Los gemidos sin palabras resonaban en la habitación oscura. La única luz provenía de la luna y era testigo de la imagen de dos cuerpos enredados. Sasuke parpadeo, el sudor de su frente fluía hacia sus ojos y su respiración estaba llena de deseo.

Naruto ya estaba dentro del azabache, llenándolo hasta el borde, pero no se había movido.

-¿Estas bien? – el rubio repartió besos en su rostro - ¿Quieres continuar? -

-Estoy algo cansado – Sasuke jadeo y débilmente junto sus manos alrededor del cuello de Naruto que estaba sobre el – Pero...no lo saques... ¡ah! –

Naruto se había movido un poco – No lo hare – sostuvo la delgada cintura del azabache y se adentró profundamente. Ese lugar estaba extremadamente tibio, que hacía que se arrepintiera por no haber disfrutado esto primero. Las paredes internas estaban apretando y chupando su miembro.

Los ojos azules del rubio se oscurecieron mientras desesperadamente decía con pasión – Di mi nombre –

Esos ojos azules, le hacían recordar a Kurama, pero no podía compararlos ahora mismo, no en esta situación – Naruto – dijo con un suspiro – Naruto –

Esta vez el rubio no se pudo contener y empezó a moverse. Con cada embestida, los gemidos escapaban de la boca del azabache.

Naruto enterró su cara en el cuello de Sasuke y mordió suavemente parte de su piel. Las embestidas aumentaron acompañadas por sonidos lascivos y húmedos.

-¡Ah! –

Sasuke no podía articular ninguna palabra de repente su miembro se envolvió en una mano gruesa, lo que le hizo temblar por el repentino estallido de placer y gritar.

La mano del rubio comenzó a moverse.

Una voz tan dulce y sensual, que subía y bajaba, se disparaba directamente a la cabeza y hacia que uno se calentara con impaciencia.

Las acciones de Naruto se hicieron cada vez más rápidas y Sasuke entró en el reino del mayor placer hasta que finalmente, su propia cintura comenzó a seguir los movimientos del Namikaze.

Después de correrse, sintió como su interior se llenaba con un fluido hirviendo.

-Mmmm...- Naruto soltó un gemido mientras liberaba su semen dentro del Uchiha. Después de uno segundos de recuperar el aliento, se retiro lentamente de su interior.

Sasuke soltó un quejido, no era su primera vez, pero sentía como si lo fuera.

-¿Puedes levantarte? –

El azabache negó con la cabeza, no quería mover ni un musculo.

Naruto sonrió, tomo entre sus brazos el cuerpo de Sasuke y lo cargo. Se sorprendió al ver que no se quejaba "Tal vez me pase un poco" pensó y camino hacia el baño.

Con una mano abrió la puerta y dejo el cuerpo del azabache sobre la tina. Abrió el grifo de agua caliente y se metió con su amante.

-¿En serio iras a los Estados Unidos? – pregunto Sasuke después de un largo silencio.

-Si, tengo el presentimiento de que encontrare respuestas – tomo el bote de Shampoo y se puso un poco en la mano – Necesito hablar con el psicólogo que me atendió – masajeo el cuero cabelludo del azabache.

Sasuke cerro los ojos, disfrutando de las acaricias - ¿Por qué no puedo ir contigo? –

-Ya lo habíamos hablado –

-Quiero ir contigo, también puedo saber algo sobre mis abuelos –

Naruto no respondió, solo planto un beso en su hombro. Sasuke había dicho que no recordaba la muerte de sus abuelos y tenia miedo de que ellos hubieran estado en la fiesta.

No quería ser el culpable.

Los dos ya no dijeron ninguna palabra, solo se relajaron en este momento lleno de paz.

Por la mañana, Sasuke fue despertado por un chillido.

Confundido, abrió sus ojos y miro a su alrededor. Naruto ya no estaba en la cama, palpo suavemente y sintió el calor, se acababa de levantar.

Se aparto las sabanas, se vistió con la ropa del Namikaze y salió de la habitación. Cuando bajo, se sorprendió al ver a una joven en medio de la sala, vestía un uniforme de colegiala y su cabello rubio estaba amarrado en dos coletas.

-No puede ser...- susurro.

-¡Yo, Naruko Namikaze iré a la universidad! – grito.

Iruka estaba arrodillado en el suelo – Por favor, Naruto tiene que trabajar y si no quieres regresar, entonces vístete como el –

-¡Ya estoy cansada de vestirme como hombre! ¡Quiero ser yo misma! –

-Básicamente, estas en el cuerpo de un hombre – soltó el azabache.

Naruko giro la cabeza y miro al Uchiha de arriba abajo – Ja, por fin Naruto se acostó contigo, felicidades –

Sasuke se sonrojo levemente – Eso... eso no tiene nada que ver con el tema –

-Cierto- dijo Iruka – Por favor, Naruko ve a la universidad como tutor –

-¿Qué tendré a cambio? –

Iruka lo pensó por un tiempo - ¿Qué te parece ir a un centro comercial el sábado? Te puedes comprar lo que sea y puedes ir vestida a tu gusto –

-Suena bien ...- Naruko puso una mano en su barbilla - ¿Vas a ir conmigo? –

-¡Claro! –

Ella estuvo de acuerdo y corrió hacia la habitación a cambiarse. Sasuke se sentó en el sillón y palpo la espalda del castaño.

-¿Cuándo apareció Naruko? –

Iruka soltó un suspiro – No te preocupes, no te vio desnudo. Fue cuando recibió una llamada de su abuela, diciendo que se tiene que disculpar con su prometida, eso lo puso triste y taran, apareció Naruko –

-¿Si ira a los Estados Unidos? –

El castaño asintió – Ya saqué los boletos... ¿Tú quieres ir? –

-Me dijo que no fuera –

-Siento que es lo contrario a eso –

Sasuke quedo confundido y cuando iba a preguntar, salió Naruko vestido con un traje negro.

-¡Vamos! –

Iruka aplaudió y se levanto del suelo.

-Vamos, Sasuke, te tengo que dejar a tu casa –

El azabache asintió y se levanto del sillón.

Cuando salieron de la villa, se dirigieron a la camioneta. Naruko se sentó en el asiento del copiloto con una sonrisa en el rostro, Sasuke no le quedo de otra que ir detrás.

La camioneta arranco y salió de la villa a toda velocidad, solo quedaba una hora para que empezaran las clases y quería ser puntual para no llamar la atención de la abuela, pero Iruka no se dio cuenta de que estaba siendo perseguido.