LXIII: Fuego
El semblante del rubio se encontraba completamente serio, observaba a los hombres frente a él mientras terminaba de darles las indicaciones necesarias, le era raro tomar el lugar de Zibelth, pero haría lo necesario para traer a salvo a sus hermanos, su prima, Mónica y Zibelth.
—Tres buscaran por el norte —informo Lyssandre —, los otros tres por el oeste, cualquier cosa que vean extraña nos mantendremos comunicados por los patronus ¿entendido?
Los aurores asintieron, el Delacour citó a seis de los aurores en los que más confiaba entre ellos a Harry Potter y, Robert Burke, un viejo amigo que trabajo con él en el departamento de seguridad magia del ministerio francés, el ministro Shacklebolt le dio el visto bueno para que Lyssandre pudiera tener a cualquier Auror que quisiera a su servicio en lo que encontraban a la jefa del departamento.
Lyssandre tomo su varita para ir con George y Fred, ellos entrarían por el sur del bosque, tenían una ventaja ya que el gemelo mayor lo conocía muy bien y sabia como recorrerlo de manera más rápida.
—Lo mejor será que no nos separamos —informo saliendo del ministerio —, no sabemos que esperar de ese par de locos.
—Sí, tienes r— George dejo las palabras en el aire al ver a la multitud de gente rodeando algo que parecía un... ¿cuerpo? — ... ¿Qué demonios es eso?
El trio de hombres se acerco a paso rápido, Lyssandre aparto a la aglomeración dejando ver frente a ellos un cadáver y el resto de unos huesos.
—¿Blaise?
Inquirió Fred reconociendo el cuerpo sin vida, varios golpes adornaban el rostro del moreno al igual que una gran marca en su cuello con sangre seca alrededor.
Delacour tomo la fina nota sobre el cadáver para leerla:
"No traten de encontrarlas.
Estarán bien.
Verán, que por fin serán felices.
Inmensurablemente felices.
Lyssane por fin estará con alguien que la ama.
La vida de ella siempre estuvo destinada a eso.
Es hora de lo entiendan.
—A"
Lyssandre aplasto el pedazo de papel entre sus manos para mandar a traer a un par de aurores y sanadores para que alzaran el cadáver y los restos de huesos, era más que obvio que los querían hacer perder el tiempo.
✹✹✹
Las gotas espesas carmesí manchaban el descuidado césped, era como si todo se hubiera quedado en pausa por unos segundos, como si sucediera en cámara lenta.
Por un segundo Ellie Yaxley y Zibelth Black compartían un apasionado besos y ahora la sangre escurría; Lys, Louis y Mónica no lograban distinguir quien era la mujer herida, pero imploraban que no fuera la azabache.
La filosa daga atravesó su piel con facilidad, sentía el frio de la plata y el líquido caliente escurrir manchando las manos de la mujer frente a ella.
—No vuelvas a llamar imbécil a mi esposo.
Murmuro la Black rompiendo el beso y empujando con fuerza la daga en su mano.
—Mald...
Yaxley no pudo decir más, Zibelth junto todas las fuerzas que tenía para sacar la daga y empujar a la rubia al final del acantilado.
—Púdrete en el infierno, perra.
Fue lo último que escucho Ellie Yaxley para soltar un alarido de dolor y terror al sentir como su cuerpo caída.
Zibelth dejó caer la daga a un lado al darse cuenta que lo logro, su plan si salió bien: Ellie Yaxley por fin estaba muerta, no iba a sobrevivir a una caída de esa distancia, y era imposible que hiciera alguna aparición ya que el filo de la navaja estaba lleno de veneno de basilisco, así que de una u otra forma iba a morir.
No lo negaría, muy en el fondo le dolió hacerlo por la relación de amistad que compartieron durante años pasados, al final de cuentas Ellie fue su primera amiga, le hubiera gustado que las cosas fueran diferentes y no terminar de esa forma.
La mirada gris vio hacia abajo cuando un mareo la recorrió, gracias a Merlín, alguien la jalo hacia a atrás alejándola del precipicio.
—¡Mamá!
Llamo Louis, la magia de Ellie se había deshecho cuando la daga la atravesó, dejando libres a los dos rubios y la chica castaña que de inmediato corrieron hacia Zib que parecía demasiado cansada después de haber sido torturada.
—Louis...
