Para sorpresa de Sasuke, su beso fue correspondido. Sus dientes rozaban con los labios del rubio, poco a poco este abrió su boca, dejando paso la lengua del azabache.

-¿No dijeron que los fuegos artificiales empezaban a la medianoche? -

-Si, eso mismo escuche -

- Me hubiera subido a la rueda de la fortuna -

La gente empezó a quejarse mientras que otros solo disfrutaban de la vista.

Lamentablemente, la pareja se tuvo que separar a causa del aire. Sasuke se limpio la saliva que escurría de sus labios y miro a Naruto en busca de una respuesta.

Naruto no dijo nada.

Un silencio incomodo invadió el espacio. El azabache se sintió decepcionado y miro hacia la ventana al ver los fuegos artificiales, se quedo extrañado ya que todavía no daban las 12.

-¿Te gustan? -

Sasuke alzo una ceja -¿Tu hiciste esto? -

Naruto asintió con la cabeza.

-Eso significa ¿Qué no nos quedaremos? -

-Ya es tarde, bajando de aquí te llevare a casa -

El azabache sonrió cínicamente – Pensé que habías cambiado -

El rubio no respondió y Sasuke no esperaba respuesta.

Fueron solo dos minutos para que la rueda dejara de girar, los dos se bajaron en total silencio y salieron del parque de diversiones.

Caminaron hacia el hotel, Naruto no pidió ningún rembolso, solo pidió su camioneta que fue traída al instante.

-Que tenga un viaje seguro – dijo el valet.

-Gracias – Naruto respondió – Sube –

Sasuke obedeció de mala gana y subió al asiento del copiloto. Naruto también subió, inserto la llave y arranco el auto.

-¿Por qué demonios correspondiste mi beso? – pregunto el azabache cuando salieron del hotel.

-No lo sé –

-¿No lo sabes o no quieres saberlo? –

-No quiero saberlo – contesto el rubio – Estoy confundido, eso es todo –

-Eres un idiota, deja de actuar como un adulto –

Naruto golpeo el volante - ¡Tengo que actuar como un adulto! ¡Tengo la responsabilidad de una gran empresa! ¡Por lo menos tienes a tus padres vivos! – grito - ¡Si mis padres estuvieran vivos, estaría contigo sin importar que! –

-Naruto... -

-Me costo mucho tener la aprobación de la abuela, no lo quiero echar a perder –

Sasuke no respondió, recostó la cabeza sobre la ventana "Esto es una mierda" pensó y cerro los ojos.

El rubio lo miro de reojo al ver que estaba durmiendo, estiro una mano y acaricio sus cabellos rebeldes -Lo siento – dijo -No puedo darme ese lujo -

Sasuke se mordió los labios, la caricia que le era otorgado lo llevo a un sueño profundo.

No supo cuánto tiempo estuvo dormido, pero cuando despertó estaba cerca de su casa. La camioneta estaba estacionada frente una tienda, el anuncio de una marca de shampoo estaba toda rota como si se hubieran estrellado contra él.

-Hace tiempo que no manejo – dijo una voz con un acento extraño.

El azabache se sobresalto y miro hacia el asiento del piloto. Naruto estaba ahí, pero tenia una extraña sonrisa en su rostro, sus dedos golpeaban el volante y tarareaba una canción.

-¡¿Quién demonios hizo esto!? – una señora salió de la tienda con escoba en mano -¡Sal ahora mismo! –

El rubio bajo la ventana y sin borrar su sonrisa, contesto – Yo lo hice –

-¿¡Tu lo hiciste?! ¡Baja del auto ahora mismo! –

Naruto se quitó el cinturón de seguridad y bajo del auto con las manos arriba.

-¡Llamare la policía ahora mismo! –

Sasuke bajo del auto rápidamente -¡Espere! –

-¡¿Dos adolescentes?! ¡No me sorprende que hayan chocado! ¡De seguro están borrachos! –

Naruto olfateo su camisa y negó con la cabeza -No lo estoy – después se acerco al azabache y olfateo su cuello -El tampoco –

La señora agito la escoba salvajemente hacia ellos -¡No les creo! –

El azabache metió la mano dentro del bolsillo del pantalón de Naruto y saco la cartera -Le pagaremos por el letrero –

La señora se quedó en silencio.

Sasuke saco varios billetes y se lo ofreció a la señora -¿Esto es suficiente? –

Ella se lo arrebato de la mano y al ver la cantidad, se sintió satisfecha -Es suficiente, pueden irse –

-Gracias – El azabache tomo la mano del rubio y lo metió al auto -¿Quién eres? –

Naruto lo miro de pies a cabeza -¿Quién eres tú? –

-Yo pregunte primero –

-A pues... me llamo Jiraiya soy un famoso escritor de libros para adultos y ¿Tu? –

-Tiene que ser una broma –

-¿Tiene que ser una broma? Es un nombre largo y extraño – volvió a encender el auto -Bueno, tiene que ser una broma ¿Dónde vives? –

Sasuke se tapo el rostro con ambas manos y soltó un gran suspiro – Mi nombre es Sasuke –

-Ya decía yo, me iba a quejar con tus padres por ponerte un nombre tan feo – golpeo su hombro –¿Dónde vives? –

-A la vuelta –

Jiraiya asintió, dio reversa haciendo que el letrero cayera por completo. Antes de que la señora saliera de nuevo, salió rápidamente de la tienda.

-Ya son las 11 – menciono el Uchiha al escuchar la hora en la radio.

-Si, ya es tarde – giro el volante -¿Eres amante de Naruto? –

-¿Por qué cada vez que me ven me dicen eso? –

Jiraiya lo miro de reojo – Es que tienes un parecido a alguien, digamos que fue el primer amor de Naruto –

Sasuke sintió un cosquilleo en su corazón -¿Su primer amor? –

-Si, su primer amor – bajo la velocidad del auto – Lamentablemente lo llego a olvidar –

El azabache iba a preguntar, pero el auto se detuvo bruscamente.

-¿Aquí vives? –

Sasuke miro hacia la ventana, se sorprendió al ver su casa.

-¿Cómo sabes que es aquí? –

-Por que hay alguien parecido a ti, esperando en la puerta – señalo – No tiene buena pinta –

El azabache miro hacia la puerta y en efecto su hermano estaba ahí con cara de pocos amigos. Abrió la puerta y bajo del auto lentamente, el rubio lo siguió.

-¿Qué estas haciendo? –

-Voy a disculparme y ver si tienen algo de comer –

-¡Sasuke! – su hermano se acerco y lo tomo del brazo – Papá esta muy molesto, prometiste que vendrías en la mañana –

-Buenas joven, no culpe a su hermano – dijo el rubio -Todo es mi culpa -

Itachi frunció el ceño – Mi padre también quiere hablar con usted –