26
—Tan pronto veamos algo extraño, nos vamos.
JiMin sonrió al escuchar las palabras de JungKook y asintió. El mayor había dicho aquellas palabras muchas veces desde que subieron al auto esa mañana, listos para partir hacia la casa de TaeHyung, y cada vez que las escuchaba, sentía su corazón retorcer de amor.
Pronto el GPS del celular de JungKook avisó que habían llegado a la dirección que TaeHyung le había enviado la noche anterior. El ojinegro estacionó el auto frente a una pequeña casa color blanco y apagó el motor.
Las manos de JungKook sujetaban con fuerza la manivela del auto y su mirada estaba clavada al frente. Una mano suavemente colocada en su pierna provocó que soltara un fuerte respiro y miró hacia el lado.
JiMin le dio una suave sonrisa tan pronto el mayor lo miró y ladeó su cabeza al lado.
— JungKook...
—Lo sé. — dijo JungKook y pasó una de sus manos por su rostro, mientras que la otra la bajó para ponerla sobre la de JiMin. —Debo dejar de ponerme así, lo sé.
—Todo saldrá bien. — dijo JiMin y volteó su mano para unir su palma con la de JungKook. —Y si no sale bien, nos iremos.
JungKook suspiró y miró de nuevo a JiMin. La sonrisa que adornaba el oijiazul le dio tranquilidad y con un suave apretón en la mano, se bajó del auto.
Caminaron juntos hasta la puerta y después de tocar el timbre un par de veces, la cara de TaeHyung se asomó por la puerta abierta.
—Pasen. — dijo TaeHyung después de saludar y JungKook hizo nota mental de cómo el chico dijo 'pasen', es decir, incluyendo a JiMin.
Ambos chicos lo siguieron y llegaron a una sala de estar. Había un par de sofás individuales y frente a ellos una pequeña mesita. Una alfombra bordada se ubicaba bajo los muebles y al lado de la mesa se encontraba el castaño esclavo, YoonGi, arrodillado sobre un cojín.
'Bueno, al menos le da un cojín.' pensó JungKook mientras seguía a su ex compañero.
—Eh, siéntate. — dijo TaeHyung y señaló uno de los sofás. —Allí hay cojines para... ya sabes. A menos que quieras que se arrodille en el suelo, no sé... cómo-
—Un cojín estará bien. — dijo JungKook interrumpiendo al mayor. A pesar de que deseaba que JiMin se sentara a su lado compartiendo uno de los sofás, agarró dos de los cojines y los colocó en el suelo, uno sobre el otro, al lado de la mesita.
Sin necesitar la orden, JiMin se arrodilló sobre ellos y posó sus manos detrás de su espalda. La misma posición en la que estaba YoonGi.
—Bien, ¿empezamos? — dijo TaeHyung mientras abría la carpeta que estaba sobre la mesita. JungKook asintió y juntos empezaron a rellenar los espacios vacíos del formulario.
Unos diez minutos después, TaeHyung soltó la lapicera y estiró sus brazos sobre su cabeza y soltó un gruñido.
— ¿Quieres algo de tomar? — preguntó TaeHyung mirándolo y JungKook asintió.
TaeHyung se volteó para hablarle a su esclavo, pero en ese momento se escuchó el sonido de unas pisadas y TaeHyung se sentó derecho en el sofá, de pronto en tensión.
Instantáneamente, JungKook sintió su cuerpo tensar y sus sentidos se activaron en alerta.
— TaeHyung, debo ir a la oficina, vuelvo. — un hombre entró diciendo a la sala, pero se interrumpió al ver la cara desconocida ocupando el sofá. — Oh, hola.
—Padre, este es JungKook, un ex compañero de la secundaria. — dijo TaeHyung muy serio y JungKook lo miró un instante antes de mirar al hombre y levantarse. Una vez de pie, extendió su mano y el hombre se acercó para estrecharla.
—Un placer. —dijo el hombre dando un fuerte apretón y después de soltarlo, miró a TaeHyung. — Iré a la oficina, volveré en la noche.
