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Cap 2

-....no había yo ya metido esto en la maleta?

Se pregunto a si mismo el joven aioros, notando varias camisas dobladas sobre su cama, camisas que juraba ya haber empacado.

Miro en dirección a saga, quien dormía al lado de su maleta.

No le dio mucha importancia y volvió a meter las camisas, para luego dirigirse al estante a buscar algo de ropa interior.

Sorpresa enorme la que se llevo al ver las camisas nuevamente sobre la cama.

Otra vez dirigió la mirada al neko, quien seguía durmiendo plácidamente junto a la maleta.

Intrigado, metió las camisas otra vez y se dio la vuelta, pero atento a lo que pasara.

Su sospecha se confirmó cuando de reojo pudo ver al neko peli azul que solo fingía dormir, levantarse y sacar las camisas de la maleta para ponerlas en la cama.

- aja! Te atrapé!

Al híbrido felino casi le dio un paro cuando fue atrapado con las patas en la masa, aún con una camisa en la mano.

- eh..meow...

Aioros se dirigió hacia el semi felino nuevamente y acarició su cabeza, tomando las camisas y colocandolas donde iban.

- Saga, porque insistes? Es un viaje importante y mi madre se ofreció a cuidarte...

- pero...no quiero que te vayas...es..aburrido cuando estas fuera.

Dijo el peliazul, con una expresión de tristeza y las orejitas felinas bajas, de no ser un gato, Aioros diría que estaba "haciendo ojitos de cachorro".

- Bueno...si tan aburrido estas, vayamos al parque antes de que me vaya, de acuerdo?

Pregunto el castaño, quien recibió una sonrisa afirmativa al oír aquello.

Una hora más tarde, se encontraban ambos en el parque que quedaba fuera de la casa de los Sagitarius, un bello espacio público lleno de naturaleza y hermosas bancas, además de uno que otro espacio para picnic y juegos.

Generalmente solo iban ahí a caminar, ya hace mucho había pasado la edad para ir a los juegos del parque, pero ver a niños, tanto humanos como híbridos, divertirse en los juegos, tenía algo extrañamente relajante.

Ese día el parque estaba algo vacío, por lo que ambos se dedicaron a disfrutar un rato de la naturaleza sin pensar en nada más.

- Aioros!

Claro, eso hasta que un grito les llamo la atención unos pasos más adelante.

Corriendo hacia ellos se encontraba un híbrido felino rubio y de cabello corto, con bonitos ojos celestes y una sonrisa de oreja a oreja, seguido por un muchacho de largos y rebeldes cabellos morados.

A saga no le costó reconocer a Aioria Leus, el medio hermano menor de Aioros, quien hace ya un año se había mudado de la mansión.

Pese a ser hermanos, Aioria era hijo de otro padre, el cual era un híbrido neko, del cual heredo sus rasgos y situación social.

La madre de ambos se negó a criar a aioria como un hijo, al punto de darle el apellido del padre fuera de matrimonio, e irónicamente fue el padre de aioros quien se hizo cargo del muchacho hasta hace un año.

El otro adolescente era ni más ni menos que Milo Antares, hijo de la prestigiosa familia Antares, quien a su vez era el novio, y actual encargado legal, de aioria.

- Aioria! Hermanito!

Aioros dejó el lado de saga para saludar a su hermano menor, quien se veía particularmente feliz por el casual encuentro.

- Cuanto tiempo! Que hacen aquí?

- Saga y yo decidimos venir a dar una vuelta al parque antes de que me fuera al extranjero, y ustedes?

- el minino revoltoso no me dejaba estudiar en paz, quería venir al parque....

Aioria volteo a ver avergonzado y molesto a su novio, prácticamente reclamandole que cerrara la boca, a lo cual el de cabellos largos solamente atinó a reírse, risa compartida por los otros dos presentes.

- Woah, sabía que tenías energía, pero no pensé que fueras uno de esos mininos revoltosos aio~

Se burló, sin malicia Real, Saga, quien había encontrado graciosa la declaración.

- Yo no pensé que fueras un gatito mimado cuando te vi y mírate, no pasas diez minutos sin pedir caricias en el pelo.

Devolvió la burla aioria, mientras hacía una mueca de burla inocente, preparándose para una tiradera de golpes verbales.

Y dicho y hecho, ambos híbridos felinos empezaron una discusión en pleno parque, ante la mirada de sus acompañantes.

Diez minutos después de iniciada la riña, los espectadores decidieron que ya era momento de detener la infantil disputa entre ambos nekos.

- Saga, para ya, así no se resuelven las cosas.

Saga bajo las orejas al oír que lo detenían, asintiendo y alejándose de aioria en señal de haber detenido la riña.

- ja! Domado

Dijo aioria mientras reía levemente, con gracia por la actitud del peli azul ante el castaño.

