LV: Jefatura
George tomo el pantalón de mezclilla que estaba en el suelo y una camisa de manga larga, vio de reojo a Lys que dormía plácidamente para salir de la habitación.
Tenía algo de hambre ya que no ceno bien así que, bajo las escaleras para ir a la cocina, al entrar le extraño que la puerta trasera estuviera abierta, quizá debería de volver por la varita, pero su curiosidad fue más grande así que salió, camino por el gran jardín de los Black-Weasley y pudo distinguir la luz del Kiosco encendida.
Se acercó más y pudo distinguir a otro pelirrojo que tomaba de una lata de cerveza muggle mientras fumaba un cigarro.
—¿Fred? —pregunto acercándose, el mayor solo volteo a verlo — ¿Qué haces aquí?
—¿Quieres? —le extendió una lata que George tomo para sentarse a su lado —, Anir se enojó conmigo porque me puse celoso de los impostores y me mando a dormir al sofá.
Explico, el pelirrojo menor abrió la lata para comenzar a beber el líquido amargo.
—¿Te pusiste celoso de tus propios hijos?
Inquiero con una sonrisa burlona, Fred puso los ojos en blanco para explicar
—: Estábamos viendo una película en la habitación con los niños, de esas que a ellos les gustan, trate de abrazar a mi esposa e iniciaron a llorar, te juro que lo hacen a propósito —dejo la lata vacía para tomar otra—, siempre que la quiero abrazar, besar o tocar de alguna u otra forma ellos hacen berrinches o se ponen en medio para que no me acerque.
George solo reía escuchando la explicación de su gemelo.
—Son tus hijos, es normal que sean celosos al igual que tú.
—Es que, los amo y mucho, pero deben de entender que Anirak es mi esposa, es normal que la bese o tengamos muestras de cariño, o sea, se acostaron en medio de los dos para que no la abrazara, cuando ya casi se dormían los trate de pasar a su habitación y lloraron, así que Anir se enojó por eso y heme aquí.
Las carcajadas de George eran demasiado escandalosas, no podía evitar burlarse de su hermano, sin duda era demasiado divertido ver a Fred celoso de dos niños pequeños, que eran sus hijos.
—Y eso que apenas acaban de cumplir un año, ahora imagínate cuando sean más grandes...
—Ni me digas —sonrió de manera divertida —, al menos sé que con ellos cerca nadie le coqueteara a Anir mientras yo no este.
—Ay, Fred, nunca cambias.
El mencionado solo se encogió de hombros.
—¿Y cómo te sientes? Dentro de unos días será tu boda...
—Emocionado, nervioso, una mezcla de todo —termino su lata de cerveza para tomar otra —, me da miedo no ser buen esposo o que Lys se arrepienta antes de llegar al altar... ¿Es normal eso? ¿Tú cómo te sentiste?
—Quería vomitar y también temía que Anir no llegara —la nostalgia lo invadió—, pero, lo mejor que te puedo decir es: Lys te ama, George, ella va a llegar el día de la boda, estoy seguro.
—¿Crees que seré buen esposo?
—Lo serás, eres mi gemelo y somos buenos en todo —le guiño el ojo palmeándole el hombro—, así que cálmate y disfruta de todo lo que vas a vivir.
—Gracias, Fred...
—¿Freddie?
Una voz femenina llamo la atención de los pelirrojos que giraron a las escaleras del kiosco.
—¡Mujer! —Fred se puso de pie quitándose la chamarra que tenía puesta —, está helando y tú estás así...
La azabache tenía una fina bata de seda encima del pequeño pijama y el clima estaba demasiado fresco provocando que temblara con suavidad.
—No te encontraba, te iba a pedir que volvieras. El sillón es incómodo.
Se mordió el labio inferior de manera nerviosa, George solo sonrió al ver como ambos a pesar de sus pequeñas peleas siempre se preocupaban el uno por el otro.
—Anir, te vas a resfriar—coloco la chamarra sobre sus hombros quitando el cabello que era aplastado por la tela —, debiste de abrigarte antes de salir al patio...
—No pensé que hiciera tanto frio —sonrió ante el suave beso que dejaba sobre sus labios —, perdón por decirte que durmieras en el sillón.
—Perdón por ponerme celoso por los impostores —le acaricio la mejilla —, George y yo estábamos tomando cerveza ¿quieres? —la mujer asintió disfrutando de las caricias de su esposo—...iré por otro six, ya solo queda está.
