-Eso fue lo que paso.

-Ya veo- contesto Alinette- ¿Hubo algún herido?

-No por suerte todo se pudo controlar.

Un caballero, Alinette y por supuesto Mephisto se encontraban platicando en la biblioteca, al parecer hubo un incidente con una criatura fuera de control en el pueblo cercano al palacio, sin embargo, todos coincidían que la criatura era bastante extraña no parecía algo común.

-Gracias por contarnos todo, puedes irte- contesto la princesa.

El caballero realizo una reverencia y salió del lugar en silencio.

-No parece que esto sea bueno, tal vez tenga algo que ver con tu incidente- hablo por fin Mephisto.

-¿Incidente?

-¿No recuerdas cuando fuiste poseída por una especie de ser?- pregunto serio el hombre.

-Si... ¿Eso que tendría que ver?

-He tenido sospechas de que cosa pudo haber sido, la sacerdotisa y yo hemos estado hablando sobre eso desde que paso y coincidimos en algo- Mephisto miro a la chica- tu manejas la magia de creación ¿Dime cual es la contraparte?

-Zerstörung? (¿destrucción?)

-Ja (si)

-Pero ¿Cómo puede ser la destrucción un ser? Yo recuerdo haber escuchado una voz y...

-Justamente eso es lo preocupante- interrumpió el hombre- nunca se había manifestado así, ¿Recuerdas la leyenda de los inicios de esta tierra? La destrucción reino por mucho tiempo, las tierras eran infértiles, el sol no salía y había...

-Criaturas- ahora quien interrumpió fue la chica- no crees que esa criatura era...

-No lo sé, no hay registros de las criaturas que solían rondar en esa época, bueno, no que se conozcan, hemos estado buscando en este lugar sin embargo hay demasiados libros, registros, aunque ninguno tan antiguo, sinceramente dudo que algo de esa época haya sobrevivido hasta estos días.

-Mephisto, crees ¿Que vuelva a pasar lo de esa vez? ¿Qué pasaría si la destrucción se vuelve a despertar?

-No lo sé, el único registro mas cercano que podremos tener es el de la reina Alki, aunque todo en esa época se rescribió para borrar lo que había pasado ya sabes.

-Lo se.

Hubo un rato de silencio, ambos no sabían que hacer, miles de escenarios pasaban por sus mentes de como una entidad podría destruirlos a todos, a un reino que ya no usa magia y que le teme a quienes la usan.

-Creo que será mejor aun no decir nada- rompió el silencio Alinette- la gente tiene miedo de la magia y si descubren que una entidad de destrucción intenta liberarse, le echaran la culpa a los Tiberians que están aquí.

Mephisto no lo había pensado así, ya que para el era claro la culpa la tenia esa joven que despertó su magia, pero eso la gente no lo vería así, ella tenía razón, no debían decir nada aún.

-Estoy de acuerdo, hay que enfocarnos en encontrar algo que nos pueda ayudar a conocer mas de como se lidio con la destrucción en aquel tiempo y tu- observo con suma seriedad a la chica- tendrás que practicar mas tu magia si es que llega el momento que debas de proteger este reino.

- ¿Proteger el reino? Por lo que se la ultima persona que lo intento...

-Murió- contesto contundente Mephisto- la reina Alki vivió aquí toda su vida debe de haber en algún lado de este castillo el hechizo que utilizo en ese entonces para desterrar a la destrucción.

-Y el hechizo que uso Almur... por lo que se el desterró a la destrucción y no murió en el intento.

-Como te dije algo tan antiguo no debió sobrevivir el paso del tiempo.

La princesa se quedó seria, nunca había pensado en la posibilidad de que algún día se tuviera que enfrentar a la destrucción, su mente estaba inundada por las escenas que había leído de las leyendas y escuchado con anterioridad al igual que en esas conexiones con sus antepasados.

-¡ESO ES!- grito- se como podemos intentar buscar el hechizo.

Mephisto la miraba confundido.

-¿Por qué no le pregunto?

Mephisto la miro incluso a un más extrañado.

-Conexión mágica con antepasados, recuerdas.

-La última vez no salió nada bien.

-Lo sé, pero esta vez lo hacemos con un propósito y puede que no salga tan mal... hay que prepararnos bien.

[...]

