Horas que parecían años pasaron antes de que podamos aterrizar en Bélgica; se supone que el país es hermoso, pero apuesto a que en su interior aloja a tantas alimañas y a una gran red de mañas, estoy segura, sino de otra manera no estaría Patrick aquí. Pero lo malo de esta cuidad son los edificios, no hay rascacielos que puedan encubrir al jet, vamos a tener que ponernos muy creativas en este problema.

    Averiguamos el hospital donde trabaja Patrick; un importante centro medico de la capital. Bucky y yo disidimos que uno de los dos iría a a seguirlo mientra el otro se quedará cerca sobrevolando la nave en modo furtivo para que nadie la pueda ver a plana luz del día. Patrick sale del hospital por la puerta delantera y esa es mi señal.

    -Okay, cuando ya tenga la dirección de su casa- suelto mi cabello y me pongo una gorra -, tú aterrizaras el jet en la azotea del edificio más alto y más cercano, ¿entiende, James?

    -Sí. Ten cuidado, por favor- le sonrío y salgo de la nave con velocidad para no perder a mi objetivo de vista.

    Pasamos por unas cuantas calles y cuadras, todo iba bien hasta que él dio una vuelta a la derecha y lo pierdo de vista, avanzo más rápido pero no lo encuentro, corro por la calle y también por las tres siguientes pero esto no hace la diferencia:

    -¡Aaññ! ¡Lo perdí!- digo por el comunicador mientras miro a mi alrededor.

    -¿Segura?

    -Sí, ya no lo veo desde hace más de tres cuadras...- jadeo y pongo mis manos en mi cintura.

    Me detengo en la cera una calle muy concurrida y miro a mi alrededor sin saber qué más hacer. Siento unos jalones en mi abrigo y miro hacia abajo para saber de qué se trata; un niño estaba intentando de llamar mi atención.

    -¿Usted es Liberty?- me pregunta el niño con ojos de ilución.

    -Ah, sí, esa soy yo...- se lo dije simple, no creo que halla ningún peligro, solo es un niño de cuatro o cinco años no un espía, no creo ni que sea consiente de que soy fugitiva de la ley.

    -¡Wow! ¿Me podría dar su autógrafo, por favor?- saca de la mochila de su espalda un pequeño cuaderno y un crayón rojo.

    -Claro- me pongo de cuclillas para quedar a su altura y tomo el crayón y el cuaderno -. ¿Cuál es tú nombre, pequeño?

    -Mason.

    -Bueno Mason, espero que tengas un buen día y sigue portándote bien- le entregó sus cosas después de haber carabateado mi firma y puesto una dedicación.

    -¡Gracias, Liberty!

    Él se va y corre hasta entrar a una de la tiendas de la zona y ser levantado cariñosamente por su padre, suspiro y veo hacia mis lados con la esperanza de que algo o alguien reapareciera, hasta que Bucky detiene mi búsqueda.

    -Oye, en la siguiente cuadra a la izquierda hay un edificio lo suficientemente alto, te recogeré ahí.

    -Gracias.

    No tenía tiempo para esperar un elevador por eso en cuanto entre al el lugar fui directo a las escaleras y corrí por ellas hasta llegar al ultimo piso y luego a la azotea. Bucky y la nave ya estaban ahí:

    -A la próxima lo atraparas- me anima.

    -No sé cómo se me escapó, él estaba ahí- me quito la gorra -, yo lo estaba vigilando y en solo un segundo lo perdí de vista, y desaparece- me cruzo de brazos indignada.

    -No es tu culpa, Steph. Tal vez en el hospital podamos...

    -¿Sacar información sobre él?- lo miro con una idea en mi mente -Llamemos a la recepción.

[●●●]

-No creo que el Doctor Kirchner la pueda atender mañana, señorita; él estará toda la semana tomándose unos días libres y luego viajará a París el fin de semana para una sena de recaudación.

-Claro, París, espero que le vaya bien, a propósito ¿en qué recaudación?- pasea por todo el suelo de la nave para darme un poco de calma.

-Es para el rescate de los bosques tropicales.

-Gracias- cuelgo rápidamente el teléfono no rastreable y ve volteo en dirección a Bucky -. Tengo buenas y malas noticias; ya se donde se encuentra, lo malo es que debemos hacer otro viaje y está vez con escalas.

-¿Dónde está?

-París.

[●●●]
 

  Ya nos encontrábamos por los aires, conmigo en el puesto de piloto como es de esperarse.

-¿Por qué Liberty?- me pregunta él.

-¡¿Por qué qué?!

-¿Por qué escogiste el nombre de Liberty, Stephany?

-No lo sé, al entrar al equipo necesitaba un nombre clave, todos tenían uno y yo simplemente escogí el primero que se me vino a la mente.

-Pero debe haber una razón en especifico de por qué lo escogiste- él camina hasta mi lugar.

-Bueno... am... yo creo que fue por mi madre- me ve expectante como si quisiera que contará toda una historia de ello -. El ultimo día que estuve junto a ella, yo estaba apunto de saltar del auto y ella se encaminaba a una trampa mortal, me... me dijo que... que luchara por la libertad; libertad, de eso viene todo.

    Jamás nadie había sabido esa historia hasta ahora, mi madre y yo somos un mundo al que nadie puede entender y mucho menos entrar.

-Me dijo- continúo contando -, específicamente "Siempre serás mi libertad". Suena muy cursi, lo sé- bajo la cabeza con un poco de vergüenza.

-Suena hermoso- me toma de la barbilla y me hace levantar la mirada -. Yo, amé la forma en que trataste a ese niño, fue tan lindo.

-No fue nada.

-Pues para él lo fue todo.

-Creo que cada día me gustas más.

-Y yo cada día me enamoro más, muñeca- me regala un guiño.

-Oye, debemos preparar el viaje a París- interrumpo a propósito.

-Sí, claro- regresa al asiento trasero donde estaba antes.

    Ya debíamos continuar el viaje, no podíamos quedarnos toda la vida dándonos halagos el uno a la otra, es hora de ponerse en marcha, ya que la acción nunca espera.