—George.

El pelirrojo rápidamente se puso de pie desperezándose para verla.

—Hey—George la recorría con la mirada buscando que no hubiera un rastro de temor en la veela, quería hablar con ella, pero esta vez haría todo lo posible para no alterarla como la última vez — ¿Cómo estás?

El corazón de Lyssane latía con intensidad y las palmas de las manos estaban empapadas en sudor, no lo negaría, se sentía demasiado nerviosa al ver al hombre que tanto amaba.

—Bien...y ¿tú?

Se mordió el labio inferior sin saber que más decir, por primera vez se quedaba sin palabras antes él.

—Bien, también — George dio dos largos pasos más dejando aun una distancia entre ellos —...Lys...yo —buscaba las palabras correctas para iniciar con la conversación—...lo siento.

Musito la última oración, sabia lo mucho que la cago y la culpa lo recorría por completo, con tanta facilidad logro echar a perder la relación con la rubia después de todo lo que les costó para estar juntos.

—¿Qué es lo que sientes? —enarco la ceja —¿Haber ido como un loco a reclamar una estupidez que yo nunca hice? O ¿Haber confiado en mí?

—Lys...por favor, hablemos. Me comporte como un imbécil...pero, enserio, quiero arreglar las cosas, no quiero perder lo que teníamos.

Las esmeraldas que Delacour tenía por ojos se detuvieron en el rostro del pelirrojo, se notaba demacrado y reflejaba la culpabilidad que sentía, los ojos de George no tenían el mismo brillo de siempre y su cabello estaba opaco.

—Creo que eso ya está perdido, George.

No lo negaría, sentía horrible decir eso ¿Pero que podía hacer?

Él demostró que no confiaba en ella, y con algo tan estúpido como las fotos con el hechizo de ilusión...

¿Qué habría hecho ella si hubiera recibido unas fotos así? Tal vez hubiera actuado igual ¿no?

Por lo regular era difícil controlar las emociones, y más con cosas así, comenzaba a dudar si estaba bien la decisión que estaba tomando respecto a su relación con George, lo amaba demasiado.

—Por favor, no, Lys — rompió la distancia entre ambos y midiendo sus movimientos para no asustarla la tomó de la mano con delicadeza —...no quiero perder todo lo que hemos logrado, eres lo mejor que tengo, Lyssane, eres mi todo, el sol que ilumina mis días...no quiero perderte por algo como eso.

La veela podía notar el arrepentimiento en cada palabra que salía de los labios del pelirrojo, se notaba demasiado asustado por lo que ella estaba por decir.

—George...yo...

—Lys, enserio perdón —la voz de George era más baja y ambos estaba demasiado juntos, Lys podía ver las pestañas rojizas de él descansar sobre sus mejillas cada que parpadeaba e incluso distinguía las pecas que formaban figuras extrañas que le salpicaban el rostro —...me deje llevar por lo que vi, ni siquiera pensé en los hechizos de ilusión —soltó un suspiro para morderse el labio inferior por unos segundos —, pero llegue a creer que sería fácil que me cambies por alguien como Zabini, siendo sinceros él es mucho mejor que yo. Lys, eres completamente perfecta, eres una diosa pisando la tierra entre mortales, tú te mereces lo mejor y me aterra no serlo ¿sí? —Lys iba a decir algo, pero George no lo permitió—... temo no darte todo lo que mereces, y ver esas fotos fue como un balde de agua fría, lo único que podía pensar era en que tú te había dado cuenta de todo lo que mereces y que yo no soy digno de ti...

—Eres un tonto —Lys parecía a punto de llorar por las palabras del hombre frente a ella—, te amo demasiado, y no te imaginas cuanto me dolió que dudaras de mí, que pensaras que tan fácil te engañaría — George acerco la mano a la mejilla de la rubia para atrapar unas cuantas lagrimas con el pulgar—... he tratado de hacer todo lo posible para demostrarte cuanto te amo, he hecho todo lo posible para que te des cuenta de la intensidad de mis sentimientos por ti, y tú solo desconfías por las fotos que un imbécil que nos quiere separar mando —un suave sollozo escapo de los labios de Delacour, él sentía como su corazón se estrujaba al verla de esa manera y lo peor era saber que era el único culpable —, eres mi todo, George. Pero, cuando te pusiste de esa manera me diste demasiado miedo, me hiciste recordar a Cormac.