Le extendió la que él estaba bebiendo para ir corriendo a la cocina, Zibelth fue al sillón para sentarse a lado de su cuñado.
—Hola, tú...
Saludo viendo al pelirrojo menor que le devolvió la sonrisa.
—Hola, tú.
La Black le dio un gran trago a la cerveza que le entrego su esposo y enarco la ceja al sentir la mirada de George sobre ella, no es que le molestara, pero era raro.
—¿Pasa algo?
Inquirió con curiosidad tratando de pensar si se había desmaquillado o tal vez traería el maquillaje todo corrido y por eso la veía así... pensó durante algunos segundos, en la mañana, Fred y ella iniciaron la mañana demasiado movida quizá... por inercia llevo la mano libre a su cuello, recordando si las cubrió o no, pero luego recordó que George muchas veces la había visto con esas enormes marcas que Fred siempre le hacía, porque a veces era un maldito que amaba dejarla con rastros de lo pasional que era, no le molestaba, le daba igual, solo eran marcas rojas que dentro de unos días desaparecerían pero algunas veces cuando no las cubría las personas la veían de manera rara, como si tuviera una tercera pierna o algo.
—Tengo esto para ti —hablo George poniéndose de pie para sacar una bolsa del bolsillo del pantalón — ¿Zib?
Llamo al ver que estaba en su mundo.
— ¿El qué?
Regreso a la realidad para ver al Weasley que la miraba con una sonrisa burlona.
—¿Estabas en Ziblandia o Fredlandia? —le extendió la bolsa —, te quedaste en tu mundo, te decía que eso es tuyo.
—¿Qué es esto?
Vio la bolsa de piel sin saber si abrirla de una vez.
—¿Recuerdas cuando apenas iniciaba ese algo con Lys? — Zibelth asintió sin comprender mucho a donde quería llegar con eso—...hicimos una apuesta, cien galeones a que terminaba completamente enamorado de Lys antes de un año, y, bueno, estoy totalmente enamorado de ella desde diciembre de dos mil tres, así que... tú ganaste la apuesta, ¿Cómo es que siempre sabes lo que vas a pasar?
Ella soltó una suave risa al ver a la bolsita recordando todo lo que había pasado, como es que una chica rubia logro poner el mundo de George Weasley de cabeza y como esa mujer se convirtió en su mejor amiga.
—Hace años te dije que era buena en adivinación, ya ves que si es cierto...
George solo negó con la cabeza para verla con los ojos entrecerrados.
—¿Cómo te volviste buena en adivinación? Recuerdo que hace años, cuando estábamos en a mediados de la guerra mágica me dijiste que...
—Te casarías después de los veinticinco con la rubia de ojos verdes con la que fuiste a hacer cosas sucias al lago— completo la frase repitiendo las mismas palabras que hace siete años le dijo en la madriguera—...la verdad es que esa vez lo dije solo para molestarte y que dejaras de decir que...
—Estabas embarazada, no lo podías negar, hasta Sirius creyó que lo estabas, tú y Fred casi se morían, todo parecía indicar eso...
Zibelth suspiro para darle la razón a su cuñado y recargar la cabeza en su hombro, él rodeó los hombros con el brazo para besarle la coronilla, disfrutando del aroma a frutos rojos y frambuesas que tanto la caracterizaba.
—Por eso invente eso cuando según te leí el café, la verdad es que no sé si realmente exista eso de la adivinación —explico terminando su lata de cerveza—, pero siempre he observado y analizado a los demás y, tanto Fred y tú son demasiado transparentes cuando se trata de sentimientos...
—¿Desde qué conociste a Fred supiste que él estaba enamorado de ti?
—La primera vez que lo vi supe que era algo distinto a los demás, me salvó de una maldición sin conocerme no cualquiera habría hecho eso —sonrió viendo cómo su esposo salía de la cocina para caminar al kiosco—, cuando me reencontré con él en la casa Black solo me bastaron unos dos días para saber que él y yo seríamos más que amigos, Fred siempre fue directo con sus intenciones, tal vez no con palabras, pero si con acciones.
—Siempre creí que en esos tiempos actuaba como tonto, hasta que por fin formalizaron.
Comentó recordando todas las veces que Fred hablaba de la azabache y de todas sus quejas cuando estaba celoso por cualquier cosa como hasta la fecha.
