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23

Han pasado un par de días desde que a JungKook se le escapó aquel 'bebé' y el ambiente entre ambos ha tenido un pequeño pero notable cambio.

Todo se ha vuelto más íntimo entre los dos chicos y cada toque y roce de piel tiene un significado diferente.

Ninguno se atreve a hablar al respecto, pero ambos saben que algo está sucediendo.

Una noche después de la cena, mientras JiMin se daba una ducha, JungKook se quedó en la cocina lavando los platos, ya que Hye se encontraba en otras labores, cuando su madre entró y lo miró divertida.

— JungKook lavando platos con una sonrisa en el rostro no es algo que se vea todos los días. — Dijo ella apoyada en la pared con los brazos cruzados y una sonrisa divertida en los labios.

—De qué hablas mamá, siempre estoy ayudando en la casa.

—Sí, pero no con una sonrisa. — respondió ella y rió al verlo sonrojarse. — ¿Sucedió algo de lo que no me haya enterado?

—No, mamá. — Murmuró JungKook y sintió la mirada incrédula de su madre sobre él. —De verdad mamá.

—Como tú digas. — dijo ella sonriendo. Sabía que algo había cambiado por las miradas cómplices y tímidas que se lanzaban los chicos durante las cenas, pero no lo presionaría. Su sonrisa cayó un poco al recordar lo que le iba a decir a su hijo antes de distraerse por la felicidad del chico. — Kook, debes ir mañana por tarde a averiguar sobre universidades. Pronto empezarán las charlas y debes decidir a cuál irás.

Un suspiro cansado escapó por la garganta del ojinegro y con un gruñido cerró el grifo. Tomó un paño para secar sus manos y volteó su cuerpo para ver a su madre.

—Lo sé. — respondió seco y soltó otro suspiro. — ¿Crees que deba llevar a JiMin conmigo?

— ¿Por qué no lo llevarías? — preguntó ella con su ceño fruncido.

—Porque no he hablado con él sobre eso...

— ¿JiMin no sabe que pronto tendrás que ingresar a la universidad? —Preguntó ella seria y lo miró en reprimenda al verlo negar con la cabeza. —Pues te recomiendo que subas tu trasero y le cuentes. Y llévalo mañana.

— ¿Y si pasa algo como lo del centro comercial? — dijo JungKook antes de que su madre saliera de la cocina. — ¿Y si nos topamos con otro de sus antiguos dueños?

— JungKook. — dijo ella con un suspiro y caminó hasta él para tomarle las manos. —En cualquier lugar te los puedes topar. Deben aprender a enfrentar el mundo y sin imprudencias.

JungKook rió con lo último y después de darle un corto abrazo a su madre, subió a su habitación.

Al entrar, se encontró con la bonita vista de un JiMin sentado sobre la cama con un pijama puesto y el cabello húmedo.

Al escuchar la puerta abrirse, el ojiazul alzó la mirada y sonrió grande al ver a su dueño allí.

Ese era el efecto que JungKook deseaba tener por siempre en el rubio.

JungKook se acercó a la cama y se sentó al lado del menor y lo rodeó con su brazo, atrayéndolo hacia él y enterrando su nariz en el cabello húmedo y aspirando su aroma.

JiMin solo dejó abrazar y cerró sus ojos. JungKook siempre tenía esas muestras aleatorias de afecto y el menor amaba recibirlas.

— ¿Qué me dirías si te cuento que pronto debo iniciar la universidad y que tú y yo tendremos que mudarnos al campus de la universidad a la que ingrese?

—Te diría que iré a donde sea que tú vayas. — Respondió JiMin en un susurro después de un pequeño momento de silencio.

— ¿De verdad? — Preguntó JungKook en un murmuro y acarició la nuca del rubio.

—Por supuesto que sí, ¿por qué lo dudas? — preguntó JiMin y separó un poco para verlo a los ojos.

—Porque tendrás que verme casi que cada segundo de tus días. — respondió JungKook con una pequeña risa.

— ¿Y qué hay de malo en eso? — preguntó el menor con un leve sonrojo en las mejillas.

—Para mí nada porque seré feliz de verte siempre, pero no quiero que te canses de mí.

—Eso no va a suceder nunca. — respondió JiMin y se abrazó al torso de JungKook.

JungKook respondió el abrazo un momento y luego se separó para acostarse bien en su cama, palmeando el espacio frente a él.

Con timidez, JiMin gateó hasta el lugar y antes de acostarse dándole la espalda, como siempre dormían, JungKook lo detuvo.

—Quiero que me mires. — susurró JungKook y el ojiazul lo miró un instante antes de obedecer, acostándose frente a JungKook a una distancia considerable.

Con un gruñido, JungKook estiró su brazo y lo colocó sobre la cadera de JiMin para luego jalarlo y dejarlo pegado a su pecho, sus narices rozándose por la cercanía.

JiMin soltó un jadeo de sorpresa y colocó su mano en el pecho del mayor, sobresaltándose al sentir los fuertes y acelerados latidos del corazón de JungKook.

—E-El mío está igual. — susurró JiMin sonrojado mirando directo a los ojos a JungKook.

— ¿De qué hablas? — susurró JungKook de vuelta; ambos temían hablar muy duro y romper aquella burbuja de perfección.

—Mi corazón. — susurró y tomó la mano de JungKook para colocarla sobre su corazón para que el mayor sintiera los fuertes latidos.

JungKook se sintió a desfallecer al sentir aquello y después de sentirlo unos segundos, volvió a colocar su brazo sobre la cadera del menor en un posesivo agarre.

— ¿Sabes por qué late así mi corazón? — preguntó JungKook al notar que JiMin no quitaba sus manos de su pecho.

El ojiazul negó con la cabeza así que JungKook soltó un suave suspiro y movió su cara, rozando su nariz con la del menor en una diminuta caricia.

—Porque eres lo mejor que ha llegado a mi vida. Eres lo más bonito que tengo y te quiero más que a nadie en el mundo, bebé. — susurró JungKook y el aire de sus palabras golpeó directo a JiMin en los labios, provocándole la necesidad de lamerlos inconscientemente. Inmediatamente los ojos de JungKook se clavaron en los labios ahora húmedos del menor y sintió su pecho estremecer por las ganas de besarlo. — Quiero tenerte así cerca siempre y quiero hacer todo en mi vida contigo a mi lado... quiero hacer muchas cosas contigo-

—Hazlas. — interrumpió JiMin, sorprendiéndose a sí mismo y a JungKook. Sus manos empezaron a temblar y con ellas tomó la camisa de JungKook, cerrándolas con fuerza en puños para detener los temblores. — Yo también te quiero JungKook y no entiendo nada de lo que siento pero sé que también te quiero y quiero todo contigo.

—Necesito saber que me quieres a mí por mí y no por haber sido quién te sacó del CAE. — dijo JungKook con la voz temblorosa y apretó su agarre en la cadera del menor, clavando sus dedos en la línea de piel expuesta entre el pantalón y la camisa. — Necesito saber que me quieres como JungKook y no como tu dueño.

—Lo hago. — respondió JiMin soltando mucho aire y lamió sus labios una vez más. — No entiendo mucho de lo que siento, pero eso sí lo sé JungKook te lo prometo-

Y antes de que JiMin pudiera seguir hablando, JungKook unió sus labios a los del ojiazul en un muy esperado y necesitado beso.

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