—Sé que arruine todo lo que teníamos, Lyssie, y me odio demasiado por eso, pero quiero arreglar las cosas —limpio todas las pequeñas lagrimas que adornaban las mejillas de su rubia—...que estemos bien.

—George, te amo, pero —hizo una pausa disfrutando del calor que le brindaba la gran mano del pelirrojo, era demasiado cariñoso con cada toque —...no es tan fácil, siento que con cualquier cosa vas a volver a desconfiar de mi...

—Lys, no te pido que estemos como hace una semana o que me perdones tan fácil—lo único que deseaba el Weasley era volver a recuperar un poco del lazo que tenía con Lyssane—...pero, sí que volvamos a empezar, que me dejes demostrarte lo arrepentido que estoy —alejo la mano de la mejilla de la mujer —...no quiero perderte tan fácil, Lys, eres la mujer de mi vida y no sabes cuánto me odiaría si dejo que todo entre nosotros se destruya por mis estupideces.

La veela suspiro y asintió, ella tampoco quería perder todo lo que tenía con el Weasley por algo tan estúpido como eso.

Si, George la había cagado de manera monumental, pero al final de cuentas era humano ¿no? Todos cometían errores y, si superaban esos errores juntos significaba que su relación tendría futuro.

—Primera y última oportunidad que te doy, George —advirtió Lys, la incipiente sonrisa del pelirrojo comenzó a hacer más grande —...eso no significa que estamos como hace unos días, yo dormiré aparte en lo que busco un departamento para mudarme...

—¿Pero, seguimos juntos?

—Como novios primerizos, nada de sexo —agrego y George soltó un suspiro.

—Te amo, y no solo por el sexo, Lyssane, puedo esperar todo el tiempo que quieras...

—De acuerdo, y otra cosa, cuando quieras discutir algo lo haremos hasta que salga de trabajar, no quiero que vuelvas a ir a la oficina a hacerme un escándalo ¿entendido?

—Entendido, te demostrare que estoy dispuesto a todo por ti.

Ella sonrió algo conmovida por sus palabras y por lo seguro que parecía.

—Bien —se acercó unos centímetros a él —...tengo que descansar, mañana entro temprano.

—De acuerdo, Lyssie —la rubia dejo un pequeño beso en la comisura de sus labios —... ¿No hay otra clase de besos?

Pregunto haciendo un pequeño mohín con los labios.

—No te los has ganado, Georgie, que descanses.

El pelirrojo bufo para besar el cabello de la rubia.

—Tú también descansa...si te sientes muy sola, ya sabes donde está mi habitación.

Le lanzo un guiño y Lys solo negó con la cabeza mientras una sonrisa divertida adornaba sus labios para verlo por última vez y caminar a las escaleras.

A mitad de las escaleras, la rubia se topo con el matrimonio Black-Weasley que parecían haber escuchado la conversación.

—Yo iba con mi hermano —se justifico de inmediato Fred para pasar a lado de Lys —...hasta mañana.

—¿Así que volvieron?

Zibelth enarco la ceja viendo a la rubia que solo sonreía.

—¿Crees que estuvo mal que le diera otra oportunidad?

Las dos mujeres terminaron de subir las escaleras.

—Lys, lo importante es que tú te sientas feliz con eso.

No lo negaría, a Delacour le daba demasiada felicidad regresar con George, odiaba estar separada de él al fin de cuentas lo amaba con demasiada intensidad, era el amor de su vida y no quería que nada entre ellos terminara.

La palabra matrimonio paso por su cabeza al pensar en eso, pero de inmediato deshecho esa idea...aun no estaba lista para un paso tan gran ¿o tal vez sí?

✹✹✹

—Si quieres que todo vuelva a ser como antes, reconquístala —agrego Fred, terminando de cambiar el pañal de su hijo menor—...ya sabes, se detallista, pero no solo lo hagas ahorita porque están iniciando otra vez, lo tienes que hacer siempre.

—¿Te ha funcionado eso?

