Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 7: El diablo viste como el emperador

En un planeta lejano, en otro rincón del universo, se congregaban millones de personas en un lugar secreto, esperando la llegada de su emperador, Mateus. Había 5.3 millones de seguidores, de todas las edades, desde niños hasta ancianos, todos reunidos por la promesa de un nuevo orden que cambiaría el destino de su mundo. La multitud, vestida con atuendos que reflejaban su devoción, miraba ansiosamente hacia el estrado.

Finalmente, Mateus apareció ante ellos. La gente lo aclamó, alzando una bandera con el símbolo de su imperio. Los vítores resonaron en todo el lugar, y Mateus, con su presencia solemne, se dirigió a la multitud.

– Mateus: Compatriotas, hoy nos hemos reunido para dar a conocer la nueva forma de suprimir a los civiles bajos. Les presentaré el descubrimiento que renovará nuestro mundo.

– Multitud: Qué propone nuestro emperador, gritaron al unísono, con fervor.

– Mateus: He diseñado el elixir ideal para acabar con la sobrepoblación de los de escasos recursos. Lo llamo: El Plan de Extinción de la Insignificancia. Y para demostrar su efectividad, hemos traído a un hombre de la calle para probarlo.

En ese momento, los guardias de Mateus trajeron a un vagabundo encadenado, que parecía atónito por lo que estaba ocurriendo. Mateus pidió que lo soltaran, y aunque los guardias dudaron, accedieron. El vagabundo, ahora libre, caminó hacia Mateus con pasos vacilantes. El emperador tomó un frasco con el elixir, lo rompió y lo arrojó al rostro del hombre.

La multitud se quedó en silencio, observando en shock. El vagabundo comenzó a toser violentamente, luego sangró por la boca. La sangre se derramaba por su rostro, y su cuerpo se deformaba horriblemente, hasta que sus ojos explotaron y su piel comenzó a derretirse. Fue un espectáculo espantoso. Pero lo más sorprendente fue lo que ocurrió después: de su boca brotó un tallo, y raíces comenzaron a salir de su cuerpo, transformándolo lentamente en una planta. La gente quedó paralizada.

– Mateus: Este es el futuro que les espera a los de bajos recursos, mis compañeros. El elixir no solo elimina a los débiles, sino que los transforma en algo útil para la sociedad. Este es el poder de la evolución. Pronto produciré más de veinte millones de dosis.

La multitud, en lugar de horrorizada, aplaudió con fervor, agradecida por lo que acababan de presenciar. La devoción por Mateus creció aún más.

– Mateus: Este es el milagro de la salvación. Un universo perfecto donde todos merecemos vivir... donde seremos iguales y nadie sufrirá más.

Las ovaciones no se hicieron esperar. El emperador, con su tono sádico, se dirigió nuevamente a la multitud.

– Mateus: Ahora que han visto lo que sucede con aquellos que no merecen existir, sepan que este será el destino de todos los que se opongan a nuestro plan de salvación.

De repente, un grito aterrador surgió desde el fondo. Unos disparos rompieron el aire, y la tensión se desbordó cuando una bomba explotó en el centro del lugar. Los guardias de Mateus rodearon rápidamente al emperador, protegiéndolo. Pero entonces, uno de los guardias, un hombre que nadie había notado, apuntó con su arma a la cabeza de Mateus.

Un disparo resonó en la plaza. La multitud quedó en shock: el emperador había caído al suelo, herido de muerte. Los guardias reaccionaron, apresando al tirador, quien resultó ser un Kraken infiltrado, un enemigo de Mateus.

– Kraken: ¡Dejen de gritar! ¡He acabado con el diablo! ¡Lo que acabo de hacer estuvo planeado! ¡Ahora seremos libres!

– Multitud: ¡El emperador ha muerto! exclamaban algunos, mientras otros miraban al Kraken con incredulidad.

Pero algo extraño sucedió. El cuerpo de Mateus comenzó a moverse, y él se levantó lentamente, tocándose la cabeza. El agujero de bala que había sido visible antes ya no estaba. La sangre aún salía de su rostro, pero estaba vivo.

– Mateus: ¿Creyeron que podían matar a alguien cercano a dios? Solo porque tengan vidas miserables, no tienen derecho a acabar con la mía. Yo soy el salvador de este mundo, y eso nadie lo puede cambiar.

Con un gesto rápido, Mateus se acercó al Kraken, lo tomó por la cabeza y lo miró fijamente.

– Mateus: No puedes matarme, porque soy inmortal. Eres solo un hombre débil que no entiende el verdadero poder.

– Kraken: ¡Cierra la boca, maldito! ¡Dios, tú trasero! ¡Eres la encarnación del mal! gritó desesperado.

El Kraken intentó liberarse, pero algo más aterrador ocurrió. Los otros terroristas, que habían estado disparando, fueron encontrados muertos, sus cuellos cortados con precisión. Nadie podía entender qué había sucedido.

– Mateus: Encarnar el mal es un trabajo difícil. Ser el protector de la justicia es mucho más sencillo.

Luego de decir eso, al Kraken se le explota la cabeza, volando sus sesos por todo el escenario, manchando con su sangre sus alrededores, Mateus toca algo de dicha sangre y con ella dibuja su símbolo en el escenario, todos impactados ante tal suceso entienden que su emperador está protegido por las deidades y muestra su respeto hacia ellos con este sacrificio.

Mateus se dirigió al centro del escenario, extendió los brazos como un mesías, y todos comenzaron a aplaudir.

– Mateus: El mundo será purificado. Aquellos que estén en contra del plan de salvación serán exterminados. Y nuestra civilización, finalmente, ascenderá al cielo.

La multitud, extasiada, aclamó a su emperador con devoción total.

– Multitud: ¡Mateus, nuestro Salvador! – le aplauden.

Después de la ceremonia, Mateus fue atendido por sus médicos personales, y Stalin, su subordinado más cercano, llegó preocupado al ver la sangre que cubría al emperador.

– Stalin: ¿Cómo se siente, mi emperador, después de que le dispararan?

– Mateus: Me dolió un poco, de igual forma ya me curé solo, pero no es la primera vez que intentan asesinarme. Siempre son personas bajas, como los delincuentes y los terroristas. Son fáciles de eliminar.

– Stalin: ¿Y el plan de exterminación? ¿Cómo va?

– Mateus: Lo aceptaron. Ven el plan como una oportunidad para mejorar sus vidas. Y lo más importante, lo harán ver como una plaga natural, que se originó por causas ajenas a nosotros.

– Stalin: Entendido, mi emperador.

Así, el destino del universo parecía sellado. La civilización, bajo el control de Mateus, marchaba hacia una nueva era, pero quedaba la incertidumbre de cuándo y cómo se llevaría a cabo el exterminio masivo. Mateus lo había dicho claramente: "Si el agua no corre, se acaba corrompiendo." Lo mismo ocurre con la gente. La purificación del universo, según su filosofía, sería inevitable, y aquellos que no pudieran adaptarse serían eliminados sin piedad.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro