Primera Semana

Los primeros siete días habían resultado mucho mejores de lo que JungKook esperaba.

En el campus había un aire humanitario muy grande, así que era difícil encontrar a alguien siendo cruel con un esclavo, así que JungKook se sentía tranquilo de caminar con JiMin a su lado.

No confiaba tanto como para actuar normal con él, por miedo a que le hicieran algo a su JiMin, pero igual se sentía bien caminar de una clase a otra sin sentir la necesidad de andar alerta por la vida, atento a cualquier peligro.

Los primeros días, JiMin acompañó a JungKook a todas sus clases y fue muy feliz al hacerlo, porque le encantaba escuchar el contenido de las clases y de escuchar los comentarios inteligentes de su JungKook, pero el último día había querido quedarse en la habitación en compañía de YoonGi. TaeHyung entraba más tarde a clase, así que tan pronto tuviera que irse, dejaría a YoonGi seguro en la habitación con JiMin.

Justo ese día, TaeHyung y JungKook compartían la última clase del día y al ver el sacudir de las piernas de TaeHyung, JungKook supo que se sentía exactamente igual a él.

Estaban deseando salir ya de clase para poder ir a ver a sus chicos.

Tan pronto el profesor dio el visto bueno para que salieran, los dos chicos recogieron sus pertenencias con velocidad y caminaron rápido en dirección a la habitación de JungKook.

Se sentían avergonzados de estar tan desesperados por verlos, pero era la primera vez que pasaban unas horas sin verlos.

En pocos minutos, se encontraban frente a la puerta de la habitación. JungKook introdujo su llave en la puerta y entraron rápido. Tan pronto la puerta estuvo cerrada, JungKook sintió el impacto de un cuerpo rodeándolo en un abrazo.

Soltó su mochila y la dejó caer al piso antes de rodear el cuerpo de JiMin y hundir su cara en su cuello.

—Te extrañé tanto, mi amor. — murmuró JungKook dejando un beso en su cuello y luego se separó un poco para verlo a los ojos.

—Yo mucho más. — dijo JiMin y dejó un pico en sus labios. — Tuvimos que ponernos a cantar porque YoonGi ya iba a ponerse a llorar.

JungKook rió al escucharlo y se volteó para mirar a la otra pareja en la habitación. TaeHyung tenía abrazado a YoonGi y estaba riendo suavemente mientras acariciaba el cabello del pequeño castaño.

— ¿Pero te gustó quedarte acá? — preguntó JungKook metiendo sus manos debajo de la camisa de JiMin y acarició su piel.

—Hmm, te extrañé mucho. — murmuró JiMin y recostó su mejilla en el pecho del mayor, disfrutando de las caricias. — Pero pude dormir hasta tarde y eso siempre es genial.

JungKook rió de nuevo y levantó el rostro de JiMin para mirarlo de nuevo a los ojos.

—Te amo mucho. — dijo y picó los labios del menor. — También te extrañé, pero buscaremos algo para que cuando te quieras quedar, no te aburras.

JiMin sonrió alegre y se volvió a acurrucar en el pecho de JungKook.

La vida era cada vez más bonita, y sabía que solo iba a mejorar.

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