TaeHyung solo asintió como respuesta y el hombre los miró un instante antes de dirigirse a la puerta y salir por aquella. Al escuchar la puerta cerrar, TaeHyung soltó un respiro y relajó su cuerpo. JungKook lo miró fijo, curioso.
—Lo lamento. — dijo TaeHyung al notar la manera en que JungKook lo miraba. —Me relaciono muy poco con mi padre porque siempre está en la oficina. Cuando no está ahí es porque deja a su esclavo haciendo su trabajo, pero eso pasa muy pocas veces.
—Entiendo. — respondió JungKook corto y sintió el impulso de mirar a JiMin para ver su reacción a toda la situación.
— ¿Podrías ir por un par de refrescos? — le dijo TaeHyung a su esclavo y posó una mano en el hombro del castaño.
JungKook entrecerró sus ojos al ver aquel tacto y vio como el castaño asintió y se levantó para luego dirigirse a una puerta que JungKook suponía pertenecía a la cocina.
En ese momento, JungKook sintió un suave jalón en su pantalón y luego de verificar que TaeHyung estaba entretenido en su formulario, bajó la mirada y vio como JiMin le jalaba la prenda con sutileza.
JungKook lo miró confundido hasta que comprendió lo que JiMin quería.
— ¿Puede mi esclavo ir a ayudarle al tuyo? — preguntó JungKook mirando a TaeHyung y él lo miró con duda en el rostro.
'Yo tampoco fiaría a JiMin con cualquiera.' pensó JungKook y suspiró cuando el más alto asintió.
Sin articular palabra, JiMin se levantó y caminó hacia donde había escuchado que se había ido su antiguo amigo.
Tan pronto JungKook vio la figura de JiMin desaparecer por la puerta, su cuerpo entró en tensión y agudizó su escucha para estar pendiente de cualquier llamado de su JiMin.
Pero no hubo necesidad de agudizar, porque unos minutos después, escuchó como su nombre era gritado.
— ¡JUNGKOOK! — se escuchó la voz de JiMin y JungKook no lo pensó dos veces antes de lanzar sus papeles sobre la mesa y salir corriendo hacia la puerta de la cocina, TaeHyung siguiendo cerca sus pasos.
Al llegar a la puerta, JungKook la abrió de un empujón, listo para atacar.
Claro que no esperaba ver a JiMin abrazando al castaño y dando saltitos de emoción.
—Qué... — empezó a preguntar JungKook, pero no pudo terminar porque tan pronto el rubio escuchó su voz, soltó al castaño y se lanzó sobre él.
— ¡JungKook, JungKook! — exclamó JiMin con los brazos sobre el cuello del mayor y JungKook notó la emoción en su voz. Con sus brazos rodeó la cadera de JiMin y lo apretó fuerte, tratando de calmar su respiración.
—Minni... — empezó a decir JungKook pero se interrumpió al recordar que habían más personas en la habitación.
Personas que en ese momento estaban viendo a un esclavo llamando a su dueño por su nombre y que además estaba casi colgando de su cuello.
— ¡Son como nosotros! — exclamó JiMin y se separó un poco para mirar a JungKook a los ojos. El mayor entrecerró sus ojos confundido y miró como los ojitos de JiMin brillaban de emoción. — ¡TaeHyung y YoonGi son como nosotros!
En ese momento, TaeHyung salió de detrás de JungKook y se posicionó al lado de YoonGi. JungKook los miró y notó como en la boca de YoonGi brillaba una inmensa sonrisa.
—Son como nosotros. — le susurró el castaño a TaeHyung y el peliplata miró a JungKook, los dos adornando la misma expresión desconcertada.
YoonGi estiró su mano y tomó la del más alto. JungKook los miró y abrió los ojos como platos, al fin comprendiendo.
TaeHyung y YoonGi realmente eran como ellos.
5/5
Me fui a la casa de unas tías y no tenía internet unu PERO WACHEN LO QUE ME COMPREEEE
ESTAN BIEN PRECIOSOS
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