𝑪𝑨𝑷𝑰𝑻𝑼𝑳𝑶 4: 𝑺𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐𝒔 𝒚 𝑪𝒐𝒏𝒆𝒙𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔
Narra Derek Hale.
Me encontraba solo en la habitación, liberado de las ataduras físicas pero aún atrapado en el torbellino de mis pensamientos. Había hecho un trato con el Nogitsune, un enemigo que había amenazado a Beacon Hills en el pasado y que ahora estaba de vuelta en escena. A pesar de haber acordado mantener la paz y no buscar daño mutuo, no confiaba en él ni un ápice.
La química extraña que había sentido entre nosotros seguía atormentaba. No era natural, no era algo que debiera existir entre un hombre lobo y un espíritu maligno. Pero había algo en el Nogitsune que era inquietantemente atractivo, algo que me desafiaba y me atraía al mismo tiempo.
A medida que me levantaba de la silla y caminaba por la habitación, no podía evitar sentir un nudo en el estómago. Había demasiados secretos en juego, y cada uno de ellos ponía en peligro la seguridad de la manada y, sobre todo, la relación que había construido con Stiles.
La conexión entre Stiles y yo se había vuelto más profunda a lo largo de los meses, a pesar de las tensiones y los obstáculos que habíamos enfrentado. Éramos dos almas heridas que habían encontrado consuelo y apoyo en la presencia del otro. Pero mi enamoramiento por él seguía siendo un secreto que había jurado proteger.
No mucho después, volví a unirme a la manada, y la vida en Beacon Hills siguió su curso. Stiles y yo continuamos luchando juntos, enfrentando desafíos sobrenaturales y protegiendo a nuestra ciudad. Cada día que pasaba, mi amor por él crecía, pero también crecía el dolor de no poder expresarlo abiertamente.
Un día, mientras entrenábamos en el bosque, Stiles demostró un control impresionante sobre su poder de Chispa sobrenatural. Estaba aprendiendo a dominar sus habilidades, y no pude evitar sentir un inmenso orgullo por él. Estaba dispuesto a ayudarlo en todo lo que necesitara, incluso si eso significaba mantener mi amor en silencio.
Sin embargo, también había un peso en mi corazón. Ver a Stiles con Lydia, en una relación que parecía cada vez más seria, era una herida que no dejaba de sangrar. A pesar de que había acordado mantener mi secreto, no podía evitar sentir celos y dolor al verlos juntos.
Una noche, mientras Stiles y yo estábamos solos, la conversación giró hacia la muerte misteriosa de Scott. Sabía quién era el responsable, pero no podía contarle a Stiles la verdad. No podía ponerlo en peligro ni desatar más caos en nuestras vidas.
Stiles me miró con preocupación en los ojos, buscando respuestas que no podía dar. Me limité a decir que estábamos haciendo todo lo posible para resolver el misterio, omitiendo la verdad que me quemaba por dentro.
Los días se convirtieron en semanas, y la presencia del Nogitsune en Beacon Hills seguía siendo un secreto guardado por mí. Sabía que no podía revelarlo, no cuando habíamos acordado mantener la paz. Pero tampoco podía evitar la sensación de que su regreso estaba relacionado conmigo de alguna manera.
Un día, mientras patrullaba el bosque solo, me encontré nuevamente con el Nogitsune. Estaba parado en la penumbra, sus ojos fijos en mí con una expresión de complicidad. La química entre nosotros seguía ahí, intensa y perturbadora.
-¿Por qué sigues aquí? ¿Qué es lo que realmente quieres?- le pregunté con un tono cargado de frustración.
El Nogitsune se detuvo a unos metros de distancia, sus ojos fijos en los míos con una intensidad que me hacía sentir vulnerable. Su voz resonó en el silencio de la noche, cargada de misterio y provocación.
-Oh, Derek, hay tantas cosas que quiero. Pero por ahora, solo quiero seguir jugando a este juego de secretos y conexiones. Después de todo, somos más parecidos de lo que crees...- Sus palabras se desvanecieron en el aire, dejando un eco de intriga en su estela.