—Fred fue un poco tonto por no hablar antes, tal vez no habríamos ahorrado todo el lío con mi abuela y el que casi terminara casada con Draco, pero creo que gracias eso pude darme cuenta de la intensidad de lo que ambos siempre hemos sentido —se encogió de hombros—...pero, tú a veces eres diferente a Fred, en esos tiempos siempre eras más cerrado, no podía leer tus sentimientos, ni si quiera cuando estabas con Katie, estaban juntos pero no parecía haber cariño de tu parte, fue todo lo contrario a cuando reapareció Lys en tu vida —George la escuchaba de forma atenta—, todo tú te destensabas cuando estaba cerca y siempre la has visto de esa manera tan intensa, como si estuvieras dispuesto a recibir Avada Kedavra por ella. Al inicio no te dabas cuenta de tus propios sentimientos, pero solo es necesario verte cuando ella está cerca para saberlo
George estaba completamente sonrojado por lo que acaba de decir, nunca pensó se ser tan obvio con cómo se sentía respecto a Lys, siempre la veía, pero nunca creyó que alguien se diera cuenta.
—Ya veo porque eres la mejor Auror, siempre pareces conocer todo lo que pasa a tu alrededor —Zib se encogió de hombros viendo a Fred dejar el si en la pequeña mesa—...gracias por todo y por siempre apoyarnos.
—No hay nada que agradecer —vio cómo su esposo se sentaba a su lado para aceptar una de las cervezas que les extendía—, tú también siempre has estado con nosotros y nos has apoyado en todo.
—¿De qué hablan?
Pregunto Fred abriendo su cerveza y viéndolos con curiosidad.
—De lo mucho que te amo.
Ella le sonrió para inclinarse hacia él y rodearle el cuello con los brazos, cuidando que la cerveza no se le cayera.
—Te amo más —Fred sonrió rodeándole la cintura para jalarla y que terminará sentada sobre su regazo—...entonces, nuestro Georgie será todo un hombre casado.
—Que rápido crecen los niños —llevo la mano a su corazón con una expresión de dolor fingido—, parece que fue ayer cuando decía que nunca se iba a casar, y míralo ahora, buscando un traje que combine con su cabello.
—¡Solo buscaba un traje que me gustara no que combinara con mi cabello!
Se quejó para que la pareja comenzara a reír, mientras George pusó los ojos en blanco.
✹✹✹
Lys se vio en el espejo, le gustaba el vestido plateado que llevaba, se pegaba a su cuerpo resaltando cada detalle aún más, decidió dejarse el cabello suelto y un maquillaje solo un poco más cargado de lo que normalmente usaba, fue al tocador para buscar su delineador cuando alguien la tomo de la cintura, su sonrisa se hizo grande al distinguir de quien se trataba.
—Te vez hermosa, Lyssie —le beso el hombro desnudo—, demasiado hermosa.
—¿Te gusta? ¿No me pase con el maquillaje?
—No-op, por el contrario, te ves más sexy de lo que eres —subía y bajaba las manos por su cadera— ¿A caso no llevas bragas? No siento las costuras.
—Tal vez no, quien sabe, te tendrás que quedar con la duda.
George sonrió contra su piel para subir el vestido dejándolo enrollado sobre su cadera.
—George... Zib me está esperando para irnos.
Musito Lys al sentir como uno de los dedos de su prometido jalaba el lado izquierdo de la pequeña tanga que llevaba puesta.
—Esta con Fred y los niños están jugando con Lyssandre en la sala, no creo que este lista, ya sabes, mi hermano a veces necesita de su atención —pego la cadera en contra del trasero de la rubia para que sintiera la erección en medio de sus nalgas —, y yo necesito tu atención, Lyssie...
—¿Cómo es que siempre tienes una erección?
—Porque siempre estás conmigo — se encogió de hombros bajando la braga con lentitud, después de pasar por los muslos las soltó para que se deslizaran por las piernas de la veela para incoarse—, y tienes un enorme efecto en mi...
—Eres un pervertido que es otra cosa.
Tomo el delineador dispuesta a delinearse cuando sintió la húmeda lengua por sus pliegues y sus manos apretándole el trasero.
—George —soltó un jadeo y dejo caer el delineador sobre el tocador —...no...no tengo tiempo.
—Sh—murmuro en contra de su feminidad disfrutando del aroma a sexo —...inclínate, Lyssane.