La noche había llegado y la princesa ya hacia en su cama profundamente dormida, o eso era lo que parecía, ya que la verdadera iba de camino hacia el pueblo, ya se le había hecho costumbre ir casi todos los días, solo tenia que regresar antes de la hora en la que se preparaba para los rezos de la mañana antes de ir a la academia.

- Gute Nacht.

Decía la princesa a los arboles que la rodeaban en aquel bosque, una forma de saludarlos que se había hecho costumbre ya en la chica.

-Parece estar todo tranquilo, sin señales de monstruos extraños, aunque deberás me pregunto de ¿Dónde habrá salido? - hablaba en voz alta.

La princesa siguió caminando hasta estar en la orilla de aquel lago con la cascada, se sentó y se asomo a ver el agua, también pudo vislumbrar su reflejo, solo un momento paso cuando en el reflejo pudo ver como una sombra se posaba cerca de su hombro, al voltear no había nada, sin embargo, aquel escalofrió volvió, pero esta vez intento algo.

-No crees ¿qué es de muy mala educación asechar de esa manera?

No obtuvo respuesta alguna.

-Aquel animal ¿Tú lo enviaste?

Siguió el silencio.

-No entiendo el por qué- miro otra vez su reflejo y noto aquella sombra otra vez- ahora intentas salir.

La princesa se paró de repente volteando y dando unos pasos hacia atrás entrando a aquel lago, miro alrededor y nada no había nada sin embargo el aire se sentía frio junto con el ambiente muy pesado, una sensación de temor la inundo, justo como las otras veces, ahora entendía que esa sensación no estaba en su imaginación algo o mas bien alguien siempre que se acercaba lo provocaba y ahora entendía que la destrucción en cierta manera era una entidad que se había mantenido muy cerca de ella pudiendo sentir cuando estaba cerca.

Poco a poco todo se normalizo el aire ya no se sentía frio y el ambiente era otra vez armonioso, la princesa soltó un gran suspiro de alivio sabiendo que aquel ser se había ido, era interesante como nunca había prestado la suficiente atención a esos detalles ¿Cuándo había empezado eso?

-La vez de la posesión- hablo en voz alta- puedo sentirlo desde entonces ese frio...el miedo.

Se quedo analizando las veces que había sentido ese terror tal vez incluso antes recordaba esa sensación, volvió a suspirar y miro al cielo las estrellas iluminaban aquella noche de una forma hermosa.

Rosenrot, weiß wie Schnee
Königin von Wald und Klee
Mein Herz hab ich dir anvertraut
Rosenrot, so werde meine Braut

La princesa comenzó a cantar aquel hechizo que era uno de protección, que Mephisto le enseño no hace mucho, poco a poco levito un poco del agua y pudo vislumbrar como una visión la taberna, a Sandra y Bal atendiendo a la gente, sonrisas un buen ambiente, pero de la nada todo se volvió negro, callo de golpe al agua y volvió en sí, un gran dolor de cabeza de repente la inundo.

-Sera mejor regresar esta vez... y dormir un poco.

[...]

A la mañana siguiente aquella princesa se encontraba sentada en su pupitre en su salón, había llegado algo temprano y era la segunda en el salón, se encontraba perdida en sus pensamientos mirando a la ventana cuando su amiga la saludo.

-Pareces algo distraída hoy ¿Todo bien?

-Ah... si todo bien solo me duele la cabeza un poco eso es todo.

-Bueno serás mejor que despabiles por que la clase de la señora Elizabeth es sebera.

-Ay si ni me lo recuerdes, el estrés por realizar sus tareas me despertó mi sonambulismo

-¿Caminas dormida?

-A veces... creo que espanto a los guardias del castillo- dijo en un tono burlón-

El día trascurrió normal, ya en su segundo periodo de la academia cada vez se intensificaban las lecciones y tocaban maestros mas severos sin embargo no era nada con lo que Alinette no pudiera lidiar, de camino a casa repasaba unas cuantas lecciones sobre tratados comerciales cuando un zumbido en el oído la distrajo, de repente su audición se había convertido en ese zumbido.

- ¿Por qué princesa? ¿Por qué?

Alinette volteo a todos lados, pero no parecía haber nadie cerca.

¿Por qué te aferras en ser alguien que no quieres?

Pronto sacudió la cabeza y recupero la audición nuevamente.

