Naruto no supo cómo reaccionar, muchas emociones giraban en su mente como un torbellino. Ahí dentro del sótano, se encontraba su padre, su madre y hermano gemelo junto con personas que conoció en su vida pasada y se volvieron parte de el.

El sótano seguía igual como recordaba, antes de que se volviera cenizas. Su vieja radio reproducía una canción de cuna, que nunca pudo saber su nombre, su madre se lo ponía en las noches para que pudiera concebir el sueño, claro a un volumen que solo el pudiera escuchar.

Su madre se acercó a él y le tomo la mano, Naruto ni siquiera se zafó de su agarre a pesar de que lo llevaba a un lugar desconocido.

-¿En serio te irás? -

"Esa voz..." El rubio se detuvo y miro sobre su hombro. Se vio a si mismo, como si estuviera frente un espejo, pero sus ojos brillaban con tonos rojizos.

-Te quitaste la vida solo para salvar al Uchiha y después ¿Lo abandonas? ¿Piensas que estará feliz con tu sacrificio? -

-¿Desde cuándo te volviste la voz de la razón? -

Naruto se sorprendió al escuchar su voz, sonaba como si estuviera en una habitación vacía.

Kurama soltó un suspiro -Desde que me di cuenta que mis sentimientos nunca iban a llegar a Sasuke - respondió - El te ama, como no tienes idea -

-¿Eres el mismo Kurama que conozco? - pregunto el rubio al no creer en las palabras de Kurama.

-Lo soy y deja de preguntar sino quieres que te golpee -

Naruto dibujo una sonrisa en el rostro y miro hacia su madre - Me quedaré, quiero escuchar lo que me dirá este bastardo -

Su madre no respondió, solo asintió con la cabeza y soltó su mano.

Poco a poco el sótano cambio y los muebles viejos fueron reemplazados por nuevos. El rubio los supo reconocer, estos muebles eran los mismos de la villa.

-Solo por curiosidad ¿Estoy muerto?-

Kurama se cruzó de brazos - Quién sabe -

Un escalofrío recorrió su cuerpo al escuchar la respuesta - ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué estás aquí? ¿Dónde estoy? -

-En el infierno... - respondió Kurama, pero luego de unos segundos soltó una carcajada.

-No es gracioso - regaño el rubio -Ya enserio ¿Dónde estoy? -

Kurama se limpio una lágrima invisible y respondió - Estás entre la vida y la muerte o en tu subconsciente si eliges quedarte aquí -

-Necesito regresar, Sasuke debe estar esperándome -

-¿En serio? Hace unos momentos vi que no te interesaba el Uchiha -

Naruto se mordió los labios - Eran mis padres, nunca pude estar con ellos como se debía, siempre estaban tratando de ocultarme por lo que era poco tiempo en ver sus rostros -

Kurama no respondió y dejo que continuará el rubio.

-Tu sabes cuánto hemos sufrido en esa oscuro sótano, soportar el frío del invierno y el calor del verano. Mis padres hacían lo posible para que me sintiera cómodo, pero eso no era suficiente hasta que conocí... A Sasuke- sonrió - Hizo que esa pequeña habitación se alumbrará con su presencia, ya no me importaba el calor o el frío con tal de solo verlo -

Kurama soltó un suspiro -El amor que nos faltaba, el Uchiha lo reemplazo -

Naruto asintió - Y no quiero pagar su amor con migajas, si todo salió bien quiero hacer una vida a su lado sin pretextos ni ataduras al apellido Namikaze, quiero vivir como un Uzumaki -

-Naruto Uzumaki, suena bien - Kurama cerró los ojos - Se que serás feliz y harás tu vida como siempre has soñado, como una persona normal y con una vida normal -

El rubio abrió los ojos de la sorpresa al escuchar las palabras de Kurama que sonaban como una despedida.

-Kurama... Tu... -

-Lo he pensando mucho y observado los sentimientos de Sasuke, la última vez que lo vi se decepcionó al verme - sonrió - No es necesario que me quedé y jugar a la vida de matón -

Naruto se acercó a Kurama, tomo su mejilla y lo apretó fuertemente haciendo que esté soltara un quejido de dolor.

-¡Suéltame pedazo de imbécil! - Kurama le dio un golpe en el hombro haciendo que Naruto lo soltara - ¡¿Que mosca te pico!? -

-Es que es increíble que dijeras eso, tu nunca has sido así -

-Lo convencí -

Naruto sintió como las lágrimas resbalaron de sus mejillas al escuchar su voz. Cuando miro hacia atrás, su hermano el mismo que conocía en el pasado, apareció con una sonrisa en el rostro.

-Es mejor que nos vayamos y que tú seas feliz ¿Recuerdas lo que te dije en el pasado? -

Naruto limpio sus lágrimas - Lo recuerdo, me dijiste que sea libre como las aves -

-Asi es y con nosotros en tu vida, nunca lo serás así que hemos decidido que seas libre, aunque claro hay dos personitas que no están aquí presentes que desean hacer algo por última vez - Menma hizo una mueca- Solo espero que no le causen problemas al Uchiha -

Naruto rió -Sasuke ya está acostumbrado -

Menma alzo una mano y sacudió los cabellos de su hermano -Se feliz hermano, no te metas en problemas-

-Kurama era el que me metía en problemas -

Kurama no respondió, alzo la mano y lo convirtió en puño - Naruto Uzumaki, esto es un adiós -

Naruto choco el puño y sonrió entre lágrimas - Kurama espero que sea un hasta luego -

Kurama sonrió con honestidad por primera vez en su vida -Hasta luego- dijo antes de que se desintegrara como arena.

El rubio se sorprendió y vio como su hermano también se despedía. Lo que antes era la villa, se transformó en una escena pintada de blanco, ya no había nada a su alrededor y después de unos minutos de silencio, el suelo se abrió bajo sus pies.

Fue tan rápido que no supo cómo reaccionar, solo vio como todo volvía a cambiar y el sonido de una máquina perforaba sus oídos.

Cayó en algo suave y abrió los ojos, se topo con una lámpara y el techo blanco. No podía mover ni un músculo, le dolía respirar.

Escucho el crujido de la puerta y vio a una mujer vestida de blanco con papeles en mano.

-Ugh- soltó un quejido.

Cuando la mujer lo escucho, soltó los papeles y salió rápidamente de la habitación.

Naruto supo que había vuelto a la realidad.