos que irnos.

Lys asintió para acomodarse el vestido y ponerse las zapatillas, George la ayudo a pararse.

—¡Alto ahí! —escucharon como un hombre hablaba de forma fuerte y clara — ¡Deténganse donde están! ¡Acaban de perpetuar un acto ilícito en un monumento histórico! ¡Serán arrestados!

—Ven — George tomo la mano de la rubia para comenzó a correr.

—¡George, nos van a arrestar otra vez!

Ambos trataban de esconderse tras los pilares, la luz los seguía y el hombre seguía hablando, escucharon como se abría la puerta y varias pisadas.

—¡Lys, solo concéntrate en el coche!

—¿Qué?

El pelirrojo apretó su mano, y sintió como si algo la jalara del estómago.

George había hecho una aparición llevándola consigo.

✹✹✹



Ambos entraron a la cocina de la suite entre risas, había logrado escapar de toda la policía romana que llego al coliseo después de que perpetuaran un centro histórico, definitivamente eso sería una noticia internacional.

—¡Por Merlín, George, los muggles grabaron tu pecoso trasero! —se burló la rubia sacando una botella de agua de la nevera—... va a salir en televisión nacional.

—No creo que en la televisión pongan mi trasero, aunque definitivamente gozarían de una buena vista — George se preparó una taza de té —, solo espero no se vean nuestros rostros sería muy vergonzoso que tu familia o mi familia nos vean.

—Sí, ¿Qué van a decir tus padres de mí? —tomo una de las sillas que estaban junto de la encimera para sentarse —, tenemos que dejar de hacerlo en lugares públicos.

—Pero ve el lado positivo, tenemos una buena historia para contarle a nuestros hijos cuando sean grandes — se sirvió el té para darle un sorbo —...nunca esperarían que sus padres perpetuaran un lugar histórico y fueran perseguidos por la policía en Roma... definitivamente será algo para recordar.

—George —llamo Lys, el giro el cuerpo para verla, tenía el rostro algo serio.

—¿Pasa algo? —enarco la ceja con confusión — ¿Dije algo malo?

—¿Qué somos en estos momentos?

—Somos personas ¿por qué preguntas?

Respondió con sencillez.

—¡No seas tonto! —puso los ojos en blanco —...me refiero ¿en qué termino estamos?

—¿Qué quieres que seamos, Lyssie? —pregunto de forma seria el pelirrojo sin apartar la vista de sus ojos.

—Ya sabes...se mi...

Lys buscaba la palabra correcta.

—¿Novio? —alzo las dos cejas con una sonrisa coqueta.

—¡Si, mi novio! —Lys le guiño el ojo para preguntar de forma segura —: George Weasley ¿Quieres ser mi novio?

Él dejo la taza de té sobre el mueble junto al fregadero para acercarse a la rubia, se le hacía muy interesante la situación, él planeaba pedirle que tuvieran algo formal de otra manera, pero sin duda Lyssane Delacour siempre llevaba la delantera.

Lys ya no dejaría que pasara más tiempo sin aclarar en qué términos estaban, ya habían desperdiciado demasiado y si él no daba el primer paso ella lo haría.

—Me gusta como suena. Acepto.

Murmuro para inclinarse y besarla, cosa que fue devuelta de inmediato.

Por fin, después de tanto tiempo...

George Weasley y Lyssane Delacour estaban juntos formalmente.



(N/T: ¡Hola! ¿Cómo están?

Por fin, por fin, algo que ansiaba que pasara ya sucedió:

Lys recupero todos sus recuerdos y ella y George ya son novios después de tantos.🥰

Muchas gracias por leer, comentar y votar, jeje.

Por cierto, en esta semana me cree un twitter, por si quieren seguirme es: @gaste_lier, jeje.

Las amo, nos leemos♥)

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