A pesar de mi desconfianza hacia él, no pude evitar sentir curiosidad por lo que estaba insinuando. ¿A qué se refería con que éramos más parecidos de lo que creía? Era una declaración vaga y enigmática que dejaba más preguntas que respuestas.
-Deja de jugar enigmáticamente y habla claro, Nogitsune. ¿Qué es lo que realmente quieres?-
El espíritu maligno soltó una carcajada suave, como si disfrutara de mi desconcierto. Luego, dio un paso más cerca, acercándose a mí con una confianza que era casi hipnótica.
-Derek Hale, siempre tan serio y directo. Pero eso es lo que me gusta de ti. Eres un lobo solitario, un depredador en busca de respuestas. Y yo... bueno, yo soy un espíritu travieso que disfruta de la diversión.-
Su respuesta solo aumentó mi frustración. No tenía tiempo para juegos, no cuando la seguridad de mi manada estaba en juego. Pero una parte de mí seguía intrigada por sus palabras. ¿Qué conexión podría haber entre un hombre lobo y un Nogitsune?
-Deja de hablar en acertijos. Si tienes algo que decir, dilo de una vez.-
El Nogitsune se detuvo frente a mí, tan cerca que podía sentir su aliento frío en mi piel. Sus ojos brillaban con una intensidad perturbadora mientras hablaba en un susurro.
-Derek, Derek... ¿alguna vez te has preguntado por qué nuestros caminos siempre se entrelazan tanto? Por qué, a pesar de todos tus instintos, no puedes evitar sentir una extraña conexión entre nosotros.-
Mi mandíbula se tensó mientras luchaba contra la sensación magnética que emanaba de él. Sabía que no podía confiar en el Nogitsune, pero algo en su presencia me dejaba con dudas y me inquietaba al mismo tiempo.
-Lo que sea que estés insinuando, no tiene sentido. Somos enemigos, y eso nunca cambiará.-
El Nogitsune sonrió de manera diabólica, como si estuviera disfrutando de mi confusión. -Oh, Derek, eres tan terco. Pero algún día comprenderás la verdad. No somos tan diferentes como crees. Y cuando llegue ese día, tal vez, solo tal vez, podrás ver las posibilidades que se abren ante ti.-
Sin decir más, el Nogitsune se desvaneció en la oscuridad del bosque, dejándome solo con mis pensamientos turbulentos. Había algo en sus palabras que me había dejado inquieto, algo que no podía ignorar. Pero también sabía que no podía confiar en él, no cuando nuestra historia estaba marcada por la traición y el engaño.
Mientras me quedaba allí, en medio del bosque en silencio, supe que el juego de secretos y conexiones entre el Nogitsune y yo estaba lejos de terminar. Y mientras tanto, tendría que lidiar con las preguntas sin respuesta y la atracción peligrosa que sentía hacia mi enemigo.
El eco de las palabras del Nogitsune resonaba en mi mente mientras me quedaba solo en la oscuridad del bosque. Sus insinuaciones y enigmas habían dejado una marca indeleble en mi conciencia. A pesar de mi desconfianza hacia él, no podía evitar sentir que había algo más en juego, algo que iba más allá de nuestra enemistad.
Mi mente se llenó de preguntas sin respuesta mientras intentaba desentrañar el significado detrás de sus palabras. ¿Qué quiso decir con que éramos más parecidos de lo que creía? ¿Y por qué insistía en esta extraña conexión entre nosotros? Era como si estuviera jugando con mi mente, manipulaba para que buscara respuestas que se escapaban de mi comprensión.
Una brisa fría susurraba a través de los árboles, y me di cuenta de que debía regresar a Beacon Hills antes de que la noche avanzara aún más. La seguridad de la manada seguía siendo mi prioridad, y no podía permitir que mis pensamientos sobre el Nogitsune me distrajeran.
Con un último vistazo al oscuro bosque, me di la vuelta y comencé a caminar de regreso a casa. Había decidido mantener en secreto mi encuentro con el Nogitsune, al menos por ahora. No quería preocupar a la manada ni involucrarlos en esta extraña conexión que parecía existir entre el espíritu y yo.