Murmuro viendo a su hijo mayor que la abrazo con fuerza, después de varios días, el rubio logro sentirse seguro en brazos de su madre, el aroma a frutos rojos lo relajo al instante, estando a lado de ella era como si nada ni nadie lo dañaría.
—¿Estas bien?
Inquirió preocupado, alejándose unos centímetros para analizarle el rostro buscando alguna herida profunda.
—Lo estoy, cielo —el alivio recorrió a la mayor a ver que Louis estaba completamente bien al igual que las otras dos mujeres —, tenemos que salir de aquí.
Louis la soltó para dejar que se acercara a Lys, ambas amigas se unieron en un fuerte abrazo, Zibelth se aseguró que la rubia estuviera bien salvo por el horrible vestido todo estaba en orden.
—¿Entonces —la mirada de la azabache se posó en el vientre de la veela que aún estaba plano—...estas embarazada?
—Eso dijo ella —lanzo una mirada con desdén al precipicio por donde cayó la rubia—...no sé qué tan cierto sea.
—Lo mejor será que vayamos al viejo castillo —señalo la enorme y vieja estructura que se veía a varios kilómetros de ahí —...si lo estas y haces una aparición sería peligroso para ti y para el bebé.
Lys que aún no procesaba muy bien el hecho de que tal vez estaría embarazada, pero las posibilidades eran grandes así que tendría más cuidado, porque Lyssane si quería tener a ese bebé, un bebé de George y ella.
—Mamá —llamo Louis llevando la varita y maleta donde estaba el dinero que trajo con ella —...el dinero ya no está.
—Use oro leprechaun y algunos billetes falsos que Fred hechizó para que desaparecieran después de unas horas —explico con tranquilidad alzando la daga con cuidado de no rozar el filo, bajo la mirada al escuchar una pequeña explosión —...vamos de aquí, ahora.
Ordeno viendo como una llamara de fuego subía rápidamente por el acantilado: fuego demoniaco, eran un montón de bestias abrazadoras, algunas llameantes quimeras y dragones que se alzaban con velocidad.
Zibelth tomo la mano de Lys para hacerla correr, Louis jalaba a Mónica de la muñeca.
Recorrían el bosque con rapidez, Zibelth lo conocía muy bien ya que después de la muerte de su abuela vino muchas veces en compañía de Fred para buscar el cadáver, pero ninguno encontró nada.
Algunas ramas lo hacían tropezar pero trataban de no detenerse, el calor era más fuerte y las llamaradas se acercaban a gran velocidad, Zibelth podría controlarlo con facilidad ya que era experta en el fuego demoniaco, pero si hacia eso descuidaría a los otros tres y era algo a lo que no estaba dispuesta, sabía que era Neville el que lo controlaba y podría aparecer por cualquier lado para emboscarlos, era mejor esconderse para llegar al castillo, donde si tenía suerte encontrarían una vieja chimenea con red flu.
Lograron encontrar una de las viejas entradas que estaban escondidas entre la hierba y viejos rosales secos, la azabache lanzo un hechizo para abrirla con facilidad y todos lograron entrar. Cerraron y coloco varios hechizos protectores para que el fuego no traspasara la puerta, siguiendo el camino subterráneo lograrían llegar al sótano del castillo de forma segura.
—¿Qué es esto?
Pregunto Lyssane con curiosidad, varios calabozos estaban a su alrededor, pero lo que más le llamo fue que estaba un cuarto con una enorme puerta de pesado fierro viejo y podía ver todo a través de un enorme muro de cristal que parecía demasiado resistente, alcanzo a distinguir varias serpientes que se resbalaban por los muros y por lo pequeños huecos que tenía la pared, incluso en la pared del fondo estaban enormes marcas de golpes y rasguños como si alguien hubiera estado encerrado ahí.
—las habitaciones de castigo de mi abuela Perenelle —murmuro la Black dirigiendo la mirada donde mismo que Lyssane, Louis pudo distinguir una mezcla de miedo y dolor en los ojos de su madre —, mi abuela era una mujer demasiado...estricta, cuando algún elfo o sirviente no seguía sus órdenes... ella los encerraba en esos calabozos —señalo los que se encontraban frente al cuarto del enorme ventanal —, sin comida ni agua durante días...
—¿Y este?
La castaña pregunto con curiosidad y algo de temor al imaginar las clases de torturas que usaría la anciana Flamel.
