La ultima esperanza, ya hace aquella armadura en el salón del trono de aquel palacio de cristal, gran protección te aguardan si es que puedes portarla, aun que, se dice que nadie puede vestirla a menos que la armadura lo quiera. 

-¡Vaya! historia- dije en voz alta mientras sostenía aquel libro de leyendas que me habían dado la sacerdotisa y Mephisto en mis manos- aun no puedo creer que esta armadura sea la de las leyendas. 

Me encontraba en la sala del trono, era de noche por lo tanto no había nadie alrededor, simplemente algunos caballeros que cuidaban el lugar, sin embargo eran muy fácil de burlar si eras hábil y claro tenias magia. 

-Veamos si es verdad que nadie puede ni siquiera tocarte- dije en forma burlona. 

La armadura ya hacia inmóvil sosteniendo la espada entre sus manos de manera que esta descansaba sobre las palmas de sus manos, extendí mi mano y toque la espada con la punta de mis dedos, moví suavemente mi mano para sentir la hoja, sin embargo, no pude moverme mas de 2 milimetros cuando un dolor punzante invadió por completo mi brazo, retire mi mano rápidamente en un gesto de dolor, esa como si tuviera un calambre recorriendo toda mi mano. 

-¡Ay!- sostuve mi mano con la otra- ¿Sangre? me cortaste- le dije a la armadura.

Tenia una ligera cortada que recorría perfectamente los dedos que habían tocado aquella superficie, se sentía muy doloroso como una cortada con papel. 

-¿No voy a desmayarme y a soñar con gente extraña del pasado? o ¿Si?- le volví a decir a la espada. 

Un silencio envolvió el ambiente, claro que no me iba a contestar y tampoco paso nada así que seguí observando aquella armadura, empece a rodearla.

-No parece que estés montada en algún soporte, entonces ¿Como es que te mantienes de pie?- volví a decir en voz alta- no me dejaste tocar la espada, pero que tal otro lado- extendí la mano y con el dedo indice toque el hombro de la armadura.

No sentía que quemara, ni algún dolor, nada, simplemente nada, trate de empujar la armadura pero no se movió ni un centímetro, igual mi dedo no es muy fuerte, cuando pensaba en intentar poner toda mi mano y así empujar con todas mis fuerzas escuche la puerta abrirse, era el caballero que vigilaba esta noche. 

Me escondí detrás de la armadura, servia que estaba en un rincón oscuro, después de un tiempo aquel caballero volvió a salir, me asome, aquel hombre ni siquiera noto mi presencia, sonreí de manera burlona, cuando desde aquella posición note algo, salí por completo de mi escondite y me coloque justo al lado de la armadura imitando su posición, la armadura no veía hacia enfrente, si no que, su vista apuntaba ligeramente hacia arriba. 

-¿Que es eso?- dije. 

En aquel lugar del techo se observaba una especie de grabados, entre cerré los ojos para poder mirar con mas detalle, sin embargo por la poca iluminación, apenas vislumbraba las siluetas. Un escalofrió recorrió mi cuerpo por un momento, frió, sentí aquel frió lleno de terror, no decidí permanecer mas tiempo allí y salí corriendo hacia mi habitación. 

 [...]

Los días de descanso pasaban poco a poco, mis vacaciones ya no constaban de salir hacia las tierras Blerian con mi abuelo, si no que, ahora estaba confinada al palacio, no es como si me molestara, ya que tenia de compañía a las personas mas interesantes, las mujeres Tiberian, la sacerdotisa y Mephisto. Pasaba todo el día con ellos, por las mañanas me uní a los rezos, por las tardes pasaba practicando con Mephisto y la sacerdotisa, mi pronunciación había mejorado bastante y gracias a eso podía explicarles a las mujeres Tiberian cosas de este lugar como comportarse en ciertos lugares y una que otra palabra para poder comunicarse. 

-Langsam langsam (Despacio, Despacio).

Me decía Mephisto, estábamos practicando levitar a una de las chicas de pelo blanco. me concentraba lo mas que podía, debía de tener cuidado para no lastimarla. 

-Wie geht es dir mit deiner Praxis? (¿como van con su práctica?).

-¡Ahh!- grite por el susto. 

De la nada la sacerdotisa entro a la biblioteca, ni siquiera la escuche, vaya que es cautelosa. Aquella interrupción me desconcentro lo suficiente. 

-¡Alinette!- Mephisto grito. 

La joven comenzó a caer, me apresure a correr y la logre sostener, nos quedamos inmóviles por un segundo mientras la sostenía como princesa, creo nadie esperaba que lograra detener esa caída.