Al llegar a la casa, encontré a Stiles sentado en la sala de estar, absorto en sus pensamientos. Sabía que había estado lidiando con su creciente poder de chispa sobrenatural, y me preocupaba profundamente por él. Había estado tratando de ayudarlo en secreto, enseñándole a controlar sus habilidades, pero no era una tarea fácil.
Me acerqué a Stiles con cautela, sintiendo la necesidad de estar cerca de él en este momento. Nuestra conexión se había fortalecido con el tiempo, y a pesar de los obstáculos que habíamos enfrentado, no podía evitar sentirme atraído hacia él de una manera que no podía explicar.
-¿Cómo te sientes? -pregunté, tratando de romper el silencio incómodo que se cernía entre nosotros.
Stiles suspiró y se pasó una mano por el cabello desordenado. -No lo sé, Derek. Estas habilidades de chispa son abrumadoras a veces. Me siento como si estuviera en una montaña rusa emocional constante.-
Comprendía su frustración. Había pasado por mi propia transformación de hombre lobo y sabía lo desafiante que podía ser. Pero también sabía que Stiles tenía un potencial increíble y que podía aprender a controlar sus poderes con el tiempo.
Me acerqué a él y puse una mano en su hombro, tratando de transmitirle mi apoyo. -No estás solo en esto, Stiles. Estoy aquí para ayudarte en cada paso del camino. Juntos superaremos esto.-
Stiles me miró con gratitud en sus ojos, y una sensación de cercanía y conexión llenó la habitación. A pesar de todas las adversidades, sabía que estábamos unidos por algo más grande que nosotros mismos.
Sin embargo, en el rincón más profundo de mi corazón, todavía llevaba la carga del secreto sobre mi encuentro con el Nogitsune. No podía compartirlo con Stiles ni con nadie de la manada. Era una carga que tenía que llevar en silencio, una decisión que había tomado para proteger a quienes amaba.
Mientras miraba a Stiles, me di cuenta de que tenía que seguir adelante, enfrentar lo que vendría y proteger a la manada a toda costa. El Nogitsune y yo podíamos tener una conexión misteriosa, pero mi lealtad seguía siendo con aquellos que consideraba mi familia.
El destino de Beacon Hills seguía siendo incierto, y sabía que enfrentaremos desafíos aún mayores en el futuro. Pero estábamos juntos, y eso era lo que importaba. Con esa determinación en mi corazón, me preparé para lo que vendría, sin revelar los secretos que llevaba en mi interior y sin olvidar la conexión inexplicable que tenía con el Nogitsune.
Stiles miró hacia abajo, sus ojos llenos de frustración. Sabía que lidiar con sus nuevos poderes era un desafío abrumador para él, y no podía evitar sentir compasión por su lucha. Era una lucha que yo mismo había enfrentado en el pasado.
- Derek, a veces me siento como si estuviera perdiendo el control. Como si estas habilidades fueran a devorarme por completo. - Su voz temblaba ligeramente, revelando su vulnerabilidad.
Me senté a su lado, sin soltar su hombro, y le di una mirada comprensiva. - Stiles, escucha, sé que esto no es fácil. Pero tienes que recordar que eres fuerte. Eres más fuerte de lo que crees. Y no estás solo en esto. Tienes a la manada, y me tienes a mí. Te ayudaremos a aprender a controlar tus poderes.
Stiles asintió, pero todavía parecía abrumado. - Lo sé, Derek, y aprecio mucho tu apoyo. Pero a veces me siento tan impotente. Como si no pudiera evitar lastimar a las personas que amo. No quiero que eso suceda.
Su miedo era palpable, y sabía que tenía que encontrar la manera de ayudarlo a superar esa ansiedad. Después de todo, también había experimentado la sensación de no tener control sobre mis propias habilidades.
- Stiles, escucha con atención. Lo más importante es aprender a canalizar tu poder de chispa de manera positiva. No tienes que ser una amenaza para nadie. Te enseñaré cómo usarlo de manera segura. Pero también necesitas confiar en ti mismo. Tienes un corazón increíblemente fuerte, y eso es lo que te guiará.
Sus ojos se encontraron con los míos, y en ese momento sentí una conexión más profunda entre nosotros. Era como si nuestras almas estuvieran entrelazadas, compartiendo un vínculo especial que trascendía las palabras.
