Capitulo 21
Entraron a la casa con diferentes ánimos y al cerrar la puerta, Sasuke se llevo al rubio hacia un rincón.
-Trata de actuar como Naruto, no digas ninguna estupidez – susurro el azabache – y tampoco pidas comida –
Jiraiya achino los ojos - ¿Y si me lo ofrecen? –
-Recházalo –
-Que cortes eres –
Itachi carraspeo la garganta para traer la atención de los individuos -Por favor, sígame al comedor –
Los tres se dirigieron al comedor, donde los esperaban los padres de los hermanos. El señor Uchiha al verlos, se levanto de la silla con cara seria y miro con decepción al Uchiha menor.
El rubio hizo un esfuerzo por arreglase y dar una buena impresión -Buenas noches, padres de Sasuke. Soy Jira... - se vio interrumpido al sentir un pisotón - Naruto Namikaze, heredero de la empresa Namikaze y el culpable de que su hijo haya llegado a esta hora de la noche – miro su reloj – Dios, ya son las 12, que rápido pasa el tiempo ¿No creen? –
Sasuke quería que la tierra se lo tragara ahora mismo.
-¿Naruto Namikaze? ¿Usted no es el que necesita ayuda? – pregunto Fugaku - ¿Qué hace con mi hijo? –
-¿Este muchacho? – Jiraiya abrazo por los hombros al azabache – Este chico me dijo que me iba a ayudar a mejorar –
"¿Cómo sabe eso?" se pregunto Sasuke "¿Acaso ellos escuchan lo que le digo a Naruto?"
-¿A mejorar? – Fugaku no aparto la mirada en su hijo -Creí que no querías estudiar psicología –
-Uno puede cambiar de parecer –
-¿Sabes que problema tiene el? –
Sasuke miro de reojo al rubio, que no borraba su sonrisa.
-Tiene trastorno de personalidad múltiple – respondió el azabache.
Itachi abrió los ojos de sorpresa y entendió porque su hermano le había preguntado sobre ese tema.
-Así es –
-¿Y eso es malo? – pregunto Mikoto que escuchaba la conversación en silencio -¿Es peligroso? –
Fugaku contesto, no tan seguro -Depende de la personalidad que posea –
-Si, bueno ¿Quién tiene hambre? – el rubio soltó al azabache y se acerco a la mesa – Yo me muero de hambre, parece como si no hubiera comido en años – tomo una manzana del frutero – Me conformo con cualquier cosa – le dio una mordida y apunto hacia Itachi -Deja de mirarme así –
Sasuke se acerco a su padre -Es una de sus personalidades, el verdadero no es así –
Fugaku asintió con la cabeza -¿Cómo se llama? –
-Se llama Jiraiya, tiene 50 años –
-Mmm...-
Sasuke sintió alivio en su corazón al ver a su padre tan relajado.
-Mikoto, dale de cenar a este buen hombre – menciono Fugaku.
Itachi abrió la boca, pero no salió palabra alguna y se sentó en la silla con los brazos cruzados.
Mikoto no pregunto y fue a la cocina a preparar algo.
-¡Muchas gracias! ¡Que amable es usted! – agradeció Jiraiya.
-Por favor, siéntese – ofreció Fugaku – Esta es su casa –
Jiraiya se sentó -¿No es hora de que los niños vayan a dormir? – pregunto al ver todavía a los hermanos.
-Mañana es sábado – contesto Sasuke y se sentó a su lado -además no quiero que hagas más tonterías – lo ultimo lo susurro para que el rubio lo escuchara.
-Que amargado, necesitas ser amable con las personas mayores ¿Usted no cree? – miro hacia el padre de este.
-Si, así es –
Sasuke no respondió.
Después de unos minutos, Fugaku empezó a hacerle preguntas ¿Su mayor miedo? ¿Su pasatiempo? ¿Qué hace cuando se siente nervioso? A lo que Jiraiya contestaba de buena manera.
El azabache se dio cuenta que actuaba muy maduro y a la vez algo infantil. Esa personalidad era algo relajante como si estuvieras platicando con un abuelo si con eso se podría describir.
Mikoto llego con una olla de curry y en un plato puso el arroz blanco. El rubio dejo la conversación a un lado y empezó a servirse.
-¿Usted conoce a Naruto? – pregunto Fugaku.
Sasuke se acomodo en su asiento, para prestar atención.
Jiraiya se sirvió arroz blanco y contesto – Claro que lo conozco –
-¿Cómo? –
-En un jardín lo conocí, era un niño muy curioso –
-¿Entonces...? –
-Es un secreto, él se enojaría demasiado si estoy de boca floja – menciono con un tono de advertencia -No haga muchas preguntas o podría reaccionar, no quiero que este lugar se convierta en un infierno – apunto a la familia -Ustedes me caen bien, no lo echen a perder-
Sasuke presentía que se refería a Kurama, después de todo era el único que podría hacer una rabieta.
El comedor quedo en silencio, solo se escuchaba el masticar del rubio. Fugaku se cruzo de brazos y analizo al Namikaze.
-¿Qué le parece venir mañana a mi consultorio? –
-No es necesario, lo tengo a el – golpeo levemente el hombro del Uchiha menor -Es bueno –
Fugaku miro a su hijo, este al sentir su mirada se quiso esconder.
-Necesita ayuda profesional –
-Estamos bien –
Otro silencio.
Después de una hora, Jiraiya termino de comer, bebió el vaso de agua y se levanto de la silla -Ya comí, ya bebí y ya no me hallo aquí -
-Te acompaño en la puerta – dijo Sasuke.
Ya eran la 1:30 am, cuando salió de la casa Uchiha. Las estrellas brillaban mucho y se formaba constelaciones.
Era una noche tan pacífica.
-¿Por qué me pediste que te tratara? –
El rubio dejo de mirar el cielo y observo al Uchiha.
-Me caes bien –
-Tu sabes que es lo que hago ¿Verdad? –
Jiraiya pensó por unos segundos y respondió.
-Si, si Naruto se llega a curar, nosotros desaparecemos y eso esta bien. Necesita ser libre de nosotros –
La voz de Jiraiya sonaba tan triste que Sasuke se sintió mal.
-Bueno, me tengo que ir. Un adolescente no debería estar despierto a estas horas – abrió la puerta del coche -Trata de llevarte con tu padre, es un buen hombre –
El azabache asintió con la cabeza y no se quitó de ahí hasta que el auto desapareció de su vista.
Al entrar a la casa se encontró con su padre enfrente de su habitación.
-Te deje varios libros sobre la psicología, si quieres seguir en esto te recomiendo leerlos -
Sasuke asintió -Gracias, padre y lo siento por todo -
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