-Auch- se toco la cabeza con su mano derecha y rio por lo bajo- ¿Ahora me hablas? Que conveniente.

Siguió su camino al palacio, una cosa era clara en su mente, será mejor no contarle nada a Mephisto de esto, no quiero que pierda la cabeza ni él ni la sacerdotisa.

[...]

-¿Lista para la conexión?

-Lista.

Ya hacían todos como la ultima vez que intentaron realizar aquella conexión, solo que ahora estaban mas cerca del rio solo para ser precavidos, la princesa se acerco a Mephisto como la otra vez y este tomo sus manos.

-Recuerda yo seré la conexión con esta realidad.

- Ich verstehe (entiendo).

La princesa cerro los ojos y se concentro en una persona Alki...la reina Alki.

Pronto escucho alguien y al abrir los ojos no había ninguno de los Tiberians ni sus maestros de magia.

-¿Que ves Alinette?

-El jardín, el mismo en el que estamos, es el del rio.

La princesa se levantó y comenzó a caminar poco a poco cuando una voz llamo su atención.

-Voy a estar bien no te preocupes, solo tomare un baño.

Allí estaba la reina Alki, lucía un camisón y estaba claramente embarazada, alguno de los hermanos sospecho la princesa. Aquella mujer se quitó el camisón y comenzó a sumergirse en el agua cantando por lo bajo una canción.

Rosa amarga
Fiel pulcritud

Y ahora desearíaApresar el tiempo en un baúl

Aquella canción soltaba un aire de tristeza muy grande, mientras ella acariciaba su vientre y miraba al bosque seguía tarareado aquella canción, Alinette al igual que la reina observo aquel bosque, parecía que la reina tenia el mismo sentimiento que ella al mirar hacia esos árboles.

Alinette se acercó más a la reina y descubrió que, así como ella tenía aquel brillo azul en sus ojos, acaso ¿Ella estaba? ese canto era un hechizo.

Con eso ella regreso algo agitada a la realidad, miro alrededor, los Tiberians estaban allí, la sacerdotisa y también...

-Mephisto- logro por fin pronunciar la princesa- ¿Es posible crear tus propios hechizos?

-¿De qué hablas?- contesto confundido.

La princesa comenzó a respirar cada vez más agitada.

-Tengo frio.

Y con eso ultimo ella se desmayó, todos los presentes se quedaron mas tranquilos, aquello era una reacción normal cuando se realizaba una conexión mágica, por fin se había logrado de manera exitosa sin inconvenientes.

Guerra, espadas chocando, gente muriendo, Alki empuñando la espada y recitando unas palabras que eran inaudibles. La princesa despertó abruptamente sentándose, estaba en su cuarto y también llena de sudor.

-¿Que fue eso?

La princesa estaba muy agitada por lo que decidió levantarse y tambaleante dirigirse al balcón, el aire allí parecía más fresco, inhalo y exhalo unas cuantas veces para calmarse, miro a aquellos árboles y recordó unas palabras.

- Rosa amarga, Fiel pulcritud... Y ahora desearía apresar el tiempo en un baúl- repetía lentamente mientras tenía algunos recuerdos de Alki en el rio acariciando su vientre.

-¿Qué quieres decir con eso?- pregunto algo abrumada por todo y pronto tuvo vistazos nuevos a la vida de la que fue la reina en su tiempo, aquella mujer lloraba desconsolada en la puerta del castillo, en otra visión parecía estar enterándose de su segundo embarazo ya que podía ver como sostenía a su primer hijo en brazos parecía estar triste y por ultimo aquella visión de la guerra donde se le veía pronunciar algunas palabras al enfrentarse contra aquella destrucción, al ver su boca Alinette entendió.

-ahh, esto, esto, esto no es un hechizo cualquiera, es el hechizo que ella utilizo contra... destrucción, pero ¿por qué parecía tan triste?

La princesa regreso a su cuarto y busco un cuaderno en el cual escribió aquellas palabras, era un hechizo lo sabía, aunque era raro, un hechizo en su idioma bueno suponiendo que Alki era Leverter era de esperarse que sus propios hechizos no fueran en la lengua Tiberian.

-Por la tarde le diré a Mephisto y la sacerdotisa que es lo que vi mientras será mejor dormir un rato.