—Cuando Anir y yo terminamos durante la guerra mágica, me costó demasiado volver con ella —tomo el cambio de ropa que consistía en un pequeño traje de marinero —...siempre he sido de darle flores o cosas que le gusten y nunca he perdido esa costumbre, creo que siempre funcionara eso...la podrías llevar a cenar, hay un restaurante en el centro de Londres muggles, es nuevo, tiene comida y música latina —se encogió de hombros poniéndole la camisa a Regulus —, la semana pasada fui con Anir, fue demasiado divertido y romántico, y no creo que a Lys no le guste eso.

—Me agrada la idea, la iré a ver a la oficina para invitarla a cenar.

—Si van a salir muy noche, ten cuidado ¿quieres? Recuerda que ese imbécil sigue suelto y no sabemos ni siquiera de lo que es capaz.

George suspiro, su hermano tenía razón, el dichoso acosador seguía libre, a pesar de no haber recibido más notas, nadie sabía de lo que era capaz, y aunque él y Lys no lo tomaban mucho en cuenta y seguían con sus vidas como siempre, Zibelth Black-Weasley se había vuelto más sobre protectora con todos sus seres queridos, si seguía de esa manera estaba seguro que enfermaría por tanto estrés.

—Lo sé, no te preocupes... ¿tú y Zib van a salir hoy?

El gemelo mayor termino de vestir a su hijo que al sentirse libre se sentó en la cama para comenzar a balbucear como si opinara en la conversación de los mayores, se podía ver que cuando los impostores fueran más grandes el más sociable seria Regulus John que siempre tenía ganas de hablar.

—Los niños tienen consulta con Draco —se encogió de hombros —, Anir llevo a Georgie con ella, Regulus y yo los alcanzaremos en San Mungo.

—Me sorprende que Reggie se quedara contigo, nunca quieren alejarse de Zib.

—Es que se quedó dormido—soltó una risita al recordar que el menor de sus hijos estaba completamente dormido y parecía que George Sirius lo supiera, porque se despertó sin hacer ningún ruido para lograr salir a solas con la azabache —...y Zib no lo quiso despertar, así que yo lo espere.

—Ustedes también cuídense, cualquier cosa me llamas.

—Tú también.

Los gemelos se despidieron para que George saliera de la casa para poder hacer una aparición en Francia, algunas veces se le complicaba porque necesitaba mucha concentración para viajar distancias tan largas, pero conforme pasaba el tiempo iba mejorando.

Camino por la ciudad en busca de una florería, no hablaba muy bien francés pero cada día lo comprendía aún más, buscaría un hermoso ramo de girasoles y tulipanes amarillos, las flores favoritas de Lyssane.

[...]

George se detuvo frente a la secretaria de Lys, Kaira, la rubia le había contado un poco sobre ella y sabía que esa niña era...la ex amante de Bill, realmente en esos momentos odiaba a su hermano mayor, no entendía como era tan descarado para hacerle eso a dos mujeres, jugar con ellas y lo peor, dejar a una embarazada sin hacerse responsable.

Fred y él lo habían hablado incluso con Charlie, y los tres estaban de acuerdo en apoyar a la chica con el embarazo, ya fuera de manera económica o comprando cosas para el bebé aun no nacido, aun no sabían cómo abordar el tema con Kaira sin llegar a incomodarla.

—Buenas tardes.

Saludo el pelirrojo llamando la atención.

—Hola...que, diga, buenas tardes —Kaira a veces olvidaba las formalidades ya que con Lys y sus socios más allegados nunca era necesario ser tan formal—... ¿En qué le puedo ayudar?

—Vengo a ver a Lyssane.

Agrego con una amable sonrisa, Kaira le puso más atención y pudo darse del parecido con William Prewett... ¿O debería de llamarlo William Weasley?... porque sí, William le había dicho otro apellido para evitar decir el verdadero, al final de cuentas toda su relación era una vil mentira.

—¿Tiene cita?

La menor se puso nerviosa, al recordar que Lys le conto que su novio era el hermano menor de William y que Zibelth Black estaba casado con el otro hermano, ¿qué tal si ellos la trataban de la misma manera que Fleur?

No quería perder el trabajo que Lys le brindo y mucho menos que armaran un escándalo en la asociación de la rubia que tanto la ayudo.

—Soy George Weasley...el novio de Lyssane, no sé si necesite cita, pero ¿podrías decirle que estoy aquí? —George pudo notar lo nerviosa que estaba y no quería afectarla de alguna manera así —...Kaira...yo...supongo que sabes quién soy ¿no? Bueno, quien es mi hermano.