La rubia cumplió con lo que el pidió, recargando los antebrazos y pecho contra la fría madera dejando su culo expuestamente al pelirrojo.
Él sonrió trazando un húmedo camino desde los labios vaginales hasta la zona anal en donde se entretuvo un gran rato, acercaba lo más que podía la punta de la lengua a ese pequeño orificio para estimularlo y dejarlo completamente húmedo.
Los gemidos y jadeos de Lyssane inundaban la habitación, su placer aumento al sentir los dedos de George sobre su clítoris para moverlo de forma circular y aplastarlo durante algunos segundos, alternaba los movimientos volviéndola loca, si él seguía de esa manera dentro de poco se liberaría en un gran orgasmo.
George se alejó sin dejar el pequeño botón de carne, beso una de sus nalgas para chupar y succionar dejando una enorme marca roja, sonrió ante su travesura.
—¡George!
Se quejó Lys sintiendo sus dientes, él se puso de pie dejando de estimular el clítoris para desabrocharse el cinturón y pantalón.
—Aún tenemos tiempo para que folle tu bonito culo, Lyssie.
—A veces te odio tanto —murmuro la rubia —...estoy tan húmeda, Georgie.
Él azoto su trasero y con un movimiento de varita hizo que un lubricante que estaba sobre la mesita de noche llegara hasta su mano.
—Me gusta que estés mojada por mí, preciosa.
Abrió el lubricante derramando el líquido en medio del trasero de Lys y tomando una gran cantidad para colocarlo sobre su erección, una vez que estaba lo suficiente resbaloso guio la punta a la zona anal.
—Métela, amor.
Suplico Lys, George suspiro al ver la erótica expresión de Lys a través del espejo, se veía demasiado sensual con las mejillas sonrojadas y le sorprendía que su maquillaje siguiera intacto.
—Eres una ansiosa.
Dio otro azote en el blanco trasero y en una estocada ya estaba dentro de ella, soltó un gruñido al sentir lo apretada y caliente que estaba, amaba esa sensación, era la mejor del mundo, podría morir en esos momentos y seria la persona más feliz.
—Maldita sea, Lys —murmuro contra su oído—...no sabes lo loco que me vuelves.
La tomó de la cintura para dar un vaivén de caderas, al escuchar los gemidos y jadeos de Lys aumento la velocidad, la mano izquierda la guio hasta su seno para acariciarlo sobre el vestido.
—Sigue, George, no pares por favor.
—Tócate.
Ordeno y la rubia sin pensárselo dos veces posó el dedo índice y medio sobre su pequeño clítoris para dar movimientos circulares disfrutando de las penetraciones de George, se mordía el labio inferior tratando de acallar sus gemidos ya que eran demasiados, agradecía que la habitación siempre tuviera puesto el muffliato para que nadie los escuchara.
George mordió su hombro embistiéndola sin parar, amaba el sonido de sus testículos chocar contra el tonificado trasero de su rubia, era simplemente maravilloso.
Un cosquilleo recorrió el vientre de Lys, cerró los ojos echando la cabeza hacia atrás y soltando el nombre del pelirrojo para liberarse en un pequeño orgasmo.
Él se sintió satisfecho para embestirla durante unos minutos más y salir de ella en el momento que eyaculo terminando sobre el trasero de Lys.
—Como te amo, mandarina.
—Tonto —respondió con la voz agitada—, también te amo —Lys daba grandes bocanadas de aire para recuperarse un poco—, creo que llegare demasiado tarde.
—No me pude resistir, Lys, eres tan malditamente caliente que no puedo evitar follarte cada que te veo.
La rubia giro para darle una mala mirada, él la tomó de las mejillas para besarla de manera cariñosa que de inmediato fue devuelto de la misma manera.
Ahora Lys, tendría que limpiarse antes de que Zibelth decidiera ir por ella.
[...]
George cargaba al pequeño pelirrojo que comía un pequeño plátano dándole pequeñas mordidas, se veía demasiado adorable con las mejillas sonrojadas y la boca llena de fruta, ya tenía puesto un pijama de pequeños dragones al igual que su mellizo que estaba en brazos de Fred mientras miraba fijamente la televisión.
—¿No deberías de estar durmiendo ya junto con Stefan?
Pregunto Lyssandre bebiendo una cerveza.
—No quisieron dormir, y Georgie quería un plátano —explico el gemelo mayor—, durmieron casi toda la tarde así que tienen demasiada energía a esta hora, pero Stefan cayo completamente rendido.
