Lyssane dejo el viejo baúl en el jardín escondido en medio de uno rosales que quedaban junto al portón, se alegraba que Cormac y Pierre estuvieran entretenidos platicando de negocios en el despacho del mayor. Una vez que estaba bien oculto se alejó de ahí.

Recorrió los jardines buscando cualquier lugar por donde pudiera escapar, pensaba hacerlo por el portón, pero quería tener una segunda opción en caso de que su padre cerrara bien o algo parecido.

—¿Qué haces, Lys?

Escucho como la llamaban por lo que se giró encontrándose con Thania que le sonreía.

—Solo quise dar un pequeño paseo — se encogió de hombros mientras sonreía —, ya sabes, me aburro de estar encerrada en mi habitación.

Ambas caminaban por la vereda disfrutando del fresco aire que les golpeaba el rostro.

—Lo bueno que tu boda será pasado mañana, podrás disfrutar de la luna de miel con Cormac — la rubia cobriza parecía emocionada, más emocionada que Lys — ¿Ya te dijo a donde te llevara?

—Según él iremos a una isla privada — sonaba emocionada, pero realmente era porque en unas cuantas horas más se escaparía de ahí dejando atrás toda esa estúpida fiesta—, pero solo será por una semana, porque tiene que volver al trabajo.

Nada le agradaba de la fiesta, todo era horrible, hasta la decoración, blanco y dorado... ¡Por Merlín! ¿Quién carajos usaba un color tan feo como el dorado en una boda? Era elegante, sí, pero era demasiado clásico, casi siempre lo usaban para cualquier evento, y aburrido...bueno todos ahí lo eran.

Lo único bonito eran las invitaciones, bueno el color, rosa oro, definitivamente, si tenía otra boda— en la que ella estuviera de acuerdo—, escogería ese color de decoración.

—No sabes lo feliz que estoy por ti — Thania entrelazo sus brazos mientras sonreía —, Cormac te ama y te adora con su vida, sin duda serás demasiado feliz con él, ¿Te imaginas que cuando regresen nos des la noticia de que estés embarazada? sus bebes serían muy bonitos.

—Si... aun no quiero tener hijos — Lys no quería tener hijos en esos momentos, bueno no con Cormac, no se imaginaba embarazada de él y esperaba que no sucediera eso —...siento que aún estamos jóvenes para tenerlos.

—Ya vas a cumplir veintiséis, Lys, ya es edad de tener hijos...

—Tú y yo vamos de la misma edad y no te veo con bebés aun, creo que ni siquiera tienes hijos.

Contrataco la Delacour con una sonrisa burlona.

—En cuanto menos te los esperes me casare — le guiño el ojo —, y tendré dos hijos hermosos, ya verás.

—Si eso quieres...

Ambas volvieron a la gran casa, tal vez Lys extrañaría un poco a Thania, a veces solía ser algo divertida.

Lyssane alzo la mirada cuando Cormac entro a su habitación con un vaso de agua y las pastillas que le daban del diario, las cuales la dejaban demasiado cansada.

—Hola, dulzura.

El rubio se acercó y beso su frente.

—Hola, amor.

Dijo con una sonrisa fingida, sabía muy bien lo que tenía que hacer para lograr que su plan saliera a la perfección.

Lys se levantó de la cama para tomar el vaso de agua que le extendía Cormac y las pastillas dejándola en el mueble junto a su cama.

—Lys, tienes que tomártelas.

—Quiero hacer algo antes, amor — Cormac la vio fijamente y se mordió el labio inferior al ver como la rubia se desabrochaba los primeros botones de la camisa dejando ver sus senos cubiertos por un sostén azul y una sonrisa coqueta adornaba sus labios — ¿No quieres que nos divirtamos?

Cormac sonrió, le gustaba que Lys tomara la iniciativa, él de inmediato se acero para tomarla de la cintura y comenzó a besarla de forma hambrienta.

Lys le siguió el beso, McLaggen la acerco a la cama, sus manos vagaban de la cadera al trasero tonificado, el cual apretaba con fiereza.

Cormac acostó a la rubia y se puso a horcajadas de Lys, besando su cuello dejando un húmedo camino de besos hacia los senos de ella.

La rubia con discreción saco la varita y lanzo un hechizo sobre Cormac el cual cayo inconsciente sobre ella, junto todas las fuerzas posibles para salir de debajo de él.

Delacour soltó un suspiro y se limpió de los labios los rastros de la asquerosa saliva de Cormac, acomodo su ropa y se abrocho la camisa.

Busco entre los bolsillos de Cormac y saco la pequeña bolsa de cuero donde guardaba varios galeones de oro.

Sin importarle, la vacío toda para guardarlos, Cormac estaría un buen rato inconsciente así que le quito la ropa dejándolo en bóxer para que cuando despertara pensara que habían tenido sexo.

Tomo las pastillas y con ayuda de un vaso que estaba ahí las trituro volviéndolas puro polvo el cual mezclo con el agua que le trajo Cormac, sabía que por lo regular luego de tener sexo el rubio bebía demasiada agua, así que se la ofrecería, tal vez con las pastillas le daría sueño o probablemente quedara inconsciente, a esas alturas no le importaba lo que pasara con él o con su padre.

✹✹✹

Dio una vuelta alrededor de la casa haciendo el menor ruido posible, se fijó en cada habitación y todos parecían completamente dormidos.

Después de terminar de cenar ella se subió de inmediato con la excusa que quería relajarse, y Cormac también subió a su habitación ya que tenía un enorme dolor de cabeza y demasiado sueño, quizá por las pastillas que la rubia le había puesto en el agua.

