Al día siguiente la próxima parada fue la antigua casa del Coronel en Rumanía, tengo toda mi esperanza en que ese lugar siga siendo el hogar de ese tan cruel hombre.

    Cuando llegamos sobrevolé el quinjet por los alrededores y por encima de la gran mansión que luego tendríamos que allanar, pero había algo que nos hacía dudar de que la casa estuviera aún habitada; las paredes por afuera estaban desgastadas y casi arruinadas, y el césped de los alrededores medía más de un metro de alto. Los cientos de kilómetros que pertenecían al área no habían recibido un visitante en mucho tiempo.

    Dejamos la nave encima del techo de la edificación, nos pusimos nuestros trajes y entramos por la puerta principal como si nada; adentro, todo estaba más oscuro y deteriorado, la poca luz que enteraba lo hacía por los grandes ventanales cubiertos conesas antiguas cortinas llevas de polvo, todo estaba más desolado de lo que estaba mi mente:

    -Hay que separarnos- dice Bucky  yo asiento.

    -Toma esto- le dio uno de los walkie talkie antiguos de reserva que tengo guardados -, si te encuentras con algo o alguien y tenes problemas llámame.

    -Tú igual.

    Salas, cuartos, baños, cocina, está casa parecía tenerlo todo pero en mayor cantidad.

    Unos momentos después esaba en lo que parecía ser el cuarto principal de la casa; todo estaba cubierto de polvo y un poco desordenado, prefiero dejar la ventana cubierta y me adentré directo a las mesitas de noche a los lados de la cama, pero aún así no encontré nada que sirviera.

    Me cansé de buscar tanto hasta que me senté en el borde de la cama, puse mis manos apoyadas a mis costados, di un gran suspiro. Mi walkie talkie empieza a sonar y a interrumpir mis pensamientos:

    -Creo que encontré algo, Stephany.

    -¿Qué es?

    -Son varios expedientes, hojas sin mucho sentido, pero hay uno que tiene que ver contigo.

    -Tráelo, estoy en la habitación principal.

    Espero por unos minutos hasta que él cruza por el umbral de la puerta con una carpeta entre su mano, se sienta junto a mí en la cama y me muestra los documentos.

    -Bueno, míralo por ti misma- leo rápidamente todo lo que dice pero no veo nada que nos pueda ser de utilidad, solo decía cómo ellos planeaban secuestrarme y experimentar conmigo, además habla de como ocurrieron las cosas aquel día en que perdí a mi madre.

    -Esto no me dice nada- me levanto de la cama y con decepción pongo la carpeta a la derecha de Bucky.

    Camino un poco por el centro del cuarto hasta llagar a un mueble cubierto por una sabana a la que no le había puesto mucha atención cuando entré aquí. Quito la sabana y ahora detrás de ella aprecio un viejo espejo, mi rostro un poco pálido puede reflejarse en él, noto las grandes y negras bolsas debajo de mis ojos, mis agrietados labios y este cabello ligeramente desalineado; me he visto tan espantosas estos días con tanto que hacer en mi mente. Atrás de mí aparece James poniendo su única mano en mi hombro.

    -¿Me he visto así de mal los últimos días?- pregunto viéndole la cara a través del espejo.

    -No te ves mal.

    -No me mientas- paso la lengua por mis labios para tratar de refrescarlos.

    -Que te arregles o no, no me importa en este momento, quiero que te sientas otra vez bien, muñeca, por eso te estoy ayudando con esto.

    -"Esto", esto es justamente lo que me tiene tan mal. Todas estas persecuciones, las angustias, las discusiones, estoy muy acostumbrada a ellas pero esta vez vuelve a ser diferente, "esto" es lo que trato de ignorar para continuar.

    Extraígo las placas del interior de mi ropa y las dejo colgar libremente en mi pecho.

    -Todos tenemos partes del pasado que queremos olvidar, es normal- callo por unos segundos paro luego confesarme libremente con él.