—Sí...yo, realmente no quiero armar un escándalo o hacer algo en contra de él...por favor, le juro que no estoy aquí intentando acercarme a su familia o parecido.

—¿Qué? No, no, no...no creo eso, Lys me explico un poco de todo, lo que hizo mi hermano fue una estupidez y Fleur no actuó muy bien que digamos —se rasco la nuca de forma nerviosa —...solo que, bueno, desde que dos de mis hermanos y yo nos enteramos de todo —hizo una pausa—, queríamos que supieras que cuentas con nosotros, sabemos que el hijo que esperas es de Bill, así que cualquier cosa que necesites no dudes en decirnos...queremos ayudarte a ti y a nuestro sobrino.

—¿Hablas enserio? Bill niega que sea su hijo.

George suspiro.

—Lys confía en ti, por lo tanto, nosotros confiamos en ti...así que bueno, queremos hacernos responsables por las estupideces de Bill.

Kaira sintió su corazón estremecerse y los ojos llenársele de lágrimas, ahora entendía porque Lys estaba con ese chico, era igual que amable que ella.

—¿George?

La puerta de la oficina se abrió dejando ver a una rubia que usaba una falda negra y una blusa azul cielo junto con tacones, dándole un aire demasiado formal.

—Hola, preciosa —George se giró sobre sus talones para extenderle el ramo de flores —...son para ti.

—Gracias —Lys las tomo para acercarlas a ella y olerlas gozando de su dulce fragancia —, las pondré en agua, ya casi iba a casa.

—Te espero.

Ambos se dieron un corto beso para que Delacour entrara a la oficina, George se despidió de Kaira repitiéndole que él y sus hermanos se harían cargo de los gastos del parto y que cualquier cosa lo contactara por medio de Lyssane, la castaña se sentía un poco más segura al darse cuenta que no estaba tan sola como creía.

✹✹✹

Soltó un bufido lleno de enojo mientras veía a la mujer que tenía enfrente sollozar una y otra vez.

—¡Por fav...or! ¡Suéltame, no entiendo porque estás haciendo esto! — la rubia se movió en la silla tratando de soltarse—...solo déjame ir, no diré nada si quieres.

—No —tomo la varita para ponerla sobre la boca de la mujer —...te has portado muy mal últimamente, y has sido muy grosera con mi pequeño sol —ella iba a decir algo más — ¡Ocausi! —lanzo el hechizo desapareciéndole la boca—...tú chillona voz me estresa demasiado, no sé cómo la soporte durante este tiempo.

Las lagrima de desesperación recorrían las mejillas de la rubia que ya ni siquiera podía hacer ruido.

Sonrió por última vez, viendo que ella estuviera bien amarrada para salir del sótano mientras se peinaba, agradecía que no hubiera nadie más para que no hicieran preguntas estúpidas, lanzo dos hechizos contra la puerta para ir a tomar una ducha, hoy sería el día en que vería a Lyssane Delacour, con George lejos de ella todo sería más fácil, estaría sola porque sabía que su quería Anirak estaban en san Mungo con el estúpido de su esposo y los mocosos.

Tomo un largo baño, para vestirse algo elegante y tomar el ramo de tulipanes que compro con anticipación, se vio por última vez en el espejo y se peinó las cejas, sus labios rojizos y todo lo demás estaba en perfecto estado.

Se concentró e hizo la aparición a una cuadra de Femmes Survivantes.

Apretó la mandíbula con fuerza al ver la escena que se daba al otro lado de la acera y aventó las flores al suelo con ira:

Su amada Lys era abrazada por el idiota de George Weasley, ese maldito imbécil la estaba tocando otra vez.

¡Ya habían terminado! ¿Por qué estaban tan juntos?

Cuando por fin creía quitar todos los obstáculos y a todos los que dañaban a Lys ese bastardo volvía a aparecer.

Tenía que hacer algo más, algo que dejara a Lys completamente disponible...

(N/t: ¡Hola! ¿Cómo están?

¿Ya saben quién es "A"?

¿Cuál rubia era la que lloraba?

En fin, este capítulo está dedicado a bitchinthecloset porque en el pasado comento demasiado, tqm.

Nos leemos, las amo❤️)