Cuando paso frente a la puerta de la habitación de Cormac escucho los ronquidos de su estúpido prometido, al menos parecía tener el sueño pesado y seguramente no despertaría hasta el día siguiente, pero Lys esperaba que no despertara nunca.

Thania dormía en la habitación de hasta el fondo por lo que no se detuvo tanto tiempo en revisarla, y su padre parecía roncar al igual que Cormac.

Todos los empleados y elfos domésticos que trabajaban en la gran casa tenían una especie de cabaña lejos de la casa principal donde descansaban, por lo que sería más fácil escapar de ahí sin ser detenida.

A paso rápido volvió a su habitación, una vez ahí cerró la puerta y con ayuda de la varita de la azabache puso un mueble trabándola para tener un poco más de tiempo para huir, el baúl con sus pertenencias lo había escondido en el gran jardín cerca del portón.

Cambio su pijama por unos jeans negros algo pegados y una sudadera del mismo color, se calzo unas zapatillas deportivas que rara vez usara, pero eran cómodas para correr. La varita la escondió entre la pretina del pantalón y su cadera para que estuviera segura.

Tomo varias sabanas de su cama para irlas amarrando haciendo un lazo lo suficiente largo que le permitiera bajar, no era demasiada pesada así que esperaba que no se rompiera en el intento.

Observo por última vez la habitación y amarro la punta de la sabana a una de las patas de la cama, tirando la otra punta por la ventana.

Sostuvo su cabello en una coleta alta para que no le fuera incomodo, y acomodo la bolsa con dinero y joyas dentro de su abrigo.

Inhalo y exhalo calmando sus nervios, limpio el sudor de las palmas de sus manos contra el pantalón, se acercó a la ventana y guardo la varita.

Sus manos sujetaron con fuerza la sabana para bajar de forma lenta, ayudándose con las piernas pisando la pared, agradecía que no hubiera tantas ventanas porque así no las rompería.

Cuando faltaba menos de medio metro se soltó, y cayó en el suelo sobre los pies, un pequeño dolor le recorrió las piernas, pero decidió ignorarlo para correr.

El aire le golpeaba el rostro y la leve brisa le mojaba el cabello, el aroma a tierra mojaba inundaba sus narices, estaba disfrutando de toda esa adrenalina y de la libertad.

Por fin no se sentía encerrada en una jaula como si se tratara de un pájaro en cautiverio.

Escuchaba el crujir de las hojas secas bajo sus pies y el chirrido de los grillos.

Llego a lado del portón donde dejo el baúl, rápidamente lo tomo para ir a abrir la reja de metal pesado que a pesar de estar viejo lucia demasiado cuidado.

Estaba tan cerca de por fin salir de ese lugar.

Realmente su padre no se preocupaba mucho por cerrar bien, ya que confiaba en que nadie se atrevería a tratar de entrar a la propiedad privada de Pierre Delacour, y es que ese nombre era muy conocido en Francia siendo el jefe del departamento de seguridad mágica, se sabía que dio caza a mucho mago tenebrosos los cuales terminaron recibiendo el beso del Dementor, un espectáculo que disfrutaba demasiado el rubio mayor, y a el patriarca Delacour no le importaba usar maldiciones imperdonables para castigar a cualquiera que intentara ir en sus contra.

Y a pesar de que Lys Delacour no recordara eso, ella alguna vez fue víctima de un castigo que la hizo sufrir demasiado.

—¿Qué haces, Lyssie?

Una voz a su espalda la hizo girar, topándose con esos ojos vacíos que le causaban dudas mientras le apuntaba con la varita.

—Nada... ¿solo daba un paseo?

Lys no sabía mentir, su cerebro no procesaba nada, no entendía porque, pero de repente el miedo se hizo presente, era como si ya hubiera vivido algo parecido.

—¿Planeabas escapar?

La rubia dudo en responder, podría intentar dejarla inconsciente pero tal vez fallaría, ella parecía estar más alerta que Cormac.

—¿Cómo crees que haría eso?

—Lyssane, debes de casarte — su voz era monótona sin un rastro de sentimientos —, ya es hora que dejes esa estupidez de estar con ese Weasley...no lo mereces.

—¿De qué hablas?

Su estómago ardió y cayo de rodillas al piso, la había atacado con algún extraño hechizo, el aire le faltaba y su respiración comenzó a volverse irregular.

—Maldita veela — se encuclillo a su lado —...George nunca será tuyo.

De repente la pesadez en sus parpados se hizo presente, escuchaba algunas voces, pero ninguna parecía preocupada, todo lo contrario, eran aliviadas.

El cuerpo comenzó a entumecerse sintiéndolo demasiado pesado y lentamente perdió el conocimiento, siendo atrapada por una bruma de oscuridad que la hacía caer lentamente a un pozo sin fondo.

(N/T: ¡Hola! ¿Cómo están?

Creo que salió mal el plan de nuestra rubia favorita, oopsy dupsy.

Pero pronto verán si se casan, están invitadas a la boda de Lys y Cormac, jajaja, será el domingo.

Hablando del domingo, es 28 de marzo, así que es el cumpleaños de Lyssane por lo que pensaba hacer un especial por su cumpleaños, tengo planeados varios de ellos por distintas fechas, como el cumpleaños de los Gemelos Weasley o alguno sobre el embarazo de Zib, o de la amistad/odio de Fred y Jerome y la amista de Lys y Zib, una chica por el grupo de WhatsApp me dio la idea de que hiciera un libro de one shots sobre sempiterno/libídine... ¿Qué opinan? ¿Lo hago o publico los especiales por aquí? Espero ver sus opiniones al respecto, igual me pueden decir sobre que les gustaría ver algunos especiales para hacerlos.

Nos leemos el domingo, las tqm♥

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