—Ya...
Respondió con simpleza, George y Fred indagaron en el rostro del Delacour mayor, podían notar un atisbo de tristeza y eso era raro en él.
—¿Te paso algo? —inquirió George con curiosidad —...pareces...triste.
—Nada importante...
Murmuro fijando la mirada en su cerveza, parecía un niño pequeño que acaba de perder algo importante.
—Sabes que nos puedes contar cualquier cosa, Barbie barata —comento Fred—...igual y te sientas mejor hablándolo, no nos burlaremos.
Lyssandre los vio con algo de duda, pero soltó un suspiro para echar la cabeza hacia atrás.
—Tal vez sea algo estúpido —comenzó con duda —, pero...es que tenía ese algo con Razvan, el amigo de su hermano Charlie —los pelirrojos asintieron—, no es que estuviera enamorado o algo...solo...me sentía bien con él, no se todo era raro. Y pensé que estábamos bien...pero...
—¿Pero?
Preguntaron al unísono, las miradas avellanas estaban sobre Lyssandre y también los bebés Black-Weasley lo veían fijamente como si entendieran algo de lo que decía.
—Su ex novia está embarazada —soltó de golpe—, y tal vez no debería de afectar en nada lo que él y yo teníamos, pero no puedo continuar de esa forma.
—Pero, si es su ex novia no veo el problema, él puede hacerse responsable aun estando separados ¿no?
Fred le dio la razón a lo que decía su gemelo, pero Lyssandre negó para verlo, los ojos azules que siempre estaban llenos de diversión y coquetería ahora estaban opacos.
—Razvan al inicio no quiso hacerse cargo, eso me molesto y se lo dije, peleamos y nos dejamos de ver como por dos semanas —recargo el codo izquierdo sobre su rodilla para poner la barbilla en la palma de la mano—, cuando nos volvimos a ver, yo le dije que no quería continuar.
—¿Por qué?
—Me siento culpable, Razvan engaño a su novia conmigo, sé que eso estuvo mal, aunque él era el que tenía que respetar la relación y no yo...pero, aun así —le dio otro trago a la amarga bebida—, no puedo continuar con eso, sabiendo que yo separe a los padres de un niño inocente, no es justo y no me gustaría que crezca con padres ausentes como yo lo hice.
—Lyssandre...
Murmuro George, él rubio siempre aparentaba ser un hombre demasiado duro y poco empático, pero era todo lo contrario, prefería la felicidad de los demás antes de la de él mismo.
—Prefiero mantenerme lejos de él —se encogió de hombros terminando la cerveza y sonreírle al azabache que le estiraba los pequeños brazos —, supongo que tengo que dejar que pase el tiempo y después lo olvidare, no era nada serio.
—Creo que estas actuando demasiado maduro.
Agrego Fred entregándole a Regulus que de inmediato se aferró al pecho del rubio como si tratara de darle un abrazo o algo parecido, a veces Lyssandre se preguntaba si ese niño era más listo de lo que aparentaba.
—No sé si sea de forma madura, pero es lo mejor para todos.
Nadie sabía que más decir.
¿Qué se supone que se dice en una situación como esa?
Lyssandre no necesitaba palabras le bastaba con la compañía de los dos gemelos y los bebés, se sentía cómodo así, aparte que ellos no pedían más detalles con solo contarles eso les bastaba y él se sentía un poco más libre.
—¿Qué es eso?
Pregunto George escuchando una canción muggle a lo lejos, Fred se quedó callado unos segundos para ponerse de pie de inmediato.
—Es el teléfono...Anir es la única que sabe el número.
Respondió extrañado para ir corriendo al estudio donde estaba.
George se levantó con el bebé en brazos para tomar una toallita húmeda y limpiarle los restos del plátano.
Después de algunos minutos Fred regreso, estaba algo pálido y parecía muy preocupado.
—¿Qué ocurrió?
—De la estación de policías de Rumania Muggle— Fred para ver a los dos hombres que lo veían con curiosidad —, Anir, Lys, Laetitia, Tanith, Kaira y Clerie están arrestadas...
(N/t: ¡Holi! ¿Cómo están?
¿Por qué creen que arrestaron a las chicas?
¿Lyssandre tomo una buena decisión?
Gracias a todas las que leen, comentan y votan.
Las amo❤️)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro