Al terminar el día la princesa y el jefe salieron de aquella aldea, dejando a la chica algo pensativa, en todas esas personas y como todo el mal manejo del gobierno estaban causando muchos estragos, antes de que todo el asunto del heredero sucediera ella no pensaba en lo absoluto en como una decisión o una firma podría influir en las vidas de las demás personas, solo tenía claro algo, ella quería lograr proteger a las personas, su mayor deseo era ser un caballero por esa razón.

- ¿Te sientes bien? - el hombre la miro preocupado.

-Sí, solo estaba pensando- contesto con seriedad.

-No te tienes que preocupar por ellos, estoy seguro que estarán bien.

-Claro.

-Y también estoy seguro que solucionaras lo del muchacho no te angusties.

- ¿Muchacho?

- El que lastimaste con magia, ¿no pensabas en eso?

La princesa abrió los ojos sorprendida, era verdad, aquel joven seguía en una especie de sueño profundo gracias a ella. Poco a poco el sol cayo y ambos regresaban hacia el palacio en el carruaje de antes, Alinette permaneció callada el resto del viaje, pensando sobre cómo solucionar un problema de magia, la respuesta parecía sencilla, Mephisto, pero se negaba a ir a preguntarle a él, no era como si lo odiara, pero prefería no hacerlo, su relación no era la mejor del mundo.

Al llegar al palacio la princesa se despidió y procedió a ir a su habitación, ya era tarde por la noche, el palacio se iluminaba con una luz tenue debido a las velas, sin embargo, había rincones en completa oscuridad los cuales en lugar de aterrarla le causaban una extraña sensación de paz, la noche era el único momento en el que no se escuchaban murmuros por todos lados ni había personas que la miraran de cualquier manera, y en lo personal aquella princesa prefería la noche, esa tranquilidad, el silencio, la paz, solo había una cosa que no le gustaba y esa era el frió.

Un fuerte escalofrió recorrió su espalda haciéndola voltear de inmediato hacia atrás, a lo lejos del pasillo observo un pequeño destello de luz, era ¿la biblioteca? Enseguida se dirigió hacia esa dirección, encontrándose con una puerta entre abierta, poco a poco se asomó y observo a la sacerdotisa rodeada de libros levitando a su alrededor de repente sintió que su cuerpo se paralizaba y era arrastrada hacia la mujer.

-Hola- dijo con una risa nerviosa.

La mujer bajo lentamente a la princesa, colocándola enfrente de ella, la observo y le dedico una sonrisa dulce, la princesa le devolvió la sonrisa, era raro aquella mujer nunca le dirigía una palabra, tal vez era porque no sabía hablar el idioma que ella hablaba, pensaba la princesa, siembre que la escuchaba hablar era con Mephisto en su idioma natal.

La mujer poco a poco se acercó a la princesa y le tomo el brazo, al mirar ambas había un gran moretón justo arriba de su codo, la mujer no tardo y con su mano dibujo un circulo y dentro de este otro el cual comenzó a brillar al mismo tiempo que recitaba unas palabras.

In den Abendhimmel steigen
Heute Nacht die Zauberweisen
Wildes Volk und Liliths Art
Lauernd Winde heimlich fahrt

Lasst uns zu den Feuern streifen
Raunend nach den Sternen greifen
Gutes und auch böses Wort
Tragen wir heut' fort und fort

In den Weiden werden unsere Träume klingen

Und die Winde werden unsre Lieder singenLasst uns mit den Funken übers Feuer springenIn der Walpurgisnacht!

Mientras la mujer cantaba esas extrañas palabras, la princesa observaba atentamente su brazo, poco a poco el brillo se calmó y aquella mujer la soltó para darle una gran sonrisa, la princesa al observar noto que ya no había ninguna marca, había desaparecido y también la fatiga que sentía era extraño, pero se sentía muy bien.

La princesa embozo una pequeña sonrisa de sorpresa, pero de inmediato pensó, tal vez esto era algo curativo y tal vez, el chico.

-Enséñeme- alzo la voz en tono de súplica.

La mujer solo la observo e inclino la cabeza, la princesa miro alrededor tratando de hacerse en tender cuando decidió mirar a la mujer decidida e intento repetir las palabras que había dicho la mujer anteriormente, esta entendió. Le tendió la mano y ambas se sentaron una enfrente de la otra, la sacerdotisa comenzó a recitar las palabras, la princesa sonrió, le había logrado entender, poco a poco Alinette trataba de pronunciar lo que la mujer decía sin embargo era algo difícil decirlo correctamente, la mujer al observar eso la tomo de ambos brazos acercándola más hacia ella, por inercia la princesa retrocedió sin embargo el agarre se mantuvo firme, la princesa entendió que la cercanía era para que observara mejor su boca, la forma en que se pronunciaban las palabras.

Pasaron toda la noche en ese pequeño entrenamiento, donde la sacerdotisa no se limitó a enseñarle solo las palabras que había dicho si no que le enseño la canción por completo, la princesa lo intentaba en verdad, pero al ser un idioma nuevo no lograba pronunciar todo de manera adecuada, hasta que casi llegado el amanecer, suspiro tenia sueño y le dolían los ojos pronto tendría que arreglarse para iniciar otra semana más de estudios y de normas para llegar a ser rey.

Desanimada cerro los ojos y suspiro una vez más, la mujer la observaba detenidamente a la princesa cuando poco a poco la pequeña abrió los ojos teniendo un destello azul en su ojo izquierdo, cantando por última vez, haciendo un intento.

Las palabras eran las correctas, rápidamente la sacerdotisa miro alrededor y noto en el suelo un pétalo de flor ya algo seco y maltratado, lo tomo en su mano izquierda y con la derecha tomo la mano de la princesa a la cual la acomodo para sostener solo su dedo índice, guió su dedo para realizar el circulo de otro de otro que había hecho antes, poco a poco el brillo de aquel símbolo empezó a surgir y el pétalo antes maltratado poco a poco comenzó a tornarse sano y de un color violeta brillante.

La princesa al notar eso no pudo contener la emoción, al terminar la canción tenía un hermoso pétalo saludable, lo tomo de la mano de la mujer y lo miro, levanto sus manos en señal de triunfo dando también, saltos de emoción, la sacerdotisa se limitó a sonreír orgullosa, cuando la pequeña princesa le iba a decir algo fue interrumpida.

-¡¡ALINETTE!!

Un fuerte grito resonó por todo el castillo, la princesa rápidamente se encogió de hombros y soltó el pétalo que tenía en sus manos, volteo a la puerta de aquella biblioteca y dio un gran suspiro, volvió a ver a la mujer y le dio una gran sonrisa.

-Gracias- dijo en voz baja.

Después de agradecerle salió corriendo directo hacia su habitación, la mujer se quedó observando como salía la princesa, para luego observar el pétalo, al intentar agacharse a recogerlo, este de repente creció en una flor, la mujer sorprendida por la acción decidió dejar la flor en ese lugar.

-Es ist die Kraft der Schöpfung und ohne Zweifel ist sie sehr stark (es el poder de la creación y sin dudar es muy fuerte).

Dicho esto, la mujer regreso a lo que hacía antes de que la princesa llegara esa noche, buscaba algún libro, alguna guía para ayudar a la princesa a controlar la magia y también buscaba evidencia de batallas pasadas de los conflictos que tuvieran que ver con la magia, tenía el presentimiento de que algo podría llegar a pasar, algo debido a la magia de creación tan fuerte manifestada por aquella niña de tan solo 15 años.