Capitulo 4
Naruto despertó en medio de la nada. Era de madrugada y hacia demasiado frió para siquiera soportarlo. Al parecer caminaba por una larga carretera que parecía interminable y llevaba una mochila, colgando en el hombro izquierdo.
No sabe cuando o cuánto tiempo llevaba caminando, pero sus pies descalzos empezaban a dolerle. "Por lo menos, no estoy en una habitación desnudo con un desconocido".
El primer día de trabajo estaba por llegar, ya había conseguido un traje y una corbata roja. Según su tutor, era la vestimenta adecuada para un subdirector. Tenia que llegar a las 7:00 am para estar en su nueva oficina y después presentarse ante los alumnos de cada salón.
Naruto miro su reloj sobre su muñeca y pensó que probablemente Iruka se había despertado, mientras tanto decidió caminar hacia el hotel para que fuera más corto la trayectoria.
Camino por algunos minutos, en completo silencio y sin dejar de pensar en la "personalidad" que tomo su lugar. Miro a lo lejos un auto acercarse, paro y espero a que el auto se acercara más para poder mirarlo con mayor precisión.
No pudo evitar lanzar un suspiro de alivio, al reconocer el auto. El automóvil llego hasta el y se detuvo.
El vidrio de la ventana de copiloto empezó a descender.
-¡Por fin te encuentro! ¡Creí que Kurama había tomado tu cuerpo y se hubiera ido de fiesta otra vez! – Iruka exclamo -¡Me alegra que no fue así! –
-Yo también – menciono Naruto con una sonrisa – Abre la puerta, me estoy muriendo –
Iruka asintió con la cabeza y abrió la puerta de copiloto -Tienes dos horas para bañarte y vestirte-
-Lo sé – Naruto entro al auto y se quito la mochila del hombro -Quiero ver que hay aquí adentro – abrió la mochila con cuidado y al ver lo que había, sonrió.
Iruka lo miro de reojo y arranco el auto hacia la dirección del hotel - ¿Qué es? –
-Es una cámara, tarjetas de memorias y kits de limpieza –
-Oh, que bueno que era él. Pero a la próxima dile que deje una nota al salir y que se ponga zapatos –
El rubio rio como respuesta.
El resto del camino fue en silencio y cuando por fin llegaron hasta el hotel, Iruka estaciono su auto en el primer lugar disponible que encontró.
-Bueno, báñate, vístete y desayuna que solo te queda una hora y media – dijo Iruka mientras salía del coche cerrando la puerta tras él. Naruto soltó un suspiro, ni siquiera pudo dormir unas horas más. Abrió la puerta y salió del auto de igual manera.
Los dos subieron a la habitación del hotel. El Namikaze al llegar, tiro la mochila a un lado y se metió al baño. Iruka por su parte, empezó a cocinar un desayuno ligero; dos huevos estrellados, una tostada y unos cuantos tocinos.
Unos minutos después, Naruto salió del baño ya vestido con el traje y corbata.
-Trabajar, trabajar y trabajar – Naruto se sentó en la silla y empezó a comer.
-No te quejes –
-Pero, Dattebayo soy joven como para trabajar, debería de estar estudiando como cualquier chico de mi edad –
-Lamentablemente, eres el único heredero de Minato Namikaze, así que tan normal no eres, tienes millones y millones de dinero. Ahora joven Namikaze, termine su desayuno, no quiere llegar a su primer día de trabajo tarde ¿Verdad? –
El rubio dio un suspiro rendido y acepto su destino.
*****************
Llegaron a la Universidad a las 6:50 am.
Naruto miraba la universidad detenidamente desde su asiento -Esta...muy grande –
Iruka dejo salir una risita -Ojalá y no te pierdas –
La Universidad Konoha, era un lugar muy viejo pero lujoso con pisos de mármol y paredes de cantera con muros de hasta 3 metros de altura.
-Bueno ¿Qué esperas?
Naruto se desabrocho el cinturón de seguridad y bajo del auto.
Los dos caminaron hacia el interior. Los pasillos estaban desiertos y no se escuchaba ninguna bulla de los estudiantes.
Entraron a una sala donde había varios maestros. En ese momento se acerco una mujer hacia ellos.
-¿Naruto Namikaze? –
-Si, soy yo –
La mujer sonrió -Mi nombre es Shizune, estaré a tus servicios – miro su reloj – Pronto van a llegar los estudiantes, así que antes de eso, me gustaría enseñarte tu nueva oficina –
Iruka le dio un leve golpe en la espalda -Te dejo, ya estás en buenas manos –
Naruto asintió con la cabeza y siguió a su nueva ayudante.
La oficina no estaba tan descuidada como había pensado. La silla giratoria estaba acolchonada, su escritorio estaba barnizada y había varias decoraciones encima.
Shizune metió su mano en el bolsillo de la falda y sacó una pluma negra -Este es mi regalo de bienvenida –
Naruto lo tomo con una sonrisa -Gracias-
-No me lo agradezcas. Por cierto, tengo que advertirse de que hay varios profesores que no están a gusto con tu llegada, así que ten cuidado –
-Lo tendré en cuenta –
De repente, el timbre sonó, avisando que la primera hora de clases estaba empezando.
-Puedes ver a los estudiantes por esa ventana -señalo Shizune.
Naruto se acerco a la enorme ventana y abrió las cortinas. Los estudiantes entraban con calma, como si estuvieran en un centro comercial. Las chicas llevaban el uniforme perfectamente planchado, sus bolsos parecían de miles de dólares y su apariencia física era hermosa en la mayoría. Por otro lado, los chicos también lucían bien, aunque algunos llevaban algo descuidado el uniforme.
-¿Estás listo para presentarte? –
El rubio asintió no tan seguro.
-Entonces, vamos – Shizune abrió la puerta y salió con Naruto siguiéndole por detrás.
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