    -Quiero olvidar mi pelea con Steve, cada vez que la recuerdo me hace sentirme muy culpable- bajo la mirada. -. Le dije cosas de las que estoy muy arrepentida y luego me fui- sonaba como una niña regañada.

    -Te disculparas en cuanto lleguemos a casa.

    -Tengo miedo a que sea muy tarde cuando lleguemos.

    Él traslada su mano de mi hombro a mi cintura. Creo que trata de reconfortarme al hacerlo.

    -Este tipo de casas jamás me gustó, en especial después de haber estado en Hydra- dice viendo todo a su alrededor.

    -¿Por qué?

    -Es demasiado grande como para realmente disfrutar vivir aquí y realmente jamás estás cerca de tu familia cuando vives así; eso lo aprendí desde pequeño. Y después vinieron ellos a empeorarlo todo, con sus elegantes fiestas y reuniones que enmascaraban su panes diabólicos, yo siempre estaba a la sombra de todo esto, algunas veces en mansiones como esta.

    -Todo en esta casa se siente mal.

    -Estoy de acuerdo.

    -Pero aún debe haber algo aquí que nos sirva, así que debemos seguir buscando. Llévame a donde encontraste estos papeles, tal vez yo pueda encontrar algo más.

    Entramos a lo que parecía ser una oficina, un estudio para el hombre de la casa seguramente. Mi atención se centra en un gran y fino retrato de toda la familia que cuelga de la pared opuesta a el gran escritorio que estábamos revisando:

    -Ese debe ser el hijo del hombre- señalo al niño de unos cinco años que está junto a sus partes.

    -Este cuadro me hace creer que está familia era de estas que parecían perfectas pero en el fondo todos vivían muriendo de sufriendo.

    -Estaba pensando en lo mismo- vemos el cuadro por unos segundos más hasta que se me ocurre una maravillosa idea -. ¿Crees que podamos conseguir algo sobre ese chico aquí? ¿Al menos su nombre?

    -Bueno, si buscamos más puede que encontremos su nombre.

    Y así fue, entre todos los papeles de ese estudio habían algunos antiguos recibos de pagos en una escuela privada.

    -Son del año 96 en adelante, no debe ser tan viejo.

    -Patrick Kirchner- leo su nombre del recibo. Saco mi celular y escribo ese mismo nombre en el buscador de Google.

    -¿Qué haces?

    -Muchas veces estos hombres son muy reconocidos por hacer caridad y cosas similares, lo hacen para tapar sus crímenes, tal vez en internet pueda encontrarlo.

    -¿Y por qué no empezar por ahí con su padre?

    -¿No crees que ya lo intenté? No aparece nada, debieron borrar toda su información precisamente para protegerlo de alguna cosa- de pronto la búsqueda da sus resultados y en la pantalla aparecen varias fotos de un rubio joven con un elegante traje -. Lo encontré.

    -Dejame ver- le doy el celular -. Al parecer si hace caridad, y es doctor, de hecho muy reconocido en Europa- sigue deslizando su dedo por toda la pantalla.

    -¿Dice dónde está su residencia actual?

    -Sí... mmm... dice que su trabajo actual está en un importante hospital de la capital de Bélgica.

    -Eso significa que la próxima parada será Buselas, Bélgica.

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    Realmente es cierto lo que dice Bucky, todos tenemos partes del pasado que queremos olvidar, él es la prueba viviente de eso, porque se supone que de los errores se aprende y debemos recordarlos siempre para poder avanzar, pero cuando el error no es tuyo lo mejor sería olvidarlo definitivamente. Eso me enseñó Bucky, sin embargo ese no es mi caso, yo misma provoque esas cosas que quiero olvidar al hablarle de ese modo tan hiriente a Steve.

    Sé que no puedo simplemente olvida lo o borrarlo, debo asumir mis consecuencias y aceptar la desición de Steve con respecto a nuestra pelea y nuestra relación.