—Ese...era el mío —murmuro, sintiendo como la voz se le cortaba al recordar esas épocas.
—Zib...
Lys le acaricio la mano en señal de apoyo.
—Cuando tenía cinco años, mi padre estaba en Azkaban, mi madre era perseguida por diversos mortifagos y mi abuelo trabajaba con Dumbledore para capturar a diversos magos oscuros y buscar algunas cosas de Voldemort que no sabían cómo destruirlas —relato sin apartar la mirada del muro a través del cristal —...mi abuela era la persona que se encargaba de cuidarme, como sabrán la familia Flamel siempre ha sido como parte de la realeza, por lo que en lugar de jugar como una niña normal era obligada a tomar clases de danza, idioma y clases de etiqueta...cada que cometía un error o hacia algo que le parecía a mi abuela...ella me encerraba aquí, a veces eran horas...otras veces eran días.
—Las serpientes... ¿nunca la mordieron?
Mónica sintió una punzada en el corazón, Lys también se sintió mal al imaginar a una pequeña niña azabache encerrada en esa habitación que no era exactamente grande rodeada de todas esas amenazadoras serpientes, eso no era un castigo si no una tortura.
—No...yo puedo h...no, no lo hicieron, en fin —paso la mano de forma brusca sobre su rostro —, Fred y yo pensábamos en demoler todo esto, pero era demasiado lio ya que teníamos que revisar que no hubiera nada importante en el castillo o por aquí —se encogió de hombros —, decidimos dejarlo para después, vamos, que ya es hora de irnos.
—¿Estas bien?
Murmuro Lys a lado de la Black, Louis y Mónica iban unos cuantos metros delante.
—Si...lo estoy —le sonrió con debilidad —, el estar aquí me hizo recordar algunas cosas...
—Tu abuela te torturaba, Zib...
La azabache asintió con una sonrisa triste en el rostro.
—Nunca se lo dije a nadie...cuando era niña tenía miedo de que fuera peor aparte, Perenelle me dijo que nadie me creería, así que calle, conforme fui creciendo salí de aquí para comenzar a vivir en Estados Unidos, luego entre al colegio y me mude a Londres —resumió de manera rápida sin entrar en muchos detalles—, nunca les conté a mis padres...él único que lo sabe es Fred.
—¿Se lo contaste?
—Cuando empezamos a dormir juntos algunas veces tenia pesadillas con este lugar, le termine contando...aparte él y yo nos contamos prácticamente todo —la sonrisa recupero un brillo de alegría al mencionar a su esposo —, hemos sido confidentes, quizá algunas veces yo le oculte algunas cosas como cuando la maldición de Katie, pero fuera de eso nos contamos todo, desde nuestras infancias hasta nuestros peores miedos, y Fred siempre ha estado ahí, para apoyarme.
—Él te ama más que a nada.
—Como George lo hace contigo —cuando la rubia escucho ese nombre su corazón latió con vehemencia, extrañaba demasiado a su esposo —...ha estado buscándote por todos lados al igual que Jerome, estoy segura que se pondrá demasiado feliz al verte...sumado a eso, quiere matar al acosador...
—A Neville —menciono el nombre con un hilo de voz, aun le costaba creer que él fuera el que hiciera todo eso —... sigo sin creer que el haya planeado todo con ayuda de Katie...Ellie, como sea que se llame.
—Creo que fue un buen plan, nadie sospecharía de él...
Todo paso en un abrir y cerrar de ojos, nadie se lo espero.
Un estrepitoso golpe lleno el lugar seguido de un temblor que provoco que miles de piedras cayeran al suelo, Mónica y Zibelth salieron volando unos cuantos metros por la derecha cayendo en una enredadera de masa suave, mientras Louis y Lyssane fueron llevados al lado izquierdo.
La veela tosió con fuerza gracias al polvo provocado por la explosión, al alzar la mirada se topó con Louis pegado a un muro con la boca tapada y a Neville Longbottom frente a ella, una torcida sonrisa surcaba su rostro y sus ojos brillaban con intensidad viéndola fijamente, se acercó a ella para ponerse a su altura.
—Lyssie, no debiste de intentar escapar.
Lys lo vio a los ojos, ya no tenían ninguna pizca de cordura, estaba completamente desquiciado y ella no tenía nada con lo cual defenderse.