-Hey- la salude. 

-Hey- me contesto. 

La baje y nos reímos un poco.

-Alinette, kommen ( ven Alinette)- dijo Mephisto.

El era el único que no reía, genial un regaño del hombre, últimamente es mas severo conmigo a la hora de practicar, la sacerdotisa y aquella joven decidieron salir de la habitación. Aun que debo de admitir que ahora si se esta tomando enserio mi preparación mágica, incluso yo me sorprendo bastante de lo que puedo lograr, ya no solo es la ilusión o hacer crecer plantas, si no que ahora puedo hacer luz, controlar las mentes de las personas y manejar de una u otra forma el agua, la tierra y el aire. 

- Rezitiert das Lied für das Lichtrecita (recita la canción para luz)- dijo en tono serio. 

Asentí con la cabeza y comencé, aquella canción era de mis favoritas personalmente, era acompañada de ciertos pasos, mas bien, ademanes con la mano, que, si los realizabas correctamente una esfera de luz se podía desprender. 

Über die Heide, im ersten morgendlichen Schein
Ziehen die Vögel, wo mögen sie wohl morgen sein
Ich folge dem Rauschen der Schwingen in das stille Moor
Uralte Lieder dringen aus den Nebeln vor

Komm und fliege mit uns fort
Lass dem Wind dich tragen, weit fort von diesem Ort
Komm und flieg so hoch du kannst
Lass uns die Himmel jagen im Tanz

Al terminar una esfera de luz brillante se elevo, al tocar el techo de la biblioteca se fragmento en miles de pedasitos luminosos que bajaron, era como si llovieran pequeñas gotas de brillos, aun que aquel efecto no duro tanto. 

-Eres talentosa- me dijo- pero debes de tener cuidado. 

-Ich weiss (lo se)- conteste. 

Se quedo en silencio un momento, parecía que pensaba algo muy cuidadosamente, de un segundo a otro me miro severamente y comenzó a caminar hacia a mi, por reflejo yo comencé a retroceder hasta llegar a una pared, el no se detenía me congele por un momento, hasta que se detuvo cerca de mi y con su mano toco la cicatriz de mi pecho, llevaba puesta una camisa holgada con la cual se alcanzaba a asomar la cicatriz.  

-Sano muy bien- dijo. 

-No vuelvas a hacer eso me asustaste- le reproche- si sano bien, aun que aveces me duele. 

-Eso es normal.

Un silencio invadió la habitación. 

-Oye Mephisto ¿Es verdad que los antiguos colocaron hechizos para proteger el castillo? 

-¿Hechizos? desconozco si hay, pero si notas con cuidado a lo largo del castillo hay antiguos símbolos de protección.  

-Ya veo.

-¿Por que el interés?

-He estado leyendo el libro que me dieron hace tiempo, el de leyendas, antes no entendía muy bien pero ahora que ya domino mas la lengua entiendo varias cosas y una dice que esta tierra bueno en general aquí donde esta el castillo era.

-La tierra en donde vivían los Tiberian, si- interrumpió. 

-Entonces, es aquí donde debería de haber toda clase de hechizos y magia y cosas- continué.

-Bueno, es cierto que este castillo es antiguo y puede ocultar muchas cosas, sin embargo la magia no es perteneciente al lugar, si no que esta donde un ser es capaz de controlarla, en la leyenda de los inicios, cuando el joven logro vencer a la destrucción, manifestó el poder de la creación es por eso que se decidió construir la capital aquí, donde había maestros que ayudaran a controlar aquella magia. 

-Ya veo, aun que aquí ya no hay nadie que pueda enseñarme, me refiero a gente que naciera aquí en la capital. 

 -No, ya no. 

-¿Tu crees que la ultima esperanza esta hechizada?

-¿La armadura?

-Pues dicen que esa es la de la leyenda, la que esta en la sala de trono. 

- Siéndote sincero no creo que esa armadura sea la original, pero contestando tu pregunta, la leyenda menciona que la armadura es quien elije a su portador no al revés, por lo tanto de alguna forma debe de estar hechizada, magia muy antigua supongo. 

-Incluso hay magia que no se conoce al día de hoy.

-Exactamente.

Finalizamos la conversación con eso ultimo, sin duda debo de estudiar aun mas, decidí ir a mi habitación, ya estaba oscureciendo y hoy me gustaría visitar el pueblo, van días que no voy por quedarme a indagar sobre las leyendas de Libertalya. 

https://youtu.be/zOvsyamoEDg