- Aioria, suficiente.

Dijo Milo, causando exactamente la misma reacción avergonzada en el felino rubio.

Saga tuvo que llevarse una mano a la boca para no soltar una carcajada, mientras aioros soltaba una risa leve por la gracia del asunto.

Ya con el sol de la tarde bajando, ambas partes decidieron que ya debían volver cada quien a sus casas, para descansar y todo eso.

De vuelta a la mansión de los Sagitarius, el híbrido de cabellos azules notó a la distancia a un grupo de híbridos frente a un callejón. No podía distinguir a ninguno, pero notaba que dos de ellos discutían mientras el resto miraba.

No le fue difícil saber que era un grupo de callejeros, híbridos que habían escapado del cuidado de sus humanos por una u otra razón.

Saga nunca comprendió a los híbridos que hacían eso. ¿Porque debían abandonar a las personas encargadas de cuidarlos? Un híbrido vivía para acompañar a su hermano, mientras el humano cuidaba del híbrido, así de simple. ¿Porque sentían esa necesidad de romper las reglas?

No se detuvo a pensar mucho en ello. No era su asunto, por lo que simplemente siguió al castaño a la casa.

Si ellos querían estar en la calle y desafiar a las autoridades, allá ellos.  El simplemente de encargaría de ser el dulce y obediente neko que le habían enseñado que debía ser.

-----------------☆☆----------------

Nuevamente la neko rubia se encontraba peleando por un pescado con el neko pelirosado, quien se negaba a soltar al pez.

Sorrento miraba la pelea con curiosidad, mientras todos los demás seguían en sus asuntos.

- Te acostumbrarás

Dijo el inu peli verde que se encontraba al lado suyo escribiendo algo, quien no le daba mucha importancia a la pelea a muerte a solo unos metros suyo.

- Supongo..

Sorrento no estaba acostumbrado a ver peleas por comida, el había sido un híbrido mascota de clase alta, por lo que era ajeno a cosas como esta. Pero suponía que en algún momento se acostumbraría.

- Isaac...como se conocieron todos?

El peliverde dejó de escribir para mirarle, una de sus orejas caninas se movió un poco, en señal de curiosidad.

- Bueno, es una larga historia....

- Tengo tiempo.

El inu con la cicatriz sonrio y se acomodó en su asiento, de forma que pudiera señalar a los miembros de la pandilla sin dificultad.

El primer movimiento fue en dirección a Kanon, quien se encontraba sentado mirando la pelea con una expresion de "enserio?"

- Kanon es el fundador, escapó de un orfanato cuando tenia 8 años y vivió en las calles por un buen tiempo

Seguido a eso, señaló a la semi felina rubia, quien estaba encima del peli rosa, casi estrangulandolo para que le devuelva el pescado.

- Por lo que se, conoció a tetis dos años después. La encontró cerca del muelle herida y la trajo a su refugio a sanarse, son los que más tiempo llevan en la pandilla.

El siguiente movimiento fue en dirección al pobre híbrido que estaba debajo de tetis.

- Eo llego un año después junto con Bian, ambos escaparon de la misma casa, donde tenían a los híbridos en jaulas como animales cualquiera...

El peliverde fruncio el seño al pensar en eso, pero luego siguió señalando.

- Luego llegó el pobre desgracia viva de Kasa, no sabemos nada de el, eo lo encontró medio muerto entre unos botes de basura....

Tras decir eso, se señaló a sí mismo.

- despues llegue yo. Mi anterior dueño me había dejado ciego de un ojo cuando intenté defender a uno de los nekos que vivían con nosotros...

Hizo una pausa, como pensando en si seguir la historia.

-...No se que fue de él. Despues de dejarme medio ciego, me saco de la casa para darme una paliza afuera, kanon nos vio e intervino, sinceramente creo que me salvo la vida

Sorrento estaba sorprendido, no estaba familiarizado con el maltrato tampoco, y aquello lo dejaba atónito.

- Y bueno, un mes después llegó krishna, tampoco se nada de él.

Una vez terminó de contar a todos los presentes, el inu peli verde miró con curiosidad al de cabellos rosados pálido.

- Donde te conoció kanon?

Sorrento bajo la cabeza, al oír la historia de los demás, sintió que la suya era cuanto menos la menos traumática, y le daba vergüenza hablar de ella como si fuera algo importante..

-...en el muelle.

Isaac captó rápido el hecho de que el otro inu no quería hablar, así que lo dejó pasar y le dedicó una sonrisa.

- Bueno, con eso me basta...te parece si detenemos la pelea de gatas?

Riendo levemente, el peli rosado pálido asintió y acompañó al peliverde a detener la pelea.

Ya conocía un poco más del grupo, y con eso le bastaba para estar más agusto

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