—¡Déjame ir!
—Ahora nada nos interrumpirá, la Black y la sobrina del ministro se entretendrán un gran rato con el lazo del diablo que deje del otro lado si no es que las mata antes...y tú —le acaricio la mejilla, la rubia temblaba bajo su toque por temor a lo que le podría hacer —, vendrás conmigo si es que no quieres que él muera.
Señalo a Louis que se movía con fuerza tratando de zafarse de aquellos tallos de madera que lo ataban al muro.
—Déjalos en paz, ellos no te han hecho nada.
Neville soltó una risa acercándose a Louis.
—La verdad me agrada mucho, es un buen alumno en Hogwarts, lleva excelentes calificaciones...si vienes conmigo, solo le cambiare los recuerdos, ya que sabe que yo soy A —paso la varita por el rostro del rubio, sus ojos azules reflejaban pánico por sus palabras —, sobre Mónica y Anirak no te puedo prometer nada, dudo que puedan zafarse del lazo del diablo.
Lys trataba de pensar en una solución, no tenía nada con que enfrentarlo... ¿o sí?
Sentia las palmas de sus manos demasiado calientes, al parecer el efecto de la poción de que le dio Yaxley para catalizar su parte veela ya no tenia efecto.
Pero, al ser solo un cuarto veela no podia sacar esas dichosas bolas de fuego o transformarse en algo como decían las historias, tampoco controlar al cien por ciento a alguien.
—Neville —lo llamo con voz suave, no lo podia controlar por completo pero si una parte de él, con la que quiza podría salir a salvo u obtener la varita —...Neville...
Longbottom giro el rostro hacia la mujer que lo llamaba, y nada parecía tener sentido, era como si ella brillara y no podía apartar la mirada, los ojos esmeraldas lo veían con intensidad.
—¿Q...que pasó?
Logro articular ya que su garganta se encontraba completamente seca, y unos inmensos deseos de cumplir cualquiera de los caprichos de Lyssane lo recorrieron, moriría por ella si la veela lo ordenaba.
A Lys nunca le gusto usar "sus encantos", se le hacía algo vil, pero, ahora no tenía otra alternativa, no iba a permitir que alguien la volviera a obligar a hacer algo que no quería o que la encerraran nuevamente como alguna vez lo hicieron Pierre y Cormac.
—¿Por qué no vienes? —pregunto incitándolo a que se acercara a ella mientras se ponía de pie —, quiero que estés cerca de mí.
Neville no lo pensó más para acercarse sin dejar de verla, Lys alcanzo a escuchar algunas voces al otro lado de las piedras que los encerraban, trato de concentrarse en lo que tenía que hacer así que no les prestó atención.
—Dame tu varita ¿sí?
La suave y dulce voz de la rubia inundaba los oídos de Neville, era como una armoniosa melodía que lo enamoraba cada vez más.
El rubio se la extendió y ella la tomo rozando sus dedos con suavidad, Neville ante ese tacto se sintió en las nubes.
—Qué bueno eres...
La bruja distinguió como alguien murmuraba un hechizo al otro lado.
—¡Bombarda máxima!
Ella logro conjurar un protego para protegerse junto con los dos rubios, miles de partículas de polvo inundaron el lugar y sin querer soltó la varita.
—¡Tú! ¡Maldito bastardo!
La voz de George inundo el lugar y sin pensarlo se lanzó sobre Neville cayendo al suelo para darle diversos puñetazos en el rostro mientras lo insultaba, Lyssandre fue corriendo con su hermana para ayudarla y Fred fue por su hijo para ayudar a bajarlo del muro.
—Petit soleil —murmuro el rubio abrazándola —...ya todo termino.
Lys solo veía como George golpeaba a Neville el cual sé que jaba y trataba de defenderse, pero era imposible ante la furia del Weasley, escuchaba como la llamaban, pero su cuerpo se relajó tanto al sentirse segura que sin impedirlo cerro los parpados para que todo se volviera completamente negro.
(N/t: ¡Hola! ¿Cómo están?
Después de una semana sin actualizar, aquí está como les prometí, jeje.
¿Creen que Lys si este embarazada?
En otras noticias, para que Libídine termine quedan como tres capítulos y los dos epilogos, así que ya estamos en la final😭
Bueno, nos leemos, las amo💕)
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