- Derek, gracias. Gracias por estar aquí para mí, por creer en mí. - Stiles habló con sinceridad, su voz llena de gratitud.
Le sonreí suavemente y le apreté el hombro. - Siempre estaré aquí para ti, Stiles. Eres importante para mí, más de lo que puedes imaginar.
Nuestra conversación se llenó de un silencio reconfortante, y en ese momento, no necesitábamos palabras para expresar lo que sentíamos el uno por el otro. Habíamos compartido nuestros miedos y esperanzas, fortaleciendo nuestro vínculo en el proceso.
A medida que la noche avanzaba, Stiles y yo continuamos hablando sobre sus poderes, explorando formas de controlarlos y utilizarlos de manera positiva. Sabía que enfrentaremos desafíos juntos, pero también sabía que nuestra conexión especial nos daría la fuerza para superar cualquier obstáculo que se interpusiera en nuestro camino.
Ya el ambiente estaba cargado de tensión mientras Stiles y yo compartíamos un momento de intimidad en medio de la oscuridad de la noche. Habíamos estado hablando sobre nuestros temores y nuestras luchas, y esa conexión especial que compartíamos había ido creciendo con cada palabra compartida.
Nuestros rostros se acercaron lentamente, y pude sentir su aliento cálido rozando mi piel. Mi corazón latía con fuerza, y sabía que el suyo también lo hacía. Los ojos de Stiles se fijaron en los míos, llenos de emoción y vulnerabilidad.
Y entonces, en un instante de impulso irrefrenable, nuestros labios se encontraron en un beso suave y apasionado. Era un beso que había estado esperando, un beso que había imaginado en silencio durante tanto tiempo.
La sensación de sus labios contra los míos era intoxicante, una mezcla de deseo y anhelo que nos envolvía. Pero mientras nuestros corazones se aceleraban y nuestras manos se encontraban en un abrazo más profundo, algo en nosotros se detuvo.
Nos separamos abruptamente, nuestros ojos encontrándose con sorpresa y temor reflejados en ellos. Sabíamos que habíamos cruzado una línea peligrosa, una línea que podría poner en peligro la amistad que tanto valorábamos.
- Derek... - Stiles comenzó, pero no pudo encontrar las palabras adecuadas.
Asentí con tristeza, sintiendo la confusión y la urgencia en el aire. - Lo siento, Stiles. Esto es un error.
Él asintió lentamente, su voz apenas un susurro. - Sí, lo sé. No deberíamos haberlo hecho.
Nos alejamos el uno del otro, el espacio que habíamos creado entre nosotros era pesado con lo que no decíamos en voz alta. Habíamos compartido un momento de pasión, pero también habíamos reconocido que había demasiados riesgos involucrados.
El silencio llenó la habitación, y aunque nuestros corazones seguían latiendo al unísono, ninguno de nosotros estaba dispuesto a admitirlo en voz alta. En lugar de eso, nos sumimos en nuestros propios pensamientos, tratando de entender la complejidad de nuestros sentimientos el uno por el otro.
Sabía que este momento cambiaría nuestra relación de alguna manera, pero por ahora, ambos elegimos guardar silencio, ocultando lo que sentía y lo que habíamos compartido. Era un secreto compartido que solo el tiempo podría revelar.
Mientras nos retirábamos a nuestras respectivas habitaciones, el silencio que quedó en el aire era el eco de lo que no podíamos decir en voz alta. Era un deseo no cumplido por mi parte, una conexión no explorada, pero también sabía que había razones válidas para no hacerlo.
Tres sin dudas que me atormentan y me hacen evitar intentar algo más... Si relación con la pelirroja, la muerte de Scott y sin dudas la que más preocupación tenía....
Void y nuestro trato....
En lo más profundo de mi corazón, compartí un anhelo, pero también una comprensión silenciosa de que algunas cosas estaban destinadas a permanecer ocultas. Me preguntaba si algún día encontraría el coraje para explorar lo que sentía, pero por ahora, ese beso ardiente seguía siendo un secreto que solo nosotros